Hoy
vamos hacer un ejercicio de empatía, vamos a ponernos en los zapatos de Maduro
y su combo y vamos a verlos, no como los terroristas que son, generadores del
miedo y traficantes del horror, sino como políticos fracasados que están
arrinconados en una situación sin salida, como gente que a su vez siente miedo
y se sabe pronta a un desenlace muy poco favorable para ellos.
Nuestra
oposición ha sido muy inteligente en dejar abierta la puerta de la renuncia,
que sería la salida más “honorable” y pacífica para este grupo de bandoleros,
liderados por Raúl Castro desde Cuba; pero, precisamente, porque el jefe de la
banda está afuera, los segundones son los que están sintiendo que es el cuello
de ellos el que está en la picota.
Probablemente
los Castro le hayan prometido todo el apoyo necesario, político y hasta
militar; quizás lo de enviar un contingente armado de cubanos a Venezuela sea
parte del paquete que Maduro negoció en Cuba, pero se trata de un paso difícil
para los cubanos, enviar tropas a Venezuela sería una clara intromisión en los
asuntos internos del país y su lectura internacional sería la de un acto de
guerra, que daría al trasto con los esfuerzos por recomponer la precaria
economía cubana, que no está en condiciones de sostener una aventura como la
planteada, y los pondría en muy malos términos con quienes podrían ayudarlos a
esquivar sus penurias.
El
otro punto que habría negociado Maduro es la posibilidad de tener una ruta de
escape y asilo en Cuba para la plana mayor del chavismo, con inmunidad y
posibilidad de llevar sus fortunas mal habidas a la isla y vivir el resto de
sus vidas paseando por el malecón de la Habana vieja.
Es
muy probable que Raúl les haya dado seguridades a los chavistas (algunos, no
todos) para otorgarle salvo conducto para Cuba; pero, igualmente, todos saben
que los Castro se manejan por lo que dictan sus intereses y que en un futuro no
muy lejano, luego que los refugiados se hayan gastado el dinero, los entreguen
a las autoridades que los requieran por una suma a negociar.
Tal
como se están desarrollando los acontecimientos, en su nerviosismo (pánico) de
perder el poder y, por lo tanto, tener que responder por sus crímenes, el PSUV
está actuando de la peor manera posible, arremetiendo contra la oposición
política y castigando al pueblo por los errores que el chavismo ha cometido,
haciendo que el final, que ya se olfatea en el aire, se abalance sobre ellos
como un tren de carga expreso, sin frenos y en bajada.
Meterse
con Antonio Ledezma fue el peor de los errores (Maduro se hace el loco, pero la
detención arbitraria, bajo falsas acusaciones de desestabilización de su
gobierno, del Alcalde Metropolitano de Caracas, es un golpe de estado), cuando
todavía tenían la papa caliente de la privación de libertad de Leopoldo López y
de los otros presos políticos; si, como va el libreto, detienen también a María
Corina y a Borges, Maduro y su combo van a tener acaparada la atención del
mundo y ya no podrán retroceder, no les va a quedar otra, que inmolarse y que
la historia los recuerde como los cobardes que son, igual que Hitler y su
secuaces en el Berlín de 1945.
Pero
como yo creo que Maduro, ni Diosdado, ni Padrino, ni Jorge Rodríguez, ni Blanca
Eekhout, ni Arriaza, entre otros muchos, tienen vocación de mártires, en algún
momento van a detener sus tropelías y querer negociar; eso puede suceder cuando
ya sea muy tarde, por el simple hecho que están demasiado ofuscados y
enceguecidos.
Si
hay un momento para parar este trágico show del horror es ahora; es preferible
que Maduro renuncie, que se llame a nuevas elecciones y enfrente a la justicia
venezolana a caer en manos de una coalición internacional y a ser juzgados en
otra parte, todo transmitido por CNN y utilizando traductores… simplemente, se
van a podrir en la cárcel.
En
cambio que aquí en Venezuela, las cosas serían diferentes.
Yo
les recomendaría que soltaran a los presos políticos, dejen de asesinar
personas, sobre todo a los estudiantes, desistan de ese libreto del golpe, que
Maduro salga del poder por su propia voluntad, de todas maneras, ya nadie lo
quiere y lo que hace es meter la pata, el pobre ya dio lo que tenía que dar…
que renuncie y llame a nuevas elecciones, que éstas sean lo más transparentes y
auditadas internacionalmente… va a ganar la oposición y van a tener que
enfrentar la justicia, pero tendrán un justo proceso, podrán contratar a los
mejores y más costosos abogados y defenderse en los tribunales, eso de que
crean que van a salir “lisos” es una fantasía… Maduro y su combo lo saben, como
buenos pillos que son, saben el precio que tienen que pagar, pero, repito,
tienen mayores posibilidades de salir en libertad condicional cuando lleguen a
la tercera edad aquí, que allá.
Los
chavistas llegaron al poder en una Venezuela democrática, llena de problemas e
insuficiencias, pero democrática, la Venezuela que vamos a tener después del
chavismo será una Venezuela democrática, que al contrario de la que ustedes
quisieron imponer, sí habrá justicia y sus causas serán procesadas en equidad y
con todas las garantías.
Lo
importante es que las cosas se resuelvan en casa y no detrás de unos barrotes
en alguna capital europea, o peor, en un tribunal en New York.
La
situación económica y social del país no va a mejorar, al contrario, todo
apunta a que la crisis va a recrudecer, que la gente va a tener con cada día
que pasa razones importantes para salir a la calle a protestar, que la
popularidad del chavismo debe estar en menos del 10% a nivel nacional, eso lo
saben y los tiene tragando grueso… porque no hay amor con hambre y necesidad.
Una
gran parte de las FFAA saben lo que sucede, tienen familia, sus intereses se
encuentran en esta patria, no en Cuba, no van a matar gente porque a unos capos
ya “buchones” de dinero les da culillo, ni a reprimir porque a Mario Silva, esa
migaja de espía castrista, se le ocurra volcar su odio televisivo contra los
venezolanos que ya están cansados de tanta bajeza y vagabundería.
A
partir de este momento las cosas se van a poner color de hormiga; la salida
fuerte, de un golpe de estado y un estado de excepción no tiene futuro, es
inviable, irrealizable, no tendría vida en un sistema de naciones democráticas;
en estas condiciones sería un error y su costo va a ser muy alto… entendemos la
histeria y los ataques de pánico, pero si siguen cometiendo errores, se
estarían llenando de piedras cada vez más pesadas mientras se van hundiendo y
eso, me disculpan, no es inteligente.
Mi
consejo es que empiecen arreglar sus cosas, pongan las cuentas en orden,
escondan lo que vayan a esconder, van a tener que negociar mucho, pero van a
poder defenderse, van a poder hablar y explicar lo que hicieron, por qué,
cuándo y dónde… hasta sería capaz de asegurarles que van a tener un canal de
televisión donde se transmitirán sus juicios para que todo el país los vea y
escuche sus alegatos, no se sigan llenando las manos de sangre, si lo hicieren,
hay ejemplos de lo terrible que es tener que quitarse la vida en un estado de
desespero.
Maduro,
sé civilizado, deja de darle golpes a la Constitución, renuncia. –
saulgodoy@gmail.com
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