viernes, 11 de agosto de 2017

La violencia política en Venezuela


A medida que se va produciendo un aumento en la represión del gobierno hacia la población civil, se destruyen las instituciones y se deja al país sin garantías constitucionales, el derecho y la norma pierden su vigencia, y se produce el fenómeno de la anomia social, o como decía jean Jacques Rousseau, volvemos al estado de la naturaleza.
Lo que ya está sucediendo es que empiezan a concretarse acciones, motivaciones e identidades a nivel local, en los barrios, caseríos, poblaciones del país que nada tienen que ver con las condiciones políticas del conflicto mayor, es decir, la cúpula del régimen chavista que se ha visto obligado por sus crímenes, a atrincherarse en el país, pues están solicitados por órganos de seguridad internacional para su captura y seguirles juicio para que respondan por sus violaciones a la ley, poco tiene que ver con la violencia que se genera en las calles de Venezuela.
Aprovechando la falta de ley y orden y la respuesta normativizada de los cuerpos de seguridad del estado, diferentes grupos de la sociedad, armados y sintiéndose amos de sus territorios, toman la iniciativa de la venganza, el control sectorial, el pillaje, el bandolerismo, y en algunos casos hasta la oferta de seguridad por un pago, sustituyendo al mismo estado en una de sus funciones principales, generando una violencia muy puntual que no tiene relación con la violencia política generada por el régimen, pero que los medios de comunicación y el mismo estado, utilizan para atribuirles un carácter de violencia política.
Claramente vemos dos tipos de violencia en acción, por un lado la motivada políticamente, supuestamente bajo un marco abstracto ideológico y producido por un grupo en armas defendiendo una posición basada en lealtades y creencias, que sería la motivación Schmittiana (promocionada por la teoría política de Carl Schmitt)y otra muy distinta, muchas veces confundida entre estas, pero que sólo responde a la codicia y la rapiña, que sería el espíritu Hobbesiano expresado en la máxima del hombre, como lobo del hombre.
Este es un fenómeno que los estudiosos de la guerras civiles tienen en cuenta para determinar la profundidad y complejidad de los conflictos armados en una sociedad, ya que a medida que el conflicto político escala en represión, como es el caso de Venezuela, de igual manera van escalando el predominio de las bandas armadas y la violencia local, hasta que llega a un punto en que ambos tipos de violencia, aunque distintas, confluyen y se hacen una.
Los chavistas están empeñados desde hace tiempo, y lo han declarado públicamente, en querer una guerra civil, y están haciendo todo el empeño por obtenerla ya que en ese escenario, previsto en La Habana por el régimen de Raúl Castro, podrían convertir el problema venezolano en un conflicto internacional donde se unirían las fuerzas de la subversión armada y se invitarían a mercenarios de todas partes del mundo, incluyendo el terrorismo islámico, que si la CIA maneja la misma información que yo, deberían saber que ya están actuando en varias partes de Latinoamérica y en especial los grupos islámicos iraníes, en Venezuela.
Este proyecto tiene décadas en su planificación para erosionar el poder y la presencia de los EEUU en el área, pero más peligroso aún, sería un conflicto diseñado para manejar a la minoría más importantes de los EEUU, los hispanos, con fines revolucionarios y dentro de las fronteras norteamericanas, lamentablemente el partido demócrata, por lo menos una parte importante de su liderazgo, tiene el interés político de debilitar al partido republicano en la lucha por el poder, y ha aceptado la participación cubana en Latinoamérica, sin darse cuenta que han permitido una importante penetración de los intereses cubanos dentro de las comunidades hispanas, sobre todo en Florida, California, New York, Arizona, Nuevo México, New Jersey.
El filósofo francés Raymond Aaron exploró en varias obras su preocupación por la decadencia de occidente, y descubrió algunos síntomas de esta esclerosis que ataca al cuerpo político de los grandes poderes mundiales, señala Aaron que cuando compiten la necesidad con la intencionalidad y gana la necesidad, la decadencia empieza su lento proceso, los EEUU durante varios lustros estuvo involucrada en la defensa de la libertad y la democracia en el mundo, su papel en las dos guerras mundiales confirman fehacientemente esa voluntad.
