lunes, 30 de mayo de 2016

De cómo nos robaron el queso


Bajo el esquema de las empresas mixtas en la industria petrolera, el mago de las finanzas subterráneas, Rafael Ramírez, hoy radicado en New York con un cargo diplomático, es el hombre que maneja el negocio petrolero del país, no contento con esto, está aplicando la misma fórmula organizativa en todas aquellas actividades que tengan algún valor o signifique riqueza en nuestro país, especialmente las del llamado Arco Minero.
Puesto en palabras comprensibles, ha desarrollado una muy básica versión del esquema organizativo que siguieron muchos países comunistas, al momento del derrumbe de los gobiernos detrás del muro, es decir, en Rusia, China, los países de los Balcanes, Alemania del este y otros que se vieron arropados por los cambios políticos y económicos que se produjeron con la caída del socialismo real, sus más altos funcionarios y figuras políticas tomaron posesión de las principales industrias y negocios de los países, y se hicieron los nuevos dueños de esas empresas, por medio de un proceso de privatización que impusieran a trocha y mocha, en muchos casos por medio de la violencia.
Digo que la idea es muy básica ya que, ni es original y tiene años dando la vuelta en nuestra empresa petrolera como un complemento a lo que eran los antiguos Convenios Operativos con los cuales las empresas de servicios, principalmente extranjeras, asistían a PDVSA con sus operaciones de rutina; cuando quedó claro para nuestros socialistas endógenos que necesitaban ponerle la mano a ese inmenso chorro de dinero del petróleo, y privatizarlo para el beneficio de los más importantes revolucionarios del país, Ramírez simplemente tomó prestada la idea y la desarrolló según sus necesidades y visión.
El resultado fue una compleja maraña de empresas mixtas que han dejado a PDVSA sólo con el cascarón vacío y las deudas, para transferirle a la plana mayor del PSUV la mayor tajada del negocio: las infraestructuras, los campos petroleros, los convenios operativos, las operaciones de venta y colocación del crudo y sus productos, es decir, el lomito, lo más extraordinario de esta movida, es que la revistieron de un interés social, se arroparon con la bandera nacional y convirtieron esta operación de apropiación de nuestro principal negocio, en una cruzada por el interés de la patria, o sea, el de ellos.
Es el mejor negocio del mundo ya que el político criollo no aporta un centavo, se asocia con las empresas extranjeras que siempre han trabajado para sacar el petróleo, asocia a un sin número de personas claves para que el negocio no tenga problemas (incluyendo personeros de la oposición, empresas de los países socios en el hemisferio con el fin de asegurar sus votos en los foros internacionales a favor del gobierno venezolano), incluye a los trabajadores en una mínima porción (los sindicatos controlados por el PSUV), y lo principal, se hace socio del estado venezolano, donde somos todos nosotros, los que realmente corremos con los gastos y los riesgos de estas empresas sin percibir un centavo.
Permítame ponerlo de esta manera, por medio de la figura de las empresas mixtas y de toda la legislación creada para hacerlas posible, tal y como hoy operan, nuestro petróleo tiene nuevos dueños entre quienes se encuentran, Rafael Ramírez, por supuesto, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, José Vicente Rangel, la familia Chávez (no toda, sólo los más privilegiados), un exclusivo club de militares de alto rango, Fidel y Raúl Castro, Eulogio del Pino, Alí Rodriguez Araque, Jorge Arreaza, entre muchos otros.
A estas personas cada cierto tiempo le depositan en sus cuentas personales cientos de millones de dólares en el extranjero, por concepto de ganancias como socios privados de las empresas mixtas y sin que el SENIAT tenga nada que ver.
La mayor parte de estas empresas están registradas en el extranjero bajo la fachada de compañías de inversiones, despachos de abogados, empresas de servicios, etc., que religiosamente cobran en divisas sus ganancias legítimas del negocio, aportándole al país una suma en dólares que ahora pueden vender sin muchas pérdidas, gracias al siempre en alza del dólar del Dicom.
Para los que no lo sepan, estos nuevos dueños del petróleo están obligando al país a vivir con un bolívar super devaluado para favorecer sus inversiones petroleras, estamos financiando el bajón petrolero para que ellos puedan hacer las inversiones necesarias y consolidar sus posiciones en el mercado petrolero, no arriesgan nada, tienen al país sufriendo calamidades y viviendo de aire, para ellos seguir cosechando petrodólares.
El tipo de cambio Simadi ya sobrepasó los 500 Bs. por dólar, pero vaya usted a ver si puede acceder a ese cambio y no hay, todo está reservado para las empresas mixtas, y como nos lo restriega en la cara el Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría (si, uno de los socios y responsable de este juego diabólico de las empresas mixtas) que las demás empresas privadas gasten sus dólares, lo que hay en el Simadi es sólo para los chavistas jugando a ser empresarios, igual sucede con el Viceministro para el área económica Miguel Perez Abad, quien declaró recientemente que este cambio es sólo para captar divisas ¿Adivinen para qué?
Esta es la causa de que tengamos en el ranking de los multimillonarios del mundo, a un exclusivo club de socialistas venezolanos, entre las que destaca María Gabriela Chávez, mencionada por la revista Forbes, como una de las mujeres más ricas de Latinoamérica, y estoy seguro que la fortuna consolidada de Rafael Ramírez, diluida por motivos de seguridad entre un sinfín de empresas, fundaciones, personas interpuestas, ONG’s, en una tupida ingeniería financiera que abarcan los cinco continentes, para evitar el seguimiento de las autoridades fiscales y policiales del mundo, lo hace uno de los hombres de mayor fortuna del planeta.
Ramírez se dedicó en cuerpo y alma en armar esta superestructura organizativa con el Plan de Negocios de PDVSA 2005-2012, siempre ocultando sus verdaderos propósitos detrás del supremo interés de la nación, no había nada más importante para Chávez que sus dos hombres de confianza en materia petrolera, Araque y Ramírez, le sirvieran en bandeja de plata el petróleo venezolano como la meta suprema de su revolución.
Es muy significativo que los más duros de los marxistas en el gobierno (Araque, Ramírez, Luzardo) fueran quienes montaran esta estratagema donde no escatimaron el talento de técnicos de primera línea en las áreas de finanzas, economía, petróleo, abogados corporativos, expertos en políticas públicas y contrataciones, lo más granado de los planificadores estatales del BCV, PDVSA, SENIAT dedicaron su preciado tiempo a desarrollar cada fase del proyecto.
El negocio es como sigue: PDVSA se queda con el 51% de la empresa a la que se le asigna un campo petrolero que varían en tamaño y localidad (en occidente, oriente, mar afuera si es gas, etc., con reservas probadas o en fase de exploración), el inversionista nacional (muchas empresa afiliadas a Fedeindustria) se busca su alianza estratégica con una empresa reconocida en el negocio (las de siempre), que son las que verdaderamente hacen el trabajo, ese 49% que va a manos privadas se reparten en una compleja gama de accionistas que garanticen en el país y fuera, que el negocio funcione, es decir, que se saque el petróleo de la tierra y se venda sin ningún problema.
Empresas como Petrovietnam, Petromacareo, Petromonagas, Petrosuata, Petrocaribe, PVSA Cuba, y otras tantas “petros” que conforman las empresas mixtas, levante usted solo un poco la piel de estas asociaciones y se encontrará que son empresas como Total, Chevron, Rusneft, ONGC, YPF, Repsol, Vincler, Suelopetrol, Shell, BP, ENI, China National Petroleum, Petrobras, Teikoku Oil y otras, las que hacen el trabajo productivo, de resto tienen algunas empresa nacionales que tratan de producir algunos componentes nacionales y una gran cantidad de rémoras, de burócratas y directivos del PSUV y de las FAN, que garantizan la tranquilidad del negocio, que todo fluya como debe ser, son los nuevos dueños de nuestro petróleo.
PDVSA recibe el 51% de las ganancias (una vez establecidos y descontados los costos de producción), la empresa le vende esos dólares al gobierno de acuerdo a la taza del Dicom, la cual están engordando y solo es para el uso exclusivo del chavismo, para que el gobierno reciba más bolívares para que pueda afrontar sus altos gastos de funcionamiento y programas sociales, el 49% de las ganancias se quedan afuera, sin pasar nunca por el país ni ser supervisadas.
De esta manera hemos perdido soberanía petrolera, ese 49% que para un accionista venezolano representan cheques de 200 y 300 millones de dólares trimestrales, es la manera como se nutre la corrupción en el país, a estos inversionistas venezolanos, muchos de ellos aprovechando estas fabulosas ganancias, las reinvierten en un país en crisis y con alta inflación, comprando otras empresas, tierras, bienes muebles, bancos, medios de comunicación, personas y dignidades, decisiones políticas, acallando investigaciones, desviando la atención y excusando este robo armado como un gran negocio para el país.
Es poco probable que las fuerzas políticas de la oposición investiguen esta delicada situación, algunos de sus personeros están en nómina, cuando no son socios de algunas de estas empresas, lo máximo que hacen es investigar irregularidades en la compra de insumos que hacen estas empresas mixtas, pero aunque esta situación es harto conocida en el seno de la Asamblea Nacional, nadie ha dicho ni pio.
Pero ya desde hace algún tiempo las autoridades norteamericanos han estado investigando este inmenso pastiche de negocios, que se confunden con los del narcotráfico, con la corrupción rampante del país, con el financiamiento a la subversión latinoamericana, con el financiamiento a campañas políticas en el continente, con actividades anti norteamericanas, con el terrorismo y todas esas debilidades anti capitalistas, anti sionistas, anti iglesia católica, anti occidente y anti democráticas, que muchos de estos personajes se complacen en montar para preservar su poder y medios de vida.
En cualquier momento cae Ramírez en manos de las autoridades norteamericanas, como mencionamos, vive actualmente en la cuna del imperio y a quien lo van a confrontar con una enorme cantidad de evidencias, nombres, organizaciones y cuentas de las cuales, apenas se han filtrado algunas pistas que llevan a este mega guiso petrolero.
Si alguien pregunta ¿Dónde están los reales de los venezolanos? ¿Por qué PDVSA está quebrada? ¿Por qué Maduro no entrega el poder a pesar de su gran rechazo? Venezuela se encuentra en el limbo debido precisamente para terminar de atornillar estos acuerdos y empresas, el estado de conmoción que pretende Maduro para militarizar al país, es para hacer definitivo esta transferencia de nuestras riquezas a este cúmulo de empresas piratas que nos están chupando la sangre.
Recuerden que el que lleva los números y a dónde conduce los rastros de papel y digitales, es a nuestro flamante embajador en la ONU, Rafael Ramírez, mientras tanto, sigamos pasando hambre y manteniendo a los nuevos dueños de nuestro petróleo, que esto se pone bueno.  –
saulgodoy@gmail.com







No hay comentarios:

Publicar un comentario