El gobierno de Maduro está cayendo aceleradamente, se está desboronando como un terrón de azúcar en el agua caliente, el país está ardiendo por los cuatro costados, las protestas no paran, el malestar social es cada vez más visible, esto a pesar del inmenso esfuerzo que hace Maduro desde Miraflores y Cabello desde la Asamblea Nacional para acallar la debacle, por censurar a los medios, hostigar a los dueños de comunicación de la prensa libre e independiente del país.
La
gente ya no aguanta la injusta situación económica que el gobierno le ha
impuesto a los venezolanos, nos han puesto a pagar con lagrimas, sudor y sangre
todos los errores, corruptelas e ineficiencias que estos 16 años de socialismo
ladrón y explotador ha practicado como política.
Por
primera vez el chavismo se ha dado cuenta que la hegemonía comunicacional que
le ha impuesto al país, apropiándose de todos los medios de comunicación para
que se escuche una sola voz, la de ellos, no les ha servido de nada, al
contrario, la situación de dictadura por un gobierno fallido y criminal no
puede ser más obvia, sin querer queriendo se han puesto, ellos solitos, bajo el
foco de la mirada del mundo entero.
El
socialismo del Siglo XXI está muriendo y Maduro, lo que hace en su ignorancia y
desespero, es taparle la boca para que no respire.
Puede
ser que alguno que otro chavista preso de su fanatismo no se dé cuenta de lo
que está sucediendo con el país, los periódicos, la radio y la televisión en su
propósito de desinformación y complicidad con el régimen, no muestra lo que verdaderamente
está pasando, quien salga a la calle se encuentra en un país conmocionado, sin
ley, con el miedo y la desesperanza en el rostro de la gente, con toques de
queda en las principales ciudades del país, con un hampa desbordada y dueña de
los espacios públicos, retando con violencia al mismo gobierno.
La
inflación, la escases, la falta de empleo, el aumento de la miseria extrema, la
economía paralela y los mercados negros, el trueque de productos básicos, las
enormes colas para adquirir alimentos y medicinas, los saqueos a transportes de
carga, la economía dolarizada para unos pocos privilegiados, todo esto nos
habla de una situación gravísima de orden público, con diferencias de clase
extremas, de quiebra generalizada de la economía de un país.
El
pueblo reacciona, tranca avenidas, se enfrenta a la autoridad fiscalizadora,
pide la renuncia de funcionarios, asalta oficinas públicas, hace del
contrabando una actividad común, huye de los proyectos de vivienda del
gobierno, se hacen manifestaciones y paros para protestar con mayor frecuencia,
hay enfrentamientos con la fuerza pública.
Nada
de esto aparece en los medios controlados por el gobierno, pero jueces al
servicio del chavismo dictan medidas judiciales en contra de editores y dueños
de medios independientes, les prohíben salir del país, los mantienen como
rehenes y bajo amenazas, como si amordazándolos fueran a parar las tormentas
que por tanto tiempo sembraron y ahora se abaten sobre sus cabezas.
El
presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, acusado
internacionalmente de ser un capo de la droga, se defiende atacando, demandando
periódicos y persiguiendo periodistas, en vez de enfrentar las acusaciones; si
fuera inocente de los cargos y señalamientos estuviera desmintiendo las
acusaciones, pero se sabe atrapado, sin salida, asustado, pues sus socios del
narcotráfico ya lo ven como una amenaza para sus intereses, sabe demasiado y
puede hacer mucho daño si cae en las manos de las autoridades que combaten este
terrible delito en el mundo, el gobierno chavista y las fuerzas de seguridad
del estado se dedican ahora a protegerlo de la justicia internacional.
Rutas de narcotráfico desde Venezuela |
Nicolás
Maduro, el que se hace pasar como Presidente del país, está enredado en graves
acusaciones de corrupción, traición a la patria y cómplice del terrorismo
internacional, se le ve en el rostro la desesperación, no quiere estar en el
país, viaja al extranjero a la menor excusa, visita a Cuba para cuidar su
exilio dorado en la isla, siente la presión, su falta de popularidad avinagran
su caracter, ya la gente lo señala como culpable del estado de cosas en la
nación, pero sigue amenazando, continúan avanzando hacia el precipicio del
desastre, sabe que la huída será de un momento a otro y a filo de la media
noche.
Ambos
líderes tienen las manos manchadas de sangre, sangre de nuestros jóvenes que
todos los días pierden la vida en las calles de Venezuela bien por el hampa
desbocada, o por sus funcionarios, que cumpliendo órdenes del alto gobierno, de
sus despachos, mandan a detener, a torturar y asesinar a estudiantes y líderes
comunitarios, a sindicalistas, a periodistas y políticos convirtiéndolos en
blancos de la política criminal del chavismo.
El
estado fracturado se cae a pedazos y la prueba más evidente es que ya no puede
garantizar la seguridad en el país, el continuo ajusticiamiento de policías en
manos del hampa, las fosas comunes con desaparecidos que se encuentran casi
semanalmente, la cantidad de homicidios, secuestros y robos que sufre la
ciudadanía día tras día, el ataque de colectivos a las instalaciones policiales
con armas de guerra, las masacres que ocurren en instalaciones del estado, en
proyectos de viviendas, en hospitales, en alcabalas, durante operativos de las
Fuerzas Armadas, en las cárceles y en
tribunales, indican el grado de descomposición institucional que existe.
La
señal que se transmite en esta angustia diaria en que vivimos los venezolanos
es que ya no hay estado, el gobierno está ocupado solamente en raspar la olla,
en asegurarse su salida, vivos y multimillonarios, necesitan dejar a Venezuela
en el esterero, pareciera que parte de su plan es hacer irrecuperable al país,
para así ellos poder gozar de una supuesta impunidad, en paraísos para criminales
y terroristas.
El
orden institucional ya sin caretas se ocupa de preparar las trampas electorales
sin ningún recato, el CNE se prepara a darle el puntillazo de muerte a la
democracia con unas elecciones super amañadas, ya no ocultan el fraude, lo anuncian.
Nuestra
moneda se ha ido por el desagüero de la crisis, el BCV produce papel moneda
como si no hubiera mañana, empapelando los faltantes presupuestarios,
prometiendo una prosperidad que solo existe en sus calenturientas mentes
socialistas mientras siguen desmantelando las últimas industrias productivas
del país, manteniendo el salario mínimo a niveles de subsistencia.
PDVSA
se ha convertido en una inestable fuente de negociados y corrupción, sin rumbo,
sin planificación, apenas reaccionan a los dictámenes del mercado y sus directivos
solo cruzan los dedos para que el precio no siga en picada, mientras, sin
ninguna vergüenza, siguen desguazando y vendiendo la empresa estatal por
pedazos, al mejor postor.
Políticamente
el PSUV es un cascarón vacío, quienes se beneficiaron del boom socialista ya se
encuentran fuera del país ostentando cargos diplomáticos o preparando la huída
detrás de sus curules de diputados, los distintos gobernadores y alta jerarquía
militar ya tienen sus rutas de salida aseguradas y sus nidos de oro esperando
por ellos para un retiro en paz y abundancia.
Como
nunca hubo un liderazgo coherente y preparado en la oposición, los políticos de
siempre, muchos de ellos culpables de nuestra calamitosa situación, lo que han
hecho es ocupar las organizaciones políticas, encarnando una dirección
ejecutiva de las fuerzas democráticas, con el propósito oculto de negociar su
sobrevivencia con el chavismo, y aplastando a la verdadera disidencia,
permitiendo y siendo cómplices en la caída de nuestros presos políticos y con
la estrategia diabólica de esperar que el chavismo se derrumbe para ellos
recoger los restos.
Lo
que el chavismo deja es un enorme hueco negro en lo que fue una vez Venezuela,
y para asegurarse de que el país no pueda recuperarse con prontitud, confían en
una oposición igualmente socialista, “chavista light”, ignorante y politiquera,
que creen que todavía viven en la Venezuela de los noventa, una clase política
hambreada que no va a modificar la estructura del estado porque son personas
que creen que ahora les toca el turno a ellos, que le deben a los chavistas
tantos favores, que se saben arropados por la impunidad, serán los nuevos
burócratas de un estado “fuerte”, que recurrirán a la vía fácil para sacar el
país pa’lante, por medio de más
autoritarismo, censura y personalismo. -
saulgodoy@gmail.com
Cáncer Chavez es el credor de este desastre, el narco diosdado y el mocho david cabello, junto a maduro mas burro, solo estan recogiendo la cosecha bolivariana marxista sucialista.
ResponderEliminarCáncer Chavez es el credor de este desastre, el narco diosdado y el mocho david cabello, junto a maduro mas burro, solo estan recogiendo la cosecha bolivariana marxista sucialista.
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