sábado, 1 de agosto de 2015

El Foro Penal Venezolano, compromiso con la vida



Acaba de ser postulado la organización de defensa de Derechos Humanos de Venezuela, El Foro Penal, como candidato para recibir el Premio Nobel de la Paz. Sobre su brillante hoja de vida, de lucha, sería más correcto decir, no voy a explayarme, quienes deseen conocer de su trayectoria, que  entren en su página web y allí están los expedientes, los de las víctimas del gobierno criminal de Chávez y de Maduro, los que aún hoy continúan en las cárceles venezolanos siendo torturados e incomunicados con el mundo… es que la lucha de estos hombres y mujeres ha sido la de David contra Goliat, y eso es sólo el principio.
El Foro no sólo agrupa en su seno un grupo de brillantes abogados penalistas, caracterizados por su juventud y compromiso, que además cuenta con una organización que abarca todo el país, más de 1.500 voluntarios atentos al largo brazo del gobierno fascista- militarista  presidido por el ciudadano colombiano Nicolás Maduro, que amparado detrás del poder sigue cometiendo las peores tropelías contra la dignidad humana.
Dos alcaldes y el lider político Leopoldo López los más connotados presos del régimen
Con un sentido de la justicia y el orden que lo ha llevado a los principales centros de vigilancia y control de estas violaciones de derechos humanos, el Foro Penal, bajo la presidencia del abogado Alfredo Romero y de su director Gonzalo Himiob, entre otros, ha dado la cara en la defensa de los perseguidos, torturados, víctimas mortales, presos políticos, detenidos y procesados de este terrible capítulo de la historia de Latinoamérica.
Desde el año 2002, cuando durante el gobierno del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías se empezaron a llenar, de ciudadanos acusados de desestabilizadores y golpistas, las cárceles de nuestro país, todo por el simple hecho de no estar de acuerdo con el gobierno y sus brutales maneras de imponerse en la sociedad por medio de la violencia, con la complacencia de un aparato judicial manipulado y dócil a los designios del líder de la revolución bolivariana, Romero, Himiob y un equipo de valerosos abogados entraron en el juego de la defensa de estos inocentes, acompañando a esas víctimas del terror institucional en los procesos que se les montaban bajo falsos supuestos, sin seguir los procedimientos de ley y en las manos de funcionarios que sólo cumplían las órdenes del régimen.
Las cárceles venezolanas, un verdadero infierno en la tierra 
En medio de las más terribles circunstancias, poniendo en peligro sus propias vidas, estos hombres y mujeres que se adelantaron a tenderle una mano de ayuda a esos venezolanos, de un momento a otro se sumergían en esa zona de pesadilla, tan brillantemente descrita por el filósofo italiano Giorgio Agamben, en su libro Lo que queda de Auschwitz, en el Homo Sacer, su tercera parte, con inequívocas palabras: “…la ley se presenta exclusivamente en forma del proceso… El fin último de la norma es la producción del juicio… la pena no sigue al juicio, sino  que éste es él mismo la pena (nullum judicium sine poena).  Se podría decir incluso que toda la pena está en el juicio, que la pena impuesta- la prisión, el verdugo-  sólo interesa en la medida en que es, por decirlo así, una prolongación del juicio (piénsese en término ajusticiar, giustiziare)”.
Los Colectivos armados, los sicarios del régimen
Y cuando digo que sus vidas corrían (y aún corren) peligro no lo hago como una expresión retórica ni eufemística, porque el gobierno mantiene sus bandas de asesinos llamados “colectivos”, grupos de choque y sicarios armados por las autoridades, con toda impunidad, para deshacerse de las personas non gratas al régimen y echarle la culpa al hampa común… en esa “lista negra”, los miembros del Foro Penal ocupan lugar preeminente.
Como ejemplo de penalización de la buena práctica legal, resalta el caso de uno de sus abogados, Marcelo Crovato, que por el simple hecho de estar asistiendo legalmente a víctimas del gobierno, en pleno ejercicio de su labor profesional, fue privado de libertad el 24 de abril del 2004.
Nuestra juventud, la primera víctima
El presidente Chávez, y luego Maduro, crearon un aparato judicial del terror, por medio del cual proceden sobre la oposición política del régimen; en el mismo actúan organismos policiales y de inteligencia, fuerzas paramilitares no institucionales, fiscales, jueces, personal de prisiones, militares activos, muchos de ellos encargados de las torturas a los presos políticos en prisiones militares, donde se encuentran recluidos, periodistas y órganos de prensa encargados de asesinar moralmente a las víctimas en reportajes y de ocultarle a la opinión pública el horror desatado en el país… todo este aparato funciona a nivel nacional y de manera masiva, especializándose en el maltrato y la vejación de los más vulnerables, aunque se trate de los estudiantes, los jóvenes, quienes salen de esta ordalía con profundas cicatrices en el alma, cuando no a la fosa de un cementerio.
Porque me da la gana, la lógica detrás del poder
Para pertenecer al Foro Penal Venezolano se necesita una extraordinaria condición, hay que ser muy valiente, tener una fe ciega en que se está haciendo lo correcto y que al final habrá justicia; estos venezolanos son gente muy especial, que merece todos los reconocimientos internacionales que han obtenido, e inspira toda la protección internacional que se pueda lograr porque está luchando contra la barbarie.
Los venezolanos, en medio de nuestra tragedia que ya lleva 16 años, precisamos creer que contamos con gente buena y noble, que sabe lo que está haciendo, que lo hace desinteresadamente, que se mueve acertadamente por un imperativo moral, que es impermeable a sobornos, a campañas de descrédito, a amenazas y agresiones… tenemos en el Foro Penal Venezolano un claro ejemplo de cómo la sociedad civil organizada, con metas claras y una voluntad de hierro, puede meterse en el candelero, convivir con el horror y sobrevivir, haciendo el bien y con éxito.
Nuestros estudiantes, punta de lanza de la resistencia
Reconocer al Foro Penal Venezolano con el Premio Nobel para la Paz no sólo sería una bocanada de aire fresco para todo un pueblo, que ha esperado liderazgo y acompañamiento en sus luchas, sometido al terror constante de un gobierno inhumano, sino que fijaría en nuestra región latinoamericana, que por un momento pareció haber perdido el rumbo sobre sus valores y principios, la atención del mundo entero, con un muy claro mensaje a esos regímenes de la oscuridad y la muerte, que se atreven a emprenderla en contra de quienes defienden los derechos humanos, que el mundo civilizado no permitirá que la dignidad humana sea pisoteada y menos en nombre de una conveniente idea de Justicia Social y una excusa pusilánime, como lo es el amor, tal como pretende el gobierno fascista de Nicolás Maduro.
Nuestros héroes
Donde quiera que Usted se encuentre, sea que contacte, escriba, dé su opinión, o averigüe sobre lo que sucede en mi país, apoye la candidatura a este premio. La labor que estos jóvenes abogados han sostenido es titánica, y podemos apuntalarlos para lograr una mayor atención ante un gobierno arbitrario, poderoso, armado, insolente, que se desintegra en medio de la ruina, el dolor y la muerte.
Protejamos a estos luchadores de la libertad y la justicia, se trata, sin duda, de unos verdaderos superhéroes, que no tienen poderes especiales, ni pueden transformarse en hombres de hierro, que si los pinchan sangran, que si los amenazan tienen miedo, pero aún así, lo dan todo.  -  saulgodoy@gmail.com








No hay comentarios:

Publicar un comentario