Será el mismo que el de los asesinos en serie, el de los dictadores sangrientos, el de los torturadores… tendrás que huir por el resto de tu vida, con órdenes de aprehensión a la vista, dictadas por las autoridades internacionales.
Lo
más probable es que huyas a Cuba, donde debes tener preparado tu exilio dorado
(eso, hasta que se te acabe el dinero y el régimen castrista se va a ocupar de
que sea pronto); pero aún en la isla caribeña de tu ensueño vas a tener problemas,
tus crímenes son de tal calibre que no prescriben jamás y te perseguirán a
donde vayas.
Tu
sola presencia va ocasionar problemas de orden político para el gobierno cubano
o cualquier otro gobierno que te reciba, ya que recibirán presiones para que te
entreguen, vas a convertirte en la piedra en el zapato al momento de cualquier
negociación con países democráticos; solamente con Venezuela, será condición sine qua non para restablecer
relaciones.
El
gobierno de Cuba tiene que cambiar su imagen, lo necesita para poder tener
futuro y un lugar entre la comunidad de naciones, no puede proseguir por
siempre como un asaltante de caminos, como un gobierno forajido; si quiere
cambiar esa imagen, va a tener, entre otras muchas cosas, que entregar a los
criminales que protege.
Conociendo
al régimen castrista, lo más probable es que, cuando te conviertas en un
problema, te pongan a “dormir”, alegando como excusa cualquier dolencia o tratamiento
médico, o simplemente te entreguen para quitarse el problema de encima.
Maduro,
te convertirás en un paria, sin destino, sin país de origen al qué regresar… en
tu caso, una salida honorable, al mejor estilo samurái sería que te hagas el “sepuku”, sería mejor que permanecer en
un cargo donde nadie te quiere y esperar que sea el pueblo, ese ante anónimo
hambreado y furioso a quien tanto haz engañado quien te saque.
Sobre
el horizonte tienes unos procesos judiciales que se te seguirán para asignar
responsabilidades sobre los terribles hechos violentos ocurridos en tu mandato,
tendrás derecho a la defensa y a un proceso justo (más de lo que cabría esperar
a una persona con tus antecedentes), va a ser muy interesante escuchar lo que
tienes que decir en tu defensa (si es lo de la guerra económica, apago la tele
y me voy a dormir).
Probablemente,
mientras cumplas tu sentencia, tengas una oferta de Ignacio Ramonet, para
escribir tu biografía, con la que podrás alargar tu fama de perseguido político
entre la izquierda más recalcitrante de Bolivia y Nicaragua; a lo mejor Danny
Glover la lleva a la gran pantalla y gane premios de la Academia.
Los
venezolanos te recordaremos con vergüenza, no por ti, sino por nosotros, por haber
permitido llegar a la presidencia del país al primer extranjero indocumentado, por
haber dejado que ganaras por fraude las elecciones y que resultaras el más inepto e irracional de
todos los mandatarios… ¡y eso que hemos tenido unos cuantos desquiciados en el
poder!
Maduro,
tú eres un hombre relativamente joven ¿Cuándo más pudieras vivir a partir de
hoy?, supongamos que no tienes una enfermedad incurable, por aquello de la
maldición “del espinito que florea en la sabana”, supongamos, que son veinte
años.
Lo
que debería ser tu vida plena de adulto y tu entrada en la tercera edad, la vas
a ocupar en estar huyendo, en la clandestinidad, sin poder disfrutar de tu
fortuna mal habida, sin poder gozar de ese mundo rutilante que viste como canciller
de Chávez, solo, porque los que se dicen tus amigos hoy no van a querer ni
siquiera devolverte el saludo… escondiéndote como una rata de albañal, ¿Es ese
un futuro digno para un revolucionario de tu calibre?
Una
cosa es segura, estás acumulando tantas muertes y males sobre tu persona (tú
qué crees en el karma, imagina lo que vas a tener que llevar sobre tus hombros)
el resto de tu vida, para nada, ya que en algún momento, lo que te quede de
soplo de vida la vas a pasar detrás de unos gruesos barrotes y torres de
seguridad.
Cada
minuto que pasas en el cargo de presidente de la república haciendo mal,
maltratando a tanta gente, negándoles su derecho a la vida, a una buena
alimentación, a una salud humanitaria, a un trabajo digno, para jugar tus
juegos del hambre socialista, solo dicen de ti que jamás estuviste en
condiciones de ejercer ese cargo, tu entorno de criminales aprovecha en hacer
más daño y provocar más víctimas que al final, te las van a endosar todas a ti,
y como cómplice, vas a pagarlas.
Te
propongo algo, Maduro, y lee esto con cuidado, porque te estoy dando una salida
que pudiera no ser tan maluca como pudieras esperarte, y creo que es la más
inteligente: Suspende la aplicación del Plan de la Patria, deroga la ley de
precios justos, dolariza la economía, un bolívar igual a un dólar - así te
sacas ese “clavo” de la inflación desbocada de una vez por todas - y deja de
producir bolívares sin respaldo en el BCV.
Levanta
la censura mediática a la que tienes sometido al país, permite la libre
circulación de noticias y opiniones, abre las puertas a la prensa internacional
para que certifiquen lo que vas hacer a continuación, que debería ser la
desmilitarización del país, encuartela a tus perros de presa, sobre todo,
desarma a tus escuadrones de la muerte - ese sería otro punto a tu favor – libera
a todos los presos políticos y permite que quien quiera hacerlo, manifieste sus
reclamos sobre la situación del país, que, debes admitirlo, es pésima.
Pon
preso a ese fascista del Capitán Diosdado Cabello y somételo a un proceso por
corrupción administrativa. No te será muy difícil hacerlo, te favorece la
práctica de saltar a la torera la separación de poderes y apropiarte de las
facultades del poder judicial ¿Qué es lo peor que pudiera pasar? ¿Un golpe de
Estado por parte de la camarilla más corrupta de los militares? ¡Te estarían
haciendo un gran favor!
Nombra
a alguien de la oposición como Vicepresidente y asegúrate de que se activen los
mecanismos para sustituir a todos los funcionarios que tienen sus cargos
vencidos, aplicando estrictamente la ley, destituye a los magistrados de la
corte suprema de justicia y llama a nuevas elecciones para esos cargos.
Ese
gesto, el de poner preso a Diosdado, de adecentar tu gobierno y de tener un
vicepresidente de la oposición para la transición, te daría peso específico y bañaría
de credibilidad tus acciones, porque en este momento nadie te cree ni un Ave
María.
Imagina
el escenario Nicolás, vas hacer todo lo contrario a lo que tienes planificado
(para decirte la verdad, eso que tienes en mente no es un plan) vas a tratar de
revertir todo lo que hiciste, por supuesto, no lo vas a lograr, pero el gesto
cuenta mucho.
Todo
esto para el gran finale, tu
renuncia, que debe ser algo apoteósico, destinado a que la historia lo recuerde
como el gesto de un hombre equivocado que al final vio la luz, vas hacer una
cadena nacional y le vas a pedir perdón al país por tus errores.
Hazme
un favor muy personal, a cambio de mis bien intencionados consejos, pon preso también
a Giordani - ya que estamos en esto de un solo gobierno, sin separación de
poderes – por lo menos, impide que se escape, ese viejito siniestro tiene que
pagar por haber arruinado el país, y hasta podría compartir una celda, al lado
de la de Diosdado.
Tu
cercana relación con los colectivos armados, con el narcotráfico y la
corrupción va a ser tu talón de Aquiles en los procesos por venir, pero haz un
gesto de buena fe y “apaga esa candelita” que te está quemando la rabadilla,
quítale los negocios a los militares y elimina a los colectivos de los espacios
públicos; total, el daño que podían hacer ya lo hicieron, ahora no son sino una
molestia y pueden agravar tu caso.
Anúnciale
al país tu intención de quedarte en el país para que sea la justicia nacional la
que te juzgue, será la prueba sincera de tu arrepentimiento.
Manda
a los cubanos a casita, diles que ya no los necesitas, que el negocio petrolero
lo va a revisar la nueva Asamblea
Nacional en una sesión pública, y lo que allí se decida, se hará.
A
Ramírez sácalo de la ONU donde está enconchado, que se vaya a vacacionar en la
Toscana o a donde quiera - va a ser muy grato cazarlo como a un conejo y
traerlo a rendir cuentas – y nombra en la industria a alguien de la Gente del
Petróleo, porque el rescate va a ser muy duro y necesitamos gente capaz, que
conozca del negocio.
No te
sigas hundiendo en la ignominia, revierte el juicio de la historia en tu
contra, sorprende al mundo y da un giro, entre otras cosas has fe pública de tu
verdadera nacionalidad, grítalo al mundo, sácate esa viga del alma, grita a
todo pulmón “Soy Colombiano”, verás que te vas a sentir mucho mejor.
Por
lo menos, serás recordado por otras cosas, por ser valiente y rectificar, no
sólo como un chofer de autobús, asesino de estudiantes, de enfermos terminales,
de viejitos, por narco complaciente y mentiroso.
No
hace falta que me lo agradezcas, ni siquiera me menciones en los créditos, por
mí, que nadie se entere, que se vea que este gesto te salió del alma, una
lagrimita o dos, un leve temblor de labios, que Cilia entre al final en cámara,
te dé un besito en la mejilla y salgan los dos abrazados, te aseguro que ese
video será viral en la internet, y cuando hagan la película el público apenas
podrá contener el llanto, ese debería ser tu final y no el del hombre aterrado
ante las turbas pidiendo tu cabeza. – saulgodoy@gmail.com
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