Es claro que aquellas personas que viven de la política y para la política tienen en el Estado su razón de ser, es un hecho que todo su esfuerzo se concentra en obtener el poder, en convertirse en administradores del Estado y para ello, se valen de promesas y programas que afectan el interés público y tratan de llamar a nuestra atención para que con nuestro voto los llevemos a donde quieren estar, es decir, mandando, disponiendo del erario público, obteniendo las prebendas del cargo, haciendo su voluntad sobre la vida de la comunidad, y si tenemos suerte, puede ser que hagan algo en positivo por la calidad de vida y prosperidad de la sociedad.
Es por esta razón que ninguno de los partidos y candidatos nos va hablar de lo que verdaderamente nos importa ¿Y qué hacemos con el Estado? ¿Qué hacemos con toda esa burocracia gigantesca, ineficiente, corrupta y costosa?
Con la experiencia que hemos sufrido con el chavismo
hemos sufrido la construcción de la apoteosis del Estado, una hipertrofia del
gobierno nunca antes visto, el monumento más grosero y perverso de la idea del
Estado; henos aquí, con sopotocientos
ministerios que no sirven para nada, conducidos por unos ineptos que sin
ninguna vergüenza se la pasan diciendo barrabasadas delante de los medios de
comunicación, sumemos cientos de otros organismos públicos, institutos
autónomos, fondos, corporaciones, misiones, comunas, bodegas socialistas,
universidades bolivarianas… órganos del estado que se inmiscuyen y tratan de
controlarlo todo, pero cuyo desempeño lo que da es vergüenza, y para muestra,
miren al país como lo tienen, destruido.
Millones de funcionarios públicos (incluyo a los
militares) medrando de las nóminas del Estado con el solo propósito de hacernos
a los ciudadanos la vida miserable, para competir deslealmente contra las
empresas privadas, para torpedear los esfuerzos de la sociedad civil
organizada, para hacer de las iniciativas individuales un calvario, hacen de
sus puestos de trabajo una trampa, un escamoteo para ganarse sus sueldos de la
manera más fácil y descarada, impidiendo que sus propias instituciones
funcionen y hagan lo que tienen que hacer.
Las verdaderas víctimas del estado, la gente |
Nos preguntamos ¿Cómo van a trabajar los nuevos
parlamentarios con toda esa nómina del estado en su contra? Con esa cultura del
menor esfuerzo posible y la mayor ganancia exigible (que es justamente uno de
los conceptos socialistas de lo que es Justicia Social), es de prever que los hoy
candidatos nos llenarán la cabeza de promesas, de lo que van hacer, de lo
bonito que será cuando ellos lleguen al poder, de las maravillosas leyes que
van a promulgar y que como conjuros van arreglar el mundo, pero ya me los
imagino, luego de un tiempo en sus cargos, las excusas: que no pueden, que tienen
las manos atadas, que no los dejan trabajar… señores, ¿Se van a montar en el
poder para seguir haciendo lo mismo? ¿Van a mantener vivo al monstruo?
Si verdaderamente fueran demócratas debería ampliar y
fortalecer otras maneras , vías y estructuras que la sociedad tiene para
resolver sus problemas otro que el estado, el chavismo nos ha permitido
experimentar en carne propia el colapso del aparato estatal dejando a la
sociedad en estado de dependencia y absolutamente indefensa, los políticos que
favorecen un estado fuerte se llaman “estatistas” y por lo general son
socialistas o comunistas, los regímenes militares todos tienden hacia el
estatismo, el capitalismo es el único que funciona óptimamente con un estado
pequeño, eficiente y al servicio de la sociedad.
Presidente Chávez en plena actuación heróica |
De acuerdo a la torcida filosofía del socialismo del
siglo XXI, los ciudadanos estamos para mantener al Estado a como dé lugar, y si
eso implica dejar que nos arruine, el Estado nos lo agradecerá, es nuestro
deber, se debemos comer piedras fritas o hacer colas sabrosas por el resto de
nuestras vidas, pues sea.
El tumor recrecido del Estado nos está matando, es por ello que es indispensable que les
hagamos esa pregunta a nuestros políticos, a quienes pretenden representarnos,
una vez que ganen las elecciones ¿Cómo van a limpiar la casa?
Un típico funcionario del estado al servicio de sí mismo |
La mayor parte de las respuestas que nos llegan en la
propaganda electoral es que van a continuar con el enorme aparato estatal y
tratar de utilizarlo para reconstruir la nación, que por medio de leyes
democráticas van a revertir la tendencia estatista, que pondrán en práctica una
“reingeniería” (la nueva versión de los enroques), hasta aquellas que dicen que
no van a cambiar nada, que nadie será despedido, que todo seguirá igual, pero
ahora con un parlamento en manos de la oposición ¿Qué les parece?
Este tema no puede ser obviado ya que de su solución,
depende en mucho el éxito de las nuevas gestiones, hay que desmontar el estado
pero ¿Cómo hacerlo? no podemos continuar incrementando las cargas sociales
(seguros de paro, pensiones, fondos de retiro, etc.) lanzando a los
funcionarios innecesarios para la calle para que se las arregle como sea, así
sean unos ineptos… pero hay maneras de ir logrando una transferencia de
recursos humanos de la burocracia hacia el sector privado, utilizando la
inversión productiva, reeducando al funcionario para sus nuevas tareas,
incrementando la actividad privada, privatizando grandes áreas del sector
público.
Las eminencias grices detrás del estado venezolano |
En las últimas décadas nuestros políticos han tratado de
crear una identidad entre el Estado y la sociedad, porque el Estado, para sus
fines, trata de confundirse con el país, con la gente, pero el Estado no es el
pueblo, nunca lo será, el estado no es la sociedad civil organizada, el estado
no son los partidos políticos, no son la iglesia, ni las ONG’s, mucho menos las
organizaciones vecinales, la representación de padres en las escuelas o las
universidades.
Un estado hecho para molestar a sus ciudadanos |
Los maduristas lo han llevado aún más lejos, han tratado
de anular a la sociedad para que solo exista el Estado, en cualquiera de los
casos, y esta es mi opinión personal, creo que el Estado es solo útil para
ciertas cosas, mínimas y no importantes, no necesitamos de esta inmensa torta
que hiede a podrido, es más, estoy absolutamente convencido que si queremos
salir del subdesarrollo, tenemos el deber de reducirlo, controlarlo y someterlo
a nuestra voluntad, que el estado sirva a nuestros propósitos no nosotros a él.
Si el Estado es una de las muchas formas que los pueblos
tienen para organizarse y asegurar su futuro en paz y prosperidad, no es
posible que todavía tengamos que aceptar como ley divina que el Estado es dueño
de todo, de la tierra, del agua, del petróleo, de nuestro dinero, de nuestro
futuro, de nuestro voto, de nuestras FFAA. ¿En qué momento se negoció tamaña
insensatez con los ciudadanos?, ¿Porque nadie nos preguntó?, porque si me
preguntaran, diría que están locos.
Gran Misión Vivienda, la burla y la apoteosis de la ineficiencia |
Si este Estado es incapaz de asegurar nuestra
subsistencia alimentaria, si no puede controlar el hampa, si invita a gobiernos
enemigos de nuestro país a hacer negocio con nuestras miserias y a burlarse de
nuestros valores ¿Para qué c… sirve?
Tenemos que aprovechar esta nueva campaña electoral para
discutir los asuntos verdaderamente importantes, y no, si vamos a ser más
socialistas que los socialistas. - saulgodoy@gmail.com
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