lunes, 18 de marzo de 2019

Los cañones sueltos y Guaidó



En los barcos de guerra en tiempos de la Armada Invencible y de los piratas en el Caribe, un cañón que no estuviera bien fijado en posición podía convertirse en un peligro para la tripulación y la seguridad del navío, sobre todo porque cuando disparaban tenía un recule, “una patada” muy fuerte, y si no estaba asegurado en su nicho, podía causar accidentes terribles en la estructura de la nave cuando se rodaba violentamente hacia atrás luego del disparo; como arma era útiles y necesarias pero debían estar debidamente aseguradas de otra manera se convertían en una amenaza, igual sucedía cuando navegaban en mar gruesa, en tormentas, un cañón suelto podía producir víctimas graves entre la tripulación.
De allí el dicho, que en las organizaciones modernas no se pueden permitir cañones sueltos, que es justamente lo que estamos mirando con preocupación en el entorno del presidente encargado Juan Guaidó, quien aparentemente no tiene control en aspectos fundamentales de su accionar como presidente encargado de la nación.
Aparentemente y de acuerdo con lo que hemos podido observar, la presencia de algunos directivos de su partido político Voluntad Popular, entre ellos el líder Yon Goicochea, el Sr. Gustavo Baquero, el embajador Carlos Vecchio y otros, ocupados en el sector petrolero en USA, algunos de ellos con nombramientos dentro de PDVSA y de la empresa CITGO (escogieron bien, la gallina de los huevos de oro), indican que hay una toma de posesión de estas empresas petroleras por parte del partido y con fines que están reñidos con las condiciones de gobierno de una presidencia interina.
Aparentemente, lo que está sucediendo es que las ideas del Sr. Leopoldo López, fundador de la organización política, sobre el futuro petrolero del país, se está aplicando como política de estado, poniendo en línea el plan que Leopoldo López y el Sr. Gustavo Baquero, desarrollaron en el libro sobre petróleo que ambos escribieron con el título Venezuela Energética, supuestamente una propuesta que iba a ser discutida públicamente, aunque por otro lado y de manera muy ambigua, se dice que ese es el plan a ejecutar por el partido Voluntad Popular y por extensión, por el gobierno interino del Sr. Guaidó.
La industria petrolera, en este momento se encuentra en plena reingeniería bajo la dirección de una serie de profesionales comprometidos con el partido Voluntad Popular y que tienen en estas ideas del Sr. López su hoja de ruta, estas directrices, avaladas por el experto petrolero José Toro Hardy y el académico Moisés Naín, entre otras figuras influyentes en nuestra sociedad, pretenden continuar con el modelo estatista y el esquema socialista heredados del socialismo que ha arruinado al país, pero lo están haciendo a puertas cerradas, con la clarísima intención de perpetuar un esquema petrolero fracasado que tiene en el estado su principal protagonista y dueño, y que ha caracterizado todos los vicios (y ninguna de las virtudes) de los petro-estados, característico de los gobiernos que hemos tenido hasta el momento en Venezuela, incluyendo el chavista.
¿Qué es lo que está sucediendo a lo interno de nuestra industria petrolera? De nuevo, es un secreto, pero existe un lineamiento general que fue destacado en el libro antes mencionado, lo grave del asunto es que esta política está haciendo aplicada de manera unilateral, lo que me da muy mala espina pues pareciera una imposición para convertir en realidad la nueva PDVSA que desea López.
Lo que nos hemos enterado por noticias internacionales es que CITGO y PDVSA están quebradas, y confrontando graves problemas de orden técnico, financieros y legales, tienen una serie de demandas por incumplimiento de contratos que podrían dejar importantes componentes en manos de los acreedores, con inmensas pérdidas económicas para el país, aumento de nuestra deuda externa y debilitamiento de nuestra imagen como productores confiables de energía, es decir, todos esos ejecutivos recién nombrados, en vez de estar ocupados en desenredar el ovillo de trampas y problemas creados por el chavismo, se encuentran reestructurando la empresa para que se parezca a lo que una vez tuvimos como empresa estatal.
Entre otras cosas, se rumora que están preparando a un grupo de empresas e inversionistas que van a tener privilegios al momento de alguna apertura o llamado a la privatización, una lista corta de amigos y socios, de intereses y aliados, que incluyen a importantes grupos del chavismo, que pudieran perpetuar un ambiente de corrupción y mafias en el negocio de los hidrocarburos.
No quisiera creer que esto esté sucediendo durante el mandato del presidente Guaidó, ni que Leopoldo López, o su padre, estén detrás de este plan, pero tampoco hay información de fuentes oficiales, lo que tenemos son rumores e información sin confirmar, lo que sí sabemos es que la industria está produciendo menos petróleo, vende menos, y no es capaz, ni siquiera,  de suplir combustible al mercado interno de Venezuela.
La excusa que alegan los interventores de estas empresas es que apenas son días los que tienen enterándose del negocio, un grupo de intervención corporativa serio hubiera, desde el primer minuto, presentado informes de sus actuaciones en tiempo real, como la encontraron, cual es su estado en los libros, se debería actuar con transparencia y responsabilidad hacia los venezolanos, que somos los verdaderos dueños del petróleo ya que terminaremos pagando por las deudas y desaguisados de la empresa.
Las declaraciones de Goicochea no pueden ser más reveladoras, incluso en el detalle de conversaciones y acuerdos con el chavismo en cuanto al futuro de la industria,  de las empresas mixtas, de algunos importantes contratos, todo esto en medio de una opacidad absoluta, hay un plan que no ha sido consultado con el universo de accionista de PDVSA que somos todos los venezolanos.
Lo que aparece a nuestros ojos es hay un programa secreto para la industria petrolera del que Guaidó no ha dicho ni pío, lo que da a entender, como uno de los posibles escenarios, que entre Guaidó y Leopoldo López se pactó la entrega de PDVSA-CITGO a su partido o grupo de amigos, entre otras cosas para que el partido Voluntad Popular tenga el financiamiento necesario para hacerse y perpetuarse en el poder cuando vengan las elecciones.
Es tan feo como suena, y el Sr. Guaidó debería dar las explicaciones necesarias para tranquilizar esta ola de especulaciones, tiene que entender el presidente encargado, que esta ola de rumores era de esperarse a falta de información confiable, más aún tratándose de un área tan sensible para el futuro del país, si esto es verdad y Voluntad Popular está tomando posesión de PDVSA, no en nombre de los venezolanos sino en nombre del plan del Sr. López y su partido político, estamos al frente de una nueva hegemonía petrolera al mejor estilo chavista, peligroso para nuestro futuro en democracia y absolutamente inaceptable para otras fuerzas políticas del país. no creo que a ningún partido político de la oposición le haga gracia ésta situación, por ejemplo, le interese que se estén haciendo estos manejos que van más allá de un cambio de administración en la industria y de la defensa de los intereses del país, si esto fuera verdad y estas empresas petroleras estuvieran en manos del partido Voluntad Popular para su propio beneficio, pondría al resto de las opciones políticas en una desventaja absoluta en el supuesto de unas elecciones en el futuro cercano.
Y es que hay cosas que no han sucedido y que llaman la atención, por ejemplo, al Sr. Guaidó jamás se le relevó de sus obligaciones partidistas al momento de aceptar su nominación como presidente encargado, no es independiente, sigue siendo un hombre del partido, y el partido es una organización que tiene su jefatura y gira instrucciones, tiene sus deberes y obligaciones para sus miembros, Guaidó sigue siendo un militante de Voluntad Popular, sus lealtades siguen estando de aquel lado, de hecho, lo que se percibe es que está permitiendo un manejo extraño y no muy claro en materia petrolera, por lo pronto, con una mínima información, y con un plan petrolero que no ha sido discutido con el país, ni aprobado en ninguna instancia, y el presidente encargado avalándolo con su silencio.
Si los equipos de profesionales recientemente nombrados para esos importantes cargos están trabajando sobre el plan de Leopoldo, que lo digan y se establezcan las bases legales y políticas de este acuerdo de la cúpula del partido, si sólo se trata de hacer un diagnóstico para luego hacer un control de daños en la industria, que lo informen, en el mundo del petróleo todo se sabe, el negocio es demasiado grande para ocultarlo y más todavía cuando se trata de empresas intervenidas a varios niveles por el gobierno norteamericano, de los que deben haber informes tratándose de una de las actividades estratégicas para el gobierno de ese país, muchos de esos informes son públicos, no hay ninguna razón para que los venezolanos no estemos enterados que fue lo que encontraron cuando abrieron esas oficinas y que cual fue la información que el gobierno norteamericano les entregó de las actividades hasta el momento.
En lo personal tengo una opinión formada sobre que deberíamos estar haciendo con el negocio petrolero, yo creo que deberíamos estar preparando las condiciones para privatizarlo todo, completo, en un proceso abierto, con información pública y al detalle, donde participen los que den las mejores condiciones para los intereses del país, que al estado no le quede ni una acción en ninguna de las empresas, uno de los problemas fundamentales del país ha sido que el estado se ha ocupado demasiado en ser empresario petrolero y de otros ramos, y ha descuidado con mucho su función de gobernar.
