El régimen de Nicolás Maduro parece haber estrechado sus
alianzas con los demonios del terrorismo internacional, lo que es una pésima
noticia para los venezolanos que solo queremos vivir en paz y tener las
condiciones “normales” para retomar el juego democrático.
De nuevo, de manera unilateral, inconsulta y sin
participación de las mayorías, la cúpula del poder chavista parece haber tomado
la decisión de entrar en una confrontación directa con occidente, en esta
ocasión, en nombre del islamismo fundamentalistas de los ayatolas iraníes.
Y es algo que no se entiende, el grueso del chavismo no
es musulmán, no creen en el islam, solo un pequeñísimo grupo comparte estas
creencias y cultura; para la teocracia iraní, el chavismo es apenas un grupo de infieles,
simpatizantes con su causa, que jamás podrán compartir su mesa con ellos, aún
si se convirtieran y cambiaran la Biblia por el Corán, siempre serán personas
de segundo orden, perfectamente desechables, buenos como aliados y compinches,
pero jamás para compartir los verdaderos valores y culturas islámicos.
Pero su influencia en el país es notable, y lo vemos no
solo con la proliferación de mezquitas y colonias de expatriados árabes,
turcos, sirios, libios, libaneses, persas, donde estas comunidades hacen vida,
con sus propias escuelas, clubes, asociaciones, restaurantes y una muy próspera
red comercial y de negocios, que abarca no solo tiendas y centros comerciales,
sino grandes y poderosos industriales, contratistas para el estado, políticos, y
últimamente, por lo notorio de su presencia, en el entorno militar y de los
órganos de inteligencia del estado.
Todos estos pueblos semitas del medio oriente han tenido
presencia en nuestro país, muchos de ellos se han asimilado exitosamente, se
han mezclado y cultivado sus familias en el espíritu democrático y de apertura
de una Venezuela liberal, han aportado positivamente para el desarrollo del
país y con ellos estamos agradecidos, pero eso no ha impedido que con el
advenimiento de la revolución bolivariana, se le diera a esta migración otro
sentido, mucho más político, propio de la izquierda radical, con sus alianzas
con los grupos extremistas y simpatías hacia gobiernos teocráticos que rigen
los destinos de algunos de estos países, compartiendo las ideologías de
liberación que los han llevado a ser abiertamente enemigos de occidente.
Por supuesto, el petróleo y la OPEP han sido factores de
encuentro entre nuestras culturas, lo mismo que han sido los grupos terroristas
y gobiernos totalitarios que han inspirado e incluso, que han sido plataformas
de acción para muchos aventureros (remember
Carlos, El Chacal); todo el mundo recuerda el acercamiento que tuvo Hugo Chávez
mientras fue presidente, con mandatarios totalitarios como Hussein, Arafat y Gadafi
en momentos muy delicados para la estabilidad de occidente.
Desde que llegaron los revolucionarios al poder, la
política exterior ha estado enmarcada dentro de un espíritu de confrontación
con los tres principales protagonistas de occidente, los EEUU, Europa e Israel,
que son precisamente los mismos enemigos de estos gobiernos radicales islamitas,
tanto Chávez como Maduro han tratado de jugar una posición de conveniencia
entre estos países, recurriendo a la larga tradición de amistad y cooperación
que teníamos como parte del occidente democrático, pero que indudablemente es
superada por el interés ideológico con los hombres fuertes y los movimientos de
liberación islámicos (que muchos de ellos son movimientos de dominio mundial en
la figura de una guerra santa, y la consecución de un califato global).
Hay varias señales en el ambiente que apuntan a un nuevo
entendimiento con la cultura islámica en los términos políticos de una
radicalización del chavismo en Venezuela, el viaje de Maduro a Turquía, para
asegurar inversiones, fuente de bienes y servicios, entre ellos comida, drones, seguridad bancaria y financiera
para el oro extraído ilegalmente del país, y cuentas que refugian los dineros de
la corrupción de funcionarios; los nuevos acuerdos con Argelia, país árabe que
se encuentra en medio de un divorcio con Europa en los peores términos posibles
sobre la independencia de unos territorios, todo parece indicar que los mejores
nuevos amigos de Maduro están embarcados en una guerra santa y que el chavismo
quiere ser parte de ella.