Pero luego de los ataques terroristas en su contra y la amenaza del fundamentalismo islámico a sus aliados, sumado esto, al peligro nuclear que representa el díscolo gobierno de Corea del norte, la necesidad tomó las riendas de las acciones norteamericanas, por más de 50 años la amenaza comunista en Latinoamérica fue pospuesta en su lista de prioridades, y el resultado está a la vista, el subcontinente se encuentra de nuevo haciendo aguas y sigue siendo incapaz de atender su propia sobrevivencia.
La única manera de parar este nefasto plan sería con una respuesta definitiva, simultánea y drástica hacia Venezuela y Cuba, que sería la señal más contundente para que Rusia y China, dejen de estar tentando su suerte y jugando con los intereses de los EEUU en el área, pero el partido demócrata sigue poniéndole trabas al gobierno de Trump y lo tienen con las manos atadas.
Corea del Norte está siendo usada como distracción para las fuerzas de defensa norteamericanas mientras el Plan Venezuela es alimentado por Rusia y China como carga de profundidad, concentrando bajo el régimen de Maduro una coalición de todos los enemigos de occidente dispuestos a contaminar toda la región con sentimientos anticapitalistas y antiimperialistas, que ya están actuando en algunos de los discursos que se escuchan dentro de los EEUU en algunas comunidades hispanas, discursos que tienen letra cubana.
A partir de los sucesos del 11S71 y las medidas que tomó el gobierno de los EEUU en contra de algunos países con vinculaciones terroristas, los enemigos de los EEUU decidieron cambiar la estrategia, apuntando ahora a alimentar el descontento interno, sus propias tensiones raciales y de clase para alimentar un estallido social o una revolución,
Venezuela fue un globo de ensayo en este sentido, se afinaron los mensajes, los camuflajes políticos adecuados, los instrumentos legales, las opciones electorales y la penetración de la oposición por elementos pro-régimen comunista, se trata de la estrategia del Caballo de Troya en una versión mucho más sofisticada, de largo aliento pero sin dudas, letal para el sistema democrático.
Occidente se encuentra bajo un asalto en diferentes frentes, Europa tiene sus propios problemas pero no se han dado cuenta que la semilla cubana fue sembrada en el seno del partido PODEMOS de España, que Grecia ha sido penetrada por el discurso bolivariano de justicia social, que los Balcanes experimenta un renacimiento en sus agravios de clases y del odio social hacia los países ricos, en la más rancia tradición de la filosofía de la liberación adelantada por el Foro de Sao Paulo, que Turquía está experimentando con el modelo chavista de la unión cívico-militar para instaurar una dictadura.
Todo esto conforma el viejo modelo ideológico marxista leninista revivido, luego de la caída del muro de Berlín, vía Cuba y Venezuela en medio de un mundo en conflicto por superpoblación, escasez de algunas materias primas, reducción de elementos para la sobrevivencia como agua potable, tierras productivas, cambio climático, conflictos religiosos, étnicos, enormes diferencias en desarrollo y prosperidad entre los países del mundo, aumento de la pobreza, aumento de los regímenes autoritarios, carreras armamentistas.
Una de las características fundamentales del Plan Venezuela fue su gran cobertura mediática, iniciada por el presidente Chávez, quien aprovechando la abundancia de petrodólares se dedicó a promocionar en el mundo su proyecto revolucionario, esta exposición mediática se mantuvo con el dictador Maduro, debido justamente a la ejecución pública de una de las democracias más representativas de Latinoamérica.
Delante de todo el mundo, el dictador se encargó no sólo de vejar y bañar con sangre los valores fundamentales de las libertades humanas, sino que se burló de todas las instituciones globales, incluyendo al Vaticano, para desmontar, ante la indiferencia primero, pero luego, cuando se dieron cuenta de la gravedad del asunto, de la impotencia de occidente, de ver en televisión, ya no la ejecución pública de algún funcionario o líder democrático, sino la de todo un país siendo ajusticiado en las calles ante los intereses del narcotráfico, la corrupción y el terrorismo.
Con este show mediático de desafío y violencia descarnada ante los poderes fácticos de occidente, y el que estos permanezcan sin actuar ante la destrucción de una democracia, que es la joya de la corona en el orden internacional, sólo un mensaje parece ser claro para los enemigos de la sociedad abierta: es temporada de caza en contra de la civilización judeocristiana.
Pero no es sólo este aspecto político hay un trasfondo importante y es un tema policial, estamos hablando que los carteles del crimen organizado principalmente el del narcotráfico, lavado de dinero, corrupción, contrabando, trata de blancas, juego ilegal, tráfico de armas y sustancias peligrosas, tráfico de especies animales en peligro, el mercado negro de minerales estratégicos, documentación falsa, tráfico de órganos, de niños para la adopción, pornografía, medicinas sin permisos sanitarios y otras especialidades del sub mundo criminal, están desarrollando sus bases operativas rápidamente en el país aprovechando la burbuja de tolerancia de la que goza el gobierno por parte de la comunidad internacional.
He estado advirtiendo durante varios años del peligroso ajedrez que se juega en Latinoamérica en contra de la seguridad de los EEUU, inexplicablemente he visto con asombro no sólo el silencio cómplice de sus autoridades ante la amenaza, sino la intención tácita y expresa de hacerle fiesta al régimen de Cuba y permitir el avance descarado del comunismo en Venezuela, hay una metástasis en progreso, y el único capaz de aplicar el remedio heroico al paciente, para salvarlo, se debate entre si el asunto es grave o no, si lo afecta y en qué medida.
Venezuela se ha convertido en una vitrina y carnada para los EEUU en la que se despliegan graves amenazas para la sobrevivencia del actual orden internacional, hay factores internos en la nación norteamericana que esperan por como la Casa Blanca actúa en nuestro caso, para iniciar una serie de movimientos entre los que se encuentran los ataques, que el presidente Donald Trump está experimentando por parte de sus contendores políticos, para demostrar su incapacidad como líder mundial y de esa gran nación, el partido demócrata cree que actuando de esta manera, se asegura la hegemonía de la izquierda norteamericana concertada y al servicio de estos intereses oscuros, sin darse cuenta que está firmando su acta de defunción, la debilidad de occidente no se encuentra en lo material ni en el poderío militar, está en la mente de sus líderes, en sus temores y errores al tomar las decisiones que conciernen su seguridad.
Siempre he creído que en los EEUU está personificado el poder y el balance de la civilización occidental, que si el mundo pierde a los EEUU, se pierde la posibilidad de sobrevivencia de la cultura, la filosofía, creencias, medios de vida y las posibilidades de libertad, me siento en el deber de advertir una vez más, lo peligroso de la situación en Venezuela, nuestro pueblo ha dado fe de su compromiso con los valores de la democracia, nuestro jóvenes están siendo sacrificados en las calles por esta convicción, nuestros presos políticos son torturados y algunos asesinados, muchos somos los periodistas y escritores que somos blanco militar de esta revolución, y a pesar del peligro, continuamos expresando lo que pensamos.
Hemos dado el ejemplo de valor para enfrentar al monstruo totalitario, pero la ayuda ha encontrado obstáculos en llegar, sobre todo gracias al socialismo internacional y su poderosa maquinaria diplomática y mediática, que distrae los esfuerzos por detener la crisis en mi país.
Apagándose la luz en Venezuela, estoy seguro, empezará a apagarse la luz en todo el continente y llegará el momento en que poco a poco, dentro de los EEUU, sin importar cuán alto sea el muro que construyan, empezarán las luces a titilar primero, se hará la luz mortecina, para luego sucumbir a la oscuridad. Todavía hay tiempo para que esto no suceda.   -   saulgodoy@gmail.com


 


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