La
que fue Secretaria del Departamento de Estado en tiempos de la presidencia de
Ronald Reagan, Jeanne Kirkpatrick, dijo en su discurso sobre los valores de esa
administración en cuanto a la política exterior de USA (1983) lo siguiente:
No solo es posible que una civilización
democrática, próspera, avanzada tecnológicamente haya sucumbido a otra
marcadamente inferior en riqueza y calidad de vida. Esto ha ocurrido más de una vez en la
historia. El factor decisivo en la
ascensión y caída de las naciones es lo que Maquiavelo llamaba virtu, que era la vitalidad y la
capacidad que se tenía por una acción colectiva. En la batalla en contra del totalitarismo,
una sociedad libre tiene enormes ventajas de las que todos estamos claros. Pero sin esa voluntad política de no solo
sobrevivir, sino prevalecer, estas ventajas no cuentan.
Pues creo que Venezuela se encuentra precisamente en
ese momento crucial, pero nos frena un problema, nuestra dirigencia política no
cree que el país se encuentre en peligro y, por lo tanto, no es necesario el
llamado a esa movilización; no quiere ni convocarla ni dirigirla, tiene miedo.
Aunque el pueblo está dispuesto a la acción en modo
de virtu, y lo ha demostrado con
creces, tenemos a unos políticos con el rabo entre las piernas, predicando la
no violencia en medio de una guerra de exterminio del gobierno contra los
ciudadanos.
La MUD ha demostrado su incapacidad de dirigir los
destinos de la sociedad civil, esa unión de partidos políticos tiene otra
agenda que no es el interés por derrotar de una vez por todas a la dictadura de
Maduro; lo que hizo, mal que bien, fue concretar un entente con el régimen,
pero se niega a darle la estocada de gracia que, todos lo sabemos, tiene un
costo.
La política que ellos entienden es muy corta en
objetivos: elecciones y administración de espacios públicos, bajo el sempiterno
empuje del clientelismo político, y el uso de los fondos públicos (lo que les
toque) para mantener sus estilos de vida, pero más allá, nada… no quieren ni
enterarse.
Y eso es muy peligroso, pues nos encontramos frente
a un enemigo despiadado, no tan poderoso, porque la comunidad internacional se
ha encargado de debilitarlo, no tan unido, pues sus propios errores lo han
hecho detestable, aún para una parte importante de sus seguidores.
El problema que tenemos es que, por estar
reafirmando la unidad, por apuntalarlos en la dirección de nuestros esfuerzos,
no nos hemos ocupados de tener una dirección alternativa que motorice ese virtu que todos estamos dispuestos a
dar, y con más razones cada día que pasa (incluso, habría que contar con un
centro de comando y control alternativo en caso de que todos estos dirigentes
caigan presos de la ilegítima Asamblea Constituyente).
Ellos insisten en salidas negociadas, en política de
salón, en elecciones… y pareciera que no se dan cuenta del enorme peligro que
la nación entera está corriendo, de que el contendor es un monstruo asesino y
tramposo, que no le importa seguir destripando gente en la calle, matarnos de
hambre y continuar en esta ordalía, que, a falta de algo mejor, le conviene que
se apacigüe la calle, que baje la protesta. Y es tan así que, en este limbo en
que estamos, en esta falta de acción por parte de la oposición, el chavismo ha
seguido avanzando en sus pretensiones totalitarias, mientras nosotros
retrocedemos.
La situación que yo observo es la siguiente: la MUD
no quiere salir de su zona de confort, porque cada vez que ha puesto un pie
fuera de ella recibe castigo de la dictadura, los victimizan, los agreden,
ponen presos a sus factores, desconocen sus acuerdos y autoridad, prácticamente
se ha convertido en un rehén del chavismo, disfrazado ahora de Constituyente
comunal gracias a uno de los trucos peor ejecutados en la historia política de
nuestro país, pero con ese disfraz pretenden forzar una realidad creada por los
expertos políticos de La Habana, obligar a los venezolanos a aceptar lo
inaceptable, convertirnos en esclavos de los cubanos.
Afortunadamente, nuestros aliados internacionales,
liderados por los EEUU, están poniendo la presión contra la Constituyente
comunal, que es ilegítima; los países que importan en occidente, uno por uno,
han desconocido la pretensión de Maduro de acabar con el estado de derecho y la
democracia en nuestro país.
Pero el problema fundamental es que la MUD ni
renuncia a sus fueros ni delega, pretende quedarse como directores de las
acciones políticas de la sociedad civil organizada y tomarse la situación con
soda, con toda la calma del mundo, como si el pueblo de Venezuela tuviera el
tiempo y las condiciones de aguantar la hambruna y el abandono a las que el gobierno
nos tiene sometidos.
El problema fundamental es que tenemos una Asamblea
Nacional que ha sido reconocida por la comunidad internacional como el único
interlocutor válido y legítimo de nuestro país, y me temo que sus directores,
quienes son a su vez los principales representantes de estos partidos
coaligados en la MUD, fueron por quienes votamos en la creencia de que
llevarían hasta sus últimas consecuencias las acciones que habíamos iniciado
para desalojar del poder al régimen de Maduro… pero des[pu[es del arranque de
caballo vino una parada de burro.
El tema de las elecciones regionales les hizo
cambiar el programa de acción que llevábamos, aunque hicieron un referéndum con
tres preguntas y los venezolanos acudimos a las urnas a votar por unos términos
muy claros, sacar a Maduro de Miraflores, nombrar nuevas autoridades e
involucrar a las FFAA para darle punto final al narco-estado.
Se eligió a los nuevos magistrados del TSJ, pero se
hizo de la manera más torpe posible, de forma abierta, no a la sombra, como
toda persona inteligente hubiera esperado que se hiciera, en medio de un terrible
cuadro de represión policial, por lo que a nadie sorprendió que de inmediato se
librara una persecución contra estos ciudadanos, que habían prestado sus
nombres para ser postulados y escogidos para ocupar esos cargos tan vitales. El
resultado: una estampida, varios magistrados presos y otros al exilio.
¿A quien se le ocurre hacer una jugada tan torpe? ¿O
es que no tenían idea de con quién estábamos tratando?, un gobierno de sombra
es, por definición, un gobierno clandestino, que delibera fuera del alcance de la
dictadura. Luego hubo el incidente en el fuerte Paramacay, en el estado Aragua,
y como sus protagonistas fueron capturados, por nada menos que la policía del
Municipio Sucre de Caracas, en manos del Alcalde Ocariz, perteneciente al
partido Primero Justicia que preside Julio Borges, el presidente de la actual
Asamblea Nacional, los entregaron a la dictadura.
A todas estas, la calle se enfrió, o mejor dicho, la enfriaron; el asunto de las
elecciones ocupó todo el tiempo y la atención de la MUD y aquel mandato del
pueblo a la AN se disolvió en el aire.
Pareciera ser la intención de la MUD y la AN obligarnos
a aceptar sus términos; todo luce a que tienen una negociación con el gobierno
de Maduro, justo en medio del caudal de sanciones que del exterior le están
imponiendo a su gobierno, de los ejercicios militares que se están produciendo en
la región, de las amenazas de una intervención por parte de Washington, de las
posiciones duras que se están sumando en todos los foros multilaterales en
contra del gobierno corrupto…
Estamos jugando un ajedrez muy complicado; nuestro
contrincante está auxiliado por el G-2 cubano, experto en este tipo de
marramuncias, la dictadura está tratando de desmotar la presión internacional y
está utilizando a sus fichas desde hace ya un tiempo, el suficiente para darnos
cuenta de la inconsistencia de nuestra dirigencia política, hemos notado la
falta de coherencia y de compromiso con la oposición democrática y tratando de
lavarle la cara a los criminales que nos mal gobiernan… diera la impresión de que
esos dirigentes de la MUD le tienen miedo a gobernar, que prefieren la
sumisión.
Todo lo que tenemos delante de nuestros ojos no es
lo que parece, ya de nuevo está rodando la especie de que todo el malestar en
la oposición es para destruir la unidad, para hacer fuerte al régimen, para que
los demócratas perdamos las esperanzas… como en una novela de espionaje, todo
es un juego de espejos, de puestas en escenas, de coartadas para confundir,
para lograr efectos y cortinas de humo.
Estamos jugando con el mismísimo demonio, hay
demasiado en las apuestas, la vida de nuestro país, nuestros hogares y futuro
dependen de las manos de esos jugadores; mi pregunta, ¿Seguimos confiando en
Julio Borges, en Ramos Allup, en todos esos partidos y dirigentes que, por perseguir
la quimera de unas elecciones, son capaces de vender hasta a su madre?
A mí me parece harto sospechoso la voltereta que dio
la MUD, reconociendo la legitimidad del CNE, luego de la campaña en su contra, y
que una buena parte de la AN no
asistiera a la discusión del asunto Oderbrecht; también me huele mal la insistencia
de Maduro en llevar a ciertos dirigentes de la oposición a unos juicios por
traición a la patria, algunos de los cuales, sabemos, gustan de las
negociaciones en secreto… parecieran ser medidas para fortalecer ciertas
reputaciones como enemigos del chavismo, cuando en realidad están de su lado.
Debido a todas estas circunstancias tan
desventajosas para la oposición no nos queda otra que iniciarnos en el arte y
la ciencia de la clandestinidad, de operar por debajo del radar del régimen
para no ser detectados y hay ciertas reglas, muy simples, que debemos seguir
para alcanzar el objetivo de organizar de manera segura nuestras acciones, sin
que el enorme y primitivo aparato de inteligencia del gobierno se entere,
recuerde estas simples instrucciones son sólo para planificar y ejecutar
acciones pacíficas, constitucionales y de resistencia no violenta.
1-
La
primera, nunca le dé información al gobierno sobre su persona o familia, como
todos sabemos los cubanos están colectando nuestra información privada con el
propósito de controlar nuestras vidas (están manejando los órganos de identificación
y extranjería, y todos los registros públicos, igualmente manejan censos, catastros,
encuestas familiares), y es por medio de las oficinas públicas y nuestra
documentación personal que lo logran en una primera instancia, haga como ellos,
ponga todos sus bienes en nombre de terceros y tenga acceso a varias
identidades.
2-
No
utilice la red de comunicaciones disponible (telefonía, internet, cable,
correos, encomiendas, etc.) para tratar asuntos políticos, si tiene que hacerlo,
hágalo en clave, sea muy breve, utilice otros aparatos que no sea el suyo,
disfrace sus envíos, actúe como si estuviera siendo intervenido, nunca lleve
celulares consigo a reuniones secretas, utilice los teléfonos públicos.
3-
Organícense
en células, pequeños grupos de cinco o seis personas, donde sólo uno, el jefe,
esté en contacto y conozca a la célula superior inmediata, no utilicen sus
nombres sino apodos, hagan un chequeo de seguridad a nuevos miembros y póngalos
en cuarentena por un tiempo hasta probar su lealtad. Tenga dentro de sus planes
lugares seguros donde reunirse, donde esconderse en caso de emergencia, rutas
alternas de salida y a quien contactar en caso de dificultades, hay libros
escritos por comunistas como el Che Guevara , Mariateggi, Mao Tse Tung y otros,
que son literatura abierta, que enseñan cómo organizarse en la clandestinidad.
4-
Utilice
la desinformación, haga creer que va o está en lugares diferentes a los que
realmente pretende o se encuentra, utilice la rutina de decirle a la gente de
su confianza solo lo que deben saber para que puedan operar efectivamente,
cuando detecte a un Patriota Cooperante en su comunidad (un espía del gobierno)
no lo descubra ni denuncie, utilícelo, dándole información “basura” o planes
falsos, preferible es conservar al espía descubierto que ya sabe quién es, a
que se lo cambien y tenga que empezar por averiguar quién es el nuevo espía.
Con estas simples directrices pueden empezar a armar
una red segura en su comunidad, recuerde que en este juego en contra de la
dictadura lo más valioso es la información, por lo que debe asegurarse de que
esa información es real; estamos viviendo en un estado de excepción, con un
régimen militar en manos de fuerzas extranjeras de ocupación, el enemigo quiere
controlarnos y si no puede, va a tratar de destruirnos. Tanto la constitución nacional como nuestro
derecho a la supervivencia nos autorizan a hacer lo posible por restaurar el
orden democrático y expulsar al enemigo de nuestra patria.
Estamos a tiempo, contamos con gente capaz y
valiente, allí están María Corina Machado multiplicándose por el país, hablando
valientemente y con claridad, pero también tenemos, lamentablemente, tras las
rejas, pero en ejemplo de gran dignidad y fortaleza a Leopoldo López y Antonio
Ledesma y hay muchos otros que como ellos no se doblegan, hay maneras de salir
victoriosos de este trance, pero tenemos que decidir a movernos con rapidez y
sigilosamente. La palabra la tienen nuestros verdaderos luchadores por la
libertad. - saulgodoy@gmail.com
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