En
los barcos de guerra en tiempos de la Armada Invencible y de los piratas en el
Caribe, un cañón que no estuviera bien fijado en posición podía convertirse en
un peligro para la tripulación y la seguridad del navío, sobre todo porque
cuando disparaban tenía un recule, “una patada” muy fuerte, y si no estaba asegurado
en su nicho, podía causar accidentes terribles en la estructura de la nave
cuando se rodaba violentamente hacia atrás luego del disparo; como arma era
útiles y necesarias pero debían estar debidamente aseguradas de otra manera se
convertían en una amenaza, igual sucedía cuando navegaban en mar gruesa, en
tormentas, un cañón suelto podía producir víctimas graves entre la tripulación.
De
allí el dicho, que en las organizaciones modernas no se pueden permitir cañones
sueltos, que es justamente lo que estamos mirando con preocupación en el
entorno del presidente encargado Juan Guaidó, quien aparentemente no tiene
control en aspectos fundamentales de su accionar como presidente encargado de
la nación.
Aparentemente
y de acuerdo con lo que hemos podido observar, la presencia de algunos
directivos de su partido político Voluntad Popular, entre ellos el líder Yon
Goicochea, el Sr. Gustavo Baquero, el embajador Carlos Vecchio y otros,
ocupados en el sector petrolero en USA, algunos de ellos con nombramientos
dentro de PDVSA y de la empresa CITGO (escogieron bien, la gallina de los
huevos de oro), indican que hay una toma de posesión de estas empresas
petroleras por parte del partido y con fines que están reñidos con las condiciones
de gobierno de una presidencia interina.
Aparentemente,
lo que está sucediendo es que las ideas del Sr. Leopoldo López, fundador de la
organización política, sobre el futuro petrolero del país, se está aplicando
como política de estado, poniendo en línea el plan que Leopoldo López y el Sr. Gustavo
Baquero, desarrollaron en el libro sobre petróleo que ambos escribieron con el
título Venezuela Energética,
supuestamente una propuesta que iba a ser discutida públicamente, aunque por
otro lado y de manera muy ambigua, se dice que ese es el plan a ejecutar por el
partido Voluntad Popular y por extensión, por el gobierno interino del Sr.
Guaidó.
La
industria petrolera, en este momento se encuentra en plena reingeniería bajo la
dirección de una serie de profesionales comprometidos con el partido Voluntad
Popular y que tienen en estas ideas del Sr. López su hoja de ruta, estas directrices,
avaladas por el experto petrolero José Toro Hardy y el académico Moisés Naín,
entre otras figuras influyentes en nuestra sociedad, pretenden continuar con el
modelo estatista y el esquema socialista heredados del socialismo que ha
arruinado al país, pero lo están haciendo a puertas cerradas, con la clarísima
intención de perpetuar un esquema petrolero fracasado que tiene en el estado su
principal protagonista y dueño, y que ha caracterizado todos los vicios (y
ninguna de las virtudes) de los petro-estados, característico de los gobiernos
que hemos tenido hasta el momento en Venezuela, incluyendo el chavista.
¿Qué
es lo que está sucediendo a lo interno de nuestra industria petrolera? De
nuevo, es un secreto, pero existe un lineamiento general que fue destacado en
el libro antes mencionado, lo grave del asunto es que esta política está
haciendo aplicada de manera unilateral, lo que me da muy mala espina pues pareciera
una imposición para convertir en realidad la nueva PDVSA que desea López.
Lo
que nos hemos enterado por noticias internacionales es que CITGO y PDVSA están
quebradas, y confrontando graves problemas de orden técnico, financieros y
legales, tienen una serie de demandas por incumplimiento de contratos que
podrían dejar importantes componentes en manos de los acreedores, con inmensas
pérdidas económicas para el país, aumento de nuestra deuda externa y
debilitamiento de nuestra imagen como productores confiables de energía, es
decir, todos esos ejecutivos recién nombrados, en vez de estar ocupados en
desenredar el ovillo de trampas y problemas creados por el chavismo, se encuentran
reestructurando la empresa para que se parezca a lo que una vez tuvimos como
empresa estatal.
Entre
otras cosas, se rumora que están preparando a un grupo de empresas e
inversionistas que van a tener privilegios al momento de alguna apertura o
llamado a la privatización, una lista corta de amigos y socios, de intereses y
aliados, que incluyen a importantes grupos del chavismo, que pudieran perpetuar
un ambiente de corrupción y mafias en el negocio de los hidrocarburos.
No
quisiera creer que esto esté sucediendo durante el mandato del presidente
Guaidó, ni que Leopoldo López, o su padre, estén detrás de este plan, pero
tampoco hay información de fuentes oficiales, lo que tenemos son rumores e
información sin confirmar, lo que sí sabemos es que la industria está
produciendo menos petróleo, vende menos, y no es capaz, ni siquiera, de suplir combustible al mercado interno de
Venezuela.
La
excusa que alegan los interventores de estas empresas es que apenas son días
los que tienen enterándose del negocio, un grupo de intervención corporativa serio
hubiera, desde el primer minuto, presentado informes de sus actuaciones en
tiempo real, como la encontraron, cual es su estado en los libros, se debería
actuar con transparencia y responsabilidad hacia los venezolanos, que somos los
verdaderos dueños del petróleo ya que terminaremos pagando por las deudas y
desaguisados de la empresa.
Las
declaraciones de Goicochea no pueden ser más reveladoras, incluso en el detalle
de conversaciones y acuerdos con el chavismo en cuanto al futuro de la
industria, de las empresas mixtas, de
algunos importantes contratos, todo esto en medio de una opacidad absoluta, hay
un plan que no ha sido consultado con el universo de accionista de PDVSA que
somos todos los venezolanos.
Lo
que aparece a nuestros ojos es hay un programa secreto para la industria
petrolera del que Guaidó no ha dicho ni pío, lo que da a entender, como uno de
los posibles escenarios, que entre Guaidó y Leopoldo López se pactó la entrega
de PDVSA-CITGO a su partido o grupo de amigos, entre otras cosas para que el
partido Voluntad Popular tenga el financiamiento necesario para hacerse y perpetuarse
en el poder cuando vengan las elecciones.
Es
tan feo como suena, y el Sr. Guaidó debería dar las explicaciones necesarias
para tranquilizar esta ola de especulaciones, tiene que entender el presidente
encargado, que esta ola de rumores era de esperarse a falta de información
confiable, más aún tratándose de un área tan sensible para el futuro del país,
si esto es verdad y Voluntad Popular está tomando posesión de PDVSA, no en
nombre de los venezolanos sino en nombre del plan del Sr. López y su partido
político, estamos al frente de una nueva hegemonía petrolera al mejor estilo
chavista, peligroso para nuestro futuro en democracia y absolutamente
inaceptable para otras fuerzas políticas del país. no creo que a ningún partido
político de la oposición le haga gracia ésta situación, por ejemplo, le
interese que se estén haciendo estos manejos que van más allá de un cambio de
administración en la industria y de la defensa de los intereses del país, si
esto fuera verdad y estas empresas petroleras estuvieran en manos del partido
Voluntad Popular para su propio beneficio, pondría al resto de las opciones
políticas en una desventaja absoluta en el supuesto de unas elecciones en el
futuro cercano.
Y es
que hay cosas que no han sucedido y que llaman la atención, por ejemplo, al Sr.
Guaidó jamás se le relevó de sus obligaciones partidistas al momento de aceptar
su nominación como presidente encargado, no es independiente, sigue siendo un
hombre del partido, y el partido es una organización que tiene su jefatura y
gira instrucciones, tiene sus deberes y obligaciones para sus miembros, Guaidó
sigue siendo un militante de Voluntad Popular, sus lealtades siguen estando de
aquel lado, de hecho, lo que se percibe es que está permitiendo un manejo
extraño y no muy claro en materia petrolera, por lo pronto, con una mínima
información, y con un plan petrolero que no ha sido discutido con el país, ni
aprobado en ninguna instancia, y el presidente encargado avalándolo con su
silencio.
Si
los equipos de profesionales recientemente nombrados para esos importantes cargos
están trabajando sobre el plan de Leopoldo, que lo digan y se establezcan las
bases legales y políticas de este acuerdo de la cúpula del partido, si sólo se
trata de hacer un diagnóstico para luego hacer un control de daños en la
industria, que lo informen, en el mundo del petróleo todo se sabe, el negocio
es demasiado grande para ocultarlo y más todavía cuando se trata de empresas
intervenidas a varios niveles por el gobierno norteamericano, de los que deben
haber informes tratándose de una de las actividades estratégicas para el
gobierno de ese país, muchos de esos informes son públicos, no hay ninguna
razón para que los venezolanos no estemos enterados que fue lo que encontraron
cuando abrieron esas oficinas y que cual fue la información que el gobierno
norteamericano les entregó de las actividades hasta el momento.
En lo
personal tengo una opinión formada sobre que deberíamos estar haciendo con el
negocio petrolero, yo creo que deberíamos estar preparando las condiciones para
privatizarlo todo, completo, en un proceso abierto, con información pública y
al detalle, donde participen los que den las mejores condiciones para los
intereses del país, que al estado no le quede ni una acción en ninguna de las
empresas, uno de los problemas fundamentales del país ha sido que el estado se
ha ocupado demasiado en ser empresario petrolero y de otros ramos, y ha descuidado
con mucho su función de gobernar.
Pero
más grave todavía, esa solvencia financiera que obtiene el estado al ser dueño
de la riqueza petrolera, ha corrompido hasta el tuétano a los distintos
gobiernos, esas inmensas cantidades de dinero en manos de un grupo de
burócratas que no han hecho nada por ganárselo sino estar allí, donde hay, los
convierte en déspotas, y al no depender de las contribuciones del ciudadano vía
los impuestos, le es más fácil desentenderse de sus obligaciones para con el
país, se da esa extraordinaria y anormal situación de un estado que no necesita
de sus ciudadanos sino para conseguir sus votos, premia y castiga a voluntad,
compra conciencias, extorsiona a los ciudadanos, no se siente compelido a velar
por sus problemas, puede darse el lujo de ignorarlo pues tiene la múcura llena
de oro.
Cuando
se dispone de tanto dinero como caído del cielo, se hace irresistible ser un
socialista, patrocinar a un estado benefactor, dadivoso, acaparar todo el poder
y pisotear al ciudadano, darse el gusto de “regalar” becas, apartamentos,
vehículos, viajes, electrodomésticos, vacaciones… ha repetido Yon Goicochea en
sus declaraciones, que piensan hacer del gobierno un ente redistributivo de la
riqueza obtenida por el negocio petrolero, en lo que él llama un Fondo
Patrimonial, si eso no es socialismo, entonces no sé lo que es … ser súbdito de un estado rico es una
maldición que no quisiera volver a vivir, te roban la libertad y la dignidad,
te esclavizan con tal de seguir disfrutando de esa chequera mágica de
petrodólares.
Leopoldo
López aparece en este libro como un fanático del estado petrolero, en su
argumentación trata de dorar la píldora con un sistema mixto de participación
privada y del estado, con un estado ecologista, de justicia social, repartidor
de los beneficios petroleros, desarrollista, de planificación centralizada, que
juran que serán los reyes de los programas sociales, pero será un estado
petrolero al fin y con un tufillo socialista que no se aguanta, es la misma
fórmula de dominación y opresión social de los gobiernos chavistas y de los
gobiernos democráticos anteriores.
Los
venezolanos ya estamos cansado de un estado empresario, dueño de compañías de
distribución eléctrica, telefonía, líneas aéreas, de hoteles, de empresa
fabricantes de productos de aluminio, hierro, oro, de alimentos, de canales de
televisión, diarios, fábricas de automóviles y la lista es larga y se extiende,
con razón nadie gobierna el país y no salimos de un black out comunicacional y una oscurana, no hay carreteras en buen
estado, no hay agua, la inseguridad es rampante y el país está al borde de una
hambruna.
Hay políticos
que sin la droga de los petrodólares dentro de su sistema no pueden funcionar,
y es que, a pesar de que ellos se consideren como la gente más pulcra, honesta,
patriota y equitativa, nadie nos asegura que un futuro no vaya a venir otros
paracaidista y otro chofer de autobuses a querer administrar la riqueza
petrolera, mientras exista esa carnada asomando como el premio político en el
país, los políticos que van a querer competir por el premio gordo, serán todos
unos pranes.
Eso
no lo desea nadie en el país, ni siquiera Leopoldo López, pero está obcecado
con su tesis socialista del estado como dueño de los principales medios de
producción del país, el estado debe diseñarse como un estado normal, que
dependa de las contribuciones de sus ciudadanos, que se ocupe de gobernar no de
ser empresario, que compita ante los votantes por sus programas no por los
shows y las megacampañas a las que nos hemos acostumbrado, sin tener a la gente
como dependientes de programas sociales, fondos fiduciarios, o regalos por
buena conducta, si podemos eliminar razones para que sean corruptos,
ineficientes y abusadores, debemos hacerlo, no queremos repetir estas décadas
de atraso y pesadilla, ya hemos puesto demasiados muertos y sufrimientos para
volver a cometer el mismo error, el petróleo hay que privatizarlo, y hacerlo de
la manera más transparente, correcta y beneficiosa para el país posible.
Todos
estamos al tanto de los mucho que Leopoldo se sacrificó y sufrió por el país,
pero eso no le da derecho a imponernos una visión del estado retrasada y
peligrosa, no desde las sombras, con secretismos y ocultamientos, si quiere
hacerlo que lo proponga abiertamente, que lo discuta en público, que lo someta
a referéndum, y si el pueblo lo acepta, entonces se hará su voluntad, pero
mientras estemos jugando en democracia, mi esperanza es que si esto es verdad,
rectifiquen los involucrados antes de que se convierta en una polémica que
debilite la salida del régimen nefasto de Maduro, y el partido Voluntad Popular
se gane la repulsa del pueblo democrático…Y a todas estas, el presidente Guaidó
¿Qué dice? - saulgodoy@gmail.com
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