lunes, 23 de mayo de 2016

El mago



Todo buen mago sabe, que para que un truco funcione, debe dirigir la atención de su público hacia otro punto que no sea donde se desarrolla el acto de magia, esto, para que no se dé cuenta de la sustitución, aparición o cualquier otra manipulación que el ejecutante necesite para sorprender a su espectador con la ilusión de que hizo algo imposible, si lo logra, el truco tiene su efecto.
Este acto de ilusión tiene su centro en una maniobra distractora cuyo fin es que no se enteren de lo que tu otra mano hace.
El chavismo se ha caracterizado desde su nacimiento en este montaje del engaño, desde que Chávez y su socialismo del siglo XXI hicieron su aparición no han dejado de mostrar un show para que la gente no se dé cuenta de sus verdaderas intenciones.
Chávez montó su carpa de circo en torno a un movimiento justiciero, populista y socialista que atrajo a mucho animal de uña, principalmente corruptos, negociantes inescrupulosos, que bajo la apariencia de emergencias nacionales, aparecieran como contratistas para hacer “negociados” que le permitieran montar una fachada de un gobierno supuestamente democrático ocupándose de resolver los graves problemas de una nación.
Pero la verdad era otra muy distinta, la creación de un presupuesto paralelo, de una economía subterránea e ilegal, de una inmensa lavadora de dinero sucio que le permitiera no solo financiar movimientos subversivos en la región, sino comprar políticos, pagar campañas electorales, fundar partidos que replicaran este movimiento revolucionario en otras tierras, comprar alianzas, abrir puertas, pagar ejércitos guerrilleros, armarlos, proteger a sus líderes, financiar sus operaciones.
Venezuela en muy poco tiempo se convirtió en el centro de operaciones de muchos de los movimientos terroristas del mundo, en estos últimos 17 años, toda organización que tuviera como misión la destrucción de la manera de vida de los norteamericanos, de la seguridad y la estabilidad de los EEUU y occidente, tenía en nuestro país una base de operaciones, amigos y dinero para la continuación de sus propósitos, y de esto hay un largo y muy documentado historial.
Este despropósito tenía un estratega y un jefe y su nombre era Fidel Castro, y Fidel contaba con un operativo que prestó su imagen y su país a la causa revolucionaria, ese hombre era Hugo Rafael Chávez Frías, quien en muy poco tiempo se convirtió en una figura mundial y cometió el error (entre otros muchos) de competir como el sucesor de Fidel.
Este protagonismo de Chávez molestó de tal manera a La Habana, que planificaron y ejecutaron su muerte, esto lo llevaron a cabo gracias a la cercanía y la confianza que tenían en su corte, además Cuba disponía de adelantos importantes en la medicina aplicada a la guerra, sobre todo a la bacteriológica y de enfermedades altamente agresivas, como parte del legado que le dejó la KGB al G-2 cubano.
El plan era conceptualmente sencillo, el de un mago, eliminamos a Chávez encubiertos por una enfermedad mortal y ponemos a Maduro, un indocumentado fanático de los intereses de la revolución cubana, todo bajo el disfraz de una transición democrática con elecciones y todo lo demás. Fidel pensó- nos traemos al Comandante a la isla para “terminarlo” y dejamos a nuestro agente Nicolás Maduro en Venezuela, para que acelere la penetración del narcotráfico, destruya a sus FFAA y anarquice el país con represión, hambre y miseria, como el petróleo fue neutralizado como principal proveedor de recursos, había que sustituirlo por otra fuente.
Uno de los inconvenientes de convertir a Venezuela en una plataforma mundial del terrorismo y la subversión, era que igualmente atraía a uno de sus negocios subsidiarios y quizás el elemento más peligroso en la ecuación del crimen, el narcotráfico.
