domingo, 3 de julio de 2016

La encrucijada de Maduro (una carta personal)






Como ya ha debido quedar meridianamente claro, es imposible gobernar a un país bajo las condiciones en que se encuentra Venezuela en estos momentos, no sólo se han roto todos los amarres institucionales y de legitimación del actual gobierno, sino que ya no se hace nada por disimular la situación, lo que ha resultado en un claro e incontrovertido enfrentamiento entre gobierno y oposición.
El resultado de esta situación es un acelerado deterioro de la vida ciudadana y del desmontaje inducido de la estructura del gobierno; las partes, que habían permanecido unidas por inercia o simple costumbre, se están fracturando, y no hay el dinero ni la voluntad para mantener de pie tan siquiera una ilusión de lo que es un estado medianamente funcional.
Todo lo que ves se reduce a unas escasas cuadras en el centro de Caracas, a las cercanías del Palacio de Miraflores, desde donde se realizan las transmisiones, los discursos y las manifestaciones de apoyo al régimen, cada día más escuálidas. Maduro,  pareces confinado en tu bunker, desde donde despachas órdenes y mensajes de ánimo a unas fuerzas fantasmagóricas, los gobernadores chavistas en las regiones tratan de sobrevivir ante la continua degradación de la calidad de vida de sus estados, están más ocupados en cómo van a salir de esta trampa en que han caído y preservar sus fortunas personales que en resolver los problemas para los cuales fueron elegidos.
Las únicas verdaderamente activas son las bandas criminales mercenarias, mientras les paguen o les permitan explotar sus “territorios liberados”, donde le caen a tiros y malogran marchas de la oposición, destruyen equipos de periodistas y les caen a palos a los dirigentes políticos.
Y los militares, que han decidido servir de protectores de las bandas criminales para ver el circo desde las gradas, actúan algunas veces contra la sociedad civil en una supuesta defensa del gobierno de Maduro, como si las armas que portan para la defensa del país, fueran a detener el inminente desplome de tu régimen.
Y sobre este punto debo agregar, la decisión de la cúpula militar, intervenir a favor del régimen infausto de un presidente indocumentado, y por lo tanto ilegítimo, fue una mala decisión política; al ponerse de parte del usurpador del poder (o sea, tú) y contra la mayoría democrática, la institución militar quedó en evidencia porque constituye un factor de inestabilidad para los fines republicanos, ya que no cumple con su labor de proporcionar seguridad a la integridad de la nación, todo lo contrario, su juego se ha basado en convertirse en un elemento cooperante con la criminalidad, el contrabando, la inseguridad alimentaria, la violación de derechos humanos fundamentales y la disolución del orden democrático. Eso es indiscutible y las pruebas están a la vista.
Si bien es cierto que los responsables de esta situación tienen nombre y apellido, que han sido y están siendo identificados por los diferentes organismos defensores de los DDHH, y que se le seguirán los procesos judiciales a los que haya lugar por sus responsabilidades, no cabe duda que ha sido la institución militar la que ha sufrido en su conjunto el impacto de estas malas decisiones y demostrado al soberano, al pueblo de Venezuela, que con la estructura que ahora tiene ha desatendido los intereses de la nación.
Nicolás Maduro, te encuentras en una encrucijada, esperaste demasiado tiempo y postergaste la decisión de una solución viable al conflicto de gobernabilidad que  tu gobierno planteaba, y ahora estás constreñido por fuerzas cada vez más azarosas, que te pueden seguir induciendo a cometer errores garrafales, los que definitivamente te enterrarán y lograrán que termines en el basurero de la historia.
Pero el problema fundamental es que no es sólo eres tú quien está en la picota; tu partido, las fuerzas políticas y sociales que te acompañan, tus aliados y amigos, tu familia, se encuentran en frente a una clara y presente amenaza… pensar sólo en ti es un error, todos sabemos lo “macho” que eres y que afirmas que eres capaz de morir con las botas puestas por tu causa, el asunto es que no se trata de algo personal, sino del país, y hasta del continente.
A estas alturas, del conflicto venezolano está más que claro, con cada día que pasa sin resolverse el asunto de tu permanencia en el poder, más gente muere, más sufre la población, hay más deterioro económico e institucional… el problema se ha convertido en una verdadera causa existencial y tu parálisis te delata, actúas como si nada grave estuviera ocurriendo, sigues interpretando tu papel de hijo de Chávez, de presidente constitucional, de líder de los movimientos de la izquierda… nada de eso es verdad.
Si todavía  en Latinoamérica existe un proyecto continental de la izquierda, el mismo ha sido seriamente dañado por el desempeño de la revolución bolivariana, nadie quiere verse involucrado en los errores y desatinos del gobierno de Chávez - menos del tuyo -, quebrar a un país petrolero de la manera en que lo han hecho con Venezuela no es cualquier cosa, somos el ejemplo de todo lo que un país que quiera progresar en paz no debe hacer.
Te he escuchado decir que tienes el derecho y el deber de terminar tu mandato, pues fuiste electo por 7 millones de venezolanos (¡ojo! todavía hay 23 millones que no te eligieron), pero el verdadero problema no es de lapso, o de derecho, o de votantes, el problema es que una mayoría supuestamente te escogió para que hicieras un buen gobierno, o de acuerdo con el también pretendido legado de Chávez, continuar su trabajo, que en la letra (y música, porque al menos cantaba…) suponía darle trabajo digno a los venezolanos, lograr buenos servicios, mejorar su calidad de vida… no matarlos de hambre, ni que sirvieran de blancos a criminales homicidas, ni gaseados por la Guardia Nacional cuando protestaran.
Es tan sencillo, Maduro, como que no estás gobernando; no puedes gobernar, no sabes gobernar, porque te enredaste en un proyecto de país que sólo servía para crear ruina y pobreza, en una economía donde el gobierno se entromete en cada resquicio y lo que hace es molestar, entorpecer los procesos productivos y de distribución, hacerles perder tiempo y dinero a inversionistas e industriales, el resultado es perdida de competencia, quiebra de las empresas, destrucción de puestos de trabajo.
Tratar de conducir una economía socialista con los peores, con el recurso humano más atrasado e ideologizado, sólo podía conducir a la paralización de la producción del país, si no se respeta la propiedad privada, si obligas a una parte de la población a mantener a otra, si esperas que la empresa privada financie al gobierno, simplemente, estás “meando fuera del perol”, si ese es legado de Chávez van a tener que emplear a toda las FFAA y ponerle a cada venezolano una pistola en la cabeza, para hacer algo tan tonto como arruinarse para mantener a otro.
Pero lo peor es no querer admitir que te equivocaste a pesar del desastre que tienes frente a las narices; tener que escuchar la argumentación de que todo lo que está pasando es causa de una guerra económica, de una conspiración internacional, de unos empresarios mal intencionados, sólo es señal de que tenemos al hombre equivocado en el puesto equivocado… mientras más lo repitas, más obvia se hace la mentira.
Está claro que los capos del chavismo tienen sus alforjas llenas y no es robar más lo que los impulsa a permanecer en el poder… es miedo, Maduro, puro miedo, porque una buena parte de ellos tienen causas abiertas en tribunales internacionales, una gran mayoría son mencionados en expedientes abiertos por organizaciones de defensa de derechos humanos, un buen grupo tiene causas por corrupción, narcotráfico, lavado de dinero y otros crímenes mayores. Tu familia, Maduro, está complicada en varias acusaciones; tú, personalmente, tienes muchas cosas qué aclarar en los tribunales de justicia, pero no de esa justicia chavista o revolucionaria que se ingeniaron, sino con la justicia verdadera donde tendrás derecho a la defensa.
Pero si lo que quieres es aguantar en el poder como sea, el tiempo que sea, te cuento que es la peor de las estrategias posibles, porque la gente que te rodea te obligará a cometer más crímenes y errores que terminarán por hundirte de la peor manera, algo así como ser atrapado en un remolino, el vórtice  se lo traga todo y no hay manera de salir.
Maduro, a partir de este momento no hay nada puedas hacer que no te depare derrotas, mala publicidad, nuevas complicaciones y mala voluntad, incluso de parte de tu propio partido, que ya te ve como un problema; personas, países e instituciones que te tenían algún aprecio (o interés), vale como ejemplo el caso del partido español Podemos, ese clon chavista que estaban incubando para Europa, hasta ellos te han abandonado; tener alguna relación contigo se ha convertido en un peso embarazoso, creo que ya lo estás sintiendo en las últimas movidas de parte de Cuba y su gobierno, que fueron tu gran paradigma.
Como anteriormente lo mencioné, perdiste un tiempo precioso para buscar una salida provechosa y estratégica; mi recomendación, que no te la ofrezco porque me caes bien sino porque quiero que te vayas, es que dejes al país en paz, que tomes la cuerda que la oposición te está lanzando, ya que la única manera de salir de ese chupón, que te arrastra ineludiblemente hacia el fondo, es agarrarte fuerte a ese cabo. Renuncia, Maduro, pero hazlo ya; los acontecimientos te están arropando y tú te sigues hundiendo cada vez más. Las cosas no van a mejorar, se agravarán, de modo que ve la renuncia como una oportunidad de salir del torbellino; ya tendrás el tiempo y el dinero de pagar los mejores abogados y relacionistas públicos para que te defiendan, porque podrás defenderte.
Tu renuncia va a cambiar el juego por completo y allí puede haber una oportunidad; en el fondo no hay vida.   -   saulgodoy@gmail.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario