Qué
cosa tan terrible el papel que te tocó Jaua, das miedo; te has convertido en el
coco de la revolución. Me sorprendió, compartiendo la casi unánime reacción de
los opinadores de la prensa libre e independiente, cuando el país se enteró de
tu nombramiento como el jefe de las comunas; la respuesta fue unánime, te vemos
como el verdugo en esta gran charada de revolución, el chico malo que es capaz
de llevarse por los cachos a quien sea, como sea, por unas ideas y un mundo que
casi sólo existen en tu cuadrada cabeza.
Y
digo que es terrible porque, en el fondo, reconozco que tu naturaleza debe ser
otra; eres un tipo sentimental, que aprecias las buenas relaciones humanas, tal
como un buen vino, que afloja ese carácter díscolo y violento que te
caracteriza.
No
eres un tipo muy brillante, en eso estamos claros, pero lo que te falta lo compensas
con voluntad; creíste anotarte bien en esta jugada bolivariana, que más que
bolivariana es fidelista y eso lo sabes; tu alianza es con el cubano, no con
Venezuela, de modo que, mientras puedas, disfruta tus glorias que ya sabes, son
pocas y amargas.
Tu
fama de “tira piedras” te precede, de encapuchado y agente provocador… si
tuvieras veinte años menos, no tuvieras la familia que tienes, ni el futuro
gris que te espera, diría: “bueno, para un chamo es motivo de orgullo sentirse
temido, odiado y mal referido”; pero tú, a estas alturas de la vida, justo
cuando te estás dando cuenta de que la revolución de la que formas parte es un
fraude gigantesco, que tus ideales estaban todos equivocados, que ya no te
mueves con la agilidad del estudiante aquel, que no se dejaba acorralar por la
Guardia Nacional en el campo de batalla de la plaza de Las Tres Gracias, frente
a la UCV… si esas fueran las circunstancias, te diría, bueno, está bien,
quieres cambiar el mundo. Pero llevas 16 años en ese intento de sembrar ese mal
hadado socialismo, sin resultados; como buen marxista, ciego por la ideología
de los resentidos, tienes que intentarlo una vez más, el éxito elusivo está a
la vuelta de la esquina.
Y
el mundo cambió durante esos 16 años, está mucho peor, sobre todo tu país que,
a pesar de que tu corazoncito está en Cuba, merece algo de aprecio por ser el
que te vio nacer y te hizo lo que eres; esa consciencia social, ese preocuparse
por los desposeídos, ese anhelo por un mundo justo, igualitario y solidario
nunca se concretó; y eso que le echaste un camión, detrás de ese líder que
admiraste y por el que, en algún momento, estuviste dispuesto a dar la vida. Sí,
Chávez, ese espíritu que de noche en tus sueños llega a atormentarte, a preguntarte
¿En qué fallamos Elías, qué hicimos mal?
Hoy
ya sabes la respuesta, pero es muy tarde; todos ustedes están metidos hasta el
cuello en el chiquero que han creado, la gente está muriendo de mengua en la
calle, la pobreza se multiplicó, lo que hay es ruina, hambre y sufrimiento y eso
no era lo que tenías en mente cuando empezó tu aventura revolucionaria.
Tendrías
que ser un apatrida como tu compañero de partido Tarek El Aissami, o como el
profesor de la ignorancia Giordani, quienes sostienen que el chavismo es
religión de pobres; si lo crees, atrévete a decirlo y tendrás una raya más en
tu pelaje de tigre cebado con carne humana.
Aparte
de comunista eres sociólogo, por lo que comprendes muy bien sobre los fines del
hombre en la tierra, su imperiosa necesidad de libertad, de respeto y de felicidad,
su realización a través del trabajo digno, de poder vivir sin cadenas de
opresión, de contar con un entorno adecuado a sus necesidades y unos camaradas
que le sirvan de red de sustento y él servir a su vez de apoyo a otros.
Por
ello siempre has querido imponer a las comunas, como la forma de organización
social que más se adecúa a esos principios, no importa que no estén
contempladas en la Constitución, que haya que acabar con la división política
territorial existente, con esas alcaldías y gobernaciones que insistes en ver
como resabios burgueses del viejo sistema, porque eres de los que cree que, si
se va a sembrar socialismo, hay que contar con las comunas, con ese aparente
Poder Popular, que también es inconstitucional…¿No es curioso, Elías, que todos
tus esfuerzos tienen que ser inconstitucionales? Tu especialidad ha resultado
en montar gobiernos paralelos, en manejar presupuestos paralegales, en
controlar grupos fuera de la ley, en mantener relaciones con gobiernos
forajidos, en expropiar, en invadir… ¡Con razón te temen, la ley nada tiene que
ver contigo, tu ruta es otra!
Porque
eso de ser revolucionario comunista y estar atesorando dinero y propiedades
para una “vejez digna”, aunque se trata de una práctica muy socialista, es una
vergüenza para los “duros” como tú; tú eres comunista hasta el tuétano, tú
tienes principios y, si alguien de la revolución le gustaría ser recordado como
un ser que nunca robó, ni se aprovechó del cargo para hacerse rico eres tú ¿Verdad?
Te
has hecho tu fama en medio de los colectivos armados más temidos y sangrientos,
como su líder; te sientes como pez en el agua entre las comunas, que ahora
pretendes dirigir para darle el puntillazo a la oligarquía criolla que tanto detestas;
todo ello, a pesar de que hoy formas parte de una oligarquía mucho mas
retrograda y “buchona”; porque, para bien o para mal, todos los que te rodean
son boliburgueses y hay que estar muy claro para no contaminarse.
La
serpiente se muerde la cola, con esa imagen los antiguos querían decir que el
tiempo es cíclico, que los revolucionarios de hoy serán los burgueses del
mañana… ¡qué vaina! ¿No? El único problema es el karma que tienen que
arrastrar, los muertos que se llevan consigo, toda la maldad que tuvieron que
hacer para conseguir lo que hoy tienen y que, por los vientos que soplan, no
van a poder gozar a plenitud.
Yo
estoy seguro de que, si hubieras sabido que un revolucionario en tu posición
tenía que asociarse con las mafias del narcotráfico, con los pranes en las
cárceles, con terroristas y secuestradores de las FARC, con los decapitadores
de periodistas del islamismo yihadista, con militares cazadores de estudiantes
desarmados… estoy seguro de que habrías desistido de tomar ese camino, porque
tus principios van primero.
A
ver, te designaron como nuevo
ministro del Poder Popular para las Comunas y Vicepresidente del Gobierno para
el Desarrollo del Socialismo Territorial… creo que, además, sigues como verdugo
de Capriles en Corpomiranda… ¡Tu tarjeta de presentación debe ser impresionante!
Muchos mal
hablados andan diciendo que los cargos en realidad enmascaran tu nombramiento
como Jefe de campaña del PSUV para las elecciones parlamentarias; que, una vez
que Maduro venda a CITGO y entren esos dólares al fondo único, vas a estar
manejando astronómicas cantidades de dinero, por medio del Servicio Autónomo Fondo Nacional de los
Consejos Comunales (Safonacc), de tu Vicepresidencia y de Corpomiranda, para
aplastar a la oposición. Ellos, tus críticos, dicen que vas a tener el poder de
perseguir alcaldes, hacer la vida imposible a gobernadores, que vas a poner a
tus candidatos a inaugurar obras hechas a la carrera, a repartir becas y ayudas
como “San Nicolases” (o “niñitos jesuses”, para ser un poco endógenos) en tus
comunas, que los chinos te van a dar otra remesa de electrodomésticos para
regalar… pero permíteme decir que lo dudo, no con tus principios, eres el padre
de las comunas socialistas, no le vas hacer la maldad a tu propia gente y
convertirla en parte del gran cotillón, que vas a mover todos esos consejos
comunales para los fines partidistas y electorales ¿Para qué? ¿Para quedar otra
vez sin dinero, quebrados, sin posibilidad de adelantar el trabajo de las
comunas y tener que reprimirlas luego porque la vida se les hace insostenible y
protestan? No olvides que es la obra por la que serás recordado.
Pero
bueno, ya estas allí, y tienes que hacer lo que tienes que hacer; al igual que
nosotros, millones de venezolanos que estamos llegando “al llegadero” y que,
inevitablemente, en algún momento, nos vamos a ver las caras. Sólo espero que
esa derecha tuya, que de vez en cuando ejercitas contra algún despistado
periodista que te hace preguntas incómodas, esté tan floja como la última vez
que la usaste frente a las cámaras.
Por
último Elías, en otras circunstancias, no dudo que hasta amigos habríamos sido;
porque respeto a los hombres de principios que no andan cambiando sus
prioridades ante la tentación fácil – saulgodoy@gmail.com


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