El narcotráfico entra en el país vía las FARC y el ELN del cual se sustentan para generar recursos financieros, se hacen los contactos con los demás carteles de la droga en el continente y en muy poco tiempo Venezuela se convierte en el centro distribuidor más grande del mundo, esto no hubiera sido posible sin el concursos de nuestras FFAA a quienes los carteles asimilaron como asociados en el negocio, y fue de esta manera, como el veneno del dinero fácil y en dólares, minó las resistencias morales de la alta cúpula militar y se convirtieron en protectores del tráfico de la droga.
Por supuesto, con los más altos militares involucrados en posiciones importantes del gobierno, no era de extrañar que la droga y el dinero sucio que generaba el tráfico, contaminaran incluso la presidencia de la república, y es por ello que tenemos el triste espectáculo de los “narcosobrinos”, que no es sino la prueba más palpable de que la corrupción hizo metástasis en el gobierno de Maduro.
Que no le quepa la menor duda al pueblo de Venezuela, el gobierno de Maduro es el gobierno del narcotráfico, tenemos a unas FFAA trabajando y haciéndole el trabajo sucio a los grandes carteles de la droga mundial, a falta de los dólares petroleros, buenos son los dólares de la droga para alimentar la inmensa corrupción que han generado en el país a nivel continental.
Y en este proceso de destrucción de nuestra democracia debo llamar la atención sobre las acciones del gobierno del presidente Obama, quien de manera calculada y muy consciente, prefirió sacrificar a los venezolanos a favor de su supuesto legado, donde dejaba los puentes tendidos con Cuba, su archienemigo por tantas décadas, como vitrina de una política exterior que quiere hacerse pasar por exitosa, pacífica y ecuménica, dejando activada la bomba de Venezuela y el sufrimiento de 30 millones de ciudadanos que confiamos en el buen juicio del Sr. Obama.
Pero ha quedado demostrado que Raúl Castro se comporta como el gallo de Latinoamérica, y quiere hacerle ver a los norteamericanos que sin su concurso la región podría volver al caos y está chantajeando a Obama, especialmente con Venezuela, donde está generando una situación de orden regional grave para la seguridad de los EEUU, sobre todo porque toda la ramificación operativa, financiera y de narcotráfico se encuentra intacta en nuestro país, pero ahora convertida en gobierno.
Venezuela en un barril de C-4 a punto de estallar y con resultados que van a salpicar incluso a Europa, sumida como está en graves problemas existenciales.
Cuba no ha dejado de ser el más grave problema de seguridad regional de los EEUU, al contrario, esta apertura hacia la isla por parte de Washington los ha envalentonado para hacer su comportamiento aún más agresivo, mientras exista esa relación parasitaria entre Cuba y Venezuela no habrá paz en nuestro continente.
Maduro, producto de su propia incompetencia y de la inviabilidad de su proyecto de gobierno, ha llevado al país al borde de una grave crisis humanitaria, con sus últimas medidas de gobierno, desconociendo a la Asamblea Nacional, al voto popular, declarándose dictador por medio de un decreto de emergencia donde se suspenden todas las garantías, procediendo con las FFAA al control de la población con el uso de las armas de guerra en operativos y movilizaciones, poniendo a la población al borde de una hambruna.
Maduro se ha colocado fuera del orden internacional y si no hay una respuesta efectiva y coordinada de las naciones del área, incluyendo la de los EEUU, Venezuela podría convertirse en el sueño de Chávez, un nuevo Vietnam de los tiempos de Ho Chi Minh, con lo cual, todo el futuro de América del Sur se iría por el drenaje y los EEUU, tendría que construir el muro que tanto desea Trump, para aislar a su país del resto del mundo.  -  saulgodoy@gmail.com








1 comentario:

  1. Un análisis certero. Lamentablemente, la prensa internacional y, lo que es más grave, las cancillerías internacionales, se niegan a reconocer lo obvio y actuar en consecuencia. Y, hoy en día, no hay petrodólares que lo expliquen.

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