miércoles, 20 de abril de 2016

Soluciones globales


En nuestro anterior artículo veíamos como nuestro planeta afronta serios problemas y como hay personas y organizaciones preocupadas por la situación, que están trabajando en brindar soluciones igualmente globales.
Las soluciones individuales de cada país, con los compromisos nacionales que se adoptan en las cumbres mundiales es que dichas soluciones son fragmentadas, muchas no se cumplen o se ejecutan a medias, a veces sin coordinación y cuando los esfuerzos no son unitarios y completos, los problemas permanecen, algunos pudieran complicarse.
Tratar de salvar la Amazonía, por ejemplo, detener su deterioro, requiere la acción directa de los países que son los responsables directos de los espacios que conforman parte de sus territorios, pero la deforestación, la desaparición de las especies, la contaminación de los cursos de agua, los procesos de desertización y por ende el impacto que representa la reducción de ese pulmón vegetal en esa parte del mundo, afecta a todo el planeta, los cambios climáticos, la distorsión en los patrones de lluvias, el intercambio de gases atmosféricos, las variaciones de temperatura nos afectan a todos por igual.
Lo que sucede con la Amazonia tiene repercusiones importantes en las corrientes del Golfo de México, las descargas de agua dulce en los océanos afectan la acidificación de las aguas en el Atlántico, los patrones de vientos hacia la antártica cambian, las temperaturas globales sufren variaciones que a su vez afectan las corrientes del Pacífico, los patrones climáticos de la faja ecuatorial cambian incluso al otro lado del mundo, afectando los monzones en la India…
Lo que quiero ilustrar es que el sistema de vida del planeta Tierra está todo interrelacionado, la teoría del caos está presente, una mariposa bate sus alas en Manaos, Brasil y la cadena de eventos puede provocar fieros incendios forestales en Australia.
Para una persona individualizada, el mundo lo componen vastos espacios, los cielos abiertos y los paisajes imponentes tienen un efecto engañoso en nuestra percepción, desde una playa o una montaña es difícil concebir los extenso de los recursos del planeta, pero el mundo en realidad se nos hace cada vez más pequeño, no solo producto de los rápidos sistemas de transporte que nos conectan, sino de la proliferación de ciudades, pueblos y aldeas, cada vez somos más habitantes en este mundo.
Cada vez que regresan las misiones espaciales a la Tierra nos traen evidencia, sobre todo en imágenes, que vivimos en uno de los planetas medianos del Sistema Solar, y en uno pequeño de la galaxia, al ingresar a la atmosfera a alta velocidad estas naves nos muestran como en cuestión de segundos ya no vemos la curvatura de la tierra, los continentes se reducen a regiones, las regiones a estados, los estados a departamentos o condados hasta que vemos la pista de aterrizaje.
La naturaleza no reconoce los límites artificiales impuestos por el hombre para dividir sus países, para las fuerzas activas del planeta no hay fronteras ni aduanas, los Tsunamis no piden permiso y cuando las manchas solares irradian a la Tierra con tormentas magnéticas no les importa a que gobiernos afectan.
Desde hace ya unas décadas diferentes grupos de interés, ONG’s, gobiernos y empresas se han estado reuniendo para analizar el problema de la sostenibilidad del planeta para que permita la continuación de la civilización humana, es claro que al menos que se tomen medidas de carácter global, muy pronto nos encontraremos con escasez de alimento, agua, energía, biodiversidad y otros recursos críticos que a su vez desencadenarán enormes crisis humanitarias.
La misma interconectividad que existe actualmente en el planeta entre diferentes sociedades, sistemas económicos y culturales, lo que nos ha convertido en una colmena global de mutuas interdependencias, es la misma red que deberá usarse para plantear y ejecutar las estrategias necesarias.
El objetivo es muy claro, debemos proteger los sistemas naturales del planeta que soportan la vida, debemos erradicar la pobreza al mismo tiempo que mantener la paz, reduciendo los conflictos sobre los recursos naturales, suena sencillo pero es complicado.
El sistema de vida que hasta el momento hemos desarrollado ya no está funcionando, no podemos seguir alentando el consumo sin límites que supone el desarrollo, al mismo tiempo que la población del mundo crece sin medida teniendo a ese desarrollo como meta.
A partir de este momento la sustentabilidad global debe ser la nueva meta, debemos hacer de este objetivo la idea que mueva a todos los hombres y mujeres de La Tierra.
Para lograr estas metas ya se ha determinado, se necesita una dirección global sobre los asuntos de cambios ambientales, el mundo debe caer en cuenta que es necesario una sola autoridad con un plan muy claro sobre cómo manejar, de manera rápida y eficiente, las diferentes crisis que enfrentamos.
Esta autoridad global en asuntos ambientales debe estar soportada por una red de organizaciones, de regiones, de países y locales,  asociadas con factores de gobierno y de la sociedad civil trabajando conjuntamente que permitan evaluar, poner en práctica medidas de protección ambiental, medir sus impactos, ajustar y rectificar si fuere el caso, sustituir a esa autoridad global donde no pudiera actuar, es lo que los expertos llaman una aproximación policéntrica a una gobernanza mundial ambiental.
Esto va a requerir varias cosas, entre ellas, nuevas responsabilidades y controles para los gobiernos que se integren bajo esta autoridad global, nuevas metas para alcanzar el desarrollo sustentable, hay que elaborar nuevos indicadores de bienestar y desarrollo que de alguna manera se mueva lejos del concepto de ingreso que hemos tenido hasta ahora, indudablemente combatir la pobreza individual que es causante de conflictos sociales y empobrecimiento de los ecosistemas.
En esta nueva fase de control global de los cambios ambientales la ciencia jugará un papel importante, pero para ello debe haber fluidez en los intercambios, conocimientos objetivos de las situaciones locales, regionales y globales basados en evidencias científicas, esto para asegurar recursos y ayudas, para saber el grado de urgencia dentro del plan global y a qué nivel se encuentran las esfuerzos para resolverlos.
Como el lector se puede percatar no es nada fácil abarcar estas soluciones, dependen de muchas voluntades y el elemento político estará jugando un papel importante, en un próximo artículo en vías de la celebración del Día de La Tierra abarcaremos este espinoso tema.  -  saulgodoy@gmail.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario