domingo, 17 de julio de 2022

Las elecciones de la UCV

 


 

El orden terreno, el orden de la tierra, se compone de cosas que adquieren una forma duradera y crean un entorno estable donde habitar. Son esas «cosas del mundo», en el sentido de Hannah Arendt, a las que corresponde la misión de «estabilizar la vida humana». Ellas le dan un sostén.

Byung-Chul Han, No Cosas, 2021

 

El pasado miércoles 13 de Julio de esta semana se celebraron las elecciones en la Universidad Central de Venezuela, para elegir a los representantes de los egresados, un grupo importante de graduados que tienen mucho que decir y hacer por su Alma Mater.

De acuerdo a la información que circuló por los medios, el chavismo se aprovechó de su poder político para abusar, como es su costumbre, y utilizar presupuesto público para montar los llamados “puntos rojos”, que no son otra cosa que centros de propaganda para captar prosélitos de último momento, contó con la presencia de medios afectos al régimen y con movilizaciones de personajes del chavismo, funcionarios de alta jerarquía que fueron a votar e hicieron de ello un show, tal movilización de recursos y logística no hicieron mella en el electorado, quienes en una contundente mayoría votaron en contra del gobierno chavista, y a favor de los candidatos de la oposición.

El resultado de la contienda fue que de 11 facultades que hay en la universidad, 10 quedaron en manos de la oposición, y solo una, la Facultad de Humanidades y Educación, la ganó el chavismo, un resultado que fue celebrado por muchos como una gran victoria para los demócratas y la sociedad civil libertaria, y es justamente sobre este punto que quiero hacer algunos comentarios que me parecen relevantes en cara a la realidad que enfrenta el país.

La Facultad de Humanidades y Educación reúne bajo su administración y rectoría las escuelas de Arte, Bibliotecología y Archivología, Comunicación Social, Filosofía, Geografía, Historia, Idiomas Modernos, Letras y Psicología, es decir, un conjunto de disciplinas y saberes que reúnen bajo un gran paraguas, la memoria del país, el pensar de las ideas, entre ellas el núcleo de la formación estética, las nociones del ser y de los discursos del mundo, el estudio de la lengua, del ámbito territorial y la diseminación de la información.

Se salvaron la mayoría de las profesiones de libre ejercicio, lo que está muy bien, pero a un costo demasiado alto, el chavismo tenía en su cofre de guerra electoral, lo más importante que una universidad moderna debería haber protegido, y no lo hizo: las herramientas fundamentales para hacer ciudadanía.

Esta situación, vista bajo el punto de vista que estoy exponiendo, nos da una clara visión de los dos extremos, enfrentados y sin posibilidad de redención; por un lado la oposición venezolana, los supuestos demócratas, que han reducido el concepto de democracia a una noción electorera y partidista, lo importante es cúmulo de votos, la participación, la victoria de los números sin la menor consideración hacia lo que es importante ¿Qué es lo que está en juego? Basta que les señalen un corral para que todos acudan a amontonarse para ser contados sin haber analizado las razones de la manada (la manada no tiene razones, solo liderazgo del macho o la hembra alfa).

Lo acabamos de ver en estas elecciones de la UCV, fueron los gremios de médicos, arquitectos, abogados, ingeniero, odontólogos y otros, los que arrearon su ganado en contra de los demonios rojos del socialismo, sin pensar que era la verdaderamente importante para mantener la oscuridad fuera del país, privaron los intereses profesionales, el miedo los hizo caer en una estrechez de mira y votaron por lo más fácil, proteger su modus vivendi, lo cual no es un error, pero si fue un distractivo.

Y en el otro extremo, el chavismo, que a lo largo de más de dos décadas ha demostrado su incapacidad plena de brindarle a Venezuela una posibilidad para poder pensar y ser, el fracaso de los rojos en llevar cultura, empleo, oportunidades, salud, seguridad, identidad, información e independencia a los ciudadanos es tan manifiesta, que se teme por una vuelta a etapas que habían sido superadas de violencia, ignorancia, miseria y corrupción; el chavismo lo que ha demostrado reiteradamente, es que es absolutamente incompetente en brindar educación y humanismo al país.

