lunes, 11 de enero de 2016

Los servicios de inteligencia en Venezuela


Para nadie es un secreto que los servicios de inteligencia en Venezuela son un fracaso desde todo punto de vista, el país está infiltrado por los servicios secretos de varios países aliados al régimen chavista, la mayor parte de ellos de origen comunista y fundamentalistas islámicos, y algunos del Asia como los de Corea del Norte y China, a los que se les ha permitido participar en áreas estratégicas del país, fundamentalmente en el área petrolera con atribuciones que van más allá de lo simplemente comercial.
Los servicios secretos de occidente quedaron fuera de este convite y hacen presencia de la manera usual, secreta, como debe ser, y dada los resultados de sus acciones de seguimiento y análisis de información sobre el gobierno chavista, son los que tienen la mejor información sobre nuestra actual situación y los que están actuando de manera efectiva tal como es notorio en casos de corrupción, lavado de dinero, narcotráfico y acciones antiterrorismo.
Los servicios de inteligencia en el mundo han evolucionado de simples herramientas de seguridad y se han convertido en indispensables órganos de desarrollo y competencia en el mundo globalizado en el que vivimos, monitoreando para sus países, el desempeño de las economías, velando por la libre competitividad de sus empresas, buscando las oportunidades y detectando peligros para sus intereses.
Pero debo explicar mi tesis, ