miércoles, 9 de marzo de 2016

Catástrofe Ambiental



Ya las señales están presentes, la crisis económica generada por la imposición del modelo comunista en Venezuela está provocando la ruina avanzada de las industrias y el comercio, un Estado centralista y autoritario que se declara dueño del país ahogando las iniciativas de la sociedad civil organizada, una clase política de socialistas corruptos que por dinero son capaces de vender el futuro de sus propios hijos, un aparato de terror de estado que trata de callar las denuncias y alertas de la opinión pública… todo este cuadro del ejercicio del poder irracional está provocando el golpe definitivo a la sustentabilidad de nuestro país.
Tenemos en ciernes la crisis ambiental más severa que el país haya enfrentado jamás, los primeros síntomas están generando zozobra y el gobierno no tiene como evitarla, es más, el gobierno la está acelerando, tanto las crisis del agua potable en los centros urbanos como los apagones de electricidad son apenas el abreboca de lo que la revolución bolivariana nos tiene reservado.
Ya el país está sintiendo la falta del recurso agua, son muy pocas las grandes ciudades del país que cuentan con reservorios apropiados de agua apta para el consumo humano, la razón fundamental de este problema ha sido la reducción de los bosques productores de agua de las cuencas hidrográficas, las erradas políticas de crecimiento urbano, las invasiones incontroladas, la falta de operatividad de las autoridades ambientales que ha permitido la tala, la quema, el uso inapropiado de las áreas protegidas, ha reducido de manera importante nuestra potencialidad acuífera.
Si a esto aunamos los graves problemas de contaminación, principalmente ocasionados por la propia industria petrolera y la mala disposición de deshechos por parte de la población, los acelerados cambios climáticos, la falta de inversión en el sector donde abunda la corrupción y la desinformación, y el mal uso que hace la gente del recurso, hacen que la calidad y cantidad del agua de que dispone la nación para las necesidades de los ciudadanos se esté agotando.
La vía más rápida y sencilla que tiene el gobierno para solucionar la crisis económica que el modelo socialista ha provocado,  es la explotación indiscriminada de los recursos naturales que todavía queda en el país, el signo más desalentador de esta práctica es la reducción acelerada de nuestra biodiversidad, de nichos ecológicos completos como serían las colonias de cedros rojos y otros especies arbóreas en peligro de extinción, los corales y manglares, toda la costa próxima, los bosques lluviosos, el páramo, la selva amazónica, sus grandes cuencas hidrográficas y otros ecosistemas sometidos a la intervención humana.
Hay un hecho significativo, las fallas de la industria de gas doméstico ha provocado que la población vuelva a al consumo de la leña para cocinar, la vegetación media del país se está perdiendo y con ella la desaparición de especies animales autóctonas.
El gobierno que se ha tomado para sí todas las minas de la nación, y las está vendiendo a países para que las exploten hasta el agotamiento, con tecnologías obsoletas y sin ningún control ambiental como serían las concesiones en el arco minero al sur de Venezuela, que se entregan para ser explotadas a cielo abierto a empresas que se especializan en devastar grandes territorios vírgenes.
Esto lo hacen por la necesidad de generar recursos para mantener al gobierno más corrupto e inepto de nuestra historia, por la necesidad desesperada de buscar dinero para financiar  proyectos en otros países, está impactando negativamente muchas regiones, la explotación tipo garimpeiro, de las minas a cielo abierto le hacen un daño particularmente devastador a la tierra, acabando con la posibilidad de sustentar grandes zonas boscosas y cuencas cercanas a los sitios de explotación, dejando a su paso una enorme contaminación y es el caso de las minas de carbón, de bauxita, hierro, de oro, diamante.
Tenemos el preocupante caso de las areneras y canteras de piedra de diverso tipo sobre todo en las playas de nuestros grandes ríos.
Las tierras agrícolas productivas han sufrido la sobreexplotación, el abandono en algunos casos, donde se han dejado perder sistemas de riego completos, el auge que le ha dado el gobierno a la política del conuco, de la mal llamada agricultura urbana, que aparte de improductiva, es el causante de la destrucción de cuanto parque y áreas verdes existan en el entorno urbano, además de fomentar las condiciones de insalubridad para el auge de enfermedades contagiosas, debido a que fomenta el habitat de los vectores infecciosos.
En el caso de la agricultura extensiva, esteros, morichales y la alta montaña están siendo usados indiscriminadamente, el nefasto conuco que es el causante de los 80% de todos los fuegos incontrolados de vegetación cuando llega el verano en el país, la técnica del monocultivo y el uso de terrenos con más de 60% de pendiente están causando un proceso de desertificación grave.
El gran depredador de Guayana, el Gobernador Francisco Rangel Gómez
Venezuela debe estar entre los países con mayor contaminación en sus mares, la costa venezolana es una inmensa cloaca producto de las descargas de efluvios contaminantes que llegan de las grandes ciudades, el tráfico marítimo internacional usa nuestros mares como basurero, la poca vida marítima que queda es sobre explotada por las grandes industrias pesqueras del país y por la eufemística pesca artesanal, lo peor es que la mayor parte de la producción se va para el extranjero.
No existe un esfuerzo serio por ejercer la soberanía en nuestros mares, no hay el conocimiento, ni tenemos la tecnología, ni los presupuestos, ni el recurso humano para siquiera controlar un poco nuestra frontera marítima, por lo que el mal uso de nuestro océano nos traerá problemas internacionales con nuestros vecinos del Caribe, esto incluye un incremento esperado en derrames petroleros debido al tráfico no controlado de tanqueros, del contrabando de extracción, tráfico de drogas y personas, todo esto implica la ruina de nuestros mares.
El Ministerio del Ambiente, el organismo oficial encargado de proteger nuestra integridad natural, fue eliminado de un plumazo para darle paso a organismos que parecen tristes taquilla de permisos para los desmanes del gobierno, la otrora institucionalidad ambiental de la que Venezuela fue pionera y ejemplo en Latinoamérica, ha sido desmantelada para darle paso a la más despiadada y contaminante voracidad por los recursos naturales propios de sociedades arcaicas.
Nuestra integridad ambiental y territorial está siendo pisoteada y burlada por todos los otros organismos estatales, desde el INTI, pasando por PDVSA, el Ministerio de Agricultura y el de Defensa, hacen y deshacen sin consideraciones a la Ley del Ambiente  en nombre de un socialismo abusador.
Los organismos internacionales protectores del patrimonio ambiental del planeta, deben mirar hacia nuestro país y poner orden en esta orgía de devastación, que tendrá consecuencias graves a nivel regional y que atenta contra los grandes ecosistemas del amazonas , el Caribe y la región andina.
En el Poder Judicial el tema ambiental es subsidiario, de tercera categoría, los casos reposan en las gavetas de los tribunales por años, la impunidad es la norma.
El país no tiene capacidad de respuesta ni de control sobre nuestros parques nacionales y otras áreas protegidas, el gobierno de Maduro se ha transformado en una enorme feria retórica, de discursos vacíos, de utopías insípidas mientras detrás de las cortinas, se destruye a todo un país.
Si los venezolanos perdemos la batalla por un ambiente sano y digno, de nada importarán las grandes inversiones en educación, salud y obras… sin ambiente no hay vida, tan sencillo como eso.  –
saulgodoy@gmail.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario