Venezuela entró en el siglo XXI en una etapa de desangre y endeudamiento salvaje por el gobierno ilegitimo del dictador Chávez, fui uno de los analistas políticos que advertimos a la comunidad financiera internacional que a medida que se impusiera este oprobioso gobierno comunista y militarista, estos programas de inversión en el país y los empréstitos asociados que Chávez salió a vender por el mundo, en algún momento, iban a complicar las relaciones económicas.
Estos revolucionarios apátridas y mercenarios de lo
absurdo, trataron de conseguir dinero a como diera lugar, en complicidad con ciertos
sectores de la banca internacional, que buscaban hacer el negocio de sus vidas
y ponerle las manos a nuestras riquezas petroleras y minerales, que el gobierno
de Chávez exhibía en vitrina como si fueran putas en el distrito rojo de
tolerancia de Ámsterdam.
La gran pregunta que se hacen muchos observadores de la
situación venezolana es ¿Para que necesitaba el gobierno más dinero, cuando
contaba con el inmenso chorro de petrodólares que le entraban al país por los
altos precios del crudo?
Cuanto cuesta Hollywood? |
La respuesta la encontramos en el inmenso ego del
autócrata venezolano ávido por convertirse en un líder mundial fundamental, en
el proyecto internacional de promoción del socialismo del siglo XXI, y en la
costosísima decisión de echarse al hombro las economías de varios países
fracasados como Cuba, Bolivia, Nicaragua, casi todas las islas del Caribe.
Cuando los países enemigos de los EEUU se percataron que
un país vecino del Imperio le mordía la mano a quien le debía su desarrollo, no
dudaron en convertir en Venezuela en una cabeza de playa lo suficientemente
cercana, para poner nervioso al gigante del norte, y siendo este país un
productor de petróleo con grandes reservas, era una apuesta segura.
Dinero llama a dinero, dice una conseja popular, y eso
fue lo que logró el vendedor de un mundo pluripolar, más justo, socialista y
lleno de amor, pero que en la trastienda se convirtió en perro de la guerra,
comprando y distribuyendo armas en zonas de conflicto, financiando movimientos
sediciosos, montando elecciones fraudulentas, dándole alivio a las fuerzas
terroristas y movimientos fundamentalistas, pagando costosas campañas
políticas, repartiendo jugosos contratos entre socios regionales… Si Chávez no
hubiera enfermado y los precios del petróleo se hubieran mantenido en alza,
Venezuela efectivamente hubiera podido hacer un daño tremendo en el orden y la
paz mundial.
Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida,
Chávez muere de un cáncer fulminante y los precios del petróleo se derrumban,
quedando el país quebrado y endeudado hasta lo imposible, su sucesor, Nicolás
Maduro pretende seguir con la comparsa como si nada estuviera pasando, siendo
mucho menos militante con la causa del socialismo del siglo XXI para el mundo,
lo que hace es aumentar la hemorragia de dinero por la corrupción, permite que
Cuba se aproveche al máximo de la última etapa de la bonanza petrolera y
empieza con la venta de los muebles de la casa para pagar la vida loca que
llevan desde hace 16 años.
Debemos dejar muy en claro que el próximo gobierno
democrático en Venezuela lo primero que hará, es hacer una exhaustiva auditoría
para determinar cuáles, de estos empréstitos, son legítimos, legales y justos,
lo digo por dos razones fundamentales, la deuda que le deja el chavismo al país
es impagable, y va a afectar de tal manera nuestro desarrollo, que si no la
acomodamos a cifras manejables será imposible salir de los índices de pobreza
donde nos han metido, segundo, el 70% de esa deuda fue de naturaleza política,
basada en la irresponsabilidad de un hombre, que actuando de espalda a los
intereses del país, logró convencer a unos socios a que apostaran al
sostenimiento de su régimen, a la esclavitud de los venezolanos y a la
explotación indiscriminada del país.
De nuevo se cierne sobre Venezuela la sombra de intereses
inhumanos que, aprovechando la quiebra y la crisis institucional de la república,
pretenden hacer una riqueza súbita, producto de la corrupción con gestores e intermediarios del dinero de alto
riesgo que busca ganancias sin importar la sangre y el sufrimiento que
generan.
En los más altos círculos financieros del gobierno ya se
han identificado un grupo de funcionarios totalmente deslegitimizados, parte de
un gobierno totalitario, que a espaldas del pueblo, violando los preceptos
básicos de la separación de poderes y de controles sociales y soberanos,
cursaron solicitudes para empréstitos que nada tienen que ver con el
ordenamiento legal internacional, ni con los intereses de la patria.
Demás está recordarles que en los actuales momentos se
cursan una serie de procesos y denuncias en el mundo en contra de este gobierno
violador de derechos humanos, considerado un gobierno forajido, protector de la
guerrilla, el narcotráfico y el terrorismo internacional.
El pueblo de Venezuela en su mayoría amante de la paz,
del orden, del progreso y responsable de sus obligaciones legítimamente
adquiridas, no va a honrar ninguno de los negociados que actualmente se están
produciendo producto del nerviosismo, la inequidad y la clara y pública
intención de dejar arruinado al país, hipotecando sus recursos naturales y
especialmente los mineros y energéticos, o comprometer sus reservas
internacionales para conseguir recursos que no serán usados para el desarrollo
de la nación, conjugándose en los mismos, condiciones leoninas, comisiones
estrambóticas, plazos y jurisdicciones que no solo afectan nuestra soberanía
sino que claramente se nota la intención de hacerle daño a los ciudadanos de
esta nación.
El endeudamiento odioso que se ha producido y se está
conformando, es una clara política para hacer esclavo a todo un pueblo en base
a actos de corrupción, en coordinación, en algunos casos, con gobiernos
foráneos para apropiarse de los recursos y aprovecharse del dispendio y la
prodigalidad de dos presidentes ilegítimos y violadores de la constitución,
para su beneficio.
Giordani, uno de losgrandes responsables dela monstruosa deuda nacional |
Se pretende endeudar a los venezolanos, es un esquema de
coloniaje imperialista de izquierda que solo benefició y beneficia a toda
una red de subversión y crimen organizado establecido en la región y cuyas
acciones están afectando de manera peligrosa la estabilidad política de la región,
lo que ya vale como peligroso precedente para este tipo de operaciones
camuflados en compra de armas y tecnologías chatarra, bonos basura e
inversiones para una supuesta integración regional.
Este implantación del modelo socialista en Latinoamérica
es una forma virulenta de la toma del poder en todas sus instancias, vía
elecciones, de modo que los “actos de gobierno” aparentan una legalidad y
legitimidad en la forma; al secuestrar los poderes públicos, al tener una
Asamblea Nacional (Congreso), a las autoridades electorales, al Banco Central y
al poder judicial totalmente dependiente del jefe de Estado, sin controles y
con leyes habilitantes que le permiten, contrario a los principios democráticos,
legislar y comprometer al Estado prácticamente en todas las áreas de gestión
públicas y de endeudamiento exterior, logra, con apariencia de democracia,
instaurar un régimen totalitario.
Afortunadamente, es demostrable la violación reiterada de
la constitución vigente y de sus preceptos fundamentales, con lo que toda la
deuda ilegítima, ilegal e injusta será puesta en “observación” hasta que las
auditorías se realicen, es necesario que los prestamistas asuman su
responsabilidad al hacerse parte de negociaciones con gobiernos
“revolucionarios”, para los que toda ética y responsabilidad es relativa y
supeditada a los fines de la revolución.
Todas las garantías ofrecida y otorgadas de manera
fraudulentas por este gobierno irresponsable, quedarán sin efecto al demostrase
la ilegitimidad de las mismas, en este sentido, todas las concesiones sobre
áreas petroleras y mineras serán examinadas por las nuevas autoridades
designadas por el próximo gobierno.
Existe una amplia jurisprudencia, opiniones,
pronunciamientos de organismos internacionales que avalan el derecho que tenemos
los venezolanos como nación para rechazar las deudas ilegales, las odiosas, las
ilegitimas y las ecológicas, y esperar por parte de la comunidad internacional
la comprensión y hasta el apoyo, para detener de una vez por todas, las pretensiones
de gobiernos y prestamistas inescrupulosos, que juegan a negociar con el futuro
de generaciones de seres humanos que tienen que comprometer su calidad de vida
y sus oportunidades de desarrollo, para satisfacer apetitos y avaricias que
están fuera de todo orden humanitario y de relaciones civilizadas entre los
pueblos del mundo.
Quiero por último decir que, la deuda pública de este
gobierno no tiene nada de pública, ya que solo ha satisfecho los locos
experimentos de los militares comunistas que dicen gobernarnos, la
nacionalización de empresas para arruinarlas, un sin número de aventuras
colectivistas agrarias e industriales que lo que han dejado son enormes pasivos
y quiebras fraudulentas, todo hecho sin consulta, sin controles, sin
responsabilidad y con la idea de pasarnos a nosotros, los ciudadanos, la cuenta
impagable (pero nos la ocultan, aunque quieren que nosostros paguemos el desaguizado).
En tiempos de abundancia y derroche |
Es clara la noción distributiva socialista que se aplica,
no se reparte equitativamente el ingreso petrolero, pero la deuda sí.
Venezuela se ha caracterizado en su decurso como nación
libre e independiente, en ser generosa y apoyar las mejores causas humanitarias
en el mundo entero, por un accidente histórico, no podemos ser condenados a
servir ahora como esclavos de unas deudas que solo tienen como propósito
encadenarnos y sumirnos en la más oprobiosa dependencia y miseria.
No a los empréstitos con dictadores a costa del
sufrimiento de los pueblos, no a las deudas ilegalmente adquiridas. – saulgodoy@gmail.com
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