Creo que sí, el presidente Obama tiene un pasado y un estilo de gobierno que lo ubican sin mayores reservas a la izquierda del espectro político, el partido demócrata de hoy, definitivamente es una organización política de izquierda, y luego del gobierno de Clinton, que se caracterizó con una movida hacia el centro y que su gestión se concentró en sacar de la pobreza y del desempleo a grandes sectores de la población fortaleciendo el aparato productivo norteamericano, la movida hacia la izquierda del partido demócrata ha sido notoria.
Lo
que ha sido bueno para Obama, no necesariamente ha sido bueno para el partido,
los demócratas han perdido mucho poder político, según el analista Peter
Wehner, los republicanos cuentan con 31 gobernadores, los demócratas con 18,
los republicanos controlan 68 de las 98 legislaturas estadales, además ganaron
el Senado y la Cámara de Representantes (diputados) y el péndulo de la
preferencia política parece inclinarse de nuevo hacia los republicanos para las
próximas elecciones presidenciales.
Cuando
digo que ha sido bueno para Obama es que su imagen todavía es popular en las
encuestas, se le tiene por un reformador abnegado y de buenas intenciones, su
lucha por los derechos civiles ha sido efectiva sobre todo en los derechos
pro-aborto, el matrimonio gay, la despenalización del consumo de drogas, ha
sostenido una intensa campaña para aminorar las tensiones raciales entre negros
y blancos y ha sido notorio su empeño por reducir la población carcelaria, se
ha anotado unos buenos puntos en su lucha contra el cambio climático, la
nacionalización de los servicios de salud y en su esfuerzo por otorgarle a los
inmigrantes ilegales un nuevo estatus.
Pero
el partido demócrata definitivamente se está arriesgando en esta jugada de
radicalizar su tendencia socialista, figuras políticas como el Senador Bernie
Sanders un extremista de la izquierda quien promete en su campaña para las
elecciones primarias entre los demócratas el desmantelamiento del sistema
financiero, educación gratuita universitaria para todos, vacaciones pagas para
los trabajadores, Sanders ofrece hacer una más justa redistribución de la renta
de modo que todos tengan seguro social desde la cuna hasta la tumba, es un
claro ejemplo del radicalismo demócrata.
Nancy
Pelosi y la representante de California Lynn Woolsey quienes han contribuido a
las derrotas del partido demócrata por
sus posiciones intransigentes, han pagado el costo político y muchos analistas
advierten que si el partido no hace un viraje hacia el centro, les va a suceder
lo que al Partido Laborista Británico, que fue arrollado por el Partido
Conservador de David Cameron en una violenta vuelta del péndulo hacia la
derecha.
Pero
esto parece tenerles sin cuidado, pues se presentan ahora con la candidata
Hillary Rodham Clinton, mucho más radical que Obama con los temas migratorios,
de género y sexualidad, considera que el tema del encarcelamiento masivo de
norteamericanos tiene que resolverse perentoriamente, pero sobre todo, es su promesa
de imponerle más impuestos a ese 1% de la población que acapara para sí la
mayor parte de la renta en Norteamérica,
una declaración directa de guerra en contra de las grandes corporaciones.
Pero
para este arranque de campaña la candidata Clinton se inicia con el problema de
haber usado correos privados para su gestión como Secretaria de Estado, que la
ley prohíbe expresamente, y a estas alturas no se sabe que tanto daño pueda
causar esta violación a la seguridad del país, lo que sí ha hecho es
posicionarla en el fondo de las preferencias de los votantes.
Los
republicanos han enfilado sus baterías en contra de política exterior de Obama,
la lucha en contra del terrorismo y el tema siempre delicado de los impuestos,
los demócratas tienen un grave problema y es que, comparados con la administración
de Bill Clinton, éste hizo recortes en el gasto de gobierno, favoreció a las
empresas reduciendo los impuestos sobre las ganancias y logró terminar su
período con un superávit en el presupuesto, pero Obama ha hecho crecer la
burocracia e incrementado la deuda interna y necesita imponer nuevos impuestos
en la clase media y aumentar las cargas a las empresas para poder sostener sus
planes.
En
política exterior los demócratas han sufrido fuertes reveces como fue la
revelación del espionaje mundial que la NSA sostiene sobre países aliados y que
todavía tiene consecuencias sobre las relaciones diplomáticas, la imagen de
Obama no ha sido la de un líder asertivo con las crisis producidas por el
terrorismo islámico y el poder militar que maneja.
La apertura
con Cuba ha sido vista con mas recelo que optimismo, se trata de una apuesta al
comunismo más duro y contagioso del planeta y la entrega de las llaves de la
ciudad al peor enemigo que los Estados Unidos ha tenido en su historia, sigue
insistiendo en el cierre de la cárcel para terroristas en Guantánamo.
La
perenne amenaza de Corea del Norte en el sureste asiático es un tema que
incomoda por su poca claridad en cuanto a su resolución, igual sucede con los
desplantes de Putin y su peligroso juego de ajedrez en Ucrania, y no hablemos
de los riesgos que Obama está tomando con los acuerdos en materia del
desarrollo de armas nucleares con un Irán fundamentalista, arriesgando para
ello la sobrevivencia de su socio y aliado en el medio oriente, Israel.
Los
demócratas parecen estar decididos en hacer de los EEUU un país socialista, con
un gobierno fuerte, benefactor, con intenso sesgo populista, empeñados en
controlar hasta en el más mínimo detalle a su población por medio policiales y
establecer vínculos con los gobiernos socialistas y comunistas del mundo.
Hay
una legítima preocupación entre círculos de la derecha norteamericana por la
apertura del gobierno de Obama hacia el Partido Comunista USA, los sindicatos
(el AFL/CIO), gente como Richard Trunka, Carol Browner, Ken Salazar, entran y
salen de la Casa Blanca de manera regular, todos son activistas comunistas.
Los
Estados Unidos cuenta con el mayor plantel de empresas, corporaciones e
industrias productivas del mundo que la hace aún, y a pesar de las políticas
socialistas de los demócratas, el país por excelencia del capitalismo, New York
sigue siendo el centro financiero del mundo libre, aunque hay una clara
tendencia del gobierno central en intervenir y regular su funcionamiento en
aras de buscar un equilibrio en las grandes diferencias de renta que existen
entre los ciudadanos y por supuesto, la sempiterna búsqueda de la “justicia
social”.
Otro candidato hispano de los republicanos en campaña |
Y en
esta creciente actividad regulatoria e intervencionista en los quehaceres de
las empresas, está alejando a ese país, cada vez más del ideal del libre
mercado, de hecho, nunca ha sido menos libre que ahora, pero aún así, todavía cuenta
con un sin número de empresas en la vanguardia tecnológica que van a la
delantera del gobierno, y gracias a que están innovando todo el tiempo, el
gobierno no ha podido regularlos aún.
Digamos
como lo hizo el socialista Charles A. Reich en los años sesenta: “En 1789 la nación ofrecía a cada
norteamericano un nuevo estilo de vida: todo hombre era libre y tenía el
derecho de labrarse su propia felicidad; a través de la forma republicana de
gobierno el pueblo sería soberano y ningún poder arbitrario pasaría sobre las
personas… doscientos años después este sueño se ha disipado casi por completo.” Esto lo expresó Reich criticando al sistema
capitalista, lo mismo se puede decir hoy pero del socialismo del presidente
Obama.
El republicano de origen hispano Marco Rubio |
El
parque corporativo norteamericano está sujeto no solo a normativas cada vez más
complejas y supervisiones más estrictas, sobre todo en el área medioambiental,
lo que acarrea un incremento en costos de las empresas para atender estos
requerimientos que son a su vez trasladados al consumidor, sino que tienen que
soportar una carga impositiva muy fuerte por parte de un estado burocrático,
que no deja de crecer y que necesita recursos para poder mantenerse, se produce
una espiral de gastos “muy socialista”, que no tiene otra perspectiva sino
aumentar.
Tanta
injerencia del gobierno en la vida de los ciudadanos ha traído diversos
problemas como el caso reportado por el sitio en internet My CBS, de George
Miller, en Georgia, quien en el 2010 fue multado por sembrar demasiado
vegetales en su parcela de 1 Ha, o lo que sucedió el 4 de enero de 2011, cuando
se aprobó en los EEUU el proyecto de ley H.R. 2751, conocido como el Acta de
Modernización de la Seguridad Alimentaria de la FDA (Administración de
Alimentos y Drogas). La misma, marca el
fin del derecho del público a cultivar, poseer, comerciar, compartir, alimentar
y comer todos y cada uno de los alimentos que Dios (para los incrédulos, la
naturaleza) provee, convirtiéndose en la más infame legislación contra el
cultivo, comercio y consumo de los alimentos que uno escoja.
El candidato republicano y siempre polémico Donald Trump |
O el
caso de Gary Harrington, de Oregón, EEUU quien el 25 de julio de 2012, fue condenado a
30 días de prisión y una multa de 1,500 US$, por recoger y almacenar agua de
lluvia y agua proveniente de deshielo, en su propiedad, lo cual es ilegal según
las leyes estadales concernientes al agua. Dos semanas después, Gary se rindió y se
presentó a cumplir su condena.
En
apariencia, el estamento industrial-militar ha permanecido incólume,
probablemente debido a la necesidad de sobrevivencia y defensa en un mundo cada
vez más congestionado, donde las crisis surgen en racimos en este
enfrentamiento de civilizaciones, pero hay observadores que notan una actitud
de claudicación ante la barbarie por parte de la dirección de las fuerzas
armadas norteamericanas, una retirada supuestamente estratégica ante el avance
de los intereses fundamentalistas y comunistas.
Pero
donde radica el principal problema para los norteamericanos es en la
intelectualidad, principalmente en las universidades, en los medios de
comunicación y muy especialmente en Hollywood, sectores que prácticamente han
sido tomados por la izquierda y desde donde se prepara el siguiente paso del
proyecto socialista, la hegemonía comunicacional y la continuidad de líderes
socialistas en el poder, al costo que sea.
Hay
una posición “dura” del stablishment
cultural socialista en cuanto el respaldo y difusión de la ideología comunista
que la ocultan detrás de la defensa de los derechos humanos y de las libertades
de libre expresión, pero su centro es un alegato profundamente anticapitalista
y muchas veces antidemocrático; detrás de las campañas ambientalistas y sobre
el cambio climático se ocultan los argumentos colectivistas y nacionalistas que
evolucionaron del pensamiento nazi y pretende poner a occidentes de rodillas
ante el comunismo internacional, impidiendo que desarrolle su mejor y más
poderosa ventaja, el crecimiento económico.
Con
la popularidad que ha tenido el pensamiento post modernista en las
universidades, tienen asegurado la preeminencia del relativismo, la
irracionalidad, el nihilismo, la desconstrucción, todas herramientas eficaces
para minar el concepto de libertad, verdad y responsabilidad que nos legó la
Ilustración y el pensamiento positivista.
El
trabajo del socialismo en USA ha sido hasta los momentos soterrado y dirigido
hacia las juventudes, pero esa estrategia está cambiando y ahora el despliegue
es mucho más abierto y agresivo, afortunadamente, como comenté al principio, el
péndulo de la preferencia política de los norteamericanos se mueve de nuevo
hacia la derecha, y para fortuna del partido Republicano, cuenta con un
semillero de excelentes candidatos para la presidencia.
De la dinastía de los Bush, el ex gobernador de Florida |
La
sobrevivencia de los Estados Unidos es la única esperanza que tiene el mundo de
vivir en libertad, no debemos quedarnos callados mientras vemos, que con el
socialismo demócrata, empiezan a recorrer el mismo camino que Venezuela. -
saulgodoy@gmail.com
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