sábado, 22 de abril de 2017

Hacer el mayor daño posible


A estas alturas los chavistas ya deben estar claros que perdieron el tren de la política, están quemando naves inmolándose en el altar de la revolución castrocomunista, saben que no pueden mantenerse por mucho más tiempo en el poder.
La situación se deteriora rápidamente y solo hay dos maneras de terminar esta ordalía, o se van por las buenas, renuncian y agarran sus maletas para La Habana u otro de los “paraísos” totalitaristas que quedan en el mundo y que probablemente los acepten para desplumarlos de sus riquezas, o se quedan para defender el fuerte y sucumbir entre los gritos de ¡Patria, socialismo o muerte!!! Vestidos con sus trajes de diseñador y sus costosas joyas.
Fundamentalmente ya no hay dinero, arruinaron al país hasta el hueso y muy pronto no tendrán para pagarle ni a la Guardia Nacional ni a sus otros colectivos armados y fuerzas paramilitares.
Lo peor es el cerco internacional que tienen por todos lados, el mundo se les puso chiquito, de nada les sirve los montones de dólares que tienen guardados, ni las propiedades que los esperan, creo que por primera vez se dan cuenta que están atrapados y sin salida.
Mientras eso sucede sus expedientes crecen en los tribunales y organismos internacionales, las denuncias en su contra por atrocidades, se acumulan junto a las otras evidencias de sus crímenes, a mayor represión mayor animadversión por parte de la comunidad internacional, cada vez están más aislados y quienes eran amigos, ahora prefieren que ni los saluden, no vayan a pensar que pudieran confundirlos con torturadores y violadores de derechos humanos.
Son tan idiotas, haber dejado que las cosas se agraven hasta este momento y lugar, hasta para los mismos cubanos, para el violador mayor que es Raúl Castro Rus, se están convirtiendo en un problema, y ustedes saben lo que los cubanos hacen cuando alguien se convierte en un problema.
Traten de mudarse a Nicaragua para que vea lo que les dice Daniel Ortega o a Bolivia, para que vean recular a Evo, explicándoles porque sería un problema tenerlos con él en el altiplano.
Veo a Maduro y veo a una bestia herida, nerviosa, amenazante, peligrosa, asustada, él mejor que nadie sabe, que Venezuela le perdió el respeto y sin respeto no hay manera de que gobierne, de que ejerza el mando, de que tenga autoridad, sus mismos asociados y cómplices lo ven con disgusto, ya hay desprecio en sus miradas, en algunos hasta odio porque saben a lo que se enfrentan por seguirlo.
Será un caso para la historia de la guerra psicológica y la desinformación el uso que en estas horas menguadas, le ha dado el gobierno de Maduro a la propaganda, el neo-lenguaje, el tratar de hacer pasar las mentiras por verdades, al mejor estilo orweliano, como por ejemplo atacar un hospital de niños y atribuirle la acción a las fuerzas opositoras, reflejan no solo el grado de deterioro mental y moral que sufre el indocumentado y su pandilla de homicidas y violadores, sino que muestran el grado de podredumbre al que han llegado las empresas privadas de comunicación en Venezuela, sobre todo en la televisión, cosa altamente delicada, pues son cooperantes directos, en este intento de último momento, por posicionar la dictadura en el país.
Maduro sabe que no cuenta con apoyo popular, se ha percatado que solo reúne gente si paga, o los lleva nariceados a punta de coscorrones, todos esos mecanismos de control de los CLAP, del Carnet de la Patria, de pasar lista entre empleados públicos bajo la amenaza de que serán expulsados del trabajo, de montarlos en autobuses para que viajen cientos de kilómetros para exhibirlos en una avenida bajo el sol inclemente, a pesar del billete y del licor que reparte, ya no le está funcionando, cada vez son menos y ha tenido que recurrir a llenar las plazas con presos, para que las cámaras de las televisoras oficialistas puedan hacer sus tomas, cerraditas, mientras da su discurso.
Alrededor de Maduro sus colaboradores pierden contacto con la realidad, allí está el verdugo de Libertador, Jorge Rodríguez, cada vez más desquiciado y echando espuma por la boca, por allá Bernal, con sus tropas de asesinos paramilitares, a la greñuda de Iris Valera con el rostro más desencajado rodeada de sus pranes amantísimos, al General Reverol con la Guardia Nacional, sus fuerzas pretorianas, cada vez más reacias a seguir órdenes de continuar disparando en contra del pueblo, al Patria o Muerte de Padrino López sin control sobre las FFAA esperando porque Chávez baje del cielo y lo salve,  a su canciller, la de la boca sucia, que lo ha indispuesto contra buena parte del planeta, son todos una colección de monstruos que parecen sacados de una película de terror, sólo con ellos cuenta para ganarse la siguiente hora, el siguiente minuto, lleno de angustia y de noches de insomnio.
Le gustaría renunciar y dejarle al vicepresidente, a Tareck El-Alssaimi, la responsabilidad de que termine su período presidencial, pero tiene el pequeño problema que es un terrorista y narcotraficante en la lista de los más buscados, y sabe que los EEUU no van aceptarlo, si hubiera sabido que esto iba a terminar de esta manera, jamás hubiera aceptado el encargo del líder eterno, esto no fue lo que hablaron.
El descontento es enorme, las marchas en su contra, descomunales, ya no puede ni asomarse en un barrio porque le caen a huevazos, para ir a inaugurar un pedazo de plaza en Vargas, tuvo que movilizarse un contingente enorme de tropas para asegurar el área antes de que llegara para entregársela al pueblo ¿Qué pueblo? Cuatro gatos que tuvieron que arrear de muy lejos.
Mientras las horas se arrastran, y los aviones para el escape de último momento permanecen encendidos en los aeropuertos, mientras las calles se calientan y el aire se llenan de gases tóxicos para poder reprimir a la población, las ejecuciones y saqueos se multiplican, porque son sus colectivos, con órdenes expresa del presidente que saqueen todo negocio que vean para arrasar con cualquier posibilidad de vida decente para la población, y por expresas instrucciones del General Padrino les ha ordenado a las tropas que no hagan nada en contra de los hordas de colectivos violentos en su labor de destrucción de las ciudades.
Cada vez más les cuesta mantener la ilusión de que tienen la situación bajo control, esas canciones y esos bailes en tarima se ven tan artificiales como la alegría de la gente coreografiada por esbirros con palos eléctricos para que la gente grite y aplauda. Se ve tan falsa la alegría como las sonrisas que se suponen sean de tranquilidad y triunfo y lo que les sale es el rictus cadavérico de alguien que fue sorprendido cruzando una calle y lo arrolla un camión de carga a toda velocidad.
Y los discursos, por Dios, ni las mentiras suenan bien, lo del milagro económico que está a la vuelta de la esquina no se lo cree ni el teólogo de la liberación demente, que mientan Numa,  y anda copando programas de opinión diciendo que el capitalismo es pecado y predicando un discurso de odio de clases en sus omilías, a éste sacerdote a quien de seguro el Papa Francisco aplaudiría, tiene que pagar por su felonía una vez que termine este episodio.
Ya no tienen que inventar, el país le dio la espalda y siguen hablando como si la cosa no fuera con ellos, la disociación es absoluta, sus actuaciones son mediáticas o represivas y el país cayéndose a pedazos, afortunadamente están quedando una cantidad de registros en los equipos de medios independientes y libres, en las redes sociales que atestiguan la destrucción de Venezuela ordenada desde Cuba.
Maduro está tan desubicado que ya sin ningún recato utiliza los medios de comunicación masivos que controla el estado, para salir en cadena nacional haciéndole apología a la violencia, prometiendo masacres a la población opositora, ofreciéndole armas de guerra a sus seguidores, instando a las fuerzas militares a atacar las manifestaciones pacíficas de protesta en su contra, acusando a la oposición de golpista y terrorista cuando fue él quien le ordenó al TSJ las infames sentencias que anulaban de un plumazo la constitución y la democracia del país, sin importarle que sus declaraciones serán usadas en su contra en los procesos, que se le abran por violador de los derechos humanos.
El hombre se quitó la careta presentando pruebas fabricadas por sus cuerpos de esbirros, de jóvenes prestando confesiones obligadas bajo tortura, en su entorno al parecer no hay nadie que pueda pedirle algo de mesura en sus declaraciones, lo que hace es salpicar a su entorno de responsabilidades de carácter penal, que serán muy difíciles de desmentir, dado que aparecen con él como socios en el delito, figuras como José Vicente Rangel, Hermán Escarrá, Wiston Vallenilla y una serie de oscuras personalidades del mundo chavista, están avalando con su presencia y silencio cada una de las masacres que se perpetran en sus nombres.
Pareciera que el único camino que el nihilismo chavista obliga, es causarles el mayor daño posible a los venezolanos, destruir el país, pues si no hay socialismo del siglo XXI y obediencia absoluta al líder, no hay alternativa, sino la muerte.
Me pregunto al ver el lamentable cuadro que presentan a la nación y al mundo ¿Es que no se han dado cuenta que ya perdieron el poder? Seguir ordenando ataques químicos en contra de la población, asesinatos de jóvenes inocentes y torturas para los presos políticos, que los coloca al nivel de criminales de guerra, lo que les trae es más repudio y la condena del mundo civilizado.  
Estamos peleando por nuestra libertad y por la democracia, nuestra lucha es por todos ustedes nuestros hermanos latinoamericanos, vean en nuestro sacrificio el precio que pagan los pueblos por hacerle cortejo al populismo y al falso humanismo.  -  saulgodoy@gmail.com



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