jueves, 16 de junio de 2022

La escalera al infierno

 



El régimen de Nicolás Maduro parece haber estrechado sus alianzas con los demonios del terrorismo internacional, lo que es una pésima noticia para los venezolanos que solo queremos vivir en paz y tener las condiciones “normales” para retomar el juego democrático.

De nuevo, de manera unilateral, inconsulta y sin participación de las mayorías, la cúpula del poder chavista parece haber tomado la decisión de entrar en una confrontación directa con occidente, en esta ocasión, en nombre del islamismo fundamentalistas de los ayatolas iraníes.

Y es algo que no se entiende, el grueso del chavismo no es musulmán, no creen en el islam, solo un pequeñísimo grupo comparte estas creencias y cultura; para la teocracia iraní,  el chavismo es apenas un grupo de infieles, simpatizantes con su causa, que jamás podrán compartir su mesa con ellos, aún si se convirtieran y cambiaran la Biblia por el Corán, siempre serán personas de segundo orden, perfectamente desechables, buenos como aliados y compinches, pero jamás para compartir los verdaderos valores y culturas islámicos.

Pero su influencia en el país es notable, y lo vemos no solo con la proliferación de mezquitas y colonias de expatriados árabes, turcos, sirios, libios, libaneses, persas, donde estas comunidades hacen vida, con sus propias escuelas, clubes, asociaciones, restaurantes y una muy próspera red comercial y de negocios, que abarca no solo tiendas y centros comerciales, sino grandes y poderosos industriales, contratistas para el estado, políticos, y últimamente, por lo notorio de su presencia, en el entorno militar y de los órganos de inteligencia del estado.

Todos estos pueblos semitas del medio oriente han tenido presencia en nuestro país, muchos de ellos se han asimilado exitosamente, se han mezclado y cultivado sus familias en el espíritu democrático y de apertura de una Venezuela liberal, han aportado positivamente para el desarrollo del país y con ellos estamos agradecidos, pero eso no ha impedido que con el advenimiento de la revolución bolivariana, se le diera a esta migración otro sentido, mucho más político, propio de la izquierda radical, con sus alianzas con los grupos extremistas y simpatías hacia gobiernos teocráticos que rigen los destinos de algunos de estos países, compartiendo las ideologías de liberación que los han llevado a ser abiertamente enemigos de occidente.

Por supuesto, el petróleo y la OPEP han sido factores de encuentro entre nuestras culturas, lo mismo que han sido los grupos terroristas y gobiernos totalitarios que han inspirado e incluso, que han sido plataformas de acción para muchos aventureros (remember Carlos, El Chacal); todo el mundo recuerda el acercamiento que tuvo Hugo Chávez mientras fue presidente, con mandatarios totalitarios como Hussein, Arafat y Gadafi en momentos muy delicados para la estabilidad de occidente.

Desde que llegaron los revolucionarios al poder, la política exterior ha estado enmarcada dentro de un espíritu de confrontación con los tres principales protagonistas de occidente, los EEUU, Europa e Israel, que son precisamente los mismos enemigos de estos gobiernos radicales islamitas, tanto Chávez como Maduro han tratado de jugar una posición de conveniencia entre estos países, recurriendo a la larga tradición de amistad y cooperación que teníamos como parte del occidente democrático, pero que indudablemente es superada por el interés ideológico con los hombres fuertes y los movimientos de liberación islámicos (que muchos de ellos son movimientos de dominio mundial en la figura de una guerra santa, y la consecución de un califato global).

Hay varias señales en el ambiente que apuntan a un nuevo entendimiento con la cultura islámica en los términos políticos de una radicalización del chavismo en Venezuela, el viaje de Maduro a Turquía, para asegurar inversiones, fuente de bienes y servicios, entre ellos comida, drones, seguridad bancaria y financiera para el oro extraído ilegalmente del país, y cuentas que refugian los dineros de la corrupción de funcionarios; los nuevos acuerdos con Argelia, país árabe que se encuentra en medio de un divorcio con Europa en los peores términos posibles sobre la independencia de unos territorios, todo parece indicar que los mejores nuevos amigos de Maduro están embarcados en una guerra santa y que el chavismo quiere ser parte de ella.

