Hay una diferencia conceptual entre ambos términos y que mucha gente desconoce, empezando por los publicistas del gobierno socialista bolivariano, quienes, desde que se hizo patente la escasez (principalmente la del papel sanitario), salió el ciudadano Elías Jáua afirmando enfáticamente que a pesar de todo, teníamos patria.
Se
trataba de uno de los memes predilectos del finado Hugo Chávez, “Tenemos
Patria” que deviene de aquella cantidad de virtudes con la que se adornaba la
revolución chavista, ellos, los revolucionarios fueron los que supuestamente nos
dieron la verdadera independencia, quienes hicieron posible una Venezuela
productiva, los que dignificaron a los pobres, los que hicieron del país una
potencia social, de la que nació una nueva geopolítica para garantizar la paz
planetaria, luego de esta declaración de supuestos logros, los memes se
multiplicaron, “Chávez es patria”, “Patria y Revolución”, “Patria Socialista” y
otros.
En
fin, el pastiche conceptual que tienen en la cabeza es propio de su naturaleza,
un híbrido entre el mal gusto y la ignorancia, y como los términos son
fundamentales para entender nuestra situación creo mi deber darles luces sobre
el asunto.
En
los diccionarios encontramos la referencia que la patria, es el terruño donde
uno nace o decide adoptarlo como lugar de arraigo, se trata de un conjunto de
valores, sentimientos e ideales común a las personas que ocupan un territorio. Si
nos vamos a la etimología la palabra latina y su connotación arcaica, nos
refiere a la idea que se trata de la de la tierra de nuestros padres, de
nuestros ancestros; los antiguos asociaban el patriotismo al amor que sentía
por la polis, por la ciudad-estado de la que se eran parte, incluyendo el deber
de su defensa militar, desde aquella famosa oración fúnebre de Pericles a los
caídos en la defensa de Atenas, el estamento militar tiene, a la muerte de sus
soldados en la defensa de la Patria, como el máximo honor posible.
Con
el transcurso de la historia las poderosas monarquías transmutaron en imperios,
de aquí es donde viene la distinción entre patriotas y realistas, una nueva
connotación surgió de la palabra patriota, cuando los descontentos en las
colonias en ultramar se trasmutaron en las guerras independentistas, entre
ellas, las suramericanas, y para diferenciar a las partidarios del Rey que
querían seguir siendo vasallos de la Madre Patria, en contrario a los que
querían consolidar su propio país y dejar de ser colonia, se usaron esos
apelativos.
Fue con
la Revolución Francesa, en 1789, que a los partidarios a la revolución se les
llamaron patriotas, por oposición a los aristócratas, y fue éste, aspecto de la
palabra que se hizo popular, los patriotas se distinguían por su inquietud por
obtener cambios radicales a favor del pueblo y en contra de los gobiernos.
Con
la aparición de los estados nacionales y la conformación y profesionalización
de sus ejércitos, los militares acapararon para sí el uso de las palabras
patriota y patriotismo, para inyectarles el valor de la lealtad a las tropas,
que continuamente movilizaban de guerra en guerra.
Para
no caer en abstracciones muy complicadas voy a utilizar el concepto político clásico
de patria en el siglo XX, expresada por Gian Enrico Rusconi, un pensador italiano
de izquierda, y dice: “la patria entendida como
libertad común de un pueblo protegida por las leyes y la Constitución y por las
costumbres de la república”.
La patria es un concepto
político y hay que distinguirla del concepto de nación, que es un concepto cultural, continua Rusconi: “La patria, como lo han explicado tantas
veces los escritores políticos republicanos, sólo existe allí donde existen la
libertad y la igualdad civil y política”.
Por
lo general cuando la palabra patria va precedida de un calificativo como
comunista, capitalista, estalinista, bolivariana o socialista, inmediatamente
se cancela la posibilidad de una patria inclusiva, que reúna los intereses
políticos de una comunidad nacional, la patria, para ser patria debe ser una
para todos, no exclusiva de un grupo o de una ideología.
Remata
Rusconi: “La patria puede provocar en los
ciudadanos un tipo de virtud política que necesita la república: el amor a la
ley y a la Constitución que defienden la libertad común del pueblo. El amor por
la patria no es amor por una libertad abstracta. Es el acercamiento a la
libertad que existe gracias a las instituciones de una república particular,
que tiene una historia propia, un modo propio de vivir libre, una cultura
propia. Es la preocupación por el bien común y la solidaridad en relación con
los ciudadanos. Y dicha solidaridad se funda en el sentimiento de pertenencia a
una república y en la identidad común como ciudadanos que tienen iguales
derechos e iguales deberes”.
Por
estar en plena contradicción con estos postulados, es que el concepto de patria
para los chavistas, jamás les ha funcionado para encender el ardor de lealtad
que necesitan, empezando porque la gran mayoría del pueblo no es socialista,
pero aún así, declaran la patria socialista, la promueven, tratan de venderla
como la receta para un nuevo orden mundial, pero su concepto es tan ajeno a
nuestra idiosincrasia y tan vacío de contenido, que ningún venezolano se siente
parte de ella; en Venezuela, la Patria Socialista, existe solo en papel, y ese
papel se llama El Plan de la Patria.
Para
avanzar y convertir este panfleto neocomunista en ley, el chavismo tuvo que
violar de entrada varios artículos de la Constitución Nacional, empezando
porque en ningún aparte de la carta magna hace referencia al socialismo como
forma política obligante y única para el país, igualmente Chávez ignoró
olímpicamente el rechazo del pueblo a esta pretensión en un referéndum nacional.
Sin
importarle las leyes de la república, impuso los Planes de Desarrollo Económicos
y Sociales de la Nación como Primer y Segundo Planes Socialista, apelando, como
siempre, a la figura y el pensamiento distorsionado de Simón Bolívar y al
carácter “antiimperialista” que ellos dicen, es el núcleo del pensamiento
bolivariano, y es aquí donde aparece ese elemento internacional, tan necesario
en la doctrina y la acción marxista.
Marx
insistió en la necesidad de que toda revolución socialista tenía que
internacionalizarse pues si no lo hacían corrían con el peligro de desaparecer,
el apoyo de los trabajadores del mundo unidos, era fundamental, eso Chávez lo
entendió muy bien de su gurú Fidel Castro, quien lo primero que hizo fue darle
a la revolución cubana ese carácter Latinoamericano, de modo que Chávez empezó a hablar con más insistencia, de que la
Patria no solo era Venezuela sino América.
Tratar
de convertir la supuesta revolución venezolana en un acontecimiento
latinoamericano fue un objetivo desde el día uno de la toma de poder de Chávez,
para ello tuvieron que extender y por ende diluir el concepto de patria, lo
hicieron tan amplio y le quitaron el soporte político nacional, de modo que la
patria de la que hablaban, la patria bolivariana, era ya un proyecto
transnacional.
Es por ello, que para
dirigentes chavistas como Maduro, Cabello, Jáua y otros, al momento de hablar
de patria ya no se sabe de que están hablando, la patria es un concepto tan
etéreo que puede prescindir de papel sanitario, de la comida, la salud, la seguridad,
los dólares, incluso de los venezolanos y hasta de la Constitución.
Los militares venezolanos,
confundidos por los ideólogos cubanos en ese “arroz con mango” que tienen en la
cabeza donde las figura de Bolívar, Fidel y Chávez cada vez se parecen más y
más, donde el enemigo de la patria socialista es el Imperio Norteamericano (que
nunca nos han hecho daño, al contrario, nos han ayudado y han sido muy
pacientes con los desplantes de nuestros gobernantes, al contrario de los
cubanos que sí nos han invadido militarmente), y donde el concepto de patria
incluye a Cuba, la revolución y el comunismo nos une, se trata de una patria
que se parece mucho a lo que Fidel se proponía, sembrar su revolución en toda
Latinoamérica.
A los venezolanos nos han
dividido en patriotas y escuálidos, los que no somos patriotas hemos tenido que
sufrir persecuciones, nos han atacado, torturado, puestos tras las rejas,
censurado, arruinado, nos han hecho creer que Latinoamérica es nuestra gran
casa y el socialismo nuestra razón de ser, con ese concepto revolucionario de
patria es que quieren ahora unirnos para defender la patria socialista del
ataque de los EEUU, una patria ilícita y criminal, que nos ha empobrecido de
manera brutal, que nos ha hecho menos libres y menos hombres, un constructo
mental producto de laboratorios de propaganda y hegemonía comunicacional, desde
donde claman por un respeto que ellos, nunca han tenido para con quienes
pensamos diferente.
Por último, quiero decirles,
que lo único que mantiene pegado con saliva de loro el concepto de patria en
nuestro país, es la figura manipulada de Bolívar, la cual ha sido tan abusada
que ya no tiene el significado profundo que una vez tuvo, sólo pensemos que fue
Chávez quien se atrevió a profanar su tumba y quien cambió su fisonomía para
convertirlo en un patizambo que ahora lucen en los retratos que nos quieren
imponer.
Lo que nos queda a los
venezolanos es el concepto de nación, ese que Ernest Renan decía era “la
voluntad de vivir juntos”.
Nos es común un lenguaje, una
cultura, un carácter y una geografía que ha tallado en el tiempo nuestra
identidad, a eso se le llama nación, pero patria, como concepto político, como
comunión de valores, historia y sentimientos, desde que sufrimos de esta
maldita revolución, la patria nos fue robada y han querido cambiarla por otra
cosa que no tiene ni pies ni cabeza.
En mi caso, un venezolano más
de estas tierras de gracia, la patria a la que me debo no tiene nada que ver
con la patria de esos energúmenos revolucionarios socialistas, mi amor por la
tierra de mis ancestros, puede prescindir fácilmente de su líder eterno y de su
patria latinoamericana, sectaria, violenta y promotora del apartheid. - saulgodoy@gmail.com



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