Feliz Día de la Tierra, ayer me fue imposible subirles el artículo debido precisamente a las severas condiciones del clima sobre mi montaña.
Por
el contrario, la ideología liberal clásica, que cree en las libertades humanas,
en el individualismo y en la libertad de emprendimiento, tiene su base
económica en el sistema capitalista, que hacen del libre mercado, de la oferta
y la demanda los reguladores de los precios.
El
liberalismo se sustenta en el respeto a la propiedad privada y espera de los
gobiernos un mínimo de intervención.
Estas
dos ideologías y sistemas económicos son antagónicos, siendo hasta el momento
el liberalismo el más exitoso en promover la democracia, la creación de riqueza
y el desarrollo de los pueblos. El socialismo nace como una crítica al
capitalismo por medio de un cuerpo doctrinario elaborado en el siglo XIX
conocido como marxismo.
No
cabe duda que uno de los factores que provocó la actual crisis ambientalista en
el planeta fue la tendencia que tiene el capitalismo a crecer sin medida, uno
de sus grandes éxitos es que sus negocios tienen como fin la maximización de la
ganancia, lo que implica, aumentar la producción constantemente y reducir sus
costos.
Esta
versión del capitalismo salvaje no tiene límites en cuanto a su crecimiento,
pero en un mundo con recursos naturales limitados y una creciente población
(consumidores), es obvio que la falta de límites hace colapsar el sistema.
Este
tipo de capitalismo ya no nos sirve, no es viable, afortunadamente el
capitalismo es un sistema económico que vive en constante evolución, las crisis
son parte de su naturaleza, y tiene mecanismos de adaptación que le permite
compensar algunas carestías, y como se basa en la constante innovación, puede
mutar y renovarse de diversas maneras, incluso en situaciones de escasez.
En
cuanto al socialismo y su sistema de economía de estado, donde los gobiernos
participan en la estructura de los negocios, su accionar se hace inelástico,
rígido, tarda mucho tiempo en reaccionar ante las crisis, su control policial
sobre la población hace poco probable que el recurso humano, principal fuente
de innovación, sea utilizado convenientemente, su principal interés, dicen
ellos, es el bienestar colectivo no el del individuo.
El
socialismo basa su sistema económico en resolver necesidades, da la apariencia
de ser efectivo al momento de distribuir la escasez, pero es un sistema
infértil, probadamente improductivo, reparte, pero es incapaz de generar
soluciones para las necesidades de vida de la masa otras, que no sean
arrebatándole a los demás sus propiedades, en nombre de la justicia social y el
derecho de las mayorías a sobrevivir.
Donde
existe el socialismo como forma de gobierno destaca el colectivo, la masa,
viviendo a niveles de subsistencia ejerciendo la violencia y el control social
por medios policiales y militares, la igualdad que pregonan es por lo más bajo,
mientras sostienen una élite política viviendo en la opulencia y los
privilegios que le corresponde por “derecho” de autoridad única.
Ante
la disyuntiva que se abre con la crisis planetaria ambiental, ambas ideologías
se encuentran compitiendo por el predominio de lo que sería un gobierno
mundial, cuyo germen es la necesaria gobernanza ambiental que en estos momentos
el mundo reclama.
Es
claro que el modelo de naciones soberanas que heredamos del siglo XIX ha
llegado a su fin, que en puertas tenemos cambios importantes de organización
social y política como son la de organismos supranacionales o bloques de
naciones unificadas (caso de la Unión Europea), o agrupaciones regionales con
intereses comunes (los países reunidos en las economías del Pacífico) o el de
integración de centro productivos, como sería el de las mega ciudades
interconectadas (como la ciudades portuarias del Sur de China, o del Este de
los EEUU, o el polo industrial y manufacturero de ciudades en Japón), y aún hay
otros que se están conformando.
El
modelo de organización de las Naciones Unidas está cambiando aceleradamente
hacia un modelo de autoridades únicas en el caso de asuntos alimentarios, de
desastres naturales, pandemias, cambio climático, justicia internacional, que
están recomponiendo los ejes de poder en el mundo, para nuestro pesar, la ONU
ha sido tradicionalmente un reducto de factores del socialismo y han adelantado
muchos de sus objetivos políticos por medio de acciones concernientes a los
cambios climáticos.
Pero
no les quepa la menor duda, detrás del escenario fuertes intereses ideológicos
predominan, hay un juego enorme de intereses, de corporaciones, de movimientos
ecologistas, de partidos políticos y organizaciones internacionales y
personalidades que están moviendo los hilos para que la forma de gobierno
mundial resultante sea a su imagen y semejanza.
Hay
personas que prefieren el socialismo como fuerza directora de estos avatares
porque creen que es la ideología y sistema económico, que más conviene para
garantizar la sobrevivencia de la humanidad, tiene varias ventajas, su cara de
humanismo y justicia para todos, su ideal igualitario, su creencia en que por
medio de la fuerza de un estado único puede controlar a 8 millardo y más de
personas en el mundo.
Pero
hay otros que opinamos que permitir que los socialistas se instalen como
gobierno mundial vendrá el caos y las guerras, no hay manera de imaginar el
futuro socialista sino como una distopía del estado policial, de países
apartados en campos de concentración, de esclavos trabajando para los nuevos
dueños del mundo, quienes son los que decidirán quién come, que, cuanto y
cuando, que históricamente, ha sido su especialidad.
El
grupo de los socialista se ha adelantado atribuyéndole a la actividad humana en
el planeta la culpa del cambio climáticos, su argumento es que la
industrialización desenfrenada del mundo y el uso de la energía barata de los
combustibles fósiles ha llenado nuestra atmósfera de CO2, un gas que produce el
efecto invernadero y hace elevar la temperatura del planeta.
Con
estos argumentos, hombres tan poderosos como el Presidente Barack Obama de los
EEUU, un reconocido socialista, el Papa Francisco, un autoproclamado
socialista, y buena parte de los directivos de la ONU y Europa, la mayor parte
socialistas, le han hecho la guerra al petróleo, al estilo de vida occidental y
están obligando al mundo a dirigirse hacia una organización ambiental mundial
que tiene todos los visos de una dictadura socialista.
Detrás
de ellos se mueve un importante grupo de lobistas, las industrias de las
energías alternativas, que son intereses económicos contrarios a los
petroleros, que hasta el momento han vivido de los subsidios para el desarrollo
de sus tecnologías, que no pueden competir con el petróleo pues son tecnologías
que no resuelven el problema de energía eficiente, barata y limpia, pero que
ven un mercado fabuloso para sus intereses (muchos de sus directivos están
involucrados en estas políticas).
Se han
creado una serie de ayudas y fondos de dinero pata otorgarle a los países en
desarrollo para que sus gobiernos cambien de ruta y se trancen por los que los
socialistas les ofrecen, su único compromiso es que mantengan a sus poblaciones
controladas y felices con los cambios de vida que proponen, que a todas luces
consiste en atraso y dependencia de los grandes centros industriales y de poder
socialistas.
Hay
una lucha titánica en los foros internacionales por prevalecer como los dueños
de este momento crucial, quien sea el triunfador, liberalismo o socialismo,
contará con una élite de personas muy poderosas gobernando el mundo, no hay
opción, o nos ponemos de acuerdo como inquilinos de este planeta, o
destruiremos la civilización.
Es
por ellos que este Día de la Tierra, la gente tiene que estar consciente de la
situación y lo que nuestras decisiones pudieran depararnos.
Una
sola cosa debe quedar muy clara, para la mayoría de nosotros, nuestra misión
debe ser salvar el planeta. - saulgodoy@gmail.com
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