Desde hace mucho tiempo he estado por escribir un artículo sobre uno de los escritores que más admiro y cuya obra releo con mucha atención, no solo por su brillante estilo literario y un preciso uso de la lengua inglesa, expuesto mayormente en sus ensayos y artículos periodísticos, sino por su capacidad de interpretación de la compleja realidad política que vivió: la Guerra Civil española, el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia, el estalinismo en La Unión Soviética y la Segunda Guerra Mundial.
Su verdadero nombre era Eric Blair y no pudiendo terminar
sus estudios universitarios en Inglaterra, se enroló en la Policía Imperial en
Birmania, donde conoció de primera mano el más salvaje de los racismos, él era
parte del órgano opresor que trataba a los coolies
(emigrantes chinos y mestizos que eran la casta más despreciada en el sureste
asiático de su tiempo) no como personas, sino como cosas.
Aquella pasantía de cinco años en una colonia inglesa le
bastó para comprender, desde adentro, como trabajaban los mecanismos de
explotación del imperialismo, se convenció de que el Estado generaba la mayor
parte de los males de una sociedad y se convirtió al anarquismo, cosa que no
duró mucho.
Quizás fue un sentimiento de culpa lo que poco a poco le
fue llevando al socialismo, de regreso de Birmania se fue a París, donde vivió
en un barrio obrero, trabajaba lavando platos en restaurantes de lujo y allí
fue que decidió escribir un libro sobre la pobreza, para hacerlo, se unió a los
más desposeídos a su regreso a Londres, a los pordioseros, prostitutas y vagos,
pidió limosna y vivió debajo de los puentes.
De esta experiencia surgió unos de las obras más
interesantes y duras en su crítica social, Down
and Out in Paris and London, en la tradición de esa otra gran obra de
denuncia social en los arrabales londinenses, escrita a finales del siglo XIX
por el novelista norteamericano Jack London, The people on the pit.
Quien desee entender la pobreza y la explotación del ser
humano no puede dejar de leer esta obra, escrita por uno de los intelectuales más
importantes del siglo XX, las observaciones sobre la exclusión que hizo Orwell,
y como el ordenamiento jurídico, muchas veces “crea” a los excluidos, tienen
una vigencia extraordinaria, Orwell fue uno de los socialistas más críticos y
en momentos esenciales para esa ideología, una crítica que muchas veces fue mal
entendida y que le valió la expulsión da varios círculos socialistas y en
algunos instantes, ser declarado enemigo del socialismo.
Su siguiente libro fue un encargo del Club del Libro
Socialista, le encomendaron investigara sobre las condiciones de vida de los
mineros al Norte de Inglaterra, pero resultó en una de las críticas más
inteligentes que se le ha hecho al socialismo, en The Road to Wigan Pier, Orwell destaca la diferencia del socialismo
en que creen sus dirigentes, intelectuales y una buena parte de sus militantes,
la mayoría de la clase media, y el concepto de socialismo que tiene el obrero,
que constituye las bases del partido.
Hay una visión del socialismo que viene de la ortodoxia,
el socialismo científico, lleno de complejidades económicas y sobre la
naturaleza del Estado que ningún obrero comprende ni comparte pues no la
comprende, el obrero socialista solo espera justicia y ser tratado con un
mínimo de decencia.
Para el obrero, la revolución siempre será una serie de
reformas que el socialista “inteligente” impone a las clases bajas, nunca es una
revolución de “masas”. Finalmente hace
una acertadas advertencias sobre la sombra del fascismo que se levantaba en
Italia y señala, que un socialismo mal entendido, autoritario y personalista sobre
todo con respecto a la democracia que debe existir dentro de un partido
socialista, donde la consulta a las bases es fundamental, es la mejor manera de
servirle la mesa a la tiranía del fascismo.
En 1936 Orwell se va a España con la idea de escribir
unos artículos sobre la guerra que se acababa de declarar, entra por Barcelona
con cartas de recomendación del Partido Laborista inglés y se encuentra con la
ciudad en manos de los anarquistas y declarado un régimen colectivista, sin
entender mucho de lo que estaba pasando políticamente, Orwell se enrola
inmediatamente en la milicia y se va a pelear al frente, lo único que tiene
claro es que lucha en contra del fascismo y a favor del socialismo.
Entra y sale de Barcelona varias veces, es testigo de
excepción de uno de los eventos más importantes de la Europa contemporánea,
finalmente es herido en el frente de batalla y hospitalizado.
Con el derrumbe de la República en Cataluña, tiene Orwell
que salir clandestinamente de regreso a Inglaterra, fue un año que marcó su
vida para siempre y mucho de lo que vio y escuchó en su papel de miliciano en
España, conforma el cuerpo de su obra cumbre, la novela en contra del
totalitarismo, 1984, sobre todo en
la forma que se iban escribiendo los eventos que estaba viviendo, leía los
periódicos y los informes y veía como se falsificaba la realidad, vio como
trabajaban los instrumentos de la censura, como se escribía una historia desde
el poder que nada tenía que ver con la verdad, y como esas falsificaciones iban
cambiando el curso de los eventos.
Su obra Homenaje a
Cataluña, es su recuento personal de su experiencia española, un libro
clave en la comprensión de esa Guerra Civil.
Orwell estaba presenciando con horror como el fascismo en
Italia, el nazismo en Alemania y el salvaje estalinismo en la Unión Soviética
iban ganando terreno y apoderándose del mundo. Consciente de que solo no podría
continuar la lucha, y temeroso de que en Inglaterra se perdiera el derecho a la
libre expresión, que sería el principio del fin, decide inscribirse en el
Partido Laborista.
Orwell estaba en contra de la guerra, temía que
Inglaterra se embarcara en un fascismo militarista, pero cambió de idea muy
pronto, si Hitler ganaba la guerra no habría la oportunidad de una Inglaterra
socialista, que era su sueño, por lo que se hizo anti pacifista y renunció al
partido, ya que no podía atenerse a un pensamiento rígido y dogmático.
Trabajó escribiendo y produciendo programas de radio para
la BBC en la Sección de Propaganda de Guerra.
En 1943 escribió su obra Granja de Animales en contra de la Unión Soviética, fue un
despiadado ataque al comunismo, al que trató de desnudar ante la ola de
simpatía que el régimen de Stalin gozaba en Inglaterra, una historia de traiciones
a los más altos ideales por parte de los groseros privilegios de los cerdos, sus
protagonistas principales, que representaban al Partido Comunista.
Sobre su obra cumbre, 1984, en la cual se hace celebre la frase del control totalitario
sobre la sociedad “Big Brother is
watching you”- El Hermano Mayor te está mirando- y que considero un
adelanto, en la forma de una distopía literaria, de lo que sería el chavismo en
Venezuela, escribiré un artículo para una futura entrega.
Eric Blair, conocido como George Orwell, murió de
tuberculosis en Inglaterra en el tope de sus facultades en 1950. En mi humilde opinión, desde el pensamiento
de la derecha, un auténtico socialista.
- saulgodoy@gmail.com
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ResponderEliminarDebido a mi impericia en el manejo de mi blog borre accidentalmente el comentario del Sr. Silvester a mi articulo, si pudiere el Sr. Silvester enviarlo de nuevo estare agradecido, de anetmano mis excusas.
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