Retorno al tema electoral, que está siendo promocionado por algunos partidos políticos de la oposición, como bandera de la resistencia ciudadana en las calles de Venezuela.
Las
elecciones son, apenas, un aspecto, importante sí, pero sólo una parte de ese
gran mosaico que representa el derecho de elegir, el cual es fundamental porque
es como se expresa la libertad.
Dentro
de la gran gama de actos que elegimos, cuando somos libres, se encuentra
nuestro derecho a pensar y creer en lo queramos, a decir lo que pensamos, a
ocuparnos de cualquier actividad productiva que se nos antoje, a comprar la
ropa y la comida que más nos gusten, a divertirnos como deseamos, podemos hacer
de todo mientras estos actos sean legales, y no causen perjuicios a terceros.
El ir
a unas elecciones libres y democráticas y escoger al candidato y el programa
político que nos parezca más cónsono con nuestros ideales, es apenas uno de los
tonos que hay en la paleta de colores a elegir. Pero lo importante es poder
escoger entre una variada gama de propuestas y ofertas… o, al menos, entre dos
opciones, porque cuando no elegimos, alguien nos impone su criterio y decide
por nosotros.
En
este sentido, el dictador Maduro y su gobierno de facinerosos, representantes
del más brutal totalitarismo, no quieren que los venezolanos elijamos más nunca
sobre ningún asunto; ellos simplemente desean imponer su voluntad sobre los
ciudadanos y, si protestamos, nos ejecutan con un tiro en la cabeza.
No se
llamen a equívocos, esto que digo está sucediendo, y el gobierno de Maduro está
siendo auxiliado por los militares, que están en la calle reprimiendo al pueblo
en su protesta legítima; eso, en cualquier lugar del mundo, se llama
esclavitud, porque quien no puede elegir tiene un amo que decide por él, y si
protestas y te obligan a la fuerza a aceptar la opresión te están reduciendo a
una servidumbre.
Tal como
yo lo veo, los líderes políticos de la oposición democrática - en especial el
Sr Julio Borges, quien resulta ser el presidente de la Asamblea Nacional, y la
figura de más notoriedad, quien ha sido insultado, amenazado, golpeado y
perseguido por el asesino Maduro, y quien fue advertido por la Ministra de
Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, que ya le tiene una celda lista para él,
en alguno de sus lúgubres prisiones, tiene que apretar el acelerador para que
el cambio político se produzca lo más pronto posible.
Y qué
cosas, a pesar de esos ultimatos, el Sr. Borges no quiere quitarse la venda de los
ojos y anda pidiendo elecciones generales por los cuatro vientos, como parte de
un paquete de peticiones que si el gobierno de Maduro las concede, perdería el
poder y quedaría en manos de la oposición. Creyendo que resolviendo ese
petitorio (libertad a los presos políticos, reconocimiento de los poderes
plenos de la Asamblea Nacional, permitir la ayuda humanitaria, suspender y
procesar a los jueces del TSJ por el golpe de estado y llamado a elecciones),
la solución para nuestro gran dilema estaría en manos de Maduro, quien
simplemente tendría que cumplir con la constitución y punto.
En mi
opinión, eso no va a suceder, porque al contrario de los políticos de unidad
democrática venezolana, creo que la solución no es política, es militar, y lo
digo por la sencilla razón de que el actual gobierno de Venezuela está en manos
de un cartel de mafias, que responden a otros intereses.
La
visión de la situación que tengo, es que se trata de una gran organización
criminal manejada desde Cuba por Raúl Castro, en la cual intervienen intereses
del narcotráfico, del terrorismo, de la subversión armada, del tráfico de
armas, de organizaciones petroleras que trabajan en el mercado negro, de
intereses mineros al margen de la ley, de trata de blancas, de blanqueo de
capitales ilícitos, de organizaciones que alteran resultados electorales,
tienen en nuestro país un centro de espionaje para toda Latinoamérica, es una
fábrica de documentos de identidad para personas buscadas por la ley, financian
partidos políticos y campañas electorales en otros países, podría seguir con el
listado de actividades netamente criminales por un buen rato, que afectan no
solo la estabilidad regional sino el orden internacional.
Para
los venezolanos se trata de una lucha por la sobrevivencia de nuestras
libertades y la democracia, algo que, en este momento, no se soluciona con
elecciones, en especial porque el enemigo que tenemos, nos está apuntando con
un fusil, pero para el resto del mundo y sobre todo para los EEUU, se trata de
un cáncer que está creciendo agresivamente a pocas millas de donde quiere
levantar el muro que supuestamente los va a aislar de todos estos problemas,
sin darse cuenta que ya han sido penetrados por esta red internacional de
mafias y que tienen lobistas y hasta un partido político operando a su favor en
Washington.
Y si
revisan un poco la conformación de este cartel del crimen que tiene en su poder
al gobierno en Venezuela, se darán cuenta que está conformado por una serie de
países y gobiernos que son todos, enemigos jurados de los EEUU, y que juegan a
su destrucción.
Pero
volviendo a nuestra situación interna, ese pedido a elecciones que hace la
oposición venezolana puede muy fácilmente convertirse en una trampa, mientras
tengamos a Maduro y su combo en posiciones de gobierno, mientras que el directorio
del CNE esté conformado por ese jarrón chino que tiene la oposición como
representante y esas ingratas mujeres que no se conmueven ante la lucha de su
pueblo por no caer bajo el yugo de Cuba, mientras exista como competencia en el
tarjetón electoral el PSUV y sus afiliados, mientras el proceso sea
automatizado y secreto, mientras permitamos que unas máquinas y unos programas
emitan votos fantasmas y recompongan los resultados electorales a voluntad de
Maduro, ninguna elección está garantizada.
El
gobierno lo único que no tiene de su lado es el pueblo, pero tiene todo lo
demás: las armas, el dinero, el abuso, el apoyo de las mafias internacionales,
la trampa y la desinformación… yo no me atrevería a plantear una elección en
esas condiciones, ni aceptaría unas, a cambio de enfriar de nuevo las calles,
porque estoy seguro que lo que viene es la oferta del caramelito envenenado.
Si el
gobierno plantea unas elecciones en estas circunstancias, téngalo por seguro
que viene una nueva trampa, en la que espera caigan, golosos todas las cabezas de
los partidos políticos de la oposición, porque eso es lo de saben hacer, una
fiesta electoral, una campaña, unos operativos para asegurar los votos, que al
final terminan en unas declaraciones adelantadas por parte de partidarios del
gobierno, revalidando que ganó el gobierno, con el anuncio del CNE de
resultados irreversibles, y perdió la oposición.
Vuelvo
a insistir, nuestro principal y más inmediato problema es uno de seguridad, el
enemigo tiene las armas y las está usando en nuestra contra, nosotros estamos
desarmados, y aunque los pacifistas alucinados como Chúo Torrealba crean en la
fuerza de la figura de Gandhi y la resistencia pacífica, no somos indios y creo
que ya tenemos bastantes muertos de nuestro lado…yo creo que es hora de que le
pidamos a nuestros aliados, amigos y socios lo que verdaderamente necesitamos,
que es, se conforme una coalición de naciones, liderada por los EEUU, y que nos
ayuden a desarmar a nuestros enemigos que amenazan con exterminarnos.
Porque
solamente expulsando al chavismo del gobierno, que es lo mismo que sacar a los
cubanos de Venezuela, e interrumpir las actividades del cartel de mafias que
operan en nuestro territorio, podremos entonces pensar en política, mientras
tanto esto es un caso de seguridad, de orden militar-policial que sólo puede
ser atendido por una fuerza de tarea internacional.
Eso
tiene un costo, no es gratis, pero creo que Venezuela es un gran país y tiene
como pagarlo, y si esto es así, ¿A que estamos esperando? ¿A que sigan
disparando en contra nuestra como a patos en el agua? ¿A que en cualquier
momento secuestren al Sr. Borges y se lo lleven para las catacumbas del SEBIN y
le arranquen las cejas con pinzas?
Estimado
Sr. Borges, haga un “reality check” y dígame, conjuntamente con todos los
políticos de la unidad democrática, con la mano sobre el corazón, si su
argumentación de jurista y demócrata, políticamente correcto, resiste la prueba
de lo que está sucediendo en nuestras calles.
Váyase
inmediatamente para Washington, reúnase con el Sr. Trump, con el Sr. Almagro,
con todos los presidentes que sientan algún tipo de simpatía por nuestro
pueblo, que tengan temor de lo que pudiera sucederle a nuestra región si esos
terroristas se quedan gobernando a Venezuela y pídales ayuda, dígales la verdad
de lo que sucede en nuestro país, no se quede en esa versión política del
problema y hágalos entrar en razón, el continente, la región entera tiene un
serio problema de seguridad, que no se va a solucionar con montar unas
elecciones, eso vendrá después, sino para liberar a Venezuela de una peste
altamente contagiosa y mortal.
Lo
que viene es un gobierno de emergencia para estabilizar el país, para
pacificarlo, para que se controle la inflación, para atender el problema
humanitario, para rehacer las instituciones y preparar el camino para unas
elecciones generales, que tendrán su momento, luego que la población pueda
respirar con calma y recuperarse de este maratón de angustias y calamidades. Unas
elecciones generales, en este preciso momento, no son sólo una locura, sino una
irresponsabilidad.
El
gobierno de emergencia debe darse dentro de las condiciones de un estado de
excepción, no hay otra vía, utilizar la ruta constitucional resultaría bastante
complicado, fíjense, tenemos unas elecciones a gobernadores que ya debieron
darse y están en mora, vienen ahora las de alcaldes, si conseguimos remover al
chavismo del poder y en eso estamos trabajando arduamente en las calles de
Venezuela, conquistado nuestro derecho a escoger, podríamos elegir no hacer
esas elecciones, por lo menos por ahora, y otorgarle el poder al gobierno de emergencia
para que nombre las personas que de manera interina, se encargarían de ocupar esas
posiciones, serían escogidos conjuntamente, por esa Junta de Emergencia y la
Asamblea Nacional.
De
esta manera, tendríamos al estado funcionando sin los chavistas y con nuevas
autoridades, sin muchas complicaciones, todo con el fin de alanzar ese momento
en que el pueblo pueda acudir a las urnas, que exprese su voluntad y escoja a
sus gobernantes sin pasar por las horcas caudinas de un CNE rojo, rojito.
No
pierda más tiempo, darle largas al asunto es trabajar para ellos. Pida la ayuda
internacional que haga falta, firme lo que haya que firmar, deje que vuelva la
libertad y con ella nuestro derecho a elegir… le aseguro que pasará a la
historia como un gran hombre. - saulgodoy@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario