jueves, 10 de diciembre de 2015

¿Qué es la Unidad?


Pero la unidad vista luego de la gran victoria del 6D, no del concepto de unidad como reunión de partidos políticos para la derrota del chavismo, el concepto cambió, quiéralo o no la misma unidad, los resultados logrados cambiaron radicalmente el significado de la palabra y es bueno que los integrantes de esta organización (porque es una organización política, con estatutos, directores, misión, estrategia, miembros, presupuesto y hasta imagen corporativa), caiga en cuenta de este hecho que va mucho más allá de lo semántico.
No sé si lo pensaron o fue producto de las circunstancias, pero la Unidad, se ha convertido en algo más que un conglomerado de partidos y personalidades políticas, se transformó en un constructo, en un aparato cultural y social, en una idea que desbordaba sus propios límites y expectativas, de un simple signo es ahora un símbolo.
Algunos de los directivos de la Unidad se dieron cuenta de esta mutación y empezaron hablar de ampliar los horizontes de la unidad hacia uno de cambio, la unidad era igual a cambio, se dieron cuenta que sin el voto chavista descontento no tendrían la fuerza necesaria para tumbar la hegemonía del régimen y esta estrategia les funcionó.
El llamado voto castigo, el descontento no solo de un pueblo hostigado y humillado se sumó a esta promesa de cambio, sino también el de una militancia chavista ignorada y relegada a relleno para mítines y marchas a favor del gobierno, pero apartados de los intereses de un partido que tenía otra agenda que no era su gente, muchos de estos intereses eran internacionales y sobre todo, del interés de una cúpula que se hacía cada vez más monolítica y egoísta.
La avalancha de votos que obtuvo la oposición solo es explicable por que la Unidad sirvió de bandera para el cambio, de salida para una situación insostenible de mucha gente que dependía para su subsistencia del gobierno y este le había dado la espalda.
La pregunta que surge es ¿Ha comprendido la Unidad esta situación? O va a seguir comportándose como lo que originalmente era, un conglomerado de intereses partidistas con vocación de poder, porque de esta disyuntiva pueden surgir escenarios muy contradictorios y peligrosos.
Empecemos por decir que la gente votó por una tarjeta, la de la manito abajo y a la izquierda, allí no había consideraciones de carácter personal, la mayoría de los candidatos eran desconocidos, solo algunos pocos tenía un trabajo político y eran reconocidos, pero el grueso de esas listas era un cúmulo de nombres que no tenían significado ni rostro para el elector.
Prevaleció el símbolo sobre el signo, el signo decía éste es tu representante y el partido que te convoca, el símbolo clamaba por cambiar la situación cotidiana de millones de venezolanos acoquinados por la inseguridad, la carestía, el abandono y la inflación, la unidad para el grueso de esos 7 millones de votantes era, salgamos de este mal gobierno necesitamos otra cosa.
Y es preocupante, que la impresión que recibo, es que la Unidad está actuando y comportándose como conglomerado de intereses políticos de partidos haciendo caso omiso al valor que le asignó sus constituyentes, y parecen ver esta victoria como un botín de guerra privado, sólo de ellos, únicamente que para los elegidos, con lo cual hay internamente una rebatiña de cargos, designaciones negociadas, grupos de presión, exigencia de méritos cuando no de dineros invertidos en la campaña, importancia mediática, de experiencias, de cuentas mal sacadas porque no son los candidatos salidores lo importante en este momento, sino el interés de una mayoría de venezolanos que no quieren ver justamente lo que ya se vislumbra como una guerra interna por el poder.
Si las decisiones de la MUD no toman en cuenta ese nuevo animal en que se han convertido,  si ignoran que el triunfo no fue algo meramente mecánico y de estrategias partidistas, si deciden darle la espalda a lo que simbolizan ahora, por encima de sus pequeñas parcelas de poder, auguro un muy breve período de estabilidad antes que las fuerzas externas a la Unidad los desintegre y con ello, la esperanza de cambio.
Ya veo protagonismos indeseables, descargas de revanchismo contenido, pasiones desbordadas, la mayoría de los voceros no están hablándole a la gente, están tratando de llamar la atención sobre sus personas y expresando su incontenible sed de dominio sobre lo que consideran fue su triunfo personal, no están siendo fríos y calculadores en la situación que los rodea, el enemigo sigue allí, quizás más peligroso que nunca, la crisis se abalanza sobre Venezuela con una fuerza de huracán nivel 5 y posible alerta de desastre, las fuerzas internas de la MUD están perdiendo su objetivo principal y entreteniéndose en una ilusión de poder que está muy lejos de haberse consolidado, la labor del “Chuo” Torrealba, ahora es que empieza, la bomba no ha sido desmantelada, su mecanismo de relojería está intacto y continúa haciendo Tic-Tac-Tic-Tac…

Pero por otro lado, el apoyo popular y mayoritario que recibió la MUD no fue para quedarse con los brazos cruzados, esa mayoría en la Asamblea Nacional otorgada por la voluntad popular es para que se logre el cambio de rumbo que el país reclama, es una herramienta poderosa que las fuerzas democráticas del país deben y tienen que usar para asegurar la institucionalidad y el imperio de la ley.
Se impone un ducha helada sobre los miembros de la MUD, que vuelvan a sus cabales y se den cuenta el terreno donde están pisando, el pueblo de Venezuela y el mundo los está mirando, es el momento de ser delicado, de saber que cable cortar, que fusible desactivar, ahora están bajo presión, los tiempos se agotan, las imprudencias no son permitidas, hacer lo necesario no siempre implica complacer al que más pide.
Hasta aquí los trajo el pueblo pensando en el cambio, ahora está de su parte iniciarlo, sería muy trágico que no lo entendieran. -  saulgodoy@gmail.com







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