Una
de las enseñanzas de ese clásico de las series televisivas que resultó ser Juego de Tronos, producido por HBO, es
que ningún trono puede permanecer vacío por mucho tiempo, es algo que la
historia y la naturaleza humana aborrecen, alguien debe sentar sus posaderas en
esa silla del poder del reino y empezar a mandar o antes posible, no importa si
mal o bien, si dura o no, lo importante es que alguien mande.
La
tesis de Juego de Tronos es de carácter universal y se sostiene en lugares tan
disimiles como Venezuela, sus personajes y tramas la vemos casi a diario en
nuestro patio político, y sólo toma un papel y un lápiz para empezar a darle
equivalencias, que calzan a la
perfección con nuestro propio ecosistema político.
En el
caso Venezolano, y salvando las distancias, Maduro está de salida, su poder
efectivo ya se encuentra altamente comprometido por factores externos al westeros caribeño, hay otros poderes que
lo manejan, lo limitan y lo empujan fuera del trono, manda pero no gobierna, y
a todas luces, hasta el mismo Nicolás Maduro pareciera harto de su papel, está
en conflicto con todo su entorno, y lo que quiere es irse a disfrutar tranquilo
sus diferentes mansiones que tiene alrededor del mundo para su exilio dorado,
se me parece al abuelo de los Lannister, Tywin, que era como el regente, a la
espera que el heredero del trono pudiera coronarse, y que en la serie es el desagradable
Joffrey.
Pero
dentro de esta situación de inestabilidad política en un régimen de fuerza,
autoritario, totalitario y monárquico como el del Socialismo del Siglo XXI,
descubrimos que efectivamente contamos con nuestra propia Cercei Lannister, que
no es otra que la Primera Combatiente.
El
verdadero poder detrás del Trono de Hierro todos sabemos que viene de Cuba,
allá se sienta en el trono del comunismo Latinoamericano Raúl Castro quien
tiene a su “Mano” Díaz –Canel, quien
funge como presidente de ese desdichado reino que vive de la extorción y el
pillaje, y tiene a su población sometida por las armas.
Para
Maduro y Raúl Castro los White Walkers,
los Caminantes Blancos, moran en el lejano norte, en Washington, y son una
fuerza ciega y loca que pudieran conquistar al mundo y sumirlo en una
capitalismo decadente y obscuro, desplazando para siempre el brillante y
bondadoso futuro socialistas, donde todos seremos iguales, felices y obedientes
al mandato del Trono de Hierro, afortunadamente para las casas de Maduro y los
Castro, los caminantes blancos se encuentran detrás del muro, y los seguidores
del Socialismo del Siglo XXI rezan todos los días porque permanezcan lejos y no
se les ocurra venir a conquistarlos pues resistirlos sería fútil.
Pero
en Venezuela hay una furiosa lucha por el poder, sabiendo que Maduro tiene sus
días contados, los señores del PSUV tienen en espera al joven sucesor Héctor
Rodríguez quien por mandato de la línea de sangre, le correspondería ocupar el
trono, pero no tiene experiencia, y para muchos lores y jefes socialistas no
tiene lo que hace falta para mantenerse en el poder en Venezuela (que para
mucho expertos es falta de burdel, habría que hablar con Littlefinger para que le permita una encerrona en uno de sus
lenocinios en King’s Landing, aunque
en lo personal creo que sufre es, de una pronunciada deficiencia democrática).
Pero
está el tosco y despiadado Diosdado Cabello, el hombre del mazo, un
espeluznante ser del inframundo del narcotráfico y jefe de todos los colectivos
y ejércitos sin amos que pululan ambas costas del Mar estrecho, The narrow sea, amo y señor de los
jueces del TSJ, del Alto Mando Militar y de los dragones del SEBIN, nadie lo
quiere por abusador y antipático, es una mezcla del joven y repugnante rey
Joffrey con ínfulas de Khal Drogo pero cuando las cosas se ponen difíciles, me
han dicho, que es el retrato de Theon Grayjoy una vez emasculado por los
Boltons.
Diosdado
es el hombre fuerte en el westeros
caribeño, y como se siente inseguro fuera del reino, le está torciendo el brazo
a Maduro para que lo deje como su heredero y si no lo hace, simplemente tomará
el trono a la fuerza.
Diosdado
es un elemento peligroso en la ecuación de poder del reino, no está ubicado en
ninguno de los bandos con claridad, no aparece en la línea de sucesión al
trono, no es persona de confianza de los asesinos castristas, tampoco es figura
de importancia en la cúpula militar, no es un político en el sentido
profesional, no se ha dedicado a cultivar su imagen ni como candidato ni promocionado
una idea de gobierno, pero es un sobreviviente nato, sin escrúpulos y pareciera
estar en todos lados; últimamente ha acaparado un gran poder dentro de las
armas del reino, controla a los dragones, los magistrados y los ejércitos,
pareciera estar un poco desequilibrado mentalmente, no soporta bien la presión,
y en los actuales momentos debe estar sintiendo que es acosado por todos lados,
ya que es buscado por los Vigilantes Nocturnos, los custodios del muro y los
caminantes blancos claman su nombre en las noches gélidas.
A
este personaje no le gusta que lo dejen solo y menos sin jugar una posición
relevante, pero tampoco quiere el trono, al menos, que sea absolutamente
necesario, prefiere jugar tras bambalinas, donde no se note su maléfica
presencia
Las
mujeres juegan un rol fundamental en estas historias, nuestra Cercei no es otra
que la malvada Cilia Flores, poderosa, multimillonaria, con un enorme clan
familiar a quienes mantiene en la corte con ella, o presos, por los Vigilantes
Nocturnos, the night’s watch, por
narcotraficantes, no tiene herederos para el trono e igual que Maduro, lo que
quiere es irse, pero el rey del norte, en Cuba, no los deja hasta ver
consolidado su dominio sobre Venezuela, y Diosdado Cabello no es hombre de
confianza del Rey Castro, todo indica que el invierno en Venezuela va a ser
complicado, porque el invierno ya llegó.
Nuestra
Dayneris Targaryen (Khaleesi) no es otra que María Corina Machado, pero sin
dragones, los dragones los tiene Diosdado, y ella quiere sentarse en el trono
de hierro y para ello ha recorrido a todo westeros
buscando apoyo, pero la gente la ve como una extraña y su ejército de
inmortales es todavía inferior a los ejércitos de los siete reinos, pero
insiste, y en nuestra historia quiere que los caminantes blancos acudan en su
ayuda para que se coman a los ejércitos de Maduro y Diosdado.
La
labor de nuestra Kasleesi ha sido titánica, convenciendo a los pueblos,
liberándolos, ofreciéndoles esperanza, su labor, al igual que la Khaleesi de la
serie televisiva, empezó desde cero, todo lo el aval político que tiene se lo
ha ganado solita, nadie se lo regaló ni se montó sobre los hombros de otros, si
tuviera un dragón estaría combatiendo a Diosdado sin tregua y habría expulsado
a los cubanos de westeros, es uno de
mis personajes favoritos.
Y
aquí debo hacer una digresión para contarles que tengo una amiga que es experta
en Games of Thrones, se sabe la vida
de todo el mundo tanto en la serie como en los libros de George R. Martin, ella
me ayudó a ir completando las similitudes por medio de un árbol genealógico de
los personajes que hizo de memoria, y cuando llegó el momento de asignarle un
parecido a Taryion Lennister (el enano) y después de mucho pensarlo le dije que
para mí era Zapatero (el oportunista negociador socialista español),
simplemente agarró una bronca conmigo (una arrechera, sería el termino más
ajustado), yo no sabía (y creo que ella tampoco) que estaba profundamente
enamorada del galante y muy inteligente enano de la serie televisiva,
simplemente al día de hoy no contesta a mis llamadas.
Robert
Baratheon es sin dudas Chávez, el rey que se la pasaba con mujeres, bebiendo,
cazando y destruyendo la democracia, víctima de un accidente muere en Cuba,
pero todo el mundo sospecha que allí estuvo metida la mano peluda del rey
Castro para poner al bastardo de Maduro, entre cuyos ayudantes estaba el eunuco
Varys que no es otro que el constitucionalista, buen diente y elegancia a lo Saville
Road, nuestro voluminoso Hermán Escarrá, un gran estratega que nadie escucha.
La
bruja que le sacrifica la hija a Stanis Bartheon es nada menos que Iris Valera,
me perdone la bella hechicera Melisandre de Asshai, la sacerdotisa del Dios del
Fuego, pero es ella, tropicalizada y luego de intentar atravesar la autopista
regional del centro a las diez de la noche en pleno racionamiento eléctrico, lo
que sucede es que Iris es mucho más violenta, menos agraciada y soez que su
contraparte, que entre sus buenas acciones se encuentra la de resucitar a Jon
Snow.
¿Y
quién es Jon Snow? se estará preguntando mi público lector, pues en nuestra
saga no es otro que nuestro líder incidental Juan Guaidó, el peor comandante de
los ejércitos que hayan visto al sur de Winterfell,
nuestro propio Barack Obama, el hombre de las marchas y movilizaciones, el
mismo de, primero es el cese de la usurpación y luego elecciones… O será al
revés, ¿Primero las elecciones y después el cese de la usurpación?
Nuestro
admirado Juan, el del porte real y familia de oro, es un hombre joven que
prácticamente apareció de la nada, muy pocas personas saben en realidad quien
es, todo lo que dice y elabora está cuidadosamente decantado por un consejo de
expertos, pero el pueblo enloquece por él, le siguen, tiene credibilidad y
aunque le han enredado el discurso un par de veces, le gusta el baño de
popularidad repentina que ha recibido, al punto que no hace sino convocar
manifestaciones donde cuenta de sus apoyos de otros reinos y su sueño de una
Venezuela socialista, igualitaria regida por una mandatario magnánimo y
generoso con su pueblo.
El
asunto es que fue un buen ejercicio estar llenando roles y casillas, me divertí
un mundo y les recomiendo que lo hagan como u ejercicio de higiene mental, no
importa si son o no chavistas, si les gusta la serie de Juego de Tronos nuestra saga nacional tiene personajes que pueden
llenar álbumes enteros de protagonistas que calzan como en un molde.
Contamos
con cientos de Hodors que han ocupado cargos de ministros, de videntes con los
tres ojos del cuervo que son embajadores del Socialismo del Siglo XXI y no
cesan de tener visiones de la Venezuela utópica donde todos somos felices sin
comida ni medicina, sin luz ni agua pero con patria, empresarios como Littlefingers que venden plantas
termoeléctricas inservibles como si fueran nuevas, sabuesos como Sandor Clegane
se multiplican por miles, tenemos bastardos, incestuosos, locos, bisexuales,
fanáticos religiosos, castrati, videntes, brujos, enanos, zombis, asesinos,
generales (de estos, tenemos para regalar)… ustedes ni se imaginan con quienes
de la serie hice pareja a los hermanitos Rodríguez, vamos, inténtelo, se
divertirá un mundo. - saulgodoy@gmail.com
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