Estamos entrando en la parte más oscura de la noche, justo antes del amanecer, el régimen chavista no aguanta un minuto más en el poder, ya no hay gobernabilidad, todas las medidas de Maduro se estrellan en una pared por su incoherencia e impracticabilidad, ya lo que hacen es ordenar para escucharse mandar y creer que todavía gobiernan, pero el país no se mueve, la economía no solo está estancada sino que retrocede, el país se degrada día a día, las instituciones se debilitan, la corrupción crece y el descontento popular crece.
En
términos de la filosofía de la historia desarrollados por Toynbee, estaríamos
en la etapa que él llamaba, la némesis de la creatividad, donde la sociedad ha
perdido toda capacidad de articular respuestas coherentes a la crisis, se ha
perdido el balance mental y moral y lo que nos queda son las alucinaciones del
gobierno y su llamado hacia metas irrealizables.
Pero
lo mismo que le sucede al gobierno le está pasando a la MUD, ese pequeño mundo
donde la oposición política trata de sobrevivir, atrapados en su librito de lo
políticamente correcto para unos buenos muchachos demócratas, constitucionales
y pacíficos, son incapaces de ajustarse a la realidad de la enorme crisis en
puertas, no tienen capacidad de maniobra principalmente constreñidos por un
arnés de formas y comportamientos autoimpuestos, sin ninguna duda existen en su
interior personas y grupos con una enorme ansia de poder y egoísmo acumulados
por años de espera por el momento correcto.
Los
partidos políticos que la conforman se debaten entre hacer lo apropiado bajo
las circunstancias y aprovechar las oportunidades que les abre la crisis, sólo
escuchan a quienes les diga lo que ellos quieren escuchar, tienen una agenda
electoral que muchas veces no coincide con los quiebres y rupturas que se dan
en la evolución de la crisis, cancelando toda posibilidad de reflexión y
creatividad en la búsqueda de soluciones.
La
MUD lo que hacen es reaccionar pero no hay imaginación, no hay verdadera pasión
por el cambio de piel que el país está llevando a cabo, lo peor, no tienen
líneas estratégicas, el único plan que tienen es esperar y ver cómo se
desarrollan los acontecimientos, jugar sobre seguros sin tomar riesgos,
ocupando un espacio de liderazgo que no pueden ni quieren ejercer debido a la
exagerada prudencia de unos pocos de sus dirigentes y que muchos lo vemos como
miedo.
Se
metieron en el vagón del revocatorio que ha producido unos resultados muy
buenos, tanto a lo interno como afuera, pero no utilizan lo que han logrado en
abrir nuevas brechas de resistencia, nuevos caminos para la acción, están todos
apostando a que Maduro y su gobierno se va a llevar la pistola a la cabeza y se
va a pegar el tiro de gracia él solito, eso no va a pasar.
Este
movimiento por el revocatorio a levantado polvo en el mundo, la dirección que
ha tomado el gobierno de Maduro de desconocer a la Asamblea Nacional, de
suspender todos los eventos electorales, de comprometer aún más a los militares
con una causa perdida, lo que han hecho es arrinconar aún más al gobierno,
ponerlo en evidencia de que ya no se trata de un gobierno legítimo y en
funciones, en su desespero, lo que Maduro y su gente está haciendo es empeorar
su situación, volviendo a Toynbee, Maduro está llevando al país hacia lo que el
historiador de las civilizaciones llama una “enormidad”.
Lo
que el gobierno está haciendo con el Mercosur es suicida, las decisiones
tomadas en Nicaragua por Ortega y su gobierno de disolver a la Asamblea
Nacional y el apoyo tácito de Maduro y sus amenazas de hacerlo en Venezuela, ya
tienen prendidas todas las alarmas en el continente, Maduro se hunde en su
porquería insultando y descalificando a los gobiernos del área donde sus
secuaces han caído en manos de la justicia; ruge el ratón en su madriguera
porque el cielo se cae en pedazos declarándoles la guerra.
Y en
medio de éste vendaval lo que se escucha desde la MUD son postulaciones
presidenciales, reconsideraciones sobre un diálogo, ahora con los militares,
insistencia en que el Vaticano, errático y lleno de falso orgullo, sea parte de
una mesa de negociación, siguen los voceros de la oposición hablando como
víctimas desvalidas, como si no tuvieran a todo un país detrás, no hay
asertividad, no hay planes ni rutas, sin pretenderlo (mejor pensarlo así) se
han convertido en el mejor aliado del régimen, su continuo y contradictorio
reconocimiento a los fueros y a la supuesta legitimidad de instituciones que a
todas luces no tienen ningún poder, lo confirman.
Esta
conducta errática de tratar de imponerle agendas políticas a una población
hambreada, pretender movilizarlas de las colas por alimentos a unas marchas que
no tienen destino, pareciera estar dirigido a un fin de fiesta, cuando el
gobierno niegue de manera definitiva el revocatorio este año, que lo ha estado
disfrazando de retardos y excusas.
La
situación del país es ideal para ir adelantando estrategias para su futuro
inmediato, pero hay que cambiar la perspectiva, dejar de verlo como un todo y
concentrarse en las regiones, cada una es distinta, cada una está sufriendo a
este mal gobierno de manera diferente, cada una tiene sus líderes, su momento y
sus salidas.
Por
ejemplo, en los estados andinos, que tanto han sufrido el implacable castigo de
los chavistas incluyendo un estado de sitio por parte de nuestras propias FFAA,
en manos de unas autoridades tan deleznable como lo son sus actuales gobernadores,
enemigos de la patria de Bolívar, negociantes de nuestra dignidad, debería
existir ya un movimiento organizado con
un gobierno de oposición paralelo y en la sombra, con cadenas de mandos
propios, con una agenda para el manejo de la crisis en esa región.
Estoy
seguro que en la agenda andina hay otras prioridades que la salida de Maduro,
para ellos la salida de un gobernador como Vielma Mora, por ejemplo es mucho
más importante, atender las siembras y cosechas locales o que la frontera se
abra y se permita el abastecimiento, o desenmascarar a las mafias dentro de la
Guardia Nacional que los tienen allí como carceleros.
Uno de
los propósitos de la MUD debería ser la de prestarle asistencia a las regiones
para que por separado, de manera autonómica, vayan logrando sus metas de ir
sustituyendo al chavismo como forma de gobierno, empezar a tomar el control del
territorio, manteniendo la unidad orgánica de la resistencia nacional, es mejor
repartir los huevos en varias canastas que tenerlos en una sola y correr el
riesgo de inmovilizar el país si el plan maestro (el plan A) llegara a
fracasar.
Declarar
a las regiones autónomas del gobierno de Caracas sería un gran paso, cerrar
filas en la consecución de su propio gobierno regional de sombra, con
autoridades propias en ejercicio, buscando el reconocimiento de países vecinos
como unidad territorial aparte de la República Bolivariana de Venezuela, tratando
de administrar su propia sobrevivencia y defendiéndose de la opresión, esperando
una mejor oportunidad para integrarse en un nuevo gobierno federativo con la
futura Venezuela que surgirá después del chavismo.
El
Zulia, igual, debería estar trabajando en separarse del gobierno
castro-chavista, para los zulianos es tan importante o quizás más importante
que Arias Cárdenas salga de la gobernación, y que un gobierno conformado por la
resistencia tome el poder en la región como lo ordena el artículo 350 de la
Constitución Nacional, cortar vínculos con el resto del territorio ocupado por
el pernicioso comunismo, todo estos movimientos cesionistas del gobierno
comunista, debería hacerse bajo la dirección de la MUD, con un plan de largo
alcance que vuelva a reunir a las regiones autónomas en un gobierno federal
luego de conquistada la libertad.
En
Margarita debería existir ya un movimiento buscando el apoyo internacional para
su sobrevivencia y autonomía, deberían tener funcionando un canal humanitario
en poder de las autoridades locales brindándole alivio a la población, ese
canal humanitario debe garantizarlo la ONU o en su defecto una coalición de
países amigos que hagan efectiva la llegada de la ayuda humanitaria y su
distribución, sin concurso del chavismo.
Guayana
debería estar haciendo lo mismo con la asistencia de un Brasil amigo, que nos
ayuden en este difícil tránsito hacia una nueva unidad federativa, pero para
que esto funcione debe haber un plan, olvidarse del pasado y mirar al futuro,
la reconstrucción de Venezuela pasa por integrarnos de una manera diferente,
mucho más madura e independiente, con nuevos signos y horizontes, no con estos
modelos obsoletos de estado nacional centralizado que lo que nos ha traído son
desgracias y miseria.
La
nueva Venezuela debería estar integrada por 7 u 8 regiones máximo, unidas por
eco regiones, reuniendo a pueblos similares en culturas y necesidades, con sus
idiosincrasias y planes, trabajando por el bien de la población y del
territorio a su cargo, con la esperanza de integrarse en un país fuerte, justo,
democrático, verdaderamente democrático, federativo, descentralizado.
La
MUD debería tener misiones en los EEUU explicando el plan al alto gobierno, buscando
el apoyo y el reconocimiento para un gobierno federativo en la clandestinidad
que efectuará un desacople del país y
producir múltiples frentes de resistencia, plantar la lucha coordinada, simultánea,
con múltiples objetivos en cada región, esto pondría a las FFAA chavistas en
estado de disfuncionalidad y probablemente, muchos de sus componentes
regionales se unan a la causa de liberación del país para obtener una gran
victoria.
Hay
toda una cultura política que hay que desaprender, esa cultura del centralismo
y la periferia, de la sujeción de las regiones al centro del poder, debemos
aprender a actuar como iguales entre pares, tomar decisiones locales,
regionales y nacionales cada una en su propia instancia y en su área específica
de interés
Deberíamos
tener conversaciones de alto nivel con los gobiernos de Inglaterra, Holanda,
Colombia, Brasil, Francia, todos países vecinos y poderosos que ven con preocupación el caos
que se avecina y la falta de preparación por parte de una oposición sin visión
del conjunto.
Luego
de esta borrachera de comunismo, militarismo y crimen, tiene que venir algo
diferente, una nueva sociedad con la que sea posible interactuar sin temor, con
confianza en los valores de occidente, que sea capitalista, cristiana y
globalizada.
Dejemos
de actuar como pedigüeños, como lazarillos de Tormes, mostremos el orgullo y la
preparación de lo que podemos hacer, inauguremos una nueva Latinoamérica libre
de complejos de inferioridad y resentimientos, pero tenemos que dejar de
espantarnos las moscas de la cabeza, contar, si es necesario con un nuevo
liderazgo, lo que tenemos parece ya no da más, que llegaron al límite de su
competencia, los alcanzó el principio de Peter.
La
resistencia con dirección es muy fácil de organizar, la reconstrucción de la nueva
Venezuela será más difícil pero sobran las ganas y las ideas, deberíamos estar
en medio de un intenso trabajo de organización por las regiones y no preparando
planchas y candidatos para cuando al CNE le dé la gana de convocar a
elecciones, a estos bandidos hay que ignorarlos, que se maten entre ellos,
nosotros tenemos un brillante futuro y a esa cita debemos acudir sin
falta. -
saulgodoy@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario