lunes, 23 de febrero de 2015

Acorralados




Hoy vamos hacer un ejercicio de empatía, vamos a ponernos en los zapatos de Maduro y su combo y vamos a verlos, no como los terroristas que son, generadores del miedo y traficantes del horror, sino como políticos fracasados que están arrinconados en una situación sin salida, como gente que a su vez siente miedo y se sabe pronta a un desenlace muy poco favorable para ellos.
Nuestra oposición ha sido muy inteligente en dejar abierta la puerta de la renuncia, que sería la salida más “honorable” y pacífica para este grupo de bandoleros, liderados por Raúl Castro desde Cuba; pero, precisamente, porque el jefe de la banda está afuera, los segundones son los que están sintiendo que es el cuello de ellos el que está en la picota.
Probablemente los Castro le hayan prometido todo el apoyo necesario, político y hasta militar; quizás lo de enviar un contingente armado de cubanos a Venezuela sea parte del paquete que Maduro negoció en Cuba, pero se trata de un paso difícil para los cubanos, enviar tropas a Venezuela sería una clara intromisión en los asuntos internos del país y su lectura internacional sería la de un acto de guerra, que daría al trasto con los esfuerzos por recomponer la precaria economía cubana, que no está en condiciones de sostener una aventura como la planteada, y los pondría en muy malos términos con quienes podrían ayudarlos a esquivar sus penurias.
El otro punto que habría negociado Maduro es la posibilidad de tener una ruta de escape y asilo en Cuba para la plana mayor del chavismo, con inmunidad y posibilidad de llevar sus fortunas mal habidas a la isla y vivir el resto de sus vidas paseando por el malecón de la Habana vieja.
Es muy probable que Raúl les haya dado seguridades a los chavistas (algunos, no todos) para otorgarle salvo conducto para Cuba; pero, igualmente, todos saben que los Castro se manejan por lo que dictan sus intereses y que en un futuro no muy lejano, luego que los refugiados se hayan gastado el dinero, los entreguen a las autoridades que los requieran por una suma a negociar.
Tal como se están desarrollando los acontecimientos, en su nerviosismo (pánico) de perder el poder y, por lo tanto, tener que responder por sus crímenes, el PSUV está actuando de la peor manera posible, arremetiendo contra la oposición política y castigando al pueblo por los errores que el chavismo ha cometido, haciendo que el final, que ya se olfatea en el aire, se abalance sobre ellos como un tren de carga expreso, sin frenos y en bajada.
Meterse con Antonio Ledezma fue el peor de los errores (Maduro se hace el loco, pero la detención arbitraria, bajo falsas acusaciones de desestabilización de su gobierno, del Alcalde Metropolitano de Caracas, es un golpe de estado), cuando todavía tenían la papa caliente de la privación de libertad de Leopoldo López y de los otros presos políticos; si, como va el libreto, detienen también a María Corina y a Borges, Maduro y su combo van a tener acaparada la atención del mundo y ya no podrán retroceder, no les va a quedar otra, que inmolarse y que la historia los recuerde como los cobardes que son, igual que Hitler y su secuaces en el Berlín de 1945.
Pero como yo creo que Maduro, ni Diosdado, ni Padrino, ni Jorge Rodríguez, ni Blanca Eekhout, ni Arriaza, entre otros muchos, tienen vocación de mártires, en algún momento van a detener sus tropelías y querer negociar; eso puede suceder cuando ya sea muy tarde, por el simple hecho que están demasiado ofuscados y enceguecidos.
Si hay un momento para parar este trágico show del horror es ahora; es preferible que Maduro renuncie, que se llame a nuevas elecciones y enfrente a la justicia venezolana a caer en manos de una coalición internacional y a ser juzgados en otra parte, todo transmitido por CNN y utilizando traductores… simplemente, se van a podrir en la cárcel.
En cambio que aquí en Venezuela, las cosas serían diferentes.
Yo les recomendaría que soltaran a los presos políticos, dejen de asesinar personas, sobre todo a los estudiantes, desistan de ese libreto del golpe, que Maduro salga del poder por su propia voluntad, de todas maneras, ya nadie lo quiere y lo que hace es meter la pata, el pobre ya dio lo que tenía que dar… que renuncie y llame a nuevas elecciones, que éstas sean lo más transparentes y auditadas internacionalmente… va a ganar la oposición y van a tener que enfrentar la justicia, pero tendrán un justo proceso, podrán contratar a los mejores y más costosos abogados y defenderse en los tribunales, eso de que crean que van a salir “lisos” es una fantasía… Maduro y su combo lo saben, como buenos pillos que son, saben el precio que tienen que pagar, pero, repito, tienen mayores posibilidades de salir en libertad condicional cuando lleguen a la tercera edad aquí, que allá.
Los chavistas llegaron al poder en una Venezuela democrática, llena de problemas e insuficiencias, pero democrática, la Venezuela que vamos a tener después del chavismo será una Venezuela democrática, que al contrario de la que ustedes quisieron imponer, sí habrá justicia y sus causas serán procesadas en equidad y con todas las garantías.
Lo importante es que las cosas se resuelvan en casa y no detrás de unos barrotes en alguna capital europea, o peor, en un tribunal en New York.
La situación económica y social del país no va a mejorar, al contrario, todo apunta a que la crisis va a recrudecer, que la gente va a tener con cada día que pasa razones importantes para salir a la calle a protestar, que la popularidad del chavismo debe estar en menos del 10% a nivel nacional, eso lo saben y los tiene tragando grueso… porque no hay amor con hambre y necesidad.
Una gran parte de las FFAA saben lo que sucede, tienen familia, sus intereses se encuentran en esta patria, no en Cuba, no van a matar gente porque a unos capos ya “buchones” de dinero les da culillo, ni a reprimir porque a Mario Silva, esa migaja de espía castrista, se le ocurra volcar su odio televisivo contra los venezolanos que ya están cansados de tanta bajeza y vagabundería.
A partir de este momento las cosas se van a poner color de hormiga; la salida fuerte, de un golpe de estado y un estado de excepción no tiene futuro, es inviable, irrealizable, no tendría vida en un sistema de naciones democráticas; en estas condiciones sería un error y su costo va a ser muy alto… entendemos la histeria y los ataques de pánico, pero si siguen cometiendo errores, se estarían llenando de piedras cada vez más pesadas mientras se van hundiendo y eso, me disculpan, no es inteligente.
Mi consejo es que empiecen arreglar sus cosas, pongan las cuentas en orden, escondan lo que vayan a esconder, van a tener que negociar mucho, pero van a poder defenderse, van a poder hablar y explicar lo que hicieron, por qué, cuándo y dónde… hasta sería capaz de asegurarles que van a tener un canal de televisión donde se transmitirán sus juicios para que todo el país los vea y escuche sus alegatos, no se sigan llenando las manos de sangre, si lo hicieren, hay ejemplos de lo terrible que es tener que quitarse la vida en un estado de desespero.
Maduro, sé civilizado, deja de darle golpes a la Constitución, renuncia. – saulgodoy@gmail.com







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