sábado, 31 de agosto de 2024

El Tirano no tiene quien le escriba.

 



Yo parto de los hechos recientes:

1-La derrota electoral de Maduro, fue de tal magnitud la “pela” que le dio oposición, que todavía, algunos políticos serios y preocupados del PSUV no pueden creer el enorme deslave que tuvieron a lo interno, la expresión comúnmente escuchada, “perdimos las bases del partido” encarna una pesadilla política que debiera ser atendida con carácter de urgencia para que el partido de la revolución tenga siquiera una posibilidad de futuro, pero esta ventana se cerró por motivos pragmáticos y personales de Maduro y su alto gobierno, quienes han reaccionado para salvar su propio pellejo, olvidándose del proyecto revolucionario bolivariano.

2-Del desconocimiento de unas elecciones que ellos creían tener controladas hasta el último detalle, pero en manos de personas ineptas y con cálculos totalmente equivocados, que los llevaron, en cuestión de horas, a declarar un mega fraude electoral sustentado en una victoria del candidato Maduro imposible de probar, y de una conspiración internacional muy poco creíble, que les ha resultado en un rechazo contundente de los países desarrollados occidentales, de la comunidad latinoamericana, incluyendo países que hasta hace poco eran aliados en el socialismo pero que les ha resultado difícil aceptar lo obvio, que esa elección realizada nacionalmente, de carácter pacífico y ciudadano, de orden constitucional y administrada por el CNE se vio interrumpida por el mismo organismo electoral, para favorecer la trampa de un candidato y un gobierno que habían perdido todo el apoyo popular.

3-Lo que está en juego no es la opinión personal del candidato Maduro y su comando de campaña (que incluye al CNE), sino la credibilidad misma de un proceso electoral, que afecta de manera directa las bases de la democracia en nuestro continente, su reacción al evento fue la de levantar una ola de represión policial y militar en contra de la población, la de criminalizar a sus oponentes victoriosos, la de judicializar unas elecciones con un Tribunal Supremo de Justicia que solo obedece a sus intereses, con una parodia de legitimidad e institucionalidad que lo que debería dar es risa, sino fuera por la tragedia en la que hay vidas humanas atrapadas en este horror, dirigentes y jóvenes acusadas de terrorismo, desparecidos, personas torturadas, y bajo vigilancia, su respuesta a su derrota en las elecciones fue la de romper con los últimos vínculos que lo ataban a la idea de un orden democrático y pacífico, para convertirse en el tirano que hoy se atrinchera en bunkers bajo tierra, con la intención de prolongar su mandato, cueste lo que cueste, en un país que lo repudia y lo sabe desesperado.

4-bajo estas circunstancias es imposible gobernar a Venezuela, se hace inviable la consecución de un orden jurídico pues sus promotores solo dicen mentiras, actúan como irresponsables, falsean la realidad y pretenden obligar a todos, a seguir sus mandatos bajo la férula de un inmenso aparato policial que ellos laman “las comunas”, y que quieren imponer a sangre y fuego. La función de gobernanza queda relegada a un último grado de interés, siendo la primacía de los objetivos del nuevo estado, la protección personal de Nicolás Maduro y su camarilla de todos los delitos y procesos judiciales que se le imputan internacionalmente. Debido a esta imposibilidad de gobernanza, tal y como han sido derrames de petróleo sin control en nuestras costas, apagones nacionales por impericia y falta de mantenimiento de las instalaciones, capturas de alijos de drogas propiciados desde empresas estatales de aviación, perdida absoluta del control sobre la educación, el sistema de salud, la distribución de gasolina y gas doméstico, cierre de embajadas y retiro de personal diplomático por diferencias éticas y de principios, imposición de un régimen de censura y desinformación, declive de la actividad productiva tanto industrial como comercial, pérdida de confianza en el sistema financiero y de la banca, con especial atención al problema monetario y fiscal del país, donde vemos a un estado benefactor gigantesco e inoperante, que está obligando a que sus ciudadanos lo sostengan, sin ningún beneficio para la población, pero sí con una acelerada pérdida de la calidad de vida para todos.

5-Afortunadamente el país cuenta con un liderazgo fuerte y muy unido en la clandestinidad, con un presidente electo democráticamente a la espera de iniciar su mandato, con los más brillantes profesionales del país dispuestos a afrontar no solo la crisis, sino un ambicioso programa de recuperación y productividad que podría sacarnos del caos en muy poco tiempo. Todo parece indicar que el futuro inmediato favorece a la gran mayoría de venezolanos que quiere un cambio radical de gobierno, todos los mecanismos multilaterales, las organizaciones mundiales y regionales para el desarrollo, nuestros aliados en el concierto de países civilizados están muy atentos a los cambios y eventos en pleno desarrollo, el pueblo de Venezuela tiene un plan, unos líderes de gran entereza y valor, una sociedad que ha aguantado lo indecible por 25 largos años de opresión y mentiras, y ahora más que nunca deseoso de trabajar y construir futuro, cada segundo que pasa corre a nuestro favor, y en contra de los que, tal como Dostoievski, el gran escritor ruso los describió, los que habitan y operan en el subsuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario