sábado, 7 de enero de 2017

Una nueva y peligrosa etapa


Obama tenía que saberlo, sus asesores en inteligencia estaban conscientes que este giro estaba en la hoja de ruta del chavismo y Cuba, de ser un centro de distribución de drogas ilícitas y blanqueo de capitales del narcotráfico, Venezuela se transforma ahora en nido de terroristas islámicos, lo que ya no debe hacerle gracia a ninguno de los expertos en seguridad de los EEUU y menos aún al presidente Trump, la gangrena se extiende de manera muy rápida por el Caribe, Centro América y los Andes colombo-venezolanos, el peligro es cierto e inminente.
Maduro acaba de mover sus fichas en el tablero dejando al descubierto para lo que venían preparándose desde hace años, viene una ofensiva yihadista en Latinoamérica, apoyada por las FARC y otros grupos subversivos, Venezuela se convierte así, en la plataforma del terrorismo internacional, con toda la intención premeditada de que sea nuestro país, el que reciba todo el castigo militar que un peligro, como el que representa el gobierno de Maduro, deba aplicarse para neutralizarlo.
Esta es una situación que tiene casi dos décadas en desarrollo, dejar  prosperar esa nefasta combinación de comunismo militarista, guerrilla y narcoterrorismo fue una locura, pero el gobierno de Obama lo permitió durante ocho largos años y lo que hizo fue oxigenar al enemigo de las democracias americanas, Cuba.
Pero insisto, Venezuela es sólo la distracción, el verdadero enemigo es la Cuba de Raúl Castro la que está generando este cambio de estrategia, al perder la protección de sus socios demócratas en los EEUU, con Obama y los Clinton fuera del juego político, queda el régimen castrista como patos en el agua, a tiro del cazador, por ello, la orden es tratar de convertir a Caracas en la Alepo de América y Nicaragua en el Kurdistán centroamericano, con la ayuda entre otros, de Corea del Norte, para que el régimen fidelista pueda maniobrar a sus anchas, y en su debido momento, “hacerle” el favor a la Casa Blanca de aguantar a sus perros de ataque, y demostrarle a Trump, que todavía tienen el control en Latinoamérica, y que con quien hay que negociar es con ellos.
También me imagino que los carteles de la droga no estarán muy contentos con la decisión de tener que cederle  el control político del país, o compartirlo con los terroristas islámicos, esa movida les echó a perder el negocio ya que ahora la situación escaló un paso, ya no es la DEA con la que van a tener que lidiar, ahora va a intervenir el componente militar norteamericano, lo que significa que se acabó la fiesta.
Los miembros de las Fuerzas Armadas venezolanas son los que debería estar más preocupados, porque ellos son la carne de cañón que van a tener que contener la reacción de los gringos, y la verdad sea dicha, no tienen con qué, simplemente, alguien en La Habana decidió que eran desechables y los botaron al pajón.
Sí Padrino López, los militares venezolanos son un precio barato que pagar para que viva por siempre la gloriosa revolución cubana, de modo que este juego suicida de Maduro, tampoco les conviene a la FFAA.
Maduro sigue creyendo que puede salir liso de toda esta situación, incendiando a Roma, como hizo Nerón y huyendo a Cuba, donde espera vivir un exilio dorado tocando sus tumbadoras, cree que el gobierno castrocomunista está en deuda con él por servicios prestados, pero lo que va a suceder es que lo van a poner a “dormir”, como hicieron con Chávez.
Tarek, el nuevo y flamante Vicepresidente de Venezuela, cree que puede abrir operaciones en el país para el terrorismo islámico sin mayores consecuencias, tengo la impresión que no ha caído en cuenta que en los EEUU también hubo un cambio de gobierno, hubo movimientos de las fichas en el tablero, y ninguna le conviene para sus propósitos.
Tarek no se dio cuenta que al aceptar el cargo se hizo un blanco altamente cotizado por las fuerzas antiterroristas del mundo, y debo decirlo, creo que cometió una estupidez, no hay manera de salir con bien de ese hueco donde se metió, pero me temo, de verdad, que el hombre ya esté encomendado a Alá y espera gozar de las huríes en el paraíso, como lo esperan los verdaderos mártires del Islam.
Para la dirigencia política de la oposición le vienen días de graves decisiones, tenemos dentro de la Asamblea y en la MUD dirigentes que están dispuestos a romper lanzas por el chavismo, en el sentido, de que si hay una reacción de ciertos países para resguardar su seguridad e intereses en contra de nuestro país, van a salir en apoyo de los chavistas con las banderas de un nacionalismo muy mal entendido y peor ejecutado, pero es parte del plan cubano, los tienen allí en caso de que eso suceda, para llamar a la lucha por la libre determinación de los pueblos y el respeto a la soberanía, su papel es enredar la situación política, y confundir a la oposición libre y democrática en un falso dilema.
Para el pueblo de Venezuela, lamentablemente hemos dejado que esta situación se torne irreversible bien por ceguera o por torpeza, vamos a sufrir daños colaterales en este escenario que se prevé sea a muy corto plazo, lo que si deberíamos hacer sin perder tiempo es la conformación de un gobierno paralelo para cuando se produzca la ausencia de poderes nacionales, deberíamos tener avanzado un comité de negociaciones con las nuevas fuerzas de ocupación (no hemos podido tener ningún contacto creíble y funcional con las actuales fuerzas de ocupación cubanas, de Siria, Chinas, Rusas, que son las que ahora manejan el país), tendríamos que tener a disposición una red de apoyo y ayuda humanitaria para atender desplazados, zonas de desastres y focos de conflicto armado.
Seguimos pensando en elecciones, programas sociales y otras distracciones que no tienen nada que ver con la situación terrible a la que estamos desembocando, nuestros políticos no parecen pisar suelo, hemos permitido que nuestro país se convierta en una amenaza hemisférica y en un peligro muy real para el país más poderoso del mundo, tal irresponsabilidad tiene un costo.
Maduro no se va a ir del gobierno sino a la fuerza, sus seguidores tienen la peligrosa ilusión de que pueden sostenerse en el poder a toda costa, han sacado sus cuentas, y creen contar con los apoyos, fuerzas y alianzas necesarias para seguir manejando las reservas estratégicas de energía más importantes de occidente, como les de la gana y sin medir las consecuencias.
El gobierno de Raúl Castro ha sido un elemento importante en sostener este espejismo de poder, Obama, el Vaticano y algunos países europeos se han sumado en esta cruzada, manteniendo con vida al régimen comunista con el más siniestro prontuario en violaciones en derechos humanos en nuestro continente, al único enemigo declarado y que efectivamente intentó destruir a la sociedad norteamericana durante la Crisis de los Misiles en el siglo pasado.
La necesidad de conformar una red nacional de suministros de alimentos y medicinas, es porque en caso de una respuesta internacional al reto que acaba de lanzar Maduro en contra de la seguridad en nuestra región, sufriremos menos incomodidades y pasaremos menos trabajo si resultaren ciertos estos escenarios. Si logramos tener listo en el corto plazo un gobierno nacional, regional y local que desde ya, empieza a funcionar en la sombra, cuando venga el derrumbe del chavismo podremos recomponer nuestra gobernabilidad mucho más rápido, sabremos qué hacer y no esperar a que organismos internacionales de ayuda humanitaria nos vengan a dictar términos y condiciones, que siempre resulta incómodo para ambas partes.
El juego ya está en la mesa, las cartas a la vista, no nos engañemos más, sabemos lo que viene y debemos afrontarlo de la manera más inteligente posible.
Yo he venido advirtiendo esta situación desde hace tiempo, pero ni el chavismo ni la oposición me han hecho caso, y si hay algo que verdaderamente detesto, en estos casos extremos, es saber que tengo razón.
Ya todos estamos al tanto que lo que se inaugura con éste nuevo gabinete de Maduro es una avalancha de represión y violencia interna, que la escasez se va a agudizar y que nuestra economía dejará de funcionar de un momento a otro, que por la rampa presidencial del aeropuerto de Maiquetía, que por nuestros puertos y aeropuertos empezarán a circular agentes y material de guerra para agredir al Imperio, y esas amenazas ya están dichas por el propio Maduro y últimamente por Raúl Castro.
No le hagamos el juego fácil a los chavistas que ya decidieron destruir el país, debemos en estas horas menguadas resistir, pero resistir de verdad.  –    saulgodoy@gmail.com

















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