La mecánica cuántica nos ha proporcionado dos niveles de realidad que aún coexistiendo, son enteramente diferentes, una cosa es lo que sucede en el mundo submolecular y otra las leyes que rigen el mundo de la macrofísica, ambos niveles constan de sus propios sistemas y maneras de organización, coexisten y se interrelacionan.
Todavía la ciencia no ha podido determinar y menos
aún, describir como se interconectan ambos sistemas, hay una discontinuidad
entre ambos mundos pero, como muy bien lo expresa Basarab Nicolescu, esta
ignorancia no previene que estas dos realidades existan, de hecho, el ser
humano, nuestra propia existencia, es prueba de estas dos realidades
interactuando.
Lo que sucede en la realidad cuántica desafía la
manera, que por más de dos mil años, teníamos de aprehender el mundo; nuestro
sistema de razonar, basado en una lógica formal, pierde sentido al enfrentarnos
con conceptos mutuamente contradictorios y excluyentes que coexisten
simultáneamente (onda y corpúsculo, continuidad y discontinuidad,
reversibilidad e irreversibilidad, causalidad local y global, por mencionar
algunos).
El axioma de identidad conocido en la lógica
formal, postula que A es A, y se rompe si se admite que, A es noA, pero tal y
como lo describió el matemático Stéphane Lupasco en su extraña Lógica del Medio Incluido, A puede ser
noA y T (que es a su vez A y noA), todas al mismo tiempo, lo que echa por
tierra el principio de la no contradicción.
Esto demuestra que la naturaleza es mucho más
prolija y desconcertante de lo que muchos creían y que el concepto de un
multiuniverso, que solo era posible en las especulaciones metafísicas, existe
en la realidad cotidiana.
Ya Edmund Husserl venía hablando de los diferentes
niveles de la percepción de la realidad en base a la relación
sujeto-observador, estas especulaciones filosóficas se vieron confirmadas en
1930 con la Mecánica Cuántica y los subsecuentes trabajos de lógica cuántica
realizados por Birkhoff y Von Neumann.
En el mundo cuántico, la tensión entre
contradictorios (A y noA) construyen una unidad (T) que incluye y va mas allá
que la suma de sus términos, el panorama se complica cuando T existe en un
plano y A y noA existen en otro.
Los que intentan darle una coherencia a estos diferentes
niveles de realidad se enfrentan con unas preguntas importantes ¿Es necesaria
una unidad o coherencia? ¿Es posible que el entendimiento humano las abarque?
La búsqueda de Einstein por una Teoría Unificada de
las diferentes fuerzas que actúan en el universo, pudiera convertirse en una
quimera, por supuesto, es innegable que hay una consistencia en el universo, la
maquinaria cósmica tiene una capacidad propia de generar y regenerarse en los
diferentes niveles, sin necesidad de una causa externa, desde lo más mínimo a
lo más grande, de lo que dura un instante a lo que dura un largo tiempo, hay un
flujo constante de información que se transmite de un nivel de realidad a otro
en el universo físico.
Kurt Gödel el gran matemático que desarrolló el
teorema que lleva su nombre, demostró que los sistemas complejos tienden a dar
respuestas inciertas y hasta contradictorias, fue a partir de sus
descubrimientos que se empezó hablar de sistemas abiertos, que aunque no
explicaban la unidad de los diferentes niveles de realidad, permitieron avanzar
en la comprensión de cómo se transmitía la información de un nivel a otro.
El Teorema de Gödel es una de las razones por las
que los modelos matemáticos que pretenden describir realidades complejas
terminan generando grandes contradicciones, sucede con los modelos climáticos y
también con los económicos, como esos que se desarrollaron durante el
estalinismo y que pretendían incluir todas las variables deseables para
controlar una economía socialista, luego, con el surgimiento de las
computadoras y sus poderosas capacidades de procesar números de manera digital
y automática, creyeron que habían dado con la posibilidad de hacer realidad el
modelo económico centralista socialista, que tanto promueve el teórico del
socialismo del siglo XXI, el mejicano Heinz Dieterich, es simplemente un
imposible cuyo resultado solo puede ser… catastrófico, tal y como lo estamos
viviendo en Venezuela.
El pensamiento marxista trató de darle al mundo una
visión unificada, totalizadora de la civilización, metiendo en un mismo saco la
economía, la sociología, la política, la biología y la historia para explicar
la dinámica de los pueblos y sus culturas.
Este sistema rígido y cerrado basado en la
dialéctica hegeliana, resultó falso e inoperante en las diversas
manifestaciones del comunismo real.
De hecho, la posición que sostenía el teniente
coronel Chávez de tenerse como un provocador de cambios en la realidad (en lo
que él entendía por realidad) fue un ejercicio fútil, pues no hay en la
realidad, una idea total del mundo, ni el mundo se comporta como una totalidad
(porque es un sistema abierto), por lo que su voluntad de cambio era solo sobre
una mínima parcela, la más inestable de todas que es donde funciona el
comportamiento humano.
El neomarxismo, por medio de las corrientes
postmodernistas trata de romper con esta visión del mundo sobre la base de que
es imposible ser objetivo sobre una realidad en particular, ya que todo es
relativo, tratan de falsear el axioma mismo de la existencia con la pretensión
de querer cambiar el mundo, incluyendo las conexiones causales a las que
quieren darle interpretaciones que nada tiene que ver con la verdadera naturaleza
de la realidad y del hombre.
Es por ello que el marxista descalifica lo
material, el propio esfuerzo, la inventiva, el lucro, la industria, la ciencia
y todo lo que tenga que ver con la vida y su vitalidad creadora, encerrándola
en un dogma inamovible y de muerte (aunque lleno de mucho sentimiento).
Los avances de las ciencias serían imposibles si
este postulado tuviera algún sustento, los neomarxistas confunden la
relatividad cuántica con los múltiples niveles de realidad.
En la física, cada sector de la realidad tiene su
propia coherencia, cada nivel tiene sus límites, uno superior y uno inferior, y
la información fluye siguiendo una dirección determinada, un ejemplo basta; en
nuestra realidad, como personas, quien se lance de un quinto piso
irremediablemente terminará estrellado en el pavimento y morirá, las leyes de
Newton no pierden vigencia en este plano, nunca.
No importa si en el nivel de realidad cuántica, en
el interior subatómico de nuestro cuerpo, una partícula de menor tamaño puede
atravesar a una de mayor tamaño sin problemas, creer que lo que es verdad en un
plano puede ser verdad en el otro traerá sus consecuencias, algunas
irreversibles. – saulgodoy@gmail.com
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