Yo soy de los que creo que el chavismo, por medio de Maduro, el PSUV y las Fuerzas Armadas están llevando a cabo un proceso general de embrutecimiento de la población; ya que practicar la lobotomía a cada venezolano saldría muy costoso, decidieron tomar el camino más largo pero seguro, y es lo que explica porque los docentes son tan maltratados, los tienen viviendo con sueldos de hambre, sin prestaciones, están utilizando su derecho al trabajo como un arma de intimidación, y ahora se les ocurrió designar oficiales militares retirados para que dirijan los planteles educativos.

Esta pérdida de lo prioritario para la oposición y que ganara de nuevo el chavismo, justamente en no sabe hacer, que es brindar formación y luces, es una muestra de la gran confusión que reina en Venezuela, todas esas disciplinas humanísticas y herramientas para la educación del venezolano del futuro, no son consideradas como importantes ni prioritarias, de hecho son tenidas como parcelas tradicionales de la izquierda, donde envían a vegetar a sus fichas más “calientes” o a entrenar a sus componentes subversivos, a repetir como loros memes y discursos del comunismo decimonono, que no tienen ninguna función práctica en el presente, excepto, el de desestabilizar las instituciones y torpedear el orden cívico.

El pasado reciente ha consistido en una serie de ataques al campus de la universidad por elementos paramilitares y encapuchados, colectivos armados los mientan, que han puesto en vilo la seguridad de estudiantes y profesores, las diferentes escuelas han sido objeto de asalto y despojo de equipos, destrucción de la infraestructura física, daño a murales y obras de arte pertenecientes al patrimonio de la universidad, en un perverso juego de intervenciones y alianzas para que los cuerpos de seguridad del estado penetren la universidad y se anclen en su seno.

El chavismo sustenta un horroroso prontuario de quema de bibliotecas, destrucción de laboratorios, persecución de dirigentes estudiantiles y profesores, y el uso de la fuerza bruta para aplacar protestas y exigencias de reivindicaciones.

Pero lo más perverso ha sido la confiscación por parte del gobierno de Maduro de los presupuestos de las universidades públicas, de modo de mantenerlas en un estado de indefensión y carestía permanente, para doblegarlas económicamente y que le permitan una intervención política con el fin de hacer de ellas verdaderas “granjas de animales”.

Para no quedar en una nota negativa en mi análisis de lo que ocurrió en la UCV, insto al chavismo, que un acto heroico y de buena voluntad con los venezolanos, entregue la conducción de la Facultad de Humanidades y Educación, a profesionales que si tienen experiencia, que han demostrado valía en las diferentes áreas, y que sí cuentan con una capacidad de planificación y ejecución de proyectos viables, que eleven el nivel de conocimiento y formación de las nuevas generaciones.

Como esto que propongo va en contra de la naturaleza del escorpión, entonces oferto a la oposición, que hagamos del rescate de la Facultad de Humanidades y Educación una nueva y Gran Cruzada, tal y como ocurrió en la Edad Medida con la reconquista y la liberación de la Ciudad Sagrada de Jerusalén, organicemos movilizaciones, contraloría social, observatorios para las buenas prácticas y la ética profesional, conminemos y pongamos a esta Facultad a la observación nacional e internacional, que los medios de comunicación se ocupen de mostrar lo que hay y lo que se va a hacer, que estudiantes y profesores se puedan organizar libremente para de esta manera ir obligando al chavismo a cambiar su patrón de conducta destructiva e ideológicamente totalitaria.

Hay quienes opinan que nos falta mucho para llegar hasta el fondo de la inopia social, que el país puede seguir en picada, yo creo que no podemos permitirlo, debemos tener estrategias viables, cónsonas con un mundo civilizado, con la cordura y el sentido común, y que si la UCV quiere algún día lograr su autonomía, si de verdad quiere ganarse el moto “De La Casa Que Vence Las Sombras”, tiene que reconquistar para el país la Facultad de Humanidades y Educación.    -    saulgodoy@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario