Uno de los poderes públicos más importantes del país ha sido privatizado en nombre de una organización política conocida como Partido Socialista Único de Venezuela (PSUV), en cuya nómina figura Nicolás Maduro Moro como su Presidente, quien a su vez ejerce el cargo de Jefe de Estado.
En
una deliberada confusión de términos y argumentos el Consejo Nacional Electoral
(CNE), que conforma el mal llamado Poder Ciudadano (digo mal llamado ya que lo
que ha hecho desde su aparición con la Constitución de 1999, ha sido defender
los intereses del gobierno) se ha dedicado a violar en su integridad el
artículo 294 de la Constitución Nacional que reza así: “Los órganos del Poder Electoral se rigen por
los principios de independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria,
despartidización de los organismos electorales, imparcialidad y participación
ciudadana; descentralización de la administración electoral, transparencia y
celeridad del acto de votación y escrutinios.”
Los
órganos del Poder Electoral están todos secuestrados por factores
pertenecientes al PSUV y/o con una línea de marcada dependencia y obediencia
hacia el Presidente de la República con lo que inmediatamente viola la
exigencia de una independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria,
despartidización de los organismos electorales, imparcialidad y participación
ciudadana.
Ni es independiente, ni es imparcial, prtende sustituir la voluntad del pueblo |
Se ha
tratado de mantener por medio de campañas comunicacionales, estrategias de
administración de derrotas y victorias electorales, discursos institucionales y
simples y puras mentiras, la ilusión de que el CNE es un organismo confiable,
eficiente e independiente, pero sus actuaciones, los funcionarios que lo
conforman y la normativa que le impone a las fuerzas políticas de la oposición
dicen todo lo contrario.
El
actual CNE no actúa velando por la participación ciudadana tal y como lo ordena
su mandato, muy por el contrario, su objetivo ha sido lamentablemente
adulterado para defender y perpetuar el poder político alcanzado por el PSUV en
las elecciones de 1999, y así lo ha demostrado en una larga serie de elecciones,
donde invariablemente por grandes o pequeños márgenes, el candidato de esa
tolda política ha resultado vencedor.
Pero
nunca había quedado tan en evidencia como en este delicado momento cuando las
fuerzas políticas de la oposición han decidido activar un referéndum
revocatorio en contra del ciudadano Nicolás Maduro Moros, actual presidente de
la República, quien fue proclamado por el CNE el año 2013 luego de unas cuestionadas
elecciones presidenciales, y a pesar de los gravísimos señalamientos que se han
hecho sobre la legitimidad de este ciudadano para ser electo para el cargo.
Elegir funcionarios extranjeros, tarea del CNE |
En la
exposición de motivos a la Constitución, elaborados por la Asamblea Nacional
Constituyente se puede leer muy claramente: “Se
expresa esta nueva concepción [participativa en vez de representativa] a través
de la implementación de instituciones políticas como la elección de cargos
públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la
iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y
las Asambleas de ciudadanos y ciudadanas, cuyas decisiones revisten el carácter
de vinculantes entre otros. Son estos, entonces, los novedosos medios que le
garantizarán al pueblo la participación y protagonismo en el ejercicio de la
soberanía.”
Estas
nuevas instituciones políticas funcionan cabalmente cuando se tratan de
iniciativas hechas desde el gobierno para favorecer los intereses del PSUV,
pero son extrañamente saboteadas, retardadas y complicadas cuando se tratan de
participaciones de la oposición política, en un clarísimo gesto de parcialidad
por parte del CNE.
La Sra, D'Amelio ficha del PSUV impone líneas al CNE |
Lo
que acaba de suceder con las declaraciones de la rectora del CNE Tania D’Amelio
Carniet que se debe cumplir con el lapso de 30 días fijados por el CNE, para la
recolección del 1% de manifestaciones de voluntad para entrar en la fase de la
constatación de la autenticidad de las firmas, a pesar del enorme volumen de
firmas recogidas que superan con mucho la franja necesaria para activar el
referéndum, es un claro indicio de que los intereses actuantes del PSUV tienen
el control del CNE, con lo que dejaría de ser un órgano del poder público y es
ahora un ente privado trabajando para intereses partidistas totalmente extraños
al interés nacional, es la razón para retrasar y posponer lo que es la
obligación del CNE, de darle curso a los procesos de participación ciudadana de
la manera más eficiente y rápida para dar a conocer la voluntad popular.
La
Sra. D’Amelio, en base a su pasado militante en las filas del partido,
funcionaria electa del PSUV como diputada, varias veces candidata a diversas
posiciones representando a esa organización política queda, de acuerdo a la
ley, inmediatamente descalificada para ejercer el cargo que ocupa.
Si
los rectores del CNE hubieran publicado una página completa en los periódicos
nacionales e internacionales declarando algo como: “Nosotros, los integrantes mayoritarios del CNE en nombre del PSUV,
nuestra organización partidista y en nombre de Nicolás Maduro Moros, nuestro
presidente y líder único, declaramos que haremos todo lo posible en nuestro
poder, tratando de disimularlo con argucias legales y normativas pre a porter,
de hacer imposible el referéndum revocatorio que intenta la oposición para
sacarnos del poder y así poder llevarnos a responder por nuestros delitos en
contra de la decencia, la moral pública y la imparcialidad que juramos al tomar
la posesión de nuestros cargos con los dedos cruzados en nuestras espaldas y que
nos impedirían gozar de nuestras cuentas secretas en dólares en el exterior por
prestarnos a tamaña vagabundería.” Creo
que hubiera sido más honesto que exponer al país entero a la burla y a la
trampa que intentan por medio de los cargos usurpados.
Quien les otorgó la propiedad del CNE a estas señoras? |
Van a
tratar de torpedear de todas las maneras posibles este intento del pueblo de
Venezuela a expresar su voluntad, el chavismo como fuerza totalitarista, al
servicio de los intereses cubanos y envalentonados por la falta de dirección de
nuestra oposición, está a punto de embarcarse en un nuevo insulto a nuestra
inteligencia y nuevas violaciones a la constitución.
Y si
las FFAA se quitaran por un momento los anteojos rojos rojitos con los que
están mirando nuestra realidad, se darían cuenta en el acto, que la guerra y la
conspiración en contra de nuestra democracia la tiene montada Maduro desde
Miraflores, que los enemigos de la patria y los grupos desafectos a la
democracia se encuentran en el CNE, el TSJ, la Defensoría del Pueblo, la
Fiscalía, la Contraloría y que ellos, las FFAA, son cómplices de esta
inmerecida charada en contra de la patria y los ideales de Bolívar. -
saulgodoy@gmail.com
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