sábado, 15 de julio de 2017

La violencia sexual y la Guardia Nacional


Es preocupante la escalada de violaciones y otros delitos sexuales en contra de la mujer venezolana, de las jóvenes estudiantes, por parte de funcionarios de la Guardia Nacional, que son apresadas en las calles por protestar el mundo infernal en que Nicolás Maduro a convertido a nuestro país.
No contentos con golpearlas salvajemente, insultarlas, vejarlas, una vez ilegalmente detenidas, las desaparecen y las violan lejos de las miradas incómodas de sus superiores y otros detenidos, a algunas de estas venezolanas le han introducido objetos en sus partes intimas para satisfacer bajos instintos, las desnudan y las humillan, algunas de ellas aún siendo menores de edad.
A estas mujeres venezolanas heridas y aterrorizadas por las huestes del General Padrino López, les roban sus pertenencias, les extravían sus documentos de identidad y las obligan a punta de pistola a ser manoseadas por estos cancerberos del régimen del socialismo del Siglo XXI.
Estos militares simplemente reducen a nuestras muchachas a objetos de sus desviaciones, bestializan la relación ciudadano-autoridad y borran definitivamente la palabra humanidad de sus actos, creando traumas imborrables en las vidas de unas venezolanas que algún día serán esposas y madres de alguien, de la misma manera que estos energúmenos vestidos de uniforme tienen hermanas, novias, esposas o madres y en medio del fragor de la represión inhumana ordenada por sus jefes, olvidan sus orígenes y destruyen para siempre la inocencia de nuestras niñas valientes que salen a defender un futuro.
El simple hecho que estos actos bestiales ocurran ya indican la lenidad y la corrupción que vive esa institución, que en estos últimos 100 días se han ganado el desprecio y la ira de millones de venezolanos que ven impotentes cómo este comportamiento digno de esbirros castristas en Cuba, es copiado en la patria de Bolívar, utilizando su nombre y blasón como excusa para insultarnos de mil maneras y para llenarnos de odio.
La lógica del terror que aplican tanto para las torturas, asaltos a residencias y violaciones es la de inducir miedo en la población bajo el esquema del terrorismo de estado, llevar a los ciudadanos al silencio y a la sumisión absoluta para que el régimen haga lo que le dé la gana con la nación y sus riquezas, se trata de advertencias y ejemplos, lo más públicos posibles,  para que la gente se entere de que no deben protestar, denunciar o contradecir lo que el chavismo dice o hace bajo pena de muerte… o peor.
Tanto Chávez como Maduro trabajaron con tesón y constancia para provocar cambios importantes en las instituciones de modo de llevarlas a su definitiva disolución, descociendo la fibra moral de cada una de ellas, introduciendo la política bastarda que los caracteriza, una política primitiva que se resuelve en base al favor, al compromiso con el jefe que brinda oportunidades de ocupar cargos que de otra manera jamás pudieran alcanzar a personas sin las condiciones profesionales, éticas y cívicas.
Esto lo hicieron gracias a la ideología socialista, esa que apunta a la igualdad de las personas sin importar sus condiciones, a un supuesto humanismo lumpen donde lo importante era satisfacer el resentimiento social del pobre contra el rico, del analfabeta contra el que sabe leer y escribir, el que no tiene nada contra el que todo lo tiene, una enconada forma de justicia social proclamada y desfigurada por quienes creen que se trata de un mandato divino, de esa ley histórica que proclama la dictadura del proletariado y un paraíso en la tierra.
Las FFAA fueron su principal bastión y porque Chávez era militar y despreciaba a la institución, se propuso destruirla haciendo los cambios necesarios, inutilizando a los hombres y mujeres probos, pasando a retiro todo aquel que se opusiera a su designio, poniendo preso a sus enemigos y quienes trataron de detenerlo, comprando las conciencias de los más débiles moralmente y llenando las FFAA de hombres y mujeres desalmados, ruines y menesterosos, que obedecían al amo sin cuestionarse la orden.
De esta manera fue como, en especial, la Guardia Nacional se convirtió en un antro de narcotraficantes, contrabandistas, lavadores de dinero, torturadores, asesinos, secuestradores y violadores, no tener méritos era el mérito más buscado, ser un cobarde y un matón se convirtieron en virtudes.
Cuando llegó el mandato de Maduro, las FFAA estaban convertidas en la imagen y semejanza del ejército cubano, una tropa de mercenarios al servicio del Comandante en Jefe, sin ninguna consideración por valores patrios ni por respeto a la vida humana, su tarea era obedecer sin importar el costo, ellos eran las armas de la revolución, no del país de Bolívar, sino el de Chávez y Maduro, no al servicio del pueblo sino sus controladores, no con respeto a la constitución sino para desconocerla, donde sólo importa el dinero que tengas, las drogas y el alcohol que consumas y las mujeres con las que cohabites, muy al estilo de aquel ejército de asesinos al mando del Viejo de la montaña, el legendario Hasan-i Sabbah y su fortaleza de Alamut.
Durante recientes disturbios en la parroquia del Valle en Caracas, los Guardias Nacionales le gritaban a las mujeres que golpeaban sus cacerolas en señal de protesta por la presencia de los uniformados armados:”Putas, las vamos a violar a todas”, era el nuevo grito de guerra de estos torvos especímenes de nuestras Fuerzas Armadas quienes su sola intención era acabar con la insurrección popular en contra del régimen oprobioso del hambre, la miseria y la muerte que el ciudadano colombiano Nicolás Maduro le había impuesto al pueblo de Venezuela.
La Guardia Nacional, dirigida por un alto mando donde se confundían los hombres más buscados por la justicia internacional, representantes de los carteles de la droga de Las FARC, de Juárez, de Los Soles, representantes de empresas explotadoras del oro, el diamante, el coltán, el thorium y otros minerales estratégicos, los jefes del contrabando de gasolina para Colombia y el Caribe, los que controlan el contrabando de alimentos, de aparatos de la línea doméstica y electrónica, los directores de las empresas mixtas petroleras, de algunos bancos y empresas de seguro, de agencias de real state en los EEUU, todo un consorcio de intereses crematísticos para un grupete de privilegiados en uniforme, que no quieren soltar su presa otorgada generosamente por Raúl Castro en Cuba, con tal y le mantengan los 100.000 barriles de petróleo diarios que salen para esa isla, con esas lacras es que algunos expertos negociadores de la oposición democrática quiere sentarse a negociar, bajo la consigna de que “todo es negociable”.
No sé, pero yo en lo personal jamás podría sentarme a negociar con los violadores de mis hijas, todo lo contrario desearía la peor de las muertes para ellos, pero total, no soy un político.   –
saulgodoy@gmail.com




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