Hay un buen número de personas dentro de los partidos de oposición que se han aprovechado de la necesidad de cambio político que vive Venezuela, para promover sus intereses personales y anotarse en puestos ganadores dentro de la Mesa de la Unidad (MUD), personas que no se diferencian del espíritu garimpeiro de los chavistas, sin ninguna ética ni principios y con una voracidad por privilegios y poder imposibles de ocultar.
Se
trata de personas a las que no les importar defraudar a sus electores,
anotándose en circuitos que no son los suyos, lejos de los estados y municipios
de los que son naturales, con un desconocimiento de las regiones y comunidades
que pretenden representar o con un desempeño político mediocre, sin ningún tipo
de obra o trabajo político que presentar, sin seguidores ni popularidad… otros
son los paracaidistas usuales, que se arriman “a donde haiga” para seguir
medrando de la política como si fueran parásitos.
Esta
anomalía ha sido permitida por la dirección de la MUD, secuestrada por la vieja
política y los grandes negociantes del poder, los mismos que han venido siendo
obsecuentes con las imposiciones del régimen, incluyendo el inmenso fraude de
las últimas elecciones presidenciales.
Supongo
que el argumento que excusa esa actitud es que se trata de política, de manejos
internos de los partidos, de negociaciones entre los grupos de interés que
conviven en las organizaciones que hacen vida dentro de la MUD y, sí, hay
grupos económicos y políticos que están cobrando lo que ellos alegan son sus
derechos, supongo que muchos de ellos sienten que se han sacrificado estos años
de dictadura para poder hoy figurar entre los aspirantes a curules
parlamentarias, no tanto para rescatar el país y servirle a los ciudadanos,
sino para recuperarse ellos de las pérdidas sufridas en sus patrimonios y en el
tiempo perdido para consolidar sus posiciones personales.
Seamos
realistas, como en todos lados del mundo, la política es un negocio, entre
otras muchas cosas, y en nuestro país hay grupos internacionales, nacionales y
regionales de intereses, que no quieren perder primacía sobre las decisiones
que afecten al país.
Lo
que me molesta es que todos nosotros, los venezolanos que de alguna manera hemos
dado la pelea a este régimen criminal, arriesgado nuestras vidas, bienes y
tranquilidad (eso incluye a todos los venezolanos que no comulgamos con la
locura roja rojita), vamos hacer estafados, una vez más, por este nuevo
cardumen de pirañas, donde abundan los oportunistas, los vende patria, los
saltadores de talanqueras y no pocos chavistas de closet.
Nada
es perfecto; el precio que el país ha pagado en sufrimientos y penurias no ha
sido suficiente para obtener una salida honrosa y limpia, nuestro estamento
político sigue siendo un chiquero, y no hemos sabido manejar, como sociedad
organizada, a estos grupos e individualidades que, en nuestro nombre, han
tratado de hacer lo imposible por ayudar al chavismo, por facilitar su
permanencia en el poder el mayor tiempo, para su propio interés, manejando la
representatividad política a su antojo y proponiéndose hacer de estas
elecciones otro show de la anti política.
Nosotros
los venezolanos somos los responsables de lo que sucede en la MUD, porque se lo
permitimos, ellos se creen los elegidos porque guardamos silencio, hacen y
deshacen en nombre nuestro porque actuamos más con la emoción que con la razón…
y se valen de ello.
Pero
hay un gran cambio con respecto a la opinión sobre el chavismo y esos partidos
de la oposición que se presentaron como opción de cambio y en forma de unidad,
y es que, ahora, el país nacional está absolutamente consciente de que las
cartas están marcadas, sabemos con quién estamos lidiando.
La
MUD, como una estrategia de poder, dejó correr la arruga cuando se le pidió
primarias para todos los candidatos, escudándose detrás de un conveniente silencio,
hasta que ya no había nada qué hacer; entonces presentaron sus candidatos pre a porter y, ante la indignación de los electores, de nuevo nos están aplicando
la del silencio… me imagino que los jefes de la MUD ya se están vendiendo ante
el mundo como los nuevos dueños del país, y ni se imaginan que están sentados
sobre un volcán.
Esto
lo digo por la inmensa aquiescencia de los jefes de la MUD hacia las
imposiciones del CNE, cada vez más groseras y abusadoras, aceptándolas como
borregos; mala señal para quienes, se supone, van a pelear por nosotros en la
Asamblea Nacional.
Tampoco
los hemos visto tomar la iniciativa, exigiendo una observación internacional
seria, que se respeten las condiciones de ley, tanto en la campaña como en los
comicios, pidiendo garantías del árbitro, para que prevalezca la equidad… cosa
que vemos, con la imposición improvisada de la nueva regulación sobre paridad
de géneros, prácticamente imposible.
Tal
como yo lo veo, la MUD juega a que nosotros, los ciudadanos comunes, le hagamos
el trabajo sucio, acudir a votar por ellos y defender sus triunfos; pero ellos
nos tratan como si fuéramos sus siervos, nos imponen candidatos, no nos dan
explicaciones, se hacen los locos al momento de exigirle respeto al gobierno, ni
siquiera se esfuerzan en tener un discurso coherente, les encanta sentarse a
negociar con los chavistas y defender algunas de las posiciones del régimen, y
nos imponen una especie de veto, de censura, si somos críticos o levantamos
nuestra voz cuando algo no nos gusta.
No
vamos a cambiar unas mafias por otras. La MUD se ha configurado de tal manera
que se está aprovechando de manera descarada y descarnada nuestros sacrificios;
ellos lo saben y nosotros también, pero ahora la situación que tenemos que
resolver, y con carácter de urgencia, son las próximas elecciones
parlamentarias.
Se
trata de la posibilidad (probablemente remota, pero sin duda la última oportunidad
pacífica e institucional) de salir del chavismo, que nos ha sumido en el
desastre como nación. Tenemos hasta el 06 de diciembre para asegurarnos de que
esa posibilidad no sea una nueva trampa electoral, tenemos todas las
probabilidades en nuestra contra y sólo a nuestro favor el inmenso descontento
que reina en Venezuela. La gente está dispuesta a dar la batalla, así sea con
una MUD poco confiable.
En
política hay que pensar a largo plazo, las cosas no suceden inmediatamente. Y
hay ahora una camarilla de políticos corruptos, que están en nuestras filas, en
puestos importantes, manejando la estrategia electoral, constituyéndose al
mismo tiempo en nuestra debilidad y fortaleza; dependiendo de cómo los
manejemos, de las presiones que hagamos y cómo los llevemos en nuestra lucha
democrática, serán útiles o terminarán hundiéndonos.
Lo
que no podemos hacer es callarnos la boca y cruzarnos de brazos, dejarlos actuar
como si este juego fuera sólo de ellos, porque si se sienten dueños de la
unidad, pudieran entrar en negociaciones con el gobierno y hacernos perder el
juego… o que tardemos mucho más en ganarlo.
El
gobierno de Maduro, aunque debilitado y en retroceso, todavía tiene el poder y
mucho dinero en sus cofres de guerra, maneja el terror y el miedo a voluntad y
tiene el apoyo de factores internacionales que no son despreciables.
Las
personas que manejan la MUD no son ni mejores ni peores que nosotros, son gente
normal, propensas a cometer errores, con virtudes y capacidades como
cualquiera; tampoco se trata de un club de genios, ni de una cofradía de santos
entregados a la caridad, por alguna razón que no alcanzo a comprender les hemos
estado dejando el futuro del país en sus manos, mientras vamos en el asiento de
atrás, callados y sin movernos, sólo de mirones… así nos quiso acostumbrar el
chavismo, así pretende la MUD que nos comportemos.
Lo
que sí hemos visto en el pasado reciente de parte de la MUD es una falta de
sensibilidad e integración con los intereses y acciones de las diferentes
comunidades del país en el conflicto con el régimen represivo chavista; en vez
de haber estado entre nosotros, coordinando actuaciones, reclamos y defensas,
han preferido vernos desde la barrera, como si esto no fuera con ellos; en el
peor de los casos, los hemos visto condenando, criticando nuestros procederes y
hasta poniéndose de parte del gobierno.
Apartándose
de nuestra lucha, que consideraron una derrota, su opinión fue que tomamos el
camino errado al salir y protestar en la calle; vista en perspectiva, y la
historia así lo reconocerá, fue una acumulación de esfuerzos, una andanza larga
y compleja, la que nos trajo a este momento electoral. Estoy seguro de que, sin
nuestras acciones y posiciones ante el régimen, que incluyeron las huelgas de
hambre, las visitas de nuestros aliados extranjeros, las protestas, las
intervenciones en los foros internacionales para explicar nuestra situación, el
sacrificio de nuestros presos políticos, jamás hubiéramos logrado esta fecha.
Quiero
dejar claro que una buena parte de los venezolanos vamos a votar con reticencia,
seguros de que queremos salir del chavismo, pero preocupados de que estemos
cometiendo un error al entregarle a la MUD y a los candidatos que nadie eligió,
sino un dedo a puertas cerradas.
No
estamos siquiera seguros si estos candidatos están a la altura las altas
responsabilidades de una lucha parlamentaria, que no va a ser fácil y si estos
autoproclamados candidatos tienen lo que se requiere para darla.
Entramos
en una nueva fase en esta confrontación, vamos a continuar con esta unidad de
la MUD pero desconfiados, ya sabemos la verdadera naturaleza de quienes la
manejan; el silencio, la complicidad, la falta de ética y principios, el pragmatismo
y el oportunismo… esas son las variables sobre las que los venezolanos debemos
estar atentos y actuar, si es necesario; si llegare el caso, deberíamos hacer
acciones de calle contra la MUD, para presionarlos, para demandarles que
cambien de dirección, para reclamarles abiertamente su cobardía, y si este
fuere el caso, exigirles explicaciones.
De
las cosas que verdaderamente lamento es la cantidad de jóvenes políticos que
apenas empiezan sus carreras y que ya están actuando como saltimbanquis, como
veletas al viento de la oportunidad, aunque todavía están a tiempo de corregir.
La
prioridad es salir de este nefasto gobierno, cambiar y corregir rumbo. Hay allá
afuera una población expectante y dispuesta al trabajo y sacrificio, pero el
plan de vuelo debe ser claro, las escalas deben estar señaladas para que la
gente pueda ajustarse, planificar y saber cuándo van a pasar por HOME y cobrar
sus 200.
No
nos entreguemos a los designios de ese pequeño cónclave de la MUD, que sabemos
limitado, egoísta y manipulador; somos más, tenemos muchos más recursos,
contamos con mayores experticias y voluntades, somos realmente el poder. La MUD
debería ser nuestro instrumento político, no al revés.
El 06
de diciembre hay que salir a votar masivamente, no importa si lo hacemos
tapándonos la nariz - eyectar a los chavistas de sus posiciones de poder por
medio del voto es fundamental - pero nunca bajar la guardia, debemos estar
conscientes que esta unidad es forzosa y quienes se quieran aprovechar de la
situación, tarde o temprano, la van a pagar. – saulgodoy@gmail.com
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