sábado, 18 de abril de 2015

Elecciones sin el CNE



El organismo electoral del gobierno chavista, el CNE, ha quedado en evidencia como la fábrica de los triunfos electorales del gobierno; ya para nadie es un secreto la manipulación descarada que se hace puertas adentro de esta enorme “Caja Negra” que no resiste auditorías, ni quiere observadores husmeando sus trucos informáticos, de registros forjados y algoritmos, que violan tanto la Constitución Nacional como la voluntad sagrada de los electores al momento de decidir sobre un nuevo gobierno.
Ir a unas nuevas elecciones con el actual CNE sería, por parte de la oposición política venezolana, la declaración de una clara asociación con el chavismo para adelantar fraudes electorales en el país. Creo, al igual que millones de compatriotas, que ya basta de ser usados como tontos útiles para legitimar a un gobierno tramposo e indigno, y para adelantar los intereses de grupúsculos políticos que se hacen llamar demócratas.
Las autoridades electorales han deformado de tal manera el paisaje electoral del país que ya es motivo de risa ver a su presidente, la Sra. Tibisay Lucena hacerse pasar como el árbitro imparcial que pretende; la serie de cambios experimentados por la normativa electoral para favorecer al partido de gobierno, los registros de votantes totalmente viciados y respaldados por el organismo que expide las cédulas de identidad y el Instituto Nacional de Estadísticas en manos de los cubanos, la evidencia irrefutable y a la vista de ese grosso delito, de permitir que un ciudadano colombiano participara en las elecciones, y no contentos con esto, de proclamarlo como Presidente de la República y respaldarlo todo este tiempo como mandatario “legitino”, hacen evidente de lo que digo.
El solo hecho de tener a las FFAA socialistas como garantes de la seguridad del proceso electoral indica el grado de deterioro institucional que existe, daría lo mismo encargar a unos “pranes” o a los colectivos armados del gobierno para que hicieran el trabajo.
El sistema electoral de Venezuela está tan podrido, que volver a participar en unas elecciones con el actual CNE sería ya no una burla, sino una declaratoria de servilismo a la canalla.
Lo que tenemos que hacer desde ya, es solicitarle a la ONU que nos asista con sus expertos y su capacidad de organización, que los tiene y están a la disposición de los países miembros, para montar la organización electoral en nuestro país, para poder contarnos y así poder elegir un nuevo parlamento, pedirle que nos auxilie en materia electoral hasta que tengamos el piso político, expresado por medio de la voluntad popular, para reorganizar el CNE.
Es nuestro deber no sólo denunciar a ese poder público corrupto, que tanto daño le hace a la república, sino proceder a su inhabilitación y sustitución por unos rectores que sean confiables… para ello existen mecanismos internacionales, instancias que esperan por nuestra solicitud.
Probablemente sea más complicado que lo que estoy diciendo, que tengamos que invertir  esfuerzo y tiempo, quizás hasta tengamos que recoger firmas (que no van a pasar por el CNE), que tengamos que vencer y argumentar contra la tesis de soberanía que el gobierno chavista esgrime cuando sus fueros se ven obviados, pero al final podremos votar y contar esos votos, y ser reconocidos como el pueblo verdaderamente soberano que somos, sin que se haga la voluntad de ese gobierno que nos tiene secuestrados y maniatados.
Estoy seguro de que las voces cómplices del gobierno, que se benefician de esta situación de reparto inequitativo de cuotas de poder y cargos gubernamentales, van a decirnos que el CNE es confiable, que no importa que hagan trampa, que es posible triunfar aún cuando el contendor es quien cuenta los votos, y todas esas historias de pasadas “victorias” contra Chávez y ganancias contra Maduro; para esos rateros de la democracia, que se contentan con que el chavismo les pase la mano por la joroba y le arrojen un pellejo, para ellos lo que cuenta es que salgamos a votar masivamente, que tengamos testigos en todas las mesas y que defendamos nuestro voto; es la fórmula de “haz todo el trabajo tú, que yo recojo el triunfo si lo peleas por mí”.
Lo que me gustaría saber es ¿qué va a suceder si hay elecciones y el oficialismo gana por trampa evidente?, que es un supuesto probable, ¿Van a lanzar a la gente a la calle? O por el contrario, ¿Aceptarán la trampa y esperaremos hasta las próximas elecciones?  
Creo que ya el pueblo está cansado de tanto abuso y mentiras, de votar por votar sin ningún significado; el quitarle el valor real al acto electoral a fuerza de trampas y burlas le hace un daño tremendo a la democracia. No se trata de manejarnos con “astucia” ante una provocación del gobierno, asumiendo que los desplantes del CNE, sea ex profeso y parte de una estrategia para que los venezolanos no acudamos a votar ¿Qué es eso?.
A esos demócratas a ultranza, que por tener en la frente grabada la palabra VOTO, parecen más bien autómatas electorales, que no les importa si su voto vale o elige, pero votan como deber existencial y lo que hacen es degradar el acto más importante de la democracia participativa, deberían pensar bien lo que hacen y dicen.
Ante la pantomima que nos tiene planteada unas elecciones por la Asamblea Nacional en las condiciones que el chavismo quiere, vistas las trampas que nos quieren imponer y el show que están montando, otra vez, para que la oposición reconozca su victoria sin haberse producido ¿No es lo lógico denunciar, intentar cambiar el árbitro, evitar el fraude antes que se produzca?
Esa supuesta validación o certificación de las firmas por parte del CNE, que el chavismo-madurismo recogió, o dice haber recogido, 10 (o 13) millones de firmas, entre ellas un grueso número de rúbricas extranjeras, para pedir la derogación del decreto de Obama contra los funcionarios lavadores de dinero sucio y violadores de derechos humanos, certificación hecha de manera expresa, en un día, sólo indica el grado de corrupción que impera en ese organismo y su compromiso con la tiranía opresora al prestarse para ese circo del fracaso.
El CNE carece de toda credibilidad para llevar a cabo una sola elección más en nuestro país; casi a diario viola nuestra constitución permitiendo que extranjeros e intereses bastardos a nuestra patria manipulen y convengan con la voluntad de un pueblo, que a pesar de todo, sigue siendo profundamente democrático.
Como poder público independiente el CNE ha permitido que el poder ejecutivo y todas las demás instancias de gobierno actúen a favor del partido PSUV, ha comprometido su equidad al permitir los abusos de poder de funcionarios utilizando bienes del estado, presupuesto, personal y autoridad en favorecer candidaturas fuera del marco de la ley.
Durante 16 años no ha impedido los excesos y violaciones de la normativa electoral por parte de personeros del llamado chavismo, aplicando la ley de manera estricta y hasta con exceso en contra de los partidos de oposición, pero permitiendo el abuso por parte del gobierno.
Ha favorecido con su autoridad los cambios en circuitos electorales y las representaciones proporcionales a favor del PSUV, escoge fechas de elecciones cuando las condiciones favorecen al régimen, retrasando o adelantando algunas elecciones de manera arbitraria.
Utiliza el registro de nuevos votantes para favorecer al régimen permitiendo la inscripción fraudulenta de ciudadanos no aptos, muchos de ellos extranjeros o con documentación falsa, no ha sido diligente en comprobar la idoneidad de los candidatos permitiendo que algunas personas con antecedentes criminales, o con causas en procesos o bajo investigaciones, se presenten como candidatos.
No permite las auditorias que la oposición tiene derecho de exigir en casos de reclamos, ha sido descuidado en la preservación de la evidencia física  de los conteo y del material electoral, sus retrasos en la entrega de los resultados ha sido notable y enervante para la tranquilidad pública, auspicia las políticas que inhiben el voto cuando esta situación favorece al gobierno.
A pesar de toda la tecnología que se jacta de manejar, mantiene en un lamentable retraso los listados actualizados de votantes, de personas fallecidas o que cambian de dirección, ha sido parcial en la elección de los observadores y expertos extranjeros que hacen de veedores del proceso, su falta de transparencia y su marcado favoritismo hacia el PSUV ha sido clave en la conformación del fraude continuado que el chavismo persiste en promover para garantizar su continuidad de manera ilegal en el poder.
El Poder Electoral ha desnaturalizado su función como poder público, ha sido privatizado por un partido político llamado el PSUV y lo ha convertido en su brazo electoral, el CNE ha perdido toda la credibilidad, excepto para aquellos grupos políticos que todavía pretenden vivir del fraude electoral. Nunca, gobierno comunista alguno, ha entregado el poder porque perdió unas elecciones y menos un gobierno que se tiene por revolucionario.
Plantémonos ante el gobierno y sus colaboradores como sociedad civil organizada y digámosle NO a un nuevo intento de fraude electoral; si hay elecciones en nuestro país busquemos en el mundo el apoyo para hacerlas libres, manuales, secretas, en términos de igualdad, limpias, con el apoyo de gobiernos que puedan respaldarnos.  Ah, y sin el CNE ni las FFAA empañando los procesos. – saulgodoy@gmail.com





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