miércoles, 25 de octubre de 2017

Exceso de “burdel” puede ser nocivo para la salud


Hay una expresión en Venezuela, que para atribuirle a una persona esa sabiduría mundana, que sólo se adquiere en las calles y que supuestamente afina los sentidos en el trato con los demás, en especial con los adversarios, y que si se carece de ella es una desventaja, sobre todo en política, donde hay que estar continuamente negociando, cuando no se tiene esta condición se dice que a la persona “le falta burdel”, es decir haber estado repetidamente con prostitutas en casas de citas, donde acuden los machos que deciden y se aprenden los trucos del oficio.
A Ramos Allup, el presidente del Partido Acción Democrática (AD), una persona de edad avanzada, pero aún vital, poseedor de una retórica agresiva y florida, y con pretensiones presidencialistas, se le endilga con esa supuesta ventaja de tener la dosis correcta de burdel, suficiente para hacerle frente a enemigos tan desalmados como los chavistas.
Es de los pocos políticos de la vieja escuela, ante la camada de tanto joven político inexperto que pueblan las actuales organizaciones partidistas de la oposición democrática, la expresión la han hecho rodar algunos periodistas para darle la imagen de un gallo de pelea que ha sobrevivido incontables batallas y que pudiera ser un contendor de valía para las próximas elecciones presidenciales.
Es la figura perfecta que representa al “vivo venezolano”, esa derivación del pícaro español que es capaz de enredarse en complicados entuertos y siempre salir parado y exitoso de situaciones adversas, ha sido indiscutiblemente el líder de ese partido político y ha prolongado su jefatura en el mismo más allá de lo razonable (y de lo democráticamente conveniente), casado varias veces, su última esposa es una bella mujer perteneciente a una de las familias de ascendencia italiana más exitosas en ese oscuro mundo de las empresas contratistas del estado, sobre todo en el ramo de la construcción.
Si consiguiera la banda presidencial para coronar sus logros, pasaría en la historia del país, como uno de los operadores políticos más hábiles de la Venezuela contemporánea aunque su camino a la gloria estuviera llena de tumbas, cadáveres y mucha gente lastimada, pero eso es lo de menos, la política en nuestro país se “bate duro”, no es actividad para personas muy escrupulosas y “sensibles”.
Era absolutamente claro y palpable que Allup era el poder detrás del trono en la Mesa de la Unidad Democrática (la MUD), la estructura, composición y método de trabajo de esa unidad era fundamentalmente adeca, es decir, el modelo organizativo era una copia exacta de la cúpula de poder que Acción Democrática desarrolló a partir del modelo soviético del partido comunista, una estructura piramidal, única, vertical y hegemónica, eran unas pocas cabezas las que decidían todo y las órdenes bajaban a unos cuadros que simplemente aprobaban y ejecutaban.
El gran éxito político de A.D., consistía básicamente en hacer realidad la voluntad del jefe y cuando mucho, de los jefes del CEN del partido, la democracia se la dejaban a otros, para esa particular cultura política, la democracia se definía por las victorias electorales, nada más.
Junto a su socio o cómplice, Julio Borges, manejaron la MUD como les dio la gana, su objetivo era sacar el mayor provecho de la situación, su cercanía a las figuras de poder del chavismo estaban a la vista, era en las sombras y a escondidas que se manejaban las políticas entre el gobierno y “esa” oposición, ambos personajes lograron ocupar los más altos puestos en la Asamblea Nacional y ser las figuras de mayor perfil ante la comunidad internacional, posiciones que usaron para apalancar sus propios intereses, que si vemos los discursos que emplearon durante sus cargos hasta hace poco, fue la defensa del régimen.
Actuaron como frenos para la imposición de medidas  por parte de los EEUU, hicieron imposible la viabilidad de una intervención coaligada de países aliados, pedían como punto de honor las elecciones obviando la mano peluda del chavismo en todas las palancas que movían el poder electoral, ninguno de ellos hizo nada para limpiar al CNE, acabaron con la resistencia en la calle, se encargaron de satanizar a las voces radicales de la oposición, contradijeron la ola de desconocimiento que el mundo arrojó sobre las nuevas instituciones revolucionarias de gobierno, trataron de revertir el disgusto de la población hacia nuevas negociaciones con más negociaciones con el gobierno, contradiciendo sus declaraciones públicas, privilegiaron unas elecciones sin garantías ni respeto a la ley, exigiéndole a los ciudadanos la defensa de sus votos cuando ellos ni siquiera se habían ocupado de vigilar el proceso en el que competían, resultando en uno de los mayores fraudes electorales de la historia de nuestro país, en fin, parecían más relacionistas públicos del gobierno, que líderes de la oposición.
Pero la muestra por excelencia de la manera retorcida de cómo entienden y política, fue que el pasado 15 de Octubre, A.D., se hizo con la mayor parte de las gobernaciones en manos de la oposición, una buena parte de esas victorias, fueron descalificadas por el fraude del CNE a favor del gobierno, pero de las cinco que quedaron y fueron reconocidas por el régimen, cuatro eran de A.D.
El dictador Nicolás Maduro ya había amenazado que si había gobernaciones en manos de la oposición, iba a exigirles a los candidatos ganadores, que se declararan en sumisión a la asamblea constituyente cubana que habían creado para suplantar a la legítima Asamblea Nacional, Ramos Allup declaró días antes, que esa asamblea era espuria, y se refirió a ella como “asamblea prostituyente”, y que nunca consentiría en subrogarse a ella.
Parece ser que intereses superiores a la patria se entremetieron y sin mucho ruido, los cuatro candidatos a las gobernaciones se juramentaron ante la asamblea constituyente cubana, en contra no solo de lo expresado sino contraviniendo la voluntad popular, en un mandato expreso los votantes de no reconocer a dicha asamblea, resultando en un escándalo mayúsculo que puso a A.D., fuera del radar de la oposición y como aliado de la dictadura, todavía se están evaluando los daños que pudieran haberle causado al país una decisión de este tenor.
No se sabe con certeza que fue lo que sucedió, aparentemente fue el mismo Ramos Allup el que le pegó el tiro mortal a su propio partido, todo se ve como una decisión de cogollo, secreta, muy a lo Acción Democrática, donde se decidió el destino de estos candidatos marionetas, que aparentemente no tienen criterio ni voluntad propia, probablemente la dictadura se encargó de presionar a Allup donde verdaderamente le duele (o donde le da placer) para que le hiciera el harakiri al decano de los partidos políticos de Venezuela, lo cierto es que ya A.D., pasa a engrosar la colección de partidos que el régimen atesora junto con Copey, el MAS, Opina y otros tantos, en su cofre de juguetes.
A las pocas horas del suceso los medios de comunicación y las redes sociales se llenaron de comentarios de todo tipo dos llamaron mi atención, el primero vino de un locutor muy escuchado que se hace llamar luchador social y comunicador popular, muy involucrado en el destino de la MUD, quien trataba de restarle significación a los hechos, trataba de darle vuelta a la página y no remediar el mal que carcome a la MUD que es justamente el número de personas y organizaciones involucradas con el régimen de Maduro en torpedear los esfuerzos de la oposición y atender como prioritarios sus agendas electorales- Todos somos necesarios- plañía el perifoneador como si para nada importara la calidad de los integrantes de la unión en la resistencia contra la dictadura.
El otro era un presentador de un programa de opinión, muy versado en historia de Venezuela con un muy buen gusto por la música popular caribeña, cuyo argumento principal era lo difícil que era conseguir líderes políticos que dieran la cara en situaciones tan arriesgadas y peligrosas como las actuales, como si el pueblo tuviera que estar agradecido por las traiciones y errores de sus conductores, tal actitud, sumamente cómoda de quienes les gusta que otros hagan el trabajo que ellos deberían hacer, y contentarse con mirarlos desde la barrera, no entienden que mientras haya individuos de baja catadura moral en los puestos de comando, no solo están ocupando un puesto que no les corresponde, sino que son un pésimo ejemplo para el compromiso de la causa.
La nueva MUD que surgirá de esta debacle debe entender la verdadera naturaleza del enemigo, los riesgos que significa hacer “política” bajo estas circunstancias, y que debe organizarse y actuar más en la clandestinidad, con propósitos muchos más claros y contundentes que unas simples elecciones y que si ya estamos muriendo y sufriendo las condiciones de una guerra, deberíamos comportarnos como si estuviéramos en una guerra, negar esa realidad no nos ayuda en nada.
Lo único positivo de este lamentable episodio es que poco a poco y a un precio muy alto, la oposición se va deslastrando de sus más peligrosos enemigos, esos que se hacen pasar como demócratas e institucionales, que tenemos a nuestro lado y actúan en nuestro nombre como defensores de nuestras libertades, y terminan siendo nuestros guardianes en la esclavitud.
Lo cierto es que en este caso, el exceso de burdel mató a los adecos, demasiada liviandad, vulgaridad, permisividad, y falta absoluta de moral, terminaron por envilecer al pobre Juan Bimba, no me alegra, todo lo contrario, no era la manera de terminar con ese partido, que en sus mejores épocas le dio tanto a Venezuela.  -   saulgodoy@gmail.com





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