Hoy quiero escribir sobre uno de los líderes africanos más influyentes de la modernidad. Olufela Olusegun Oludotun Ransome-Kuti, nació el 15 de Octubre de 1938 en la localidad de Abeokuta, en el estado de Ogun, Nigeria, en el seno de una influyente familia; su padre era un reconocido predicador protestante, director de una importante escuela y llegó a ser el Presidente de la Unión de Maestros de Nigeria; su madre era una destacada feminista y activista del movimiento anti-colonialista nigeriano; sus hermanos fueron importantes médicos, uno de ellos, Olikoye, llegó a ser Ministro de Salud; uno de sus primos , Wole Soyinka, fue el primer Premio Nobel de literatura africano.
Ransome tuvo la oportunidad de educarse en Inglaterra y luego de viajar
a los Estados Unidos, donde se dio cuenta, entre otras muchas cosas, de la
trágica situación africana en comparación con el mundo occidental, sobre todo
con Norteamérica, donde tuvo contacto con el grupo radical Panteras Negras y el
movimiento Poder Negro.
A su regreso a África buscó sus propias raíces, se convirtió a la ancestral
religión Yoruba, expuso públicamente los serios problemas sociales que veía
sufrir a su gente, abogó por el panafricanismo - soñaba con ver una sola
república Africana - viajó extensivamente por la región sobre todo por Ghana,
donde tenía admiradores.
Sus discursos iban en contra de la nociva influencia occidental en
las costumbres africanas; se peleó con las compañías farmacéuticas, estaba
contra las practica medicas occidentales, se oponía a su manera de vestir y de
comer; acusó a las grandes corporaciones que venían a África a explotar a su
pueblo, se declaró socialista, acusaba al militarismo y señalaba la corrupción
en el gobierno… la respuesta de las autoridades no se hizo esperar, fue hecho
prisionero más de 200 veces, recibió varias golpizas, algunas de ellas lo enviaron
al hospital casi muerto… Amnistía Internacional, la organización de derechos
humanos, lo vigilaba y denunciaba públicamente
su situación, como víctima de un régimen de fuerza; en una ocasión, lo enviaron
a la prisión más violenta de Nigeria, Alagbon, al pabellón con peor fama, lo
llamaban “el hueco de Calcuta”, Kalakuta, para los nigerianos, y para desmayo
de los militares, se convirtió en el líder de Kalakuta.
Escribió artículos incendiarios en contra del régimen en los
periódicos ingleses. Nigeria vivía de golpe en estado en golpe de estado, sus
escritos contra los intereses coloniales, que él señalaba detrás de las grandes
empresas, eran corrosivos; acusó a occidente de haber introducido la enfermedad
del SIDA en el continente, denunció el apartheid en Suráfrica… esto, hasta que
los diarios dejaron de publicar sus artículos.
Su posición de radicalizó, fundó una comuna y le dio el nombre de República Independiente de Kalakuta; se
casó con 27 mujeres en una sola ceremonia, rescató los valores machistas de las
costumbres patriarcales antiguas, promovió la poligamia que hacía de la mujer
un ser sumiso, fumaba grandes cantidades de marihuana y lo hacía públicamente,
escandalizando con su estilo de vida a la sociedad y al régimen militar de
Nigeria; criticó duramente al cristianismo y al islam, como religiones que
predicaban el conformismo. Llegó al punto de cambiar su nombre, dijo que
Ransome era un nombre de esclavo y se puso Anikulapo, que significaba “el que
tenía la muerte en su bolsa”.
En una ocasión, Kalakuta fue tomada militarmente, en la madrugada,
por órdenes del General Olusegun Obasanjo, quien había sido compañero
de aula de Anikulapo cuando eran niños; las mujeres fueron violadas, los
hombres apaleados, incendiaron sus edificios, la madre de Anikulapo, una
venerable anciana de 75 años de edad, fue lanzada por los soldados desde un
balcón y murió, posteriormente, de las secuelas de la fatal caída.
Para las elecciones 1979 decidió fundar su propio partido, el Movimiento de la Gente, y se lanzó como
candidato para la presidencia de la República en las primeras elecciones libres,
después de diez años de dictadura militar, con la consigna de rescatar los
valores tradicionales de Nigeria y “coletear” la corrupción del gobierno; costó
mucho legalizar el partido. Inmediatamente después de la elección hubo un nuevo
golpe de estado y Anikulapo, mejor conocido como Fela, fue nuevamente
perseguido; en 1984 lo vuelven a arrestar, esta vez por el cargo de introducir
dólares ilegales al país, y va a prisión por 20 meses. A su salida, se divorcia
de sus esposas (12 de ellas decidieron, voluntariamente, no dejarlo), concediéndoles
la libertad sobre la base de que ningún ser humano puede tener dominio sobre
otro, argumentando, además, que tantas mujeres alimentaban los celos y las
peleas en la familia.
Ya agotado y enfermo, luego de tanta cárcel, mala vida y malos
tratos, muere de SIDA el 3 de Agosto de 1997, a los 58 años de edad.
Ahora viene la parte más increíble de esta historia: Anikulapo es
mejor conocido como Fela Kuti, uno de los más reconocidos músicos africanos que
ha existido, uno de los más relevantes jazzistas, un multi instrumentista de
fama mundial, el inventor de un estilo musical llamado el Afrobeat, productor
de más de cincuenta discos durante su carrera… concertista de fama mundial, fue
aplaudido en el Festival de Jazz de Berlín, compartió escenario con Bono,
Carlos Santana y los hermanos Neville en el estadio de los Gigantes en New
Jersey; se inició con Hugh Masekela, grabó con Ginger Baker; su estilo ha
influenciado a toda una generación de músicos africanos, y es uno de mis
músicos favoritos.
Su vida inspiró una obra de teatro off-Broadway, llamada Fela!, producida por un millonario
petrolero enamorado de su música, que ha sido un éxito con llenos absolutos y
ha ganado varios premios, pero sólo la presentan de cuando en vez y se mantiene
listas de espera para poder verla; entre sus coproductores se encuentran Jay-Z,
Alicia Keys y Will Smith. La obra fue nominada en 2011 para 11 premios Tony’s.
Les cuento como me topé con la música de Fela: en 1976, estaba de
vacaciones en California y me invitaron a un campo nudista; estaba un poco
nervioso, se trataba de una colonia de gente que tomaba el nudismo muy en
serio, el asunto fue que me excedí con el vino que servían y, en la tarde,
alrededor de una enorme fogata, pusieron por los parlantes a todo volumen una
canción que me ha acompañado desde entonces, Coffin for Head of State; no tenía la menor idea de quién era Fela,
ni lo que la canción significaba, lo que sé es que bailé inspirado y provoqué
una respuesta tribal del grupo, al día siguiente me hicieron miembro honorario.
Fela recibió una excelente educación clásica, fue director del
coro en la escuela de su padre, tocaba el piano, se especializó en trompeta en
el Trinity College of Music: el músico que más admiraba era Miles Davis, en su
época con Bird, pero además era un excelente percusionista, aprendió a tocar con
maestría el saxo y, como un extra, tenía una voz envidiable; su ídolo
incuestionable - lo repitió varias veces
en su vida - fue George Frederic Handel y su obra favorita, Dixit Dominus .
Para quienes no han escuchado a Fela Kuti, les aseguro que será
una sorpresa agradable; en Venezuela es poco conocido, principalmente porque
sus canciones son extremadamente largas, algunas duran media hora y más, es
costumbre que la canción lleva ya quince minutos y Fela no ha empezado a cantar;
la música es pegajosa y muy rítmica, los solos son virtuosismo puro, los coros
abundantes y sincopados, la voz de Fela, prodigiosa.
El Afrobeat, generó que inventó y popularizó, es una mixtura de
música soul, jazz, con elementos afrocubanos, ritmos del highlife gahaniano y mucho funk, al estilo
James Brown. Sus conciertos atraían una asistencia masiva, no en vano sus
enemigos políticos lo tenían como un contendor de cuidado, sus presentaciones
eran mitad concierto y mitad mitin político, sus canciones recurrían a “patuá”,
mitad inglés mitad nigeriano, que se hizo popular en todas las ex colonias
angloparlantes.
Tocó con los mejores ejecutantes de su generación y fue una escuela para los músicos
nigerianos, de allí salieron excelentes instrumentistas, como el percusionista Tony
Allen, el extraordinario guitarrista Kologbo, el saxofonista Lekan
'Ani' Animashaun, todos músicos de primera línea.
En los pocos videos que he podido ver, Fela se muestra como un
coreógrafo creativo y un crooner portentoso, se adueñaba del escenario sin
admitir competencia alguna y manejaba al público como le daba la gana; montaba
un espectáculo en grande, con bailarines y grupos corales… en sus últimos
conciertos hacía montajes de rituales yoruba, se pintaba el cuerpo y simulaba
sacrificios.
Fela Kuti fue un músico de excepción, que gozó de su fama y
riqueza, que como artista se dejó devorar por los placeres del sexo, la droga y
rock and roll, y en sus últimos días vivió de acuerdo a lo que predicaba, no se
dejó tratar por la medicina moderna, a pesar de los múltiples intentos que sus
hermanos hicieron por recuperarlo… murió reconociendo al condón como una
maldición para los africanos, fue un rutilante cometa en la política nigeriana,
fiel a sus principios, indomable en sus objetivos.
Su memoria es hoy rescatada y valorada, cada vez más, como un
verdadero héroe africano; sus discos se reeditan en colecciones de lujo, hay varios
museos en Nigeria que honran su vida y, no en vano, se está convirtiendo en una
figura de culto para quienes apreciamos su música. – saúlgodoy@gmail.com
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