martes, 19 de marzo de 2019

Vivir en la realidad ¿Cuál de ellas?



No hay termino más amplio que el concepto de realidad, tiene tantos puntos de vistas como diversos son los intereses que pretenden abarcarlo, por ejemplo, una cosa es la realidad política del momento, o la realidad histórica si estamos hablando de ciencias sociales, otra es la realidad del individuo en su concepto cosmológico o evolutivo (biológico), o su realidad psicológica si vamos a plantearnos circunstancias mentales o de personalidad, o cual es la realidad metafísica si nos adentramos en los planos de transcendencia y espirituales, pero aún tratando de racionalizar sus aspectos físicos, hablar de realidad se nos hace cuesta arriba sino hacemos el esfuerzo de trazar ciertos límites y estructuras, pues el término se nos disipa en contradicciones flagrantes, incluso dentro de las llamadas ciencias “duras”.
Hay conceptos discutibles, que admiten argumentación en contrario, que sus postulados no son definitivos, y el termino realidad es uno de ellos, tomemos el caso de la física clásica, el de los empiricistas, que dicen que sólo aquello que puede ser medido existe, en el lado contrario se encuentra los llamados anti-realista, que fueron muchos de los fundadores de la Mecánica Cuántica, que hablaban de una realidad “local” y otra global muy diferente ambas, de una realidad observable y otra totalmente extraña que nadie ve, de una realidad presente y otra que está en el futuro, completamente distintas aunque tratándose de los mismos objetos o sujetos.
Dos de los principios fundamentales de la física clásica, por un lado, el Principio de Contradicción, elaborado por Aristóteles, que dice, que el mismo atributo no puede, al mismo tiempo, pertenecer y no pertenecer al mismo sujeto y en el mismo respecto.  Y la Ley del Medio Excluido que reza: que entre un pronunciamiento P, y su negación ¬P no hay nada en el medio, en el mundo cuántico ambas quedan derogadas.
Hasta el mismo principio de la independencia de la realidad que postula que la misma está allá afuera, independiente de nosotros, sin importar si la describimos o no, queda pendiente de lo que hace el observador; todo sistema para describir la realidad se hace incompleto o dependiente de variables inesperadas, cualquier formulación matemática del mundo o sus partes, al igual que cualquier expresión semántica que usemos para describir fenómenos quedan siempre cortos y no se corresponden con la totalidad de la realidad.
El filósofo Ben G. Yabobi profesor investigador del Imperial College de Londres y de la Universidad de Harvard, nos resume nuestra paradoja existencial de manera brillante, lo tomamos de artículo El Dilema Humano, la vida entre la ilusión y la realidad (2013):

La mente humana se esfuerza por asir la realidad, pero en términos prácticos sólo puede generar varios conceptos y teorías que tienen sus limitaciones. Identificar los límites sus límites de aplicación es primordial. Si estas fronteras y límites no están bien definidas, los conceptos y teorías se pueden convertir en dogmas y a uno sólo le queda la ilusión de un entendimiento. Los conceptos y teorías no pueden describir la realidad última debido a que no tenemos acceso a todos los elementos de la realidad emergente, y debido al desconocimiento inherente de todos los elementos residuales que no podemos descubrir ni entender. Por lo tanto hay una desconexión inevitable con la realidad. El problema fundamental con las ilusiones es que toman posesión de la consciencia individual resultando en un rechazo de ver las cosas como son sin las ilusiones de por medio.

La realidad mental existe sólo en la mente del observador y siempre es una interpretación del mundo nunca es la realidad última, la construimos de los diversos estímulos que recibimos por nuestros sentidos y es todo un mosaico de informaciones procesadas por nuestros sistema nervioso, no tiene una dimensión espacial y su existencia depende sólo del observador, no todo el mundo está claro que la versión de la realidad que tienen en su mente, no es la misma que la realidad exterior, uno de los grandes problemas que tenemos los humanos  es que a estas alturas de la civilización no sabemos si la realidad última existe del todo.
Una de las ventajas de aceptar este misterio de la realidad es que podemos detectar cuando estamos viviendo de ilusiones, que terminan siendo engaños, falsos escenarios construidos por la fe, las creencias, la propaganda, las ideologías, las teorías, los trucos del lenguaje y de la retórica, de allí la importancia de estar cotejando continuamente estas diversas propuestas de realidades entre ellas, comparando visiones, descripciones, investigaciones y propuestas, todos sabemos de lo fácil que nos resulta torcer la realidad para que se acomode a nuestros intereses, sobre todo en política.
La percepción del mundo para los humanos está construida a fuerza de lenguaje, y no hay nada más limitado e impreciso que el lenguaje, por ello es que en el curso de nuestras vidas es necesario navegarla utilizando varios mapas de la realidad, mapas que sabemos incompletos, aún los más detallados siempre resultan incompletos, y continuamente se van rehaciendo a medida que descubrimos los secretos del universo.
Los humanos tenemos la necesidad imperiosa de darle un orden al caos que es la vida y para ello construimos estructuras, sistemas, teorías que nos permitan darle significado a los eventos, nuestra mente no es capaz de aceptar sucesos sin sentido y el sentido lo ponemos nosotros, por ello es que vivimos inmersos en la cultura, en los sistemas simbólicos que nos permiten vivir con cierta coherencia, y si son creencias equivocadas, ilusiones falsas, podría hacernos la vida miserable.
El profesor Gerd Ch. Krizek, de la Universidad de Viena nos habla de una de las posiciones más interesantes de la filosofía de la ciencia y es el punto de vista del llamado realismo metafísico, del cual el profesor H. Putman nos describe la perspectiva realista, dice Putman:

Una de estas perspectivas es la del realismo metafísico. En esta perspectiva, el mundo consiste de una totalidad fija de objetos independientes de la mente. Alude a que existe una descripción completa, exacta y verdadera del mundo tal cual es. La verdad involucra una relación de correspondencia entre las palabras y el pensamiento por medio de signos con el conjunto de cosas. Yo llamo a esto la perspectiva externalista, ya que favorece en punto de vista del ojo de Dios.

El problema que quiero dejarles en mente es que la Mecánica Cuántica alega que los constituyentes básicos de la materia a nivel submolecular, funcionan con leyes muy diferentes al del mundo de la física clásica, pero estos elementos constitutivos de la materia influyen de manera determinante en su comportamiento como objetos y sujetos en el mundo, ignorar esto, significa tener una versión incompleta de la realidad, nos hacemos la pregunta, ¿Cuantas realidades distintas funcionan en el mundo que todavía no hemos descubierto?
Se acaba de realizar un exitoso experimento utilizando una computadora cuántica revirtiendo el tiempo al pasado en un segundo, se rompe con la Segunda Ley de la Termodinámica que entre otras cosas dictaba que la flecha del tiempo sólo se podía direccionar del pasado al presente, es por ahora un paso muy pequeño en descubrir mecanismos ocultos en la realidad, pero las posibilidades están allí y cambiará nuestra noción del universo.
Ni la vida ni la muerte son hoy lo mismo que antes, la realidad es elusiva y no hay quien pueda describirla… todavía.    -   saulgodoy@gmail.com






No hay comentarios:

Publicar un comentario