El organismo electoral del gobierno chavista, el CNE, ha quedado en evidencia como la fábrica de los triunfos electorales del gobierno; ya para nadie es un secreto la manipulación descarada que se hace puertas adentro de esta enorme “Caja Negra” que no resiste auditorías, ni quiere observadores husmeando sus trucos informáticos, de registros forjados y algoritmos, que violan tanto la Constitución Nacional como la voluntad sagrada de los electores al momento de decidir sobre un nuevo gobierno.
Ir a
unas nuevas elecciones con el actual CNE sería, por parte de la oposición
política venezolana, la declaración de una clara asociación con el chavismo
para adelantar fraudes electorales en el país. Creo, al igual que millones de
compatriotas, que ya basta de ser usados como tontos útiles para legitimar a un
gobierno tramposo e indigno, y para adelantar los intereses de grupúsculos
políticos que se hacen llamar demócratas.
Las
autoridades electorales han deformado de tal manera el paisaje electoral del
país que ya es motivo de risa ver a su presidente, la Sra. Tibisay Lucena
hacerse pasar como el árbitro imparcial que pretende; la serie de cambios experimentados
por la normativa electoral para favorecer al partido de gobierno, los registros
de votantes totalmente viciados y respaldados por el organismo que expide las
cédulas de identidad y el Instituto Nacional de Estadísticas en manos de los
cubanos, la evidencia irrefutable y a la vista de ese grosso delito, de permitir que un ciudadano colombiano participara
en las elecciones, y no contentos con esto, de proclamarlo como Presidente de
la República y respaldarlo todo este tiempo como mandatario “legitino”, hacen
evidente de lo que digo.
El
solo hecho de tener a las FFAA socialistas como garantes de la seguridad del
proceso electoral indica el grado de deterioro institucional que existe, daría
lo mismo encargar a unos “pranes” o a los colectivos armados del gobierno para
que hicieran el trabajo.
El
sistema electoral de Venezuela está tan podrido, que volver a participar en
unas elecciones con el actual CNE sería ya no una burla, sino una declaratoria
de servilismo a la canalla.
Lo
que tenemos que hacer desde ya, es solicitarle a la ONU que nos asista con sus
expertos y su capacidad de organización, que los tiene y están a la disposición
de los países miembros, para montar la organización electoral en nuestro país,
para poder contarnos y así poder elegir un nuevo parlamento, pedirle que nos
auxilie en materia electoral hasta que tengamos el piso político, expresado por
medio de la voluntad popular, para reorganizar el CNE.
Es
nuestro deber no sólo denunciar a ese poder público corrupto, que tanto daño le
hace a la república, sino proceder a su inhabilitación y sustitución por unos
rectores que sean confiables… para ello existen mecanismos internacionales,
instancias que esperan por nuestra solicitud.
Probablemente
sea más complicado que lo que estoy diciendo, que tengamos que invertir esfuerzo y tiempo, quizás hasta tengamos que
recoger firmas (que no van a pasar por el CNE), que tengamos que vencer y
argumentar contra la tesis de soberanía que el gobierno chavista esgrime cuando
sus fueros se ven obviados, pero al final podremos votar y contar esos votos, y
ser reconocidos como el pueblo verdaderamente soberano que somos, sin que se
haga la voluntad de ese gobierno que nos tiene secuestrados y maniatados.
Estoy
seguro de que las voces cómplices del gobierno, que se benefician de esta
situación de reparto inequitativo de cuotas de poder y cargos gubernamentales,
van a decirnos que el CNE es confiable, que no importa que hagan trampa, que es
posible triunfar aún cuando el contendor es quien cuenta los votos, y todas
esas historias de pasadas “victorias” contra Chávez y ganancias contra Maduro;
para esos rateros de la democracia, que se contentan con que el chavismo les pase
la mano por la joroba y le arrojen un pellejo, para ellos lo que cuenta es que salgamos
a votar masivamente, que tengamos testigos en todas las mesas y que defendamos
nuestro voto; es la fórmula de “haz todo el trabajo tú, que yo recojo el
triunfo si lo peleas por mí”.
Lo
que me gustaría saber es ¿qué va a suceder si hay elecciones y el oficialismo
gana por trampa evidente?, que es un supuesto probable, ¿Van a lanzar a la
gente a la calle? O por el contrario, ¿Aceptarán la trampa y esperaremos hasta
las próximas elecciones?
Creo
que ya el pueblo está cansado de tanto abuso y mentiras, de votar por votar sin
ningún significado; el quitarle el valor real al acto electoral a fuerza de
trampas y burlas le hace un daño tremendo a la democracia. No se trata de
manejarnos con “astucia” ante una provocación del gobierno, asumiendo que los desplantes
del CNE, sea ex profeso y parte de una estrategia para que los venezolanos no
acudamos a votar ¿Qué es eso?.
A esos
demócratas a ultranza, que por tener en la frente grabada la palabra VOTO,
parecen más bien autómatas electorales, que no les importa si su voto vale o
elige, pero votan como deber existencial y lo que hacen es degradar el acto más
importante de la democracia participativa, deberían pensar bien lo que hacen y
dicen.
Ante
la pantomima que nos tiene planteada unas elecciones por la Asamblea Nacional
en las condiciones que el chavismo quiere, vistas las trampas que nos quieren
imponer y el show que están montando, otra vez, para que la oposición reconozca
su victoria sin haberse producido ¿No es lo lógico denunciar, intentar cambiar
el árbitro, evitar el fraude antes que se produzca?
Esa
supuesta validación o certificación de las firmas por parte del CNE, que el
chavismo-madurismo recogió, o dice haber recogido, 10 (o 13) millones de
firmas, entre ellas un grueso número de rúbricas extranjeras, para pedir la
derogación del decreto de Obama contra los funcionarios lavadores de dinero
sucio y violadores de derechos humanos, certificación hecha de manera expresa,
en un día, sólo indica el grado de corrupción que impera en ese organismo y su
compromiso con la tiranía opresora al prestarse para ese circo del fracaso.
El
CNE carece de toda credibilidad para llevar a cabo una sola elección más en
nuestro país; casi a diario viola nuestra constitución permitiendo que
extranjeros e intereses bastardos a nuestra patria manipulen y convengan con la
voluntad de un pueblo, que a pesar de todo, sigue siendo profundamente
democrático.
Como
poder público independiente el CNE ha permitido que el poder ejecutivo y todas
las demás instancias de gobierno actúen a favor del partido PSUV, ha
comprometido su equidad al permitir los abusos de poder de funcionarios
utilizando bienes del estado, presupuesto, personal y autoridad en favorecer
candidaturas fuera del marco de la ley.
Durante
16 años no ha impedido los excesos y violaciones de la normativa electoral por
parte de personeros del llamado chavismo, aplicando la ley de manera estricta y
hasta con exceso en contra de los partidos de oposición, pero permitiendo el
abuso por parte del gobierno.
Ha
favorecido con su autoridad los cambios en circuitos electorales y las
representaciones proporcionales a favor del PSUV, escoge fechas de elecciones
cuando las condiciones favorecen al régimen, retrasando o adelantando algunas
elecciones de manera arbitraria.
Utiliza
el registro de nuevos votantes para favorecer al régimen permitiendo la
inscripción fraudulenta de ciudadanos no aptos, muchos de ellos extranjeros o
con documentación falsa, no ha sido diligente en comprobar la idoneidad de los
candidatos permitiendo que algunas personas con antecedentes criminales, o con causas
en procesos o bajo investigaciones, se presenten como candidatos.
No
permite las auditorias que la oposición tiene derecho de exigir en casos de
reclamos, ha sido descuidado en la preservación de la evidencia física de los conteo y del material electoral, sus
retrasos en la entrega de los resultados ha sido notable y enervante para la
tranquilidad pública, auspicia las políticas que inhiben el voto cuando esta
situación favorece al gobierno.
A
pesar de toda la tecnología que se jacta de manejar, mantiene en un lamentable
retraso los listados actualizados de votantes, de personas fallecidas o que
cambian de dirección, ha sido parcial en la elección de los observadores y
expertos extranjeros que hacen de veedores del proceso, su falta de
transparencia y su marcado favoritismo hacia el PSUV ha sido clave en la
conformación del fraude continuado que el chavismo persiste en promover para
garantizar su continuidad de manera ilegal en el poder.
El
Poder Electoral ha desnaturalizado su función como poder público, ha sido
privatizado por un partido político llamado el PSUV y lo ha convertido en su
brazo electoral, el CNE ha perdido toda la credibilidad, excepto para aquellos
grupos políticos que todavía pretenden vivir del fraude electoral. Nunca,
gobierno comunista alguno, ha entregado el poder porque perdió unas elecciones
y menos un gobierno que se tiene por revolucionario.
Plantémonos
ante el gobierno y sus colaboradores como sociedad civil organizada y digámosle
NO a un nuevo intento de fraude electoral; si hay elecciones en nuestro país
busquemos en el mundo el apoyo para hacerlas libres, manuales, secretas, en
términos de igualdad, limpias, con el apoyo de gobiernos que puedan
respaldarnos. Ah, y sin el CNE ni las
FFAA empañando los procesos. – saulgodoy@gmail.com
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