A medida que se incrementa la población de la tercera edad en Venezuela, la economía se verá presionada en varios aspectos importantes; el primer motivo de preocupación debe ser si el país está preparado para atender las necesidades de este sector de la población venezolana mayores de 60 años.
El gobierno chavista ha aplicado una política de
eutanasia en contra de sus ancianos, me explico, ha sido política pública (muy
probablemente diseñada por cubanos fidelistas) del estado venezolano, abandonar
a su suerte a las personas de la tercera edad, sin proveerlos de seguridad
social, sin atención médica adecuada, la carencia de alimentos y medicinas ha
puesto a muchas de estas personas en las listas de muerte por desahucio, ha
habido un incremento importante de decesos masivos en este segmento de la
población, que se está tratando de ocultar con la falta de información
confiable por parte de los entes públicos que se ocupan de ellos.
Esta política de exterminio hacia los adultos
mayores, al retirarle la asistencia debida por parte del estado tiene un
objetivo económico muy claro, desviar esos recursos hacia otras actividades,
principalmente la corrupción.
Lo que no han podido evitar es que el país siga
el curso natural de envejecimiento de la población, las condiciones políticas y
económicas del país han descontrolado las posibilidades de reposición
demográfica, los nacimientos no están cubriendo las cifras de muertos.
Si bien la ciencia y la tecnología han hecho
posible vivir por más años con mejor salud,
gracias a la medicina, adelantos nutricionales,
productos farmacéuticos, prevención y nuevas terapias, ¿Están estos adelantos disponibles para los
venezolanos? ¿Quedará una parte de la
población al margen de estos beneficios, enfermándose y con discapacidades que encarecerán el gasto de la
salud pública y la atención a la vejez
abandonada?
Lo razonable y lo que se espera de un país democrático, petrolero y con posibilidades de desarrollo tanto humano como económico, es que sus ancianos gocen de calidad de vida en sus años dorados, luego de toda una vida de trabajo y servicios al país, que sean atendidos y cuidados cuando lleguen las enfermedades y las discapacidades, que gocen de integración social, que no sean apartados ni discriminados por razones de edad o salud, que las comunidades a las que pertenecen tengan las herramientas y recursos para llevarlos a buen término en su la etapa final de sus vidas, que no está demás decirlo, pueden ser productivas, útiles para la sociedad y dignas para las personas.
Lo razonable y lo que se espera de un país democrático, petrolero y con posibilidades de desarrollo tanto humano como económico, es que sus ancianos gocen de calidad de vida en sus años dorados, luego de toda una vida de trabajo y servicios al país, que sean atendidos y cuidados cuando lleguen las enfermedades y las discapacidades, que gocen de integración social, que no sean apartados ni discriminados por razones de edad o salud, que las comunidades a las que pertenecen tengan las herramientas y recursos para llevarlos a buen término en su la etapa final de sus vidas, que no está demás decirlo, pueden ser productivas, útiles para la sociedad y dignas para las personas.
El gran problema de los países cuya población se
hace vieja por encima de su capacidad de
regeneración de nuevas generaciones, es fundamentalmente
económica, los costos de la salud se encarecen cada vez más, y las necesidades de estos programas de
atención a la vejez crecen
exponencialmente.
Este fenómeno es tan importante que la publicación Global Trends 2030, del National Intelligence Counsil de los EEUU lo cataloga como un “cambio tectónico” para
la sociedad mundial en el futuro a corto
plazo, son pocas las sociedades jóvenes en
comparación a las que envejecen aceleradamente, lo cual crea un problema para el desarrollo de las naciones y hace de
la migración, una de las prioridades en
el crecimiento económico.
Una de las razones por las cuales los países
europeos están aceptando esas grandes cuotas de refugiados es que necesitan
sangre joven para garantizar su supervivencia en el tiempo, son sociedades que
están envejeciendo rápidamente y no se están reproduciendo, de allí la
necesidad de importar nuevas generaciones de relevo, el problema que tienen con
la emigración de los países del islam, es que provienen de culturas que no se
integran, son peligrosamente conquistadoras y probablemente estén firmando su
propia sentencia de extinción como pueblos occidentales.
En los países desarrollados se están abriendo oportunidades de trabajo para las personas mayores para la consultoría, para la educación de los más jóvenes, para trabajos que requieren de tiempo y presencia, como ejemplos y consejeros para las nuevas generaciones, amoldan actividades y oficios especialmente para esta etapa de la vida, a la que todos vamos a llegar algún día, haciéndonos más productivos por mayor tiempo.
En los países desarrollados se están abriendo oportunidades de trabajo para las personas mayores para la consultoría, para la educación de los más jóvenes, para trabajos que requieren de tiempo y presencia, como ejemplos y consejeros para las nuevas generaciones, amoldan actividades y oficios especialmente para esta etapa de la vida, a la que todos vamos a llegar algún día, haciéndonos más productivos por mayor tiempo.
La población más joven y productiva debería
estar preparada para hacerse cargo de un
país con más personas entrando a la tercera edad, esto significa que el país pudiera perder competitividad y por ende
nuevas inversiones frente a otros países
con población más joven, esto implica que
los ahorros, inversiones y fondos para atender a los mayores deben estar bien cuidados y óptimamente manejados, por lo
que se hace más y más perentorio que los
dineros de la seguridad social sea administrados con criterios probos, que implica, multiplicar esos fondos e invertirlos con sentido de futuro.
Lamentablemente el gobierno socialista-chavista ha manejado los fondos de la seguridad social como si fuera una cartera para financiar experimentos sociales, campañas políticas y partidas de emergencia para cubrir faltantes en huecos presupuestarios, con su afán comunista no invirtió esos fondos en actividades productivas que pudieran haber multiplicados esos haberes, al contrario, se dio a la ignominiosa tarea de robarle las pensiones a los trabajadores, a unos por “traidores” a otros, porque no era urgente su disposición, simplemente para malgastarlos.
Lamentablemente el gobierno socialista-chavista ha manejado los fondos de la seguridad social como si fuera una cartera para financiar experimentos sociales, campañas políticas y partidas de emergencia para cubrir faltantes en huecos presupuestarios, con su afán comunista no invirtió esos fondos en actividades productivas que pudieran haber multiplicados esos haberes, al contrario, se dio a la ignominiosa tarea de robarle las pensiones a los trabajadores, a unos por “traidores” a otros, porque no era urgente su disposición, simplemente para malgastarlos.
Su política de pensiones a la vejez tomó un cariz eminentemente electoral, reparte pensiones como premios a lealtad partidista, utiliza el temor de ver perdidos estos derechos si “ellos” son
desalojados del poder, el uso del miedo y la amenaza al sector de la tercera edad ha sido continuo.
Con sus políticas de discriminación y apartheid lo que hizo fue obligar a una buena parte de los jóvenes venezolanos preparados a emigrar a otros países, se calcula que 1.6 millones de venezolanos han emigrado a otros países, personas altamente calificadas y jóvenes en edad productiva, mientras el gobierno de Maduro indolentemente presencia y permite que el hampa se encargue de asesinar y lisiar a los jóvenes que se quedaron. Su interés en la educación fue nulo, prefirió indoctrinarlos y prepararlos para un futuro como guerrilleros y milicia, en vez de cómo hombres útiles y productivos.
La situación que enfrentamos es que para el año 2010 había dos millones y medio de adultos mayores, el mes de septiembre de 2012 se incorporaron 8.144 personas al programa de pensionados del seguro social.
El número de pensionados por
vejez, invalidez o sobrevivientes, para ese año era de 2.211.975, luego de esa
fecha la información se hace escaza y poco confiable, con pensiones que no
alcanza ni para adquirir la cesta básica
alimentaria, mucho menos medicinas y los estimados son, que para el año 2030 tendremos cinco millones y medio de
pensionados, un 120% de crecimiento para
el sector, y nada hemos hecho para afrontar este escenario, no hay planes de atención al adulto mayor, no hay previsiones
presupuestarias, no hay planes económicos para hacer productivo el sector, lo
que hay en el Plan de la Patria son algunos planes comunistas para llevarse a
nuestros ancianos a granjas apartadas en el
interior del país, para explotarlos como
mano de obra barata, el cuadro es grave.
El país carece de equipamiento, de
recursos humanos especializados (sobre todo enfermeras y médicos especializados en gerontología), de instalaciones
y servicios adecuados y planes de financiamiento
para hacerle frente a ese incremento
demográfico, contando que solo tendremos petróleo para los próximos diez años antes de que las energías
alternativas nos borren del mapa como
“proveedor seguro” de petróleo.
Debemos pensar en una política urgente de
emigración para atraer jóvenes de otros
partes del mundo, soy de los que creen que los jóvenes que se fueron no van a
volver, no pienso como lo hace el político populista Julio Borges que lo que
viene es un gran reencuentro con nuestra diáspora, los países que necesitan
sangre nueva ven a nuestro éxodo como una bendición y van hacer lo posible por
mantenerlos, y para poder seguir siendo una nación competitiva, la tarea que tenemos por delante es
titánica por decir lo menos, ya
deberíamos estar investigando de donde vendrá esa nueva corriente migratoria
que el país necesita.
Esta es otra de las razones por la que debemos
tomar conciencia que con los socialistas
no vamos para ningún lado, que debemos ordenar la casa y hacernos cargo de lo importante y prioritario.
Ustedes chavistas, que ya están pisando
los cuarenta años, tengan un poco de sensatez,
no hay nada más triste que pasar una vejez abandonados y en la miseria, por su propio bien, saquen del gobierno a
estos incapaces ahora, y dense una
oportunidad de vida. – saulgodoy@gmail.com
:(
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