La detención del avión de CONVIASA en Argentina con tripulación iraní, con dinero en efectivo y unas oscuras intenciones es el otro punto a destacar, en ese vuelo había personas pertenecientes a cuerpos élites del ejército iraní, como lo es la Guardia Revolucionaria, y aunque su plan de vuelo indicaba intenciones comerciales, para nada se justificaba el secreto y las complicidades que supuestamente iban a ocultar los verdaderos fines de aquel vuelo que actualmente es investigado, ya que se trata de una aeronave denunciada por las autoridades de los EEUU.

Si a esto agregamos el incremento de la violencia política en Venezuela, de los ataques injustificados y arteros en contra del candidato Juan Guaidó, apoyado por el gobierno de Joe Biden, y la lamentable situación de los jóvenes detenidos en Caracas, a instancia del Alcalde de Chacao, en supuesta colusión con el gobierno de Maduro, y que dio como resultado el secuestro de los activistas por partes de órganos de seguridad del estado, lo que parece indicar que las verdaderas intenciones del régimen chavista es permanecer en el poder cueste lo que les cueste, sacrificando al pueblo de Venezuela, y no permitiendo el retorno a la democracia.

Está de por medio también, la inestable situación del negocio petrolero venezolano, dependiendo cada vez más de la asistencia iraní, del limbo en que se encuentran los permisos de operación de las empresas productoras extranjeras y de la comercialización del crudo, el calamitoso estado de la empresa Monómeros y la pugna por su control, el gabinete de Maduro no parece tener una visión clara de cuáles son sus prioridades y donde están sus principales intereses, lo que sí estamos claros los venezolanos es que el régimen de Maduro no nos toma en cuenta al momento de decidir sobre aspectos tan cruciales en política exterior y energética.

No es posible que mientras hay desabastecimiento y una desproporcionada alza en el precio del gasoil, que afecta de manera tan importante a todo el transporte en nuestro país, sigamos manteniendo el suministro de combustible a Cuba que en vez de aprovechar la posibilidad de trabajar con las mejores empresas petroleras del mundo, decidamos hacerlo con quienes van al final de la cola, lo que indica que se prioriza el manejo político del negocio petrolero que su función comercial y de negocio.

El curso de la economía interna va siguiendo la pauta propagandística de un “estamos mejor” que solo es verdad para una minúscula parte de la población, sustentado en burbujas económicas de aparente bienestar en los sectores de bienes raíces, algunos parches turísticos y ciertos sectores del consumo, el grueso del país se las está viendo negras con la inflación, la falta de crédito para emprendimientos, un desempleo rampante; de nuevo hay temores sobre el manejo monetario y el derrumbe de las criptomonedas, la inflación que afecta la economía dolarizada, y un estado hambriento de recursos y castigando duramente al sector productivo y comercial con voraces impuestos.

Al chavismo no le importa el estado de los servicios públicos, el suministro de electricidad, agua, el mantenimiento de vías, vemos claramente que la apertura de nuestros cielos para el transporte aéreo tiene un marcado acento político, en el sentido que valoran mucho más el aspecto ideológico que el bienestar de la nación, en este sentido hay coincidencias entre la forma de hacer política entre Venezuela y los países islámicos fundamentalistas.

Los programas sociales del país son una hemorragia de recursos sin sentido que solo funciona para sostener a una base clientelar, el sistema educativo y de salud están colapsados, y eso no es un eufemismo, la crisis humanitaria en Venezuela se ha agravado, y esto lo recogen a diario los entes multilaterales que se ocupan de monitorear el estado de las naciones.

Los países de occidente han establecido claramente que el levantamiento de las sanciones económicas en contra del régimen venezolano, se hará efectivos de acuerdo a los avances que se concreten en cuanto a la ruta democrática electoral, en el respeto a los derechos humanos y las libertades individuales de los venezolanos, pero Maduro, con estos movimientos geopolíticos que prefiere hacer, en vez de sentarse en una mesa de negociación, se aleja cada vez más de esas recetas y se concentra en apoyar a los enemigos de occidente.

Si el interés de los venezolanos estuviera presente en su agenda, trataría de enmendar errores con los países vecinos, aclarar malos entendidos con acreedores, tomar posiciones que claramente indiquen que su intención es enmendar errores del pasado, mostrar efectivamente una apertura hacia el comercio mundial y la convivencia internacional.

Su posición para con Rusia, a pesar de la desastrosa guerra en Ucrania, no ha variado, Maduro insiste en que Rusia es un socio estratégico, es de prever que apoyará al régimen de Nicaragua en permitir el incremento de bases rusas en ese país, Venezuela, por su parte, ya no puede soportar el peso de Cuba, auxiliándola de la manera como lo hace, y permitiéndole una injerencia política que raya en la traición a la patria.

Es muy probable que Maduro esté entrando en una zona de desastre, el que Díaz Chanel, Ortega y Maduro sean los mandatarios excluidos de la Cumbre de las Américas, dice mucho de la actitud y dirección que el gobierno ha tomado, estas exclusiones debido a su comportamiento, le pone la piel sensible al líder revolucionario venezolano, y como buen revolucionario que es, la huida siempre es hacia adelante, creo que la intensión está en reventar al país, ponerlo en coma, arrastrarlo hacia un abismo, y lo de permitir que Irán utilice empresas y recursos de los venezolanos, es una manera de apurar el trance.

Para quienes no lo sepan, Irán se está alejando cada vez más de los controles internacionales sobre su industria nuclear, los israelitas sostienen una guerra sorda y secreta, tratando de evitar que Irán logre hacerse con armas nucleares efectivas, destruye instalaciones claves, asesina científicos cada vez que están a punto de lograr un avance clave, pues están seguros van a usarla en su contra, este es un conflicto muy delicado y que Maduro pareciera estar ansioso por hacerse parte.

Los cuerpos de inteligencia de occidente prevén que en cualquier momento se haga uso de una bomba nuclear “sucia”, con tecnología proveniente de Irán o Corea del norte, este tipo de arma caen bajo la clasificación de armas de destrucción masiva, y aunque de alcance más limitado que la de las armas convencionales, todavía pueden hacer mucho daño, pareciera ser algo inevitable, las preguntas claves son, cuando y donde.

El donde incluye cualquier lugar en el planeta donde existan intereses aliados, y este puede ser incluso en Argentina o en cualquier lugar de Latinoamérica, bastaría con destruir un objetivo simbólico como una base militar, una embajada o una sinagoga para transmitir el mensaje, ya lo hicieron anteriormente en Buenos Aires, recuerden que en este tipo de operaciones las decisiones cruciales las toman otros, gente que ni siquiera habla castellano, y los blancos en América del sur son mucho más fáciles de lograr que en Europa o los EEUU.

Sería terrible que el régimen de Maduro tuviera que ver con esta logística de muerte y destrucción, y lo del avión de CONVIASA apunta a que están tratando de crear patrones de vuelo comerciales, rutas y movimientos que no llamen la atención, para el momento de disponer de uno de estos artefactos, poderlos trasladar sin levantar sospechas.

Es muy difícil que Maduro, o los cuerpos de inteligencia de Venezuela tengan algún control sobre estas actividades de terrorismo internacional, en todo caso, si se diera, y espero que este artículo llegue a manos de quienes puedan evitarlo, que convenzan a Maduro que no es bueno jugar con fuego, es mejor no arriesgarse y evitar convertir al país en tapadera para que otros hagan sus estropicios, ya hay demasiado terroristas de otros países con pasaportes venezolanos transitando por el mundo.

Y que no me digan los chavistas que no pienso en ellos, ni hago nada por salvarles el pellejo, les estoy advirtiendo que tienen que bajarle el trote a Maduro, hacerle entrar en razón que va por muy mal camino, no me gustaría que Venezuela sea el “dummie” que otros utilizan, y mientras el gobierno no diga nada sobre la situación en Argentina, mientras las autoridades responsables no se pronuncien, esta teoría conspirativa resulta de las pocas explicaciones plausibles al enojoso asunto del avión venezolano detenido con tripulación mayoritariamente iraní.    -    saulgodoy@gmail.com

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