El orden terreno, el orden de la tierra, se compone de cosas que adquieren una forma duradera y crean un entorno estable donde habitar. Son esas «cosas del mundo», en el sentido de Hannah Arendt, a las que corresponde la misión de «estabilizar la vida humana». Ellas le dan un sostén.
Byung-Chul Han,
No Cosas, 2021
El pasado miércoles 13 de Julio de esta semana se
celebraron las elecciones en la Universidad Central de Venezuela, para elegir a
los representantes de los egresados, un grupo importante de graduados que
tienen mucho que decir y hacer por su Alma Mater.
De acuerdo a la información que circuló por los medios,
el chavismo se aprovechó de su poder político para abusar, como es su
costumbre, y utilizar presupuesto público para montar los llamados “puntos
rojos”, que no son otra cosa que centros de propaganda para captar prosélitos
de último momento, contó con la presencia de medios afectos al régimen y con
movilizaciones de personajes del chavismo, funcionarios de alta jerarquía que
fueron a votar e hicieron de ello un show, tal movilización de recursos y
logística no hicieron mella en el electorado, quienes en una contundente
mayoría votaron en contra del gobierno chavista, y a favor de los candidatos de
la oposición.
El resultado de la contienda fue que de 11 facultades que
hay en la universidad, 10 quedaron en manos de la oposición, y solo una, la
Facultad de Humanidades y Educación, la ganó el chavismo, un resultado que fue
celebrado por muchos como una gran victoria para los demócratas y la sociedad
civil libertaria, y es justamente sobre este punto que quiero hacer algunos
comentarios que me parecen relevantes en cara a la realidad que enfrenta el
país.
La Facultad de Humanidades y Educación reúne bajo su
administración y rectoría las escuelas de Arte, Bibliotecología y Archivología,
Comunicación Social, Filosofía, Geografía, Historia, Idiomas Modernos, Letras y
Psicología, es decir, un conjunto de disciplinas y saberes que reúnen bajo un
gran paraguas, la memoria del país, el pensar de las ideas, entre ellas el
núcleo de la formación estética, las nociones del ser y de los discursos del
mundo, el estudio de la lengua, del ámbito territorial y la diseminación de la
información.
Se salvaron la mayoría de las profesiones de libre ejercicio,
lo que está muy bien, pero a un costo demasiado alto, el chavismo tenía en su
cofre de guerra electoral, lo más importante que una universidad moderna
debería haber protegido, y no lo hizo: las herramientas fundamentales para
hacer ciudadanía.
Esta situación, vista bajo el punto de vista que estoy
exponiendo, nos da una clara visión de los dos extremos, enfrentados y sin
posibilidad de redención; por un lado la oposición venezolana, los supuestos
demócratas, que han reducido el concepto de democracia a una noción electorera
y partidista, lo importante es cúmulo de votos, la participación, la victoria
de los números sin la menor consideración hacia lo que es importante ¿Qué es lo
que está en juego? Basta que les señalen un corral para que todos acudan a
amontonarse para ser contados sin haber analizado las razones de la manada (la
manada no tiene razones, solo liderazgo del macho o la hembra alfa).
Lo acabamos de ver en estas elecciones de la UCV, fueron
los gremios de médicos, arquitectos, abogados, ingeniero, odontólogos y otros,
los que arrearon su ganado en contra de los demonios rojos del socialismo, sin
pensar que era la verdaderamente importante para mantener la oscuridad fuera
del país, privaron los intereses profesionales, el miedo los hizo caer en una
estrechez de mira y votaron por lo más fácil, proteger su modus vivendi, lo
cual no es un error, pero si fue un distractivo.
Y en el otro extremo, el chavismo, que a lo largo de más
de dos décadas ha demostrado su incapacidad plena de brindarle a Venezuela una
posibilidad para poder pensar y ser, el fracaso de los rojos en llevar cultura,
empleo, oportunidades, salud, seguridad, identidad, información e independencia
a los ciudadanos es tan manifiesta, que se teme por una vuelta a etapas que
habían sido superadas de violencia, ignorancia, miseria y corrupción; el
chavismo lo que ha demostrado reiteradamente, es que es absolutamente
incompetente en brindar educación y humanismo al país.
Yo soy de los que creo que el chavismo, por medio de
Maduro, el PSUV y las Fuerzas Armadas están llevando a cabo un proceso general
de embrutecimiento de la población; ya que practicar la lobotomía a cada
venezolano saldría muy costoso, decidieron tomar el camino más largo pero
seguro, y es lo que explica porque los docentes son tan maltratados, los tienen
viviendo con sueldos de hambre, sin prestaciones, están utilizando su derecho
al trabajo como un arma de intimidación, y ahora se les ocurrió designar
oficiales militares retirados para que dirijan los planteles educativos.
Esta pérdida de lo prioritario para la oposición y que
ganara de nuevo el chavismo, justamente en no sabe hacer, que es brindar
formación y luces, es una muestra de la gran confusión que reina en Venezuela,
todas esas disciplinas humanísticas y herramientas para la educación del
venezolano del futuro, no son consideradas como importantes ni prioritarias, de
hecho son tenidas como parcelas tradicionales de la izquierda, donde envían a
vegetar a sus fichas más “calientes” o a entrenar a sus componentes
subversivos, a repetir como loros memes y discursos del comunismo decimonono,
que no tienen ninguna función práctica en el presente, excepto, el de desestabilizar
las instituciones y torpedear el orden cívico.
El pasado reciente ha consistido en una serie de ataques
al campus de la universidad por elementos paramilitares y encapuchados,
colectivos armados los mientan, que han puesto en vilo la seguridad de
estudiantes y profesores, las diferentes escuelas han sido objeto de asalto y
despojo de equipos, destrucción de la infraestructura física, daño a murales y
obras de arte pertenecientes al patrimonio de la universidad, en un perverso
juego de intervenciones y alianzas para que los cuerpos de seguridad del estado
penetren la universidad y se anclen en su seno.
El chavismo sustenta un horroroso prontuario de quema de
bibliotecas, destrucción de laboratorios, persecución de dirigentes
estudiantiles y profesores, y el uso de la fuerza bruta para aplacar protestas
y exigencias de reivindicaciones.
Pero lo más perverso ha sido la confiscación por parte
del gobierno de Maduro de los presupuestos de las universidades públicas, de
modo de mantenerlas en un estado de indefensión y carestía permanente, para
doblegarlas económicamente y que le permitan una intervención política con el
fin de hacer de ellas verdaderas “granjas de animales”.
Para no quedar en una nota negativa en mi análisis de lo
que ocurrió en la UCV, insto al chavismo, que un acto heroico y de buena
voluntad con los venezolanos, entregue la conducción de la Facultad de
Humanidades y Educación, a profesionales que si tienen experiencia, que han
demostrado valía en las diferentes áreas, y que sí cuentan con una capacidad de
planificación y ejecución de proyectos viables, que eleven el nivel de
conocimiento y formación de las nuevas generaciones.
Como esto que propongo va en contra de la naturaleza del
escorpión, entonces oferto a la oposición, que hagamos del rescate de la
Facultad de Humanidades y Educación una nueva y Gran Cruzada, tal y como
ocurrió en la Edad Medida con la reconquista y la liberación de la Ciudad
Sagrada de Jerusalén, organicemos movilizaciones, contraloría social,
observatorios para las buenas prácticas y la ética profesional, conminemos y
pongamos a esta Facultad a la observación nacional e internacional, que los
medios de comunicación se ocupen de mostrar lo que hay y lo que se va a hacer, que
estudiantes y profesores se puedan organizar libremente para de esta manera ir
obligando al chavismo a cambiar su patrón de conducta destructiva e ideológicamente
totalitaria.
Hay quienes opinan que nos falta mucho para llegar hasta
el fondo de la inopia social, que el país puede seguir en picada, yo creo que
no podemos permitirlo, debemos tener estrategias viables, cónsonas con un mundo
civilizado, con la cordura y el sentido común, y que si la UCV quiere algún día
lograr su autonomía, si de verdad quiere ganarse el moto “De La Casa Que Vence Las Sombras”, tiene que reconquistar para el
país la Facultad de Humanidades y Educación.
- saulgodoy@gmail.com
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