Usted
se ha convertido en el blanco predilecto de ciertos gobiernos y medios
extranjeros de comunicación de acusaciones graves en su contra, igual sucede
puertas adentro, en Venezuela, su papel protagónico en esta revolución
fracasada y en este gobierno ilegítimo lo hacen ser una figura que atrae hacia
su persona múltiples acusaciones.
No
contento con esto, usted protagoniza un programa de televisión “Con el mazo
dando” en donde se convierte en un implacable perseguidor y acusador de
personas, instituciones y gobiernos que no son de su agrado, utiliza una serie
de pruebas y alegatos obtenidos de manera turbia, por decir lo menos, para
denostar en contra de la llamada burguesía oligarca y apátridas (que
aparentemente somos todos los que no estamos de acuerdo con usted), y arremete
sin compasión en contra de quienes considera sus enemigos.
Como
jefe de la Asamblea Nacional, nos obliga a verlo casi a diario en su papel de
implacable tribuno, cayéndole a coscorrones a los opositores de su gobierno,
negándoles el derecho de palabra, riéndose mientras son agredidos físicamente
por la turba que siempre le acompañan en estas primitivas sesiones,
despotricando en contra de los gobiernos anteriores y auto alabandose como un
insigne patriota y demócrata.
Su
imagen es constante al lado de quien se dice Presidente de la República, el
ciudadano colombiano Nicolás Maduro, en sus apariciones públicas, que también
es continua y en cadena nacional, lo que quiero destacar ciudadano Diosdado, es
que es usted una figura en extremo pública, le gusta estar bajo el foco de los
medios de comunicación de masas, se le ve cómodo ante las cámaras y aprovecha
cada ocasión para hacernos conscientes de que usted es parte importante e
integral de este régimen, cuando no la mano que mueve los hilos del poder.
No
solo es uno de los hombres con más poder en el país sino que con su posición e
investidura representa a uno de las instituciones más importantes del estado
venezolano, su influencia en el partido de gobierno es incuestionable, su papel
en los golpes de estado, su actividad junto a Chávez, en sus campañas
electorales y durante su gobierno, su responsabilidad en la asunción al poder
de Nicolás Maduro, lo hacen figura clave en ésta revolución chavista, por lo
que su responsabilidad para con el país es directamente proporcional a su
desempeño, lo que lo hace una figura demasiado conspicua para dejarse
involucrar con esas desagradables acusaciones que lo hacen ver como un vulgar
criminal.
Pero para
ser una figura tan pública, tiene una piel muy sensible ante la crítica, tiene
un mal carácter cuando alguien se expresa de usted en términos negativos o le
acusan de ciertos comportamientos alejados de las buenas costumbres, entonces
se pone como el propio Demonio de Tasmania, y empieza a despotricar y echar culebras
por la boca, y ha descubierto, ¡Qué grande es el estado de derecho! Que puede
demandar por sumas multimillonarias a sus oponentes para dejarlos arruinados,
contando, por supuesto, con la sumisión de los tribunales de la república a su
irresistible poder (veamos en donde, en que tribunales va a demandar al diario
español ABC).
Al
editor venezolano Teodoro Petkoff lo tiene en salsa por haberlo referido en su
periódico Tal Cual, en un artículo que ni siquiera escribió pero que lo
menciona, no solo le niega el papel para que pueda seguir publicando, lo quiere
ver con una mano adelante y la otra atrás y quizás hasta comprarle el diario
por unas pocas monedas, dicen que se ha aficionado en ser un empresario de
medios, y su lista incluye El Nacional y La Patilla.
Sería
interesante conocer si estas costosas demandas las paga usted con su propio
dinero o por el contrario, utiliza los dineros de la nación para darse el
gustazo de acallar las críticas en su contra, porque si son pagadas por las
arcas públicas por aquello que usted es funcionario público en funciones,
entonces no tienen gracia, no arriesga usted nada, y tengo la impresión que se
trata de un ilícito.
Lo
más interesante de su caso es que las acusaciones en su contra son del más
grueso calibre, dicen de usted los mal hablados, que es el hombre más rico del
país, un super empresario dueño de todo tipo de negocios e industrias, por
supuesto, bajo la figura de los testaferros, hombres y mujeres de su entera
confianza, que supuestamente le administran su imperio, usted, un simple
teniente de no sé qué fuerza, con un sueldo ahora de asambleísta y algún otro
estipendio de alguno otro cargo público que ocupa simultáneamente.
Que
tiene cuentas millonarias en el extranjero en monedas duras, con una cartera de
inversiones en casi todos los continentes, ciudadano Diosdado, de usted se
dicen cosas terribles.
Lo
vinculan como el jefe de un cartel de la droga que manejan ciertos militares
corruptos, cosa que dudo mucho, pues si fuera verdad lo que dicen, como socio
de otro cartel extranjero y de unas guerrillas a quienes les mueve la mercancía,
su vida valdría menos de un centavo ya que estos grupos mafiosos, cuando ven
comprometidas sus operaciones, rutas, ganancias y nombres lo que hacen es
borrar la amenaza, pues lo que más temen son las delaciones y las negociaciones
con las autoridades una vez que el imputado es apresado.
Y
hablando de traidores, resulta que muchas de estas acusaciones vienen de gente
que trabajaba muy de cerca, que conocían su entorno, que era personal de
confianza y que se voltearon y ahora se encuentran “cantando” todo lo que
saben, nada menos que a la D.E.A., la superpolicía contra las drogas de USA, y
entre las muchas cosas que refirió dijo, que el Presidente Chávez murió tres
meses antes de la fecha que su gobierno anunció, y que durante ese tiempo
estuvieron usted y Maduro, produciendo decretos y leyes y falsificando la firma
del difunto, eso es grave.
Hay
historias que contradicen la bravura de su carácter y la valentía de sus
acciones revolucionarias, dicen que cobardemente usted pone presos a sus
enemigos y los manda a torturar, arruina a sus familias y hace cosas
innombrables, abyectas, que no corresponden a un hombre de su estatura moral.
Lo
que me preocupa de todo esta situación es que sigue usted amenazando al pueblo
de Venezuela con las armas de la república, con guerras y enfrentamientos si
usted y sus camaradas salen del poder, pareciera que lo que quieren es
perpetuarse a costa de lo que sea, y que para ello dispone de un ejército que
haría su voluntad.
Siga
usted demandando medios y gobiernos, poniendo presos a sus enemigos políticos y
dándole mazazos a quienes no gustan de su estilo de hacer política, supongo que
ese es su temple y su carácter, probablemente tenga usted razón y todo esta
campaña de descrédito tenga que ver con una guerra económica y de cuarta
generación por parte del Imperio, debido a que lo consideran tan peligroso como
Osama Bin Laden o peor que los corta cabezas de Isis, o tan desquiciados como
el amo de Corea del Norte.
Mi
gran pregunta es ¿Qué fue lo que le hizo usted a tanta gente tan poderosa en el
mundo para que hablen mal de usted? Y si todo es un enorme mal entendido ¿Por
qué no prueba usted lo contrario? ¿Por qué no hay comisiones de la Asamblea
investigando en USA la veracidad de tan graves acusaciones? Porque le voy a decir una cosa, se está usted
metiendo en tantas causas y juicios, tiene un su contra acciones pendientes en
varios tribunales en su país (lo acusan hasta de robarle instrumentos musicales
a los niños y ambulancias a los bomberos) y en el mundo, que no le va a quedar
tiempo para otra actividad, además, el problema que tienen las acciones legales
es que todo queda registrado en sendos expedientes, que son públicos y no se
borran. – saulgodoy@gmail.com
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