Soy un estudioso y admirador de los trabajos de Samuel Huntington, en este blog encontrarán escritos sobre sus estudios y teorías, todos sobre ciencia política, disciplina en la que se ha destacado no solo como investigador, profesor, conferencista y autor sino como alto funcionario del gobierno norteamericano, muchas veces como asesor a la Presidencia de ese país.
Su
obra Choque de Civilizaciones ha
marcado la ruta de muchas de las políticas del Departamento de Estado para las
relaciones con el mundo y servido de marco teórico de los programas de defensa
y seguridad de ese país, con lo que quiero decir. que sus ideas son muy
influyentes.
Uno
de sus críticos más contumaces ha sido el profesor británico de filosofía
política, John Grey, quien apunta sus armas del intelecto, en contra de los dos
más conspicuos representantes de la intelectualidad de la derecha en Washington,
que son Huntington y Francis Fukuyama, este último con su tesis del Fin de la Historia.
John Grey, filósofo político |
Fukuyama
aseguraba en su libro que el capitalismo democrático sería la forma final que
adoptaría la comunidad humana en el planeta tierra, que sería el triunfo de la
idea occidental, Grey le riposta en un artículo en 1989 que “estamos retrocediendo a una época que es histórica en sentido
clásico, y no hacia adelante a la era vacía y posthistórica proyectada en el
artículo de Fukuyama. La nuestra es una época en la que la ideología política,
tanto la liberal como la marxista, tiene una influencia cada vez menor sobre
los hechos, mientras que unas fuerzas más antiguas y más primordiales, de tipo
nacionalista y religioso, fundamentalista y pronto, quizá, maltusianas, se
enfrentan entre sí [...]. Si la Unión Soviética se acaba desintegrando, esa
catástrofe benéfica no inaugurará una nueva era de armonía posthistórica sino
una vuelta al clásico terreno de la historia, un terreno de rivalidades entre
las grandes potencias, diplomacias secretas y guerras irrendentistas.”
La pretendida importancia que da Fukuyama a las ideologías
como causa de los conflictos en el siglo XX, es rebatida por Grey al demostrar
que las guerras han surgido principalmente de conflictos territoriales y dinásticos,
de enemistades religiosas y étnicas y de diferencias en los intereses económicos
de los estados soberanos.
Dice Grey que sólo la Guerra Fría fue por causas ideológicas,
y fue una guerra intermitente y parcial que duró unos 40 años, cuando esta
terminó las guerras volvieron a producirse por razones territoriales, de
etnicidad y de religión.
Samuel Huntington, autor de Choque de Civilizaciones |
Apunta a una confusión que hace Fukuyama entre modernización
y occidentalización, La Unión Soviética fracasó en su proyecto marxista de
organización económica a través de una planificación centralizada, que era un
proyecto occidental, pero Rusia no ha aceptado el modelo neoliberal de la
privatización y de los libres mercados.
Igualmente apunta, la reforma China fue una retirada del
modelo marxista occidental que se impuso bajo el mandato de Mao, la
modernización de China, según Grey, no ha conllevado a aceptar ningún otro
modelo de occidentalización, se trata de la aplicación de un capitalismo de
corte nativo.
Huntington dice: “La
rivalidad de las superpotencias es reemplazada por el choque de civilizaciones.
En este nuevo mundo, los conflictos más penetrantes, importantes y peligrosos
no tendrán lugar entre clases sociales, entre ricos y pobres o entre otros
grupos definidos en términos económicos sino entre pueblos pertenecientes a
diferentes entidades culturales [...]. Y los conflictos culturales más
peligrosos son aquellos que se dan a lo largo de las fallas tectónicas de las
civilizaciones.”
Para Huntington luego de terminada la Guerra Fría se acabó el
conflicto por las ideologías y entró en juego el choque de civilizaciones.
Francis Fukuyama autor del libro El Fin de la Historia |
La tesis de Huntington sobre las civilizaciones tiene enormes
lagunas, por ejemplo a Latinoamérica la deja en el aire, no sabe donde ubicarla
y si darle la clasificación de civilización, los judíos son considerados como
un accesorio de occidente, la Grecia actual la descalifica como perteneciente a
occidente, la cultura tibetana, una de las más antiguas del mundo la excluye, y
señala Grey, que el concepto de civilización que aplica Huntington es de tal
pobreza que solo admite como civilización a aquellas minorías activas políticamente
en los EEUU, entendiendo a Norteamérica como una civilización multicultural.
Huntington
afirma que las guerras de nuestro tiempo son guerras entre civilizaciones, pero
destaca Grey, que la gran cantidad de muertos que provocó la guerra entre Irán-Irak
de bando y bando, fue una guerra dentro de una civilización, igual sucedió con
el genocidio Tutsi aplicado por los Hutu, sucedió en Camboya dentro de su
propia civilización, Huntington las denomina guerras locales, no globales, pero
igual, la Primera Guerra Mundial podría verse sin problemas como una guerra
civil europea.
Dice
Grey: “La guerra de Corea y la guerra de Vietnam no fueron
conflictos civilizacionales sino compromisos estratégicos entre Estados que
justificaban sus reivindicaciones invocando ideologías «occidentales». En la
segunda guerra mundial, países «occidentales», como Gran Bretaña y EE.UU., se
aliaron con un país «ortodoxo», la URSS, contra otro Estado «occidental», la
Alemania nazi. Es fácil encontrar ejemplos como éstos.”
Otro
gran estudioso de la política, Robert Kaplan, aclara: “La
hipótesis de Huntington sobre una guerra entre el Islam y la cristiandad
ortodoxa no queda corroborada por las redes de alianzas existentes en el
Cáucaso. Pero ello es así, sólo porque Huntington ha errado al identificar cuál
es la guerra civilizacional que está teniendo lugar allí. Los turcos azeríes,
quizá los musulmanes chiítas más laicos del mundo, perciben su identidad
cultural no en términos de religión sino en términos de su raza turca. De la misma
manera, los armenios combaten con los azeríes no porque éstos sean musulmanes
sino porque son turcos, vinculados a los mismos turcos que masacraron a los
armenios en 1915”
Todo
esto apunta a que el núcleo de la tesis de Huntington contiene una gran cantidad
de grietas, su concepto de civilización hace aguas y no se sostiene, igual
sucede con Fukuyama.
Estas
sobre simplificaciones de términos para asignarle posiciones a grandes grupos
humanos en el marco de los conflictos, pueden ser peligrosos por la confusión
que crean en la mente de los estrategas y de quienes diseñan políticas
globales.
La
idea de civilización como concepto unívoco, que representa a un sistema de
valores que se opone a la barbarie se ha venido desarrollando desde la
Ilustración, el Imperialismo cultural francés era tenido como idea de cultura
universal, sucedió lo mismo con Inglaterra y luego con los EEUU, cada poder
global mide al mundo con su propia vara dejando por fuera un factor fundamental
en la comprensión del mundo, el relativismo cultural, lo que es importante y
útil varía de acuerdo a los distintos tipos sociales y culturales.
Grey
señala a Huntington como un ultraconservador con su concepto de occidente
perteneciente a la época de la Ilustración, es un concepto primitivo, insiste
Grey, ya que está basado exclusivamente en la solidaridad estratégica entre
Europa y los EEUU forjadas durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.
John
Grey es un personaje interesante, su vida política empezó en el laborismo
británico, luego de 1976 su preferencia se inclinó hacia la “nueva derecha”, en
los noventa vuelve a la izquierda con el movimiento ecologista, su estudio
sobre Frederich Hayeck fue considerado por el mismo Hayeck como una
interpretación brillante de sus ideas seminales y le da perspectiva a futuro.
Su
libro Perros de Paja (2002) fue
considerado por el escritor de ciencia ficción J.G. Ballard como libro del año,
dijo Ballard: “reta todas nuestras
creencias acerca de lo que pensamos es humano y de manera convincente nos muestra
que son todo suposiciones”, comentaremos esta obra próximamente.
Para
quienes les interese ahondar en las ideas de John Grey expresadas en este breve
escrito, recomiendo su libro Falso
Amanecer (Ediciones Paidós, 2.000), que desarrolla toda una argumentación
sobre la utopía capitalista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario