En 1993 estaba de visita de negocios en Houston y mientras salía apurado a una de mis reuniones vi entrar en el hotel, en una silla de ruedas y con aspecto muy demacrado a David Brillemburg que venía a tratarse su enfermedad en alguno de los magníficos hospitales de la ciudad.
Era
para ese entonces el Presidente del Banco Metropolitano, uno de los bancos que
usaba mi compañía; supe de su muerte a los pocos días.
En
1994 el banco se vio succionado por el remolino de esas periódicas y terribles
crisis financieras que azotan al país de manera regular, todas las cuentas,
acreencias, propiedades, valores se los tragó el agujero negro del Estado,
entre ellos su proyecto personal, el Centro Financiero Confinanzas el mayor y más
avanzado de Caracas, cuyo edificio insignia era conocido como la Torre de
David, un enorme edificio de concreto y cristal de 195 metros de altura, 45
pisos, parte de un complejo de edificaciones, que servirían como ícono a la
prosperidad del país.
La
torre paralizó su construcción en 1994, quedó concluida en un 60%, le faltaban
todos los servicios, revestimientos, acabados, sistemas y servicios que la
harían uno de los edificios inteligentes más lujosos de su época.
Y
como un gran elefante blanco quedó la hermosa estructura, sin dolientes y al
desamparo.
Cuando
en el año 1999 gana Chávez la presidencia de la República y se da inicio a una
agresiva política de expropiaciones a los “latifundistas”, de las muchas
consecuencias que aquello trajo, fue una enorme ola de invasiones por parte del
“pueblo revolucionario” haciendo justicia social, apropiándose a la fuerza de
terrenos, construcciones, urbanizaciones privadas a medio hacer, galpones,
estacionamientos, muy pronto aparecieron los instigadores que iban a la captura
de las presas en autobuses financiados por el gobierno, iban armados y
protegidos por la policía
En
Caracas y en todas las grandes ciudades del interior los alcaldes y vecinos
vivieron noches de terror a la espera de estos grupos de invasores que llegaban
de repente, con mujeres y niños en los brazos, dirigidos por gente que la
arengaba con altavoces y grupos expertos en cortar candados con cizallas, mazos
para tumbar puertas, escaleras para subir por las cercas, había toda una
logística para la invasión y no había autoridad que pudiera detenerlas.
Los
lotes de terreno eran asignados al momento midiendo con cintas métricas y
demarcando con cal el suelo, asignando apartamentos o casas de acuerdo a unas
listas, los invasores llegaban con maletas y enseres listos para instalarse en
sus nuevos hogares, sin importar si tuvieran cloacas, luz o agua, con el tiempo
la inteligencia de estos grupos contaban con información mucho más adecuada a
sus propósitos y los blancos de las invasiones se hicieron más selectivos, esta
vez viviendas acabadas y con servicios, a punto de entregarse o en proceso de
habitabilidad por sus legítimos dueños.
Muchos
de estos invasores era refugiados por inundaciones o deslaves que habían
perdido sus ranchos y que caían en manos de promotores socialistas que los
organizaban para el asalto a una nueva propiedad, tenían el apoyo del gobierno,
poco que perder y mucho que ganar.
En
un Aló Presidente, su programa de televisión que transmitía en cadena nacional,
Chávez exhortó a quienes tuviesen la necesidad de invadir en Caracas
instalaciones abandonadas, les dijo: “Busquen
su propio galpón y díganme donde está. Cada quien que se busque su galpón
¡Vamos a buscar un galpón, que Chávez los expropiará y los pondrá al servicio
del pueblo!”
La
Torre de David había corrido con suerte, pero ya se había convertido en la
guarida de malvivientes, y algunas bandas de rateros que operaban en las
cercanías de la urbanización San Bernardino y la parroquia La Candelaria,
algunos buhoneros guardaban sus mercancías allí por la noche.
Toda
esta zonas que debería haberse convertido en el Wall Street de Venezuela, se vio intervenida por el gobierno
central para arruinarla y depauperarla; otra de las expropiaciones efectuadas
fue la del Centro Comercial Sambil La Candelaria, que supuestamente le iba a
brindar a la zona, ya deprimida por las condiciones económicas del país, 4 mil
empleos directos, 6 mil indirectos y 2500 puestos de estacionamiento, el
gobierno la uso para meter damnificados y luego trabajadores del comercio
informal, con estas dos construcciones tomadas por elementos fanáticos del
gobierno, clientes políticos de las clases sociales más bajas; el hampa y la
inseguridad se hicieron dueñas del lugar.
Inmediatamente
aumentaron los robos, secuestros, asesinatos, y las calles se llenaron de
mendigos, hay denuncias que los mismos cuerpos policiales cobraban extorciones
para proteger a los comerciantes de la zona, los habitantes estaban indignados
y se iniciaron las protestas.
En
La Candelaria se tienen contabilizadas 28 tomas ilegales de edificios, 37 en El
Recreo, 10 en San Bernandino, 40 entre Altagracia y San José, entre estas se
encuentra la de edificios importantes como la Torre Viasa y la que fue sede de
Radio Continente, esta parte del centro de Caracas se encuentra intervenida por
el gobierno, degradando la calidad de vida de todos los vecinos.
De
acuerdo a la mayoría de las historias de la calle, fue el año 2007 que un
ex-convicto convertido en pastor evangélico, Alexander “El Niño” Daza, lideró
la toma de la Torre de David por un grupo de gente sin hogar que muy pronto
alanzaron las 2 mil familias.
Ocuparon
los primeros10 pisos, llevaron la electricidad y el agua por medio de precarias
instalaciones, implantaron cierto orden de modo que gente enferma y
discapacitada vivieran en los pisos inferiores, abrieron boquetes en las
paredes para comunicar los pisos, usando las rampas existentes como vías para
motos que llevaba a la gente a pisos superiores por un precio, se organizaron
en Consejos Comunales, aparte de las viviendas, que construyeron dividiendo los
espacios existentes, permitieron que hubiera bodegas, peluquerías, talleres de
confección, talleres mecánicos, tiendas, cafeterías y otros negocios,
aparentemente tuvieron éxito en controlar el negocio de las drogas que era
predominante en un principio, no paso mucho tiempo y ya estaban colonizando la
estructura hasta el piso 28.
Como
la mayor parte de la estructura carecía de defensas y barandas en los borden de
los pisos, se registraron algunas caídas fatales, entre ellos niños, la
seguridad fue coordinada entre los mismos invasores, muy pronto la estructura
empezó a llamar la atención de medios internacionales de comunicación como la
favela vertical as grande del mundo, sociólogos, estudiosos del urbanismo,
cineastas, periodistas, noticieros de televisión visitaron el lugar.
Una
empresa internacional de desarrollos urbanos, la U-TT (Urban Think Tank), que
fueron los mismos que le vendieron a Chávez la idea de construir el metrocable
para los barrios de Caracas, hicieron una instalación para la XIII Bienal de
Arquitectura de Venecia, que constaba de un “stand” en forma de arepera, con
fotografías del lugar, replicas de algunos ambientes y una película, que obtuvo
el premio El León de Oro, le hicieron creer al gobierno que se trataba del
futuro de la vivienda humana en las grandes capitales del mundo, que la
ocupación de edificios de oficinas abandonados era la solución para el problema
habitacional.
Con
este galardón, se catapultó la fama de la Torre de David mundialmente, ya para
ese momento, en un video juego de guerra muy popular, uno de sus escenarios era
Caracas, y aparecía, como parte integral del campo de batalla, donde los Marines
trataban de contener un ataque hacia Norteamérica, la Torre de David.
Pero
la gota que rebasó el vaso fue la inclusión de la Torre de David en la trama de
la popular serie de televisión Homeland,
a donde es llevado el personaje principal, Nicholas Brody, tras su captura
luego que huye de los EEUU acusado de terrorista, allí lo curan de sus heridas,
pero lo drogan y lo retienen hasta que es vendido a la CIA, la aparición de La
Torre de David (escenificada en Puerto Rico) se caracteriza por lo sórdido de
su ambiente y las condiciones de vida, hay hasta un incidente violento en la
cercana mezquita musulmana.
Homeland resulto ser una de
las series favoritas del Presidente Obama, y esos capítulos capturaron una
importante audiencia mundial, y para el gobierno comunista de Nicolás Maduro,
fue muy desagradable que se presentara como icono de Venezuela esta torre
invadida por refugiados sin techo, y que se ha convertido, en símbolo del
fracaso de las políticas sociales del gobierno y que haya tenido el despliegue
publicitario que obtuvo.
Fue
una de las razones por las que el pasado 21 de julio se inicio un procedimiento
de desalojo de las familias invasoras, como es costumbre del gobierno, las
envían al depósito de damnificados que tienen en los Valles del Tuy, se rumora
que el edificio será entregado a los chinos para que hagan un centro para sus
múltiples actividades en el país, aunque parece que lo quieren tapar con el
disfraz de una decisión comunitaria y están barajando la idea de demolerlo, o
hacer un centro comunitario, o un palacio municipal y hasta un hotel, lo que si
se siente, es que están hartos de tener esa torre como exhibición de la
decrepitud del régimen. - saulgodoy@gmail.com







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