La detención del avión de CONVIASA en Argentina con
tripulación iraní, con dinero en efectivo y unas oscuras intenciones es el otro
punto a destacar, en ese vuelo había personas pertenecientes a cuerpos élites
del ejército iraní, como lo es la Guardia Revolucionaria, y aunque su plan de
vuelo indicaba intenciones comerciales, para nada se justificaba el secreto y
las complicidades que supuestamente iban a ocultar los verdaderos fines de
aquel vuelo que actualmente es investigado, ya que se trata de una aeronave
denunciada por las autoridades de los EEUU.
Si a esto agregamos el incremento de la violencia
política en Venezuela, de los ataques injustificados y arteros en contra del
candidato Juan Guaidó, apoyado por el gobierno de Joe Biden, y la lamentable
situación de los jóvenes detenidos en Caracas, a instancia del Alcalde de
Chacao, en supuesta colusión con el gobierno de Maduro, y que dio como
resultado el secuestro de los activistas por partes de órganos de seguridad del
estado, lo que parece indicar que las verdaderas intenciones del régimen chavista
es permanecer en el poder cueste lo que les cueste, sacrificando al pueblo de
Venezuela, y no permitiendo el retorno a la democracia.
Está de por medio también, la inestable situación del
negocio petrolero venezolano, dependiendo cada vez más de la asistencia iraní,
del limbo en que se encuentran los permisos de operación de las empresas
productoras extranjeras y de la comercialización del crudo, el calamitoso
estado de la empresa Monómeros y la pugna por su control, el gabinete de Maduro
no parece tener una visión clara de cuáles son sus prioridades y donde están
sus principales intereses, lo que sí estamos claros los venezolanos es que el
régimen de Maduro no nos toma en cuenta al momento de decidir sobre aspectos
tan cruciales en política exterior y energética.
No es posible que mientras hay desabastecimiento y una
desproporcionada alza en el precio del gasoil, que afecta de manera tan
importante a todo el transporte en nuestro país, sigamos manteniendo el suministro
de combustible a Cuba que en vez de aprovechar la posibilidad de trabajar con
las mejores empresas petroleras del mundo, decidamos hacerlo con quienes van al
final de la cola, lo que indica que se prioriza el manejo político del negocio
petrolero que su función comercial y de negocio.
El curso de la economía interna va siguiendo la pauta
propagandística de un “estamos mejor” que solo es verdad para una minúscula
parte de la población, sustentado en burbujas económicas de aparente bienestar
en los sectores de bienes raíces, algunos parches turísticos y ciertos sectores
del consumo, el grueso del país se las está viendo negras con la inflación, la
falta de crédito para emprendimientos, un desempleo rampante; de nuevo hay
temores sobre el manejo monetario y el derrumbe de las criptomonedas, la
inflación que afecta la economía dolarizada, y un estado hambriento de recursos
y castigando duramente al sector productivo y comercial con voraces impuestos.
Al chavismo no le importa el estado de los servicios
públicos, el suministro de electricidad, agua, el mantenimiento de vías, vemos
claramente que la apertura de nuestros cielos para el transporte aéreo tiene un
marcado acento político, en el sentido que valoran mucho más el aspecto
ideológico que el bienestar de la nación, en este sentido hay coincidencias
entre la forma de hacer política entre Venezuela y los países islámicos
fundamentalistas.
Los programas sociales del país son una hemorragia de
recursos sin sentido que solo funciona para sostener a una base clientelar, el
sistema educativo y de salud están colapsados, y eso no es un eufemismo, la
crisis humanitaria en Venezuela se ha agravado, y esto lo recogen a diario los
entes multilaterales que se ocupan de monitorear el estado de las naciones.
Los países de occidente han establecido claramente que el
levantamiento de las sanciones económicas en contra del régimen venezolano, se
hará efectivos de acuerdo a los avances que se concreten en cuanto a la ruta
democrática electoral, en el respeto a los derechos humanos y las libertades
individuales de los venezolanos, pero Maduro, con estos movimientos
geopolíticos que prefiere hacer, en vez de sentarse en una mesa de negociación,
se aleja cada vez más de esas recetas y se concentra en apoyar a los enemigos
de occidente.
Si el interés de los venezolanos estuviera presente en su
agenda, trataría de enmendar errores con los países vecinos, aclarar malos
entendidos con acreedores, tomar posiciones que claramente indiquen que su
intención es enmendar errores del pasado, mostrar efectivamente una apertura
hacia el comercio mundial y la convivencia internacional.
Su posición para con Rusia, a pesar de la desastrosa
guerra en Ucrania, no ha variado, Maduro insiste en que Rusia es un socio
estratégico, es de prever que apoyará al régimen de Nicaragua en permitir el
incremento de bases rusas en ese país, Venezuela, por su parte, ya no puede
soportar el peso de Cuba, auxiliándola de la manera como lo hace, y
permitiéndole una injerencia política que raya en la traición a la patria.
Es muy probable que Maduro esté entrando en una zona de
desastre, el que Díaz Chanel, Ortega y Maduro sean los mandatarios excluidos de
la Cumbre de las Américas, dice mucho de la actitud y dirección que el gobierno
ha tomado, estas exclusiones debido a su comportamiento, le pone la piel
sensible al líder revolucionario venezolano, y como buen revolucionario que es,
la huida siempre es hacia adelante, creo que la intensión está en reventar al
país, ponerlo en coma, arrastrarlo hacia un abismo, y lo de permitir que Irán
utilice empresas y recursos de los venezolanos, es una manera de apurar el
trance.
Para quienes no lo sepan, Irán se está alejando cada vez
más de los controles internacionales sobre su industria nuclear, los israelitas
sostienen una guerra sorda y secreta, tratando de evitar que Irán logre hacerse
con armas nucleares efectivas, destruye instalaciones claves, asesina
científicos cada vez que están a punto de lograr un avance clave, pues están seguros
van a usarla en su contra, este es un conflicto muy delicado y que Maduro
pareciera estar ansioso por hacerse parte.
Los cuerpos de inteligencia de occidente prevén que en
cualquier momento se haga uso de una bomba nuclear “sucia”, con tecnología
proveniente de Irán o Corea del norte, este tipo de arma caen bajo la
clasificación de armas de destrucción masiva, y aunque de alcance más limitado
que la de las armas convencionales, todavía pueden hacer mucho daño, pareciera
ser algo inevitable, las preguntas claves son, cuando y donde.
El donde incluye cualquier lugar en el planeta donde
existan intereses aliados, y este puede ser incluso en Argentina o en cualquier
lugar de Latinoamérica, bastaría con destruir un objetivo simbólico como una
base militar, una embajada o una sinagoga para transmitir el mensaje, ya lo
hicieron anteriormente en Buenos Aires, recuerden que en este tipo de
operaciones las decisiones cruciales las toman otros, gente que ni siquiera
habla castellano, y los blancos en América del sur son mucho más fáciles de
lograr que en Europa o los EEUU.
Sería terrible que el régimen de Maduro tuviera que ver
con esta logística de muerte y destrucción, y lo del avión de CONVIASA apunta a
que están tratando de crear patrones de vuelo comerciales, rutas y movimientos
que no llamen la atención, para el momento de disponer de uno de estos
artefactos, poderlos trasladar sin levantar sospechas.
Es muy difícil que Maduro, o los cuerpos de inteligencia
de Venezuela tengan algún control sobre estas actividades de terrorismo
internacional, en todo caso, si se diera, y espero que este artículo llegue a
manos de quienes puedan evitarlo, que convenzan a Maduro que no es bueno jugar
con fuego, es mejor no arriesgarse y evitar convertir al país en tapadera para
que otros hagan sus estropicios, ya hay demasiado terroristas de otros países
con pasaportes venezolanos transitando por el mundo.
Y que no me digan los chavistas que no pienso en ellos,
ni hago nada por salvarles el pellejo, les estoy advirtiendo que tienen que
bajarle el trote a Maduro, hacerle entrar en razón que va por muy mal camino,
no me gustaría que Venezuela sea el “dummie”
que otros utilizan, y mientras el gobierno no diga nada sobre la situación en
Argentina, mientras las autoridades responsables no se pronuncien, esta teoría
conspirativa resulta de las pocas explicaciones plausibles al enojoso asunto
del avión venezolano detenido con tripulación mayoritariamente iraní. -
saulgodoy@gmail.com
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