Estamos lentamente
descubriendo lo que es en realidad el chavismo-madurismo, este despertar no es
inmediato sino por partes, a medida que se vayan descubriendo los crímenes y
tramas de esta mal hadada “revolución” iremos cayendo en cuenta del fáustico
escenario en el que estuvimos viviendo por largos y pavorosos 26 años.
Y lo primero que salta
a la vista, y dada la muy mala preparación de nuestras Fuerzas Armadas ante un
escenario como el actual, de una inminente intervención de nuestros vecinos y
amigos, los EEUU, que se han tomado la molestia de someter a los portadores de
la armas de nuestra otrora república, para capturar a las cabezas visibles del
Cartel de Los Soles, la mafia de narcoterroristas que tomaron nuestra patria
como reducto y guarida, una de las bandas criminales más crueles y letales del
mundo.
Así será el daño que
estos bandidos han causado, que se convirtieron en el objetivo, ya no policial,
sino militar de la primera potencia mundial, y que han puesto precio sobre sus
cabezas basados en un cúmulo de evidencia que los señala de ser los principales
traficantes en llevar drogas peligrosas para ser distribuidas en el seno de la
sociedad norteamericana, llevaban más de veinte años haciéndolo, y cada vez en
mayores cantidades y con una mayor letalidad, como en el caso de esa sustancia
mortal llamada fentanilo.
Por supuesto, en el
proceso de destrucción de la juventud norteamericana han producido una ingente
fortuna de fondos ilegales, y que no contentos con el daño mortal que le infligía
a la sociedad en USA, se dieron el gusto de lavar ese dinero para legitimarlo y
levantar pequeños imperios de empresas de todo tipo, distorsionando los
mercados locales, incrementando la inflación en algunos estados de la Unión,
compitiendo deslealmente con los empresarios formales, introduciendo grandes
sumas de dinero manchado de sangre elevando así los costos financieros en
burbujas de prosperidad totalmente artificiales, que aumentaban las
oportunidades de corrupción, chantajes, compra de consciencias…
Los chavistas se
aprovecharon de la existencia en nuestro país, de una estructura de negocios
transnacionales de alto vuelo como lo era el negocio petrolero, el cual
utilizaron para sus negocios ilícitos en la Unión Europea, en África y Asia.
Por primera vez en la historia un cartel criminal se había hecho gobierno, y
como tal, tenía embajadas en todo el mundo que operaban para proteger negocios
muy oscuros, entre ellos la compra de conciencia de políticos, de candidatos
aliados a sus propósitos, de allí, que fuera tan fácil ganar elecciones, comprar
cargos públicos y contar con impunidad internacional, en esta compra de
voluntades no se salvó ni siquiera la ONU y la Corte Penal Internacional, para
mencionar solo a las dos más representativas.
No contento con esto,
Maduro, organiza una emigración desordenada de nacionales que temen por su
futuro, y los mezcla con desadaptados, criminales comunes, agentes extranjeros
con papeles falsos, siguiendo el plan cubano del puerto de Mariel pero a una
mayor escala, de esta manera ataca a los EEUU infiltrando al peligroso grupo
delincuencial, el infausto, Tren de Aragua, uno de los grupos más violentos y
despiadados del mundo.
Pero tanto le dieron
golpes al cántaro que finalmente se rompió, la arrogancia, la vanidad y la
avaricia los llevaron a cometer desafueros que ya no eran posible ocultar ni
justificar. Y fue con el indoblegable presidente Donald Trump y las agencias
gubernamentales norteamericanas, que habían coleccionado suficiente material
incriminatorio para llegar a la conclusión, que el asunto en Venezuela era tan
grave, que solo una intervención militar podía solucionar aquella novísima
situación de un estado narcoterrorista poniendo en peligro la estabilidad del
orbe.
Pero uno de los
descubrimientos más impactantes para los venezolanos fue la de enfrentar la
lamentable realidad que nuestra institución militar, nuestras FAN, tan admirada
y con una tradición enraizada en nuestra historia como nación, fue penetrada,
comprada y puesta a la orden de Chávez y Maduro, las cabezas visibles de una
organización transnacional del crimen cuyo objetivo principal era destruir la
cultura occidental desde sus bases.
Esas fuerzas armadas
la había convertido en una policía política casi que calcada del organigrama de
la Gestapo durante el gobierno de Hitler en la Alemania nazi. Ya no era un
ejército, nos enteramos muy tarde que no teníamos aviación, marina, ejército,
que nuestros efectivos estaban solo entrenados para mantener a la población
venezolana bajo control por medio del terror y la violencia, que la corrupción
que se vivía en sus estamentos de oficiales percolaba a la tropa en expresiones
de abusos de autoridad, violencia física, extorsión y robo en contra de la
población civil.
Todo el apresto y
nuestras fuerzas militares estaban al servicio del narcotráfico internacional,
instalaciones de potentes radares, pistas de aterrizajes clandestinas, permisos
de entrada a naves para ser cargadas de drogas, planes de vuelo y navegación
que ocultaban el malévolo tráfico, uso de tanqueros petroleros al servicio de
los carteles de drogas y aviones presidenciales para el tráfico del oro de
sangre, las alcabalas, cuarteles, bases, depósitos estaban al servicio del
contrabando bajo un plan de movilización de precursores, productos finales,
dinero ilegal, nuestros uniformados habían caído al servicio del enemigo, un
enemigo al que solo le importaba el negocio ilícito que producía inmensas
cantidades de dinero.
La movilización
militar de los EEUU en el Caribe, a una escala sin precedentes pusieron en
evidencia el peligro que representaba la expansión de tal organización, ya
estaban presentes en Colombia, en Cuba, en Nicaragua, en México y amenazaban a
expandirse en otros países, ya no se trataba de un régimen político corrupto
transmutado en un estado fallido, ahora era una epidemia peligrosa y letal de
enemigos de la democracia y la libertad que pretendían apoderarse del
continente.
Y para el momento que
esto ocurre, nuestras FAN ya estaban convertidas en otra cosa, su verdadera
misión y doctrina había sido trastocada por una lealtad ciega a los líderes, a
una ideología basura antiimperialista, y el enemigo era ahora interno, la
oposición política que no estaba de acuerdo con aquella pesadilla totalitaria.
Toda aquella imagen de
ejército libertador, de bastión moral y de servicio, de pronto, se convirtió en
escenas de una bufonada que dolía profundo en el alma, antes que hacernos reír,
de ancianos milicianos desnutridos e incapaces de sostener su propia entereza
física, de personas obesas y mal desarrolladas haciendo rutinas militares, de
armamentos en mal estado y obsoletos, de barcos hundiéndose en la costa, de
helicópteros cayendo como piedras en tierra, de antiguos tanques chirriando en
lodazales sin posibilidad de auxiliarlos, de aviones estacionados sin
combustibles y sin apresto bélico… la gran cantidad de ascensos, la gran
profusión de galones de generales, indicaban complicidades obscenas, premios y
regalos de cargos, de acceso a la buena vida, de putas y excesos… atrás
quedaron atender las necesidades de la tropa, los aprestos de las unidades, la instrucción
de los oficiales y mucho menos, la experiencia militar.
Pero nuestras cárceles
estaban de bote en bote de presos políticos, las torturas y los secuestros
continuaban con rigor y sin retraso, nuestro flamante Ministro de la Defensa
aparecía solo para informarnos lo que ya sabíamos, fuerza extranjeras con una
tecnología superior atenazaban sobre el país en su frente caribeño, ellos
gritaban invasión y llamaban a la defensa nacional, los gringos explicaban que
era una extracción de los jefes mafiosos, de los procesos legales que se
seguían, de las acusaciones y pruebas, de las capturas y decomisos de las
grandes fortunas escondidas, de los palacios, aviones y autos de lujo que
adquirieron en el extranjero donde operaba impune el narcotráfico.
Es patético ver a
Nicolás Maduro cuando se sabe derrotado, el verdugo pidiendo clemencia, ante la
inminente derrota que su reinado del terror está sufriendo, quien sabe cuántas
muertes tiene este colombiano en su haber, cuántas familias sufrieron las
acciones de su ejército convertido en su Gestapo, y aun así tiene la
desfachatez de hacerse pasar por nuestro presidente, el hombre que se ha robado
todas las elecciones y violado todas las leyes nacionales para mantenerse en el
poder, desmontó nuestro país pieza por pieza y lo rearmó en un estado de
terror, desinformación, expoliación y muerte, asociándose a los peores grupos
revolucionarios del mundo, terroristas y movimientos fundamentalistas con el
solo fin de acabar con las libertades y la democracia en occidente.
Maduro nos entrega un
país en ruinas, luego de su inminente derrota nos deja con varias trampas activadas
que tendremos de identificar y desactivar, grupos de adeptos agazapados a la
vera del poder, dobles agentes que harán lo imposible por el retorno del
chavismo… lo peor, heredamos un grupo de venezolanos enfermos de socialismo,
entre ellos, los más peligrosos son los políticos que todavía piensan en
resolverse la vida entre el osario que nos deja, insisto en mi idea de que en
un futuro a corto plazo, debemos construir un monumento de la vergüenza, para
recordar estas décadas de total equivocación y humillación, grabar en piedra
los nombres de cada uno de los que hicieron de estas décadas nuestro infierno. Que
las próximas generaciones nunca olviden lo bajo que caímos y lo mucho que
tenemos que superar.


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