Cuando a alguien se le señala como un idiota moral, no es un insulto, es un término usado en la psiquiatría, la criminología y la ética para señalar una carencia funcional del individuo, al contrario de los idiotas intelectuales, las personas inteligentes pueden sufrir de idiotez moral; de la manera más resumida, se trata de la imposibilidad de diferenciar entre el bien y el mal.
Por lo general, un idiota moral tienen dificultad de
internalizar las normas y comportamientos que conllevan a la interacción
social, a la armonía en las relaciones y a la consecución del orden, el débil
moral actúa por conveniencia dentro de un grupo para lograr sus propósitos, que
por lo general es obtener atención y reconocimiento, pero para lograrlo,
utilizan el engaño y la trampa, y en casos extremos, el crimen.
Presidente Garfield de los EEUU, asesinado |
Carentes de conciencia, es imposible que el idiota moral
sienta remordimiento por sus acciones, lo que los hace un peligro para la
sociedad, sobre todo luego de que unos principios ideológicos sustituyen las
normas morales.
Cuando el Presidente de los Estados Unidos de
Norteamérica, Garfield, fue asesinado por Guiteau en 1881, el médico asignado
para hacerle un reconocimiento psiquiátrico al magnicida, fue el el Dr. Bucke
Superintendente del Asilo para Dementes de London, Ontario, y en las actas del
juicio declaró: “Cuando un hombre nace
con deficiencias en sus facultades mentales decimos que es un tonto. Si carece
totalmente de estas facultades lo llamamos un idiota. Cuando un hombre es
deficiente en sus cualidades morales, es un criminal- en su naturaleza cuando
no en hechos; si tiene carencia total de cualidades morales es un idiota
moral.” Guiteau fue ejecutado,
haciéndose constar que no era un castigo por su crimen ya que se castiga a
quien puede arrepentirse, sino un acto de la sociedad por eliminar un peligro
irremediable.
Eichmann durante el juicio |
Eichmann, el criminal de guerra nazi, también fue
declarado un idiota moral durante su juicio, insistiendo que sus acciones eran
motivadas por su patriotismo, su obediencia incondicional a Hitler, su
Comandante en Jefe y para la grandeza de Alemania, fue imposible que
comprendiera que sus crímenes eran una ofensa en contra de la humanidad.
Lenin fue el primer idiota moral que reconoció que para
el triunfo de la revolución socialista en el mundo, todo vale, el
marxismo-leninismo preconiza que la corrupción de la sociedad burguesa es el
camino más rápido para hacer una revolución, uno de sus asociados en la empresa
revolucionaria Davidovich Bronstein (Trotski) dejó escrito: “Es moral todo lo que sirve para destruir a
la vieja sociedad explotadora, para unir a todos los trabajadores en torno a un
proletariado que está creando una nueva sociedad comunista… lo mejor es
corromper, lo mejor es corromper.”
El otro gran ejemplo de un idiota moral y que pertenece a
la literatura universal, fue el Dr. Víctor Frankestein, y que para Harold Bloom
resume esta particular patología, este gran científico tenía entre sus manos un
dilema que resolvió de la peor manera, aún siendo un genio carecía de visión
moral y cuando bajó la palanca en su laboratorio, y la electricidad le dio vida
al monstruo que había creado, marcó la ruina y el desastre para él y los suyos.
El ex Fiscal General de la República, Julián Isaías
Rodríguez es otro gran idiota moral, cuya figura se tiende tenebrosas
sombras que lo implican en manejos criminales en el ejercicio de su cargo, su
comportamiento, declaraciones, actuaciones registradas durante el proceso de
investigación y juicio en el caso del asesinado fiscal Anderson, no dejan lugar
a dudas sobre los vicios procesales, la manipulación de los expedientes y su
injerencia directa en las resultas del proceso.
El ex Fiscal General de la Repúbica Isaías Rodríguez |
Su inmoral injerencia en las investigaciones y juicios
donde participó, ha dejado una secuela terrible de muertos, de gente presa, de
personas injuriadas y honorabilidades destruidas, de afectaciones a muchas
familias venezolanas, pero lo peor de todo, fue el primer chavista en haber
dejado al sistema judicial venezolano en entredicho con el uso de sus “testigos
estrellas”, personas de dudosas reputaciones dispuestas a declarar en contra de
políticos de la oposición para involucrarlos en crímenes y golpes de estado.
Parece ser que esta afición por montar “ollas podridas”
como se dice en la jerga periodística y la actividad de personeros que desde el
poder tratan de empantanarle la vida a quienes los adversan políticamente, ha
florecido en el gobierno del dictador Maduro, una nueva cosecha de idiotas
morales han aparecido en escena con toda la intención de hacerle daño a la
sociedad venezolana.
El gobierno chavista aprovechando su control absoluto
sobre el aparato policial y judicial de Venezuela, tomando ventaja de la
hegemonía comunicacional que ejerce de forma inconstitucional y
antidemocrática, se ha encargado de negociar con criminales y psicópatas que
son apresados luego de sus horrendos crímenes, para usarlos como testigos
falsos y ponerlos ante las cámaras, declarando que son ejecutores de planes
elaborados por la oposición política.
En el lamentable suceso del asesinato y posterior
descuartizamiento de la ciudadana Liana Hergueta personeros del alto gobierno
de Maduro, incluyéndolo, se han dado en promocionar las declaraciones del
asesino que alega estar al servicio de importantes líderes de la oposición, entre
ellos, varios políticos extranjeros y un editor de un periódico crítico a la
gestión de gobierno.
Tanto la fiscalía como la defensoría están avocadas a las
investigaciones donde esta descabellada especie trata de influir en la opinión
pública para mal poner a las fuerzas políticas opositoras y tratar
desesperadamente de revertir las encuestas que dan al gobierno como perdedor en
las próximas elecciones de diciembre próximo, donde se elegirán las nuevas
representación para la Asamblea Nacional.
La estrategia de montar esta olla podrida es un claro
indicio de que el gobierno de Maduro no abandona su plan de desacreditar a sus
oponentes, introduciendo elementos desestabilizadores del orden y la
tranquilidad pública, con la clara intención de crear un estado de excepción
para suspender las elecciones que tanto daño le hará a su intento de
continuidad en el poder.
El psiquiatra Jorge Rodríguez, jefe de campaña del chavismo |
Los idiotas morales están de nuevo actuando y tratando de
sembrar el caos en nuestro país, pero sus acciones se han hecho tan absurdas y
obvias, que ni sus mismos partidarios se las creen, pero como no hay
autoridades ni instituciones que le ponga un parado a estas locuras, lo que
esperamos en el futuro próximo, es la quiebra definitiva de la credibilidad en
el gobierno ante el país y el mundo, y como bestias atrapadas, su derrota será
en medio de un show del horror. -
saulgodoy@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario