viernes, 6 de febrero de 2015

La creación de los oprimidos




Las personas en situación de pobreza y miseria no necesariamente se sienten oprimidos, su condición económica, social y cultural los hacen sujetos de una condición de sobrevivencia, de conseguir el sustento del día a día, presas del hambre y de los elementos del medio ambiente, de condiciones precarias de salud, de seguridad y victimas muchas veces de adicciones y mala vida, les queda muy poco tiempo para elucubrar sobre su condición, y a pesar de su estado desesperado, no andan buscando causas y razones de su lamentable situación, eso queda en manos de los operadores socialistas y comunistas que ven en la miseria una rica veta política para explotar.
Una gran parte de la pobreza crítica de los pueblos, no responde a un plan predeterminado, por lo general son el resultado de insuficiencias y errores en el sistema, defectos estructurales en la educación, problemas físicos de las personas (enfermedades, insuficiencias, propensiones, daños estructurales de su personalidad, debilidades, etc.) en la economía y en las oportunidades, y esto sucede en todos los sistemas políticos-económicos que se apliquen, sea comunismo, capitalismo, socialismo, fascismo, tiranías personalistas, teocracias, etc.
Es un hecho que no hay sistema económico a prueba de pobreza, aun los mas avanzados y eficientes, siempre cuenta con su cuota de pobres determinada por una medición estadística, que ubica a una parte de la población entre unos parámetros de los que menos ganan, y están relegados de los servicios sociales de las economías adelantadas (o precisamente, por ser usuarios de estos servicios sociales, son pobres).
Esta visión de pobreza con una relación directa a una renta insuficiente para el buen vivir,  es apenas una de las condiciones para la pobreza, pero es la que mas “choca” a los ojos de las clases mas privilegiadas (entre los que incluyo las iglesias), la condición de vida de esa parte de la población se hace injusta para quien tienen, lo que ellos carecen, no es que desde la pobreza no se den cuenta de su estado de necesidad, esto muchas veces se hace obvio cuando la pobreza contrasta con la opulencia, con las grandes riquezas concentradas en pocas manos y que llevan un estilo de vida dispendioso y exhibicionista.
Los pobres también ven televisión, están expuesto a la publicidad, a las noticias y es inescapable que sientan el contraste de la vida en los medios de comunicación, donde ven gente que disfrutan de lo que ellos no pueden, en la calle donde son discriminados y hasta mal tratados por su condición de pobres, pero aun así, me siento inclinado a creer que “sentir” esta diferencia no es suficiente argumento para sentirse oprimidos o explotados.
Las culturas primitivas no saben que lo son sino cuando son juzgadas desde afuera, desde la diferencia, y muchas veces estos juicios parten de una deformación propia del observador, de un etnocentrismo o mas propiamente, desde una condición de “civilización” privilegiada.
Lo que si podemos asegurar es que la pobreza es uno de los factores que generan exclusión social y esta exclusión, sí lleva a la opresión,
Para sentirse oprimida la persona debe sentirse explotada y sometida a una condición de injusticia, con un opresor claramente identificado que lo mantiene en una situación de pobreza, es una relación causa-efecto claramente establecida.
El otro elemento fundamental es la mentada “alienación”, esa disminución que debería sentir la persona en pobreza producto de un sistema que la engaña y le quita medios de vida, el pobre debería sentirse cómodo en su pobreza si la alienación hace su trabajo, pues alienación es justificar un estado de cosas por medio de mecanismos sociales, económicos y culturales, para que acepte su condición, pero si la alienación en el pobre existe, es porque debe haber un modelo o estadio de no-alienación en alguna parte.
Yo creo, al igual que Derrida y Althausser que la alienación no existe, se trata de un constructo creado ideológicamente para describir como una enfermedad, a un estado natural de cosas, una psique sometida a directrices y presiones sociales o grupales, a la tradición y las costumbres no es una mente alienada, y si lo fuera, ¿Qué mente y que grupo social no esta alienado?  El Comunismo aliena las mentes tanto o más que el Capitalismo.
La opresión es un claro resultado del uso del poder de manera injusta, hay una intención y un plan para mantener a una persona o grupo social bajo la opresión con el uso de la fuerza, porque si se tratara simplemente de un error en el sistema, de daños colaterales en la aplicación de un modelo económico y si este no fuera corregido de inmediato, entonces si estaríamos en presencia de una opresión, con una intención de hacer daño (o en su defecto de una enorme ineptitud  e indiferencia humanitaria).
La pobreza, sabemos, se corresponde a situaciones estructurales en los modelos económicos de las naciones, tiene una relación directa con la capacidad de las sociedades en producir riqueza, de cómo es distribuida, de las oportunidades que existen para el empleo digno y bien remunerado, del vigor del mercado externo e interno, de las políticas públicas que se implementen, sobre todo, de la educación que se le brinde al pueblo.
En los países asiáticos pobres, se ha dado el modelo de unos empresarios que explotan a su pueblo, a las masas ignorantes en talleres de confección o maquila para grandes multinacionales, pagando sueldos de miseria, manteniendo al personal en condiciones infrahumanas, obligándolos a largas horas de trabajo continuo, casi que de esclavitud, sin ningún tipo de derechos.
Los productos que salen de estas “factorías del sudor” las venden a precios muy bajos y llegan a las tiendas del Primer Mundo a precios altos, enriqueciéndose en el camino algunos empresarios explotadores; los gobiernos de estos países a sabiendas que esto ocurre, se alían con los empresarios explotadores en proteger sus intereses, por aquello que ellos son los que contribuyen para sostener al gobierno vía impuestos, sobornos y otras regalías.
Este es un claro ejemplo que instituciones que necesitan y funcionan bajo los parámetros de opresión, de igual manera hay países en el mundo, como es el caso de mi país, Venezuela, que tiene una economía rentista, es decir porque es un país monoproductor, cuya principal actividad económica depende de un solo producto, que en nuestro caso es el petróleo, que para bien o para mal, arroja una renta de alto valor y esta renta es administrada por el estado.
Todos los gobiernos de nuestra modernidad que han tenido acceso a esta economía energética, se estructuran alrededor del petróleo como pilar fundamental y han tratado de diversificar la economía, de repartir la riqueza bajo criterios de “justicia social”, de construir el país y elevar la calidad de vida de sus habitantes utilizando esta renta petrolera.
Pero con el chavismo, una fuerza política que utiliza la ideología marxista, condimentada por el castrismo cubano y bajo un militarismo primitivo, que permitió las asociaciones con grupos  del crimen internacional, terrorismo, fundamentalismos islámicos y narcotráfico.
Este grupo político tenia un solo interés, adueñarse de la riqueza petrolera para ser ellos, los únicos dueños de esta fabulosa renta, para ello decidieron destruir la democracia, imponer la censura, coartar todas las libertades ciudadanas y desde un estado superpoderoso controlar la población por medio de medidas bio políticas que van directamente a las necesidades básicas del individuo, seguridad, alimentación, salud y trabajo.
Al chavismo le interesa que exista la pobreza, y así lo han declarado diversos voceros en medios públicos de comunicación, han destruido el aparato productivo que existía en la periferia de la actividad petrolera, el gobierno es el mas grande empleador del país, los grados de dependencia del pueblo para con el gobierno están llegando a ser totales, al punto que el gobierno decide quien come y quien pasa hambre, quien muere de enfermedades y quien se cura.
El chavismo, aprovechando su hegemonía comunicacional explica que la opresión viene directamente del capitalismo, que es un sistema económico injusto y de una clase social opresora como son los oligarcas, los burgueses quienes les roban a los trabajadores sus medios de vida y explotan su trabajo.
Pero la realidad es que en estos momentos ellos han acabado con todo vestigio del capitalismo y de los burgueses, insisten en el argumento para distraer a su publico de la realidad aplastante.
Son ellos, el chavismo-madurismo, quienes están imponiendo un sistema económico injusto y esclavista, son ellos los verdaderos oligarcas quienes se dan una vida de ricos y famosos, a costa de un pueblo hambreado y engañado.
A falta de a quien enrostrarle la responsabilidad de sus políticas, aluden al Imperio y a una guerra económica que el orden mundial sostienen en contra del país, la caída de la producción petrolera y de los precios en el mercado mundial han afectado de manera importante la viabilidad de que este modelo pueda perdurar en el tiempo.
Con mucho, prefieren conservarle los privilegios de una renta petrolera a Cuba y a los demás países y organizaciones clientelares que les brindan apoyo internacional, a resolver los graves problemas de los venezolanos, esto habla claramente de las prioridades que este gobierno tiene con el país.
Este es un gobierno que se nutre de la miseria, de la violencia y del dolor, es contrario a todo humanismo y no cree ni en el amor, ni en la solidaridad y mucho menos en la patria.
Ciertamente hay prácticas y doctrinas políticas que tienen a la pobreza en su centro, hacen de la lucha de clases su sustento ideológico, pero no perdamos de vista que la pobreza existe y seguirá existiendo.
Gunther S, Stent, en su libro Las Paradojas del Progreso, dice lo siguiente: “El crecimiento en una sociedad en la que la pobreza y la necesidad han sido desterradas engendra una psique antiracionalista, en que la lucha por el éxito esta totalmente ausente. El éxito es un objetivo inmerso en una infancia pasada, en un ambiance de gran necesidad e inseguridad económica.”
Lo cual concurre con el punto de vista marxista, pero mas adelante explica: “Cuanto mayor sea la intervención divina en los sucesos del mundo exterior, y cuanto menor sea la influencia del deseo de los mortales sobre los deseos de Dios, menores serán las oportunidades de ejercitar el deseo de poder”
La tesis fundamental de Stent es que mientras más grande sea el grado de inseguridad económica existente, a más pobreza, las personas afectadas necesitan un mayor dominio sobre los sucesos externos para garantizar su supervivencia, y este juego de poder es el que finalmente rompe con los desequilibrios existentes y se producen los cambios sociales violentos, o las revoluciones.
Stent ve a la pobreza como un gran catalizador del cambio, son los pobres los que más luchan por salir de sus carencias, y la acumulación de la tensión social en las clases mas depauperadas, resulta en escenarios de rompimiento del orden y el desbordamiento de los movimientos de masas.
Una vez que la pobreza esta embridada y bajo control, desaparecen esos puntos de acumulación de tensión social, la prosperidad de una sociedad hace que las personas busquen entonces el poder hacia lo interno más que a lo externo, y que se den esos momentos de renacimiento místico-religiosos.
Uno de los papeles fundamentales tanto del socialismo como de la religión cristiana, es darle a los pobres razones para aguantar su situación, hacerles creer que solo en la lucha de clases organizada, perteneciendo a un colectivo o aceptando su realidad como designio divino, prometiéndoles una mejor vida en la próxima, es como desarman estas acumulaciones de tensiones que llevan a los estallidos sociales.
Pero insiste Stent en decir, que la pobreza y la inestabilidad económica es la fuente originaria de todo movimiento y deseo por el éxito, es en la las condiciones de pobreza extrema donde se originan los “self made men”, los grandes empresarios y magnates, los futuros millonarios, ponerle una tapa a la olla de presión de la pobreza es acabar con la renovación social y el éxito económico de las sociedades.
El Estado Benefactor es una de estas tapas que permiten perpetuar la pobreza para que nada cambie en la sociedad, e ir acabando con la noción del éxito y por lo tano, con la posibilidad de que la pobreza haga su labor de cambio. – saulgodoy@gmail.com











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