Pero más grave todavía, esa solvencia financiera que obtiene el estado al ser dueño de la riqueza petrolera, ha corrompido hasta el tuétano a los distintos gobiernos, esas inmensas cantidades de dinero en manos de un grupo de burócratas que no han hecho nada por ganárselo sino estar allí, donde hay, los convierte en déspotas, y al no depender de las contribuciones del ciudadano vía los impuestos, le es más fácil desentenderse de sus obligaciones para con el país, se da esa extraordinaria y anormal situación de un estado que no necesita de sus ciudadanos sino para conseguir sus votos, premia y castiga a voluntad, compra conciencias, extorsiona a los ciudadanos, no se siente compelido a velar por sus problemas, puede darse el lujo de ignorarlo pues tiene la múcura llena de oro.
Cuando se dispone de tanto dinero como caído del cielo, se hace irresistible ser un socialista, patrocinar a un estado benefactor, dadivoso, acaparar todo el poder y pisotear al ciudadano, darse el gusto de “regalar” becas, apartamentos, vehículos, viajes, electrodomésticos, vacaciones… ha repetido Yon Goicochea en sus declaraciones, que piensan hacer del gobierno un ente redistributivo de la riqueza obtenida por el negocio petrolero, en lo que él llama un Fondo Patrimonial, si eso no es socialismo, entonces no sé lo que es  … ser súbdito de un estado rico es una maldición que no quisiera volver a vivir, te roban la libertad y la dignidad, te esclavizan con tal de seguir disfrutando de esa chequera mágica de petrodólares.
Leopoldo López aparece en este libro como un fanático del estado petrolero, en su argumentación trata de dorar la píldora con un sistema mixto de participación privada y del estado, con un estado ecologista, de justicia social, repartidor de los beneficios petroleros, desarrollista, de planificación centralizada, que juran que serán los reyes de los programas sociales, pero será un estado petrolero al fin y con un tufillo socialista que no se aguanta, es la misma fórmula de dominación y opresión social de los gobiernos chavistas y de los gobiernos democráticos anteriores.
Los venezolanos ya estamos cansado de un estado empresario, dueño de compañías de distribución eléctrica, telefonía, líneas aéreas, de hoteles, de empresa fabricantes de productos de aluminio, hierro, oro, de alimentos, de canales de televisión, diarios, fábricas de automóviles y la lista es larga y se extiende, con razón nadie gobierna el país y no salimos de un black out comunicacional y una oscurana, no hay carreteras en buen estado, no hay agua, la inseguridad es rampante y el país está al borde de una hambruna.
Hay políticos que sin la droga de los petrodólares dentro de su sistema no pueden funcionar, y es que, a pesar de que ellos se consideren como la gente más pulcra, honesta, patriota y equitativa, nadie nos asegura que un futuro no vaya a venir otros paracaidista y otro chofer de autobuses a querer administrar la riqueza petrolera, mientras exista esa carnada asomando como el premio político en el país, los políticos que van a querer competir por el premio gordo, serán todos unos pranes.
Eso no lo desea nadie en el país, ni siquiera Leopoldo López, pero está obcecado con su tesis socialista del estado como dueño de los principales medios de producción del país, el estado debe diseñarse como un estado normal, que dependa de las contribuciones de sus ciudadanos, que se ocupe de gobernar no de ser empresario, que compita ante los votantes por sus programas no por los shows y las megacampañas a las que nos hemos acostumbrado, sin tener a la gente como dependientes de programas sociales, fondos fiduciarios, o regalos por buena conducta, si podemos eliminar razones para que sean corruptos, ineficientes y abusadores, debemos hacerlo, no queremos repetir estas décadas de atraso y pesadilla, ya hemos puesto demasiados muertos y sufrimientos para volver a cometer el mismo error, el petróleo hay que privatizarlo, y hacerlo de la manera más transparente, correcta y beneficiosa para el país posible.
Todos estamos al tanto de los mucho que Leopoldo se sacrificó y sufrió por el país, pero eso no le da derecho a imponernos una visión del estado retrasada y peligrosa, no desde las sombras, con secretismos y ocultamientos, si quiere hacerlo que lo proponga abiertamente, que lo discuta en público, que lo someta a referéndum, y si el pueblo lo acepta, entonces se hará su voluntad, pero mientras estemos jugando en democracia, mi esperanza es que si esto es verdad, rectifiquen los involucrados antes de que se convierta en una polémica que debilite la salida del régimen nefasto de Maduro, y el partido Voluntad Popular se gane la repulsa del pueblo democrático…Y a todas estas, el presidente Guaidó ¿Qué dice?    -   saulgodoy@gmail.com





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