Se veía venir, los nubarrones estaban sobre el horizonte y este es un buen momento para resolverla, a las crisis no hay que tenerles miedo, se enfrentan y ya, lo que resulte es lo que conviene, pero dejar correr la arruga, hacerse el loco no ayuda a nadie, al contrario aumentan las presiones, se agrian las relaciones y se acumulan disgustos que pueden explotar en el momento menos conveniente.
Tal
como yo lo veo lo que enfrentamos es una división en el seno de la MUD, hay dos
grupos enfrentados, los socialistas y los de la derecha, hay dos maneras de ver
lo que acaece en el país, y dos maneras de actuar.
Están
por un lado los partidos que yo llamo tradicionales, Ad y Copey y sus
variantes, Primero Justicia, un Nuevo Tiempo, el MAS, Avanzada Progresista y
otros partidos de marcada tendencia socialista, y entre sus dirigentes destacan
Ramos Allup, Julio Borges, Enrique Capriles, Omar Barboza, Roberto Enriques y
otros.
Y
en la otra esquina, se encuentran las organizaciones políticas Vente Venezuela,
Voluntad Popular, Alianza Un Bravo Pueblo, Proyecto Venezuela y otros partidos
que se identifican no tanto ideológicamente, como por la actitud de este grupo
para enfrentar al régimen. Entre sus líderes se encuentran María Corina
Machado, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Diego Arria, entre otros.
La
diferencia fundamental entre estos dos bandos, es que los socialistas
tradicionales creen que hay las condiciones institucionales y de ley necesarias
para ir a una contienda electoral con posibilidades de triunfo, y los Chicos de
la Derecha creen que esta dictadura debe
salir ya, puesto que el país está arruinado y en puertas de un estallido
social.
Los
socialistas no han caracterizado al régimen como dictadura, lo han reconocido
como legitimo, a pesar de que las pasadas elecciones presidenciales sus
resultados fueron cuestionados, creen en una salida pacífica y están dispuestos
a negociar y a llegar a términos con el chavismo, este grupo cree que hay
garantías constitucionales suficientes como para seguir insistiendo en
soluciones democráticas, por lo que han sido adversos a las protestas y
acciones de calle que algunos sectores sociales como los estudiantes, han
planteado para demostrar su descontento con el gobierno.
Los
de la derecha, algunos de sus líderes están presos o perseguidos, le han
exigido la renuncia al Presidente a quien consideran ilegitimo, creen que no
hay condiciones mínimas para llevar a cabo un proceso electoral medianamente
pulcro, piensan que la constitución ha sido desconocida por los factores que
gobiernan, que están sometidos al tutelaje de un gobierno extranjero y que no
hay democracia en el país, son los que han acompañado al pueblo en sus
protestas.
Los
socialistas para honrar su posición han tenido que aceptar al gobierno
comunista como un igual, es decir, como si fuera democrático, respetuoso del
estado de derecho y garante de la constitución, para poder mantener esta
posición han tenido que aceptar una serie de situaciones criminales y de actos
de gobierno de facto como si fueran normales, se han callado criticas y mirado
al otro lado cuando el gobierno a violado las normas fundamentales, sobre todo
en lo referente a Derechos Humanos.
Los
de la derecha han tenido que sufrir persecuciones, cárcel, torturas por su
actitud combativa y su política de “cero tolerancia” hacia las violaciones
flagrantes de la constitución, no se han callado la boca ante el avance del
totalitarismo en el país, han marcado distancia y se han diferenciado del
gobierno.
Los
socialistas esconden su cobardía y colaboracionismo detrás del pacifismo a
ultranza, constantemente arguyen que prefieren la paz del esclavo que la lucha
del hombre libre, prefieren la inmovilidad y proteger sus pequeñas parcelas de
supuesta paz (a pesar de la masacre generalizada de ciudadanos en la calle en manos
de la violencia), de su esperanza de que
algún día algo o alguien cambiará las circunstancias del país.
Los
de la derecha saben que se juegan la vida en esta cruzada por el rescate del
país, dan batalla a todo nivel y en cualquier oportunidad, sea esta política,
social o cultural, aun no pueden hacerlo militarmente porque carecen de los
medios, pero en el futuro parece inevitable. Los de la derecha saben que tienen
que cambiar el destino del país, nadie va hacer por ellos lo que es su deber
acometer.
Los
socialistas sabotean las iniciativas de la derecha, quieren embozalarlos con
convenios y contratos que favorecen sus salidas electorales, niegan la pavorosa
dinámica de los cambios que vive en país, niegan cualquier otra solución a la
crisis sino la negociación con el enemigo en los términos más humillantes,
niegan la posibilidad de que la MUD pueda contar, en algún momento, con un
brazo armado tal y como lo tiene la izquierda chavista, emularlos y decir como
ellos: “somos un capitalismo pacifico pero armado”.
Los
socialistas, por afinidad ideología con el socialismo del siglo XXI, creen que
pueden lograr condiciones de convivencia con el gobierno, pretenden sobrevivir
en servidumbre bajo el ala del chavismo y con la posibilidad que los financien
mientras se mantengan “light”, y hasta puede que les dejen ganar ciertos cargos
en las elecciones, para así justificar ante el mundo, que en Venezuela existe
una democracia y que ellos, los socialistas, son la opción pues todavía pueden
jugar el juego electoral.
Pero
vamos al análisis de lo fundamental, los partidos socialistas están esperando
un financiamiento de organizaciones extranjeras, muchas de ellas a las que
están afiliados como partidos políticos, estas ayudas son tradicionales y
legales en buena parte del mundo y responde al interés de afianzar los procesos
democráticos y fomentar el conocimiento y formación ciudadana.
Pero
el gobierno castro-comunista de Maduro ve estas ayudas como contrarias a sus intereses
hegemónicos y totalitarios, por lo que ha hecho que este financiamiento algo
ilegal, pero aun así estos recursos percolan y llegan, buena parte de estos
dineros se usan para financiar las campañas electorales.
Para
acezar a estos recursos, los partidos afiliados a las organizaciones
internacionales, deben presentar un plan con sus estrategias, el plan que han
presentado los partidos socialistas ha sido el tradicional, aumentar su base
electoral, una movilización de sus factores a regiones y pueblos en el interior
del país, tener presencia en los barrios, una campaña puerta por puerta, es una
estrategia que requiere de mucho tiempo y paciencia, de contar con un ambiente
estable y sin sobresaltos, es decir de una normalidad que en nuestro país no
existe.
Esta
estrategia fue impuesta en el seno de la Mesa de la Unidad en forma de un
pacto, para garantizarse ellos ese financiamiento, razón por la cual son tan
reacios a aceptar cualquier movimiento que perturbe las aguas del escenario
expresado en su plan, por eso es que La Salida fue y es rechazada como lo
hicieron, incluso denunciándola como perversa y fracasada, por ello es que le
retiraron el apoyo a Leopoldo López y lo dejaron solo, al final todo era
aparentemente por dinero, por proteger unos cargos, por su sobrevivencia
política, que no es malo, lo malo es su falta de transparencia.
Ante
estas insalvables diferencias, políticas y morales, creo que una división de la
MUD es hasta saludable, pues entonces los partidos tradicionales o socialistas,
se darían cuenta que no tienen seguidores o que los que tienen son tan pocos,
que estarían condenados a su desaparición, sus políticas y acciones los han
alejado del pueblo, han vivido de los réditos obtenidos de ser parte de la
unidad, el caudal de votos que alegan tener los consiguieron gracias a las
tarjetas únicas, pero una vez que se separen van a caer en cuenta de la
realidad, están solos.
En
cambio los partidos de la derecha crecen continuamente, están levantando
simpatías en el pueblo porque la gente descubre que es gente preocupada por sus
problemas cotidianos, que les dan oportunidad para que se expresen, que no van
a los pueblos, a las industrias, a los campos a predicar formulas de
laboratorio ni el credo de una organización política infalible, sino a congregarlos
para que resistan y se preparen para lo que viene.
La
gente se da cuenta que para tener sensibilidad social no necesariamente hay que
ser un socialista o un comunista, que ser de derechas no excluye la
responsabilidad social, que el odio que predican los castro-comunistas del PSUV
en contra del capitalismo, es no solo malsano, sino lleno de mentiras, lo que
quieren es que sólo el estado sea el capitalista, y le dejan al pueblo la
miseria del comunismo, pero el capitalismo no funciona así, es necesario que
todos seamos parte del sistema productivo, que todos nos beneficiemos, que
todos progresemos, en paz, en un estado de derecho, con justicia y donde se
respete la propiedad privada.
El
péndulo de la historia se mueve indetenible hacia la derecha, los comunistas
pusieron a Venezuela a pasar hambre y con hambre no se va a ningún lado,
dejemos que los partidos socialistas, los tradicionales se vayan y se den
cuenta de su error, y cuando caigan en consciencia que lo que tienen son
cascarones vacíos, entones van a querer regresar a la unidad. –
saulgodoy@gmaiil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario