Creo que llegó la hora de sacudirse el yugo del marxismo,
que reclama para sí toda organización, ideario y futuro de los movimientos
obreros en el mundo.
Si bien es cierto que los comunistas y anarquistas
lucharon durante la primera parte de la era industrial para conseguir
reivindicaciones, mejoras en la vida y condiciones de trabajo del movimiento
obrero, ya en nuestros días no puede
permitirse operar en base a preceptos y visiones del siglo XIX en pleno siglo
XXI, pues estarán condenados al fracaso.
Las mentiras de la plusvalía, de la explotación, de la
alienación y del trabajo como mercadería ya no tienen ninguna vigencia en este
mundo altamente tecnificado y globalizado, todos esos conceptos e ideas están
superados, muchos de ellos desnudados como pura mentiras, hay que madurar y
entrar de lleno en los nuevos retos de la post modernidad o como le llama el
teórico Jeremy Rifkin, la era del acceso.
Es hora que se deshagan de esas cadenas ideológicas que
son usadas por los más despiadados patronos, el Estado totalitario socialista,
que en base a ideas caducas y sin sentido, esclavizan a los que crean en ellos.
Las revoluciones socialistas como la venezolana, lo que buscan es la manera más
barata y conveniente para captar a la masa obrera por medio de la mentira, con
el propósito de usarlos para sus propios fines.
Pretenden estar de lado del trabajador y sus intereses,
pero mientras nacionalizan y expropian las empresas privadas, privatizan y venden
las empresas nacionales, se hacen dueños de todos los medios de producción para
quebrarlos y arruinarlos y obligan a los obreros a trabajar para ellos en
condiciones precarias y abusivas, como nunca las conocieron con el patrono
empresario-privado, que por lo menos, pagaba el trabajo y garantizaba las
prestaciones sociales, pero bajo el socialismo, les quitan sus derechos
laborales, sueldos, reivindicaciones y hasta la seguridad social, y cuando la
empresa se paraliza, la venden a precios de gallina flaca y los dejan a ustedes
entendiendo.
Y para empeorar las cosas, como se trata de un régimen
militarista como el chavismo, que funciona no por diálogo y consenso sino por órdenes, abuso y violencia, los deja
sin la posibilidad de percibir un sustento, condenando a vastos sectores al
desempleo; no les quepa la menor duda que para estos revolucionarios, un obrero
socialista es el tonto útil perfecto para explotarlos en aras de un lejano
futuro, donde los obreros comandarán los destinos de la humanidad… o sea,
¡nunca!
Un militar no es un obrero, un militar no es un
trabajador, un militar está solo para obedecer y destruir, el obrero que se
entregue a un militar tiene que estar dispuesto a servirle y a humillarse ante
la fuerza bruta, jamás será dueño de su destino por más socialismo y
solidaridad que les prediquen.
El socialismo mata de raíz el deseo del hombre por
mejorar, si todos somos nivelados por un salario de hambre, si superarse ya no
es recompensado por méritos y mejores condiciones, entonces ¿Para que
esforzarse?, igual da si trabajamos bien o mal, si cumplimos o no con el
horario, es más, lo que resulta de tanta igualdad y solidaridad, es que cada
quien va a tratar de hacer mal su trabajo, hasta que sobrevenga la quiebra y el
cierre de las empresas. ¿Es mentira lo que digo?
Sólo señálenme una empresa socialista que se haya
destacado, que haya sobrevivido a la terrible toma de la gerencia por parte del
gobierno… no existe, las que sobreviven lo hacen subvencionadas a un gran costo
de todos los venezolanos, lo que sí vemos es un cementerio de industrias y cada
vez más desempleo, lo que sí vemos son directores del gobierno gordos y ricos
de tanto robar, negándose a discutir contrataciones y conflictos con los
obreros, lo que sí vemos son los piquetes de la Guardia Nacional dispuestos a
caerle a palos y a gasear a quienes se crean con el derecho de hacer huelga o
protestar, lo que sí vemos son los sindicalistas socialistas vendiéndoles al
gobierno la dignidad de sus representados por unas pocas monedas, o por un
puesto de director en una de esas empresas a punto que quebrar, y en este
sentido quiero destacar el lamentable papel que el Partido Comunista Venezolano
ha jugado, convertido en meretriz del más injusto y despiadado patrono, por una
pírrica parcela de poder, haciéndose cómplice de crear empleos en países
extranjeros y arruinando a los trabajadores venezolanos.
¿Hasta cuando el movimiento obrero va a seguir chupándose
el dedo? ¿Quieren trabajo? ¿Quieren dignidad y futuro para ustedes y sus hijos?
Entonces ¿Que hacen oliéndole los cuescos a un dictadorcillo que lo que quiere
es seguir el ejemplo de Fidel Castro? ¿Se van a creer el cuento de que es un
Presidente Obrero?
La nueva modalidad es la de utilizar sicarios para
asesinar a dirigentes obreros que se nieguen a pactar con el gobierno,
desaparecerlos con la intención de llenarlos de miedo y que bajen la cabeza, el
gobierno comunista de Maduro está utilizando todo el poder de su hegemonía
comunicacional para invisibilizar sus reclamos, en sus medios de comunicación
ustedes no existen, ni sus marchas, ni sus sacrificios, si se escuchan sus
voces, solo tienen cámara y micrófono los esquiroles traidores que están
negociando su dignidad por unas migajas que les arroja el poder corrupto de
Miraflores.
Nos quieren llevar hacia el modelo cubano, lo que
conocemos es el caso de los médicos cubanos que vienen a trabajar a Venezuela,
cada uno de ellos constándole al país 1.800 US$, los trabajadores de la salud
cubanos solo reciben 400 US$, el resto va para los bolsillos de los militares
en la Habana, un gobierno que se preste a esta explotación inhumana, a este
robo del trabajo, no es un patrono, es un negrero.
Olvídense de las Mesas de Técnicas o de Trabajo, de los
sindicatos socialistas rojos rojitos, de que existe un Ministerio del Trabajo
velando por sus intereses, lo que este proceso quiere y necesita son millones
de idiotas que crean que el cielo se gana trabajándole gratis al gobierno, por
amor a la memoria de un comandante eterno y dirigidos por un reposero
profesional que dice representar los intereses de la clase trabajadora, que
tiene a medio país ensartado en su proceso revolucionario, bolivariano,
socialista del siglo XXI, que sólo significa: Todo pa´mí, nada pa´ti.-
saulgodoy@gamil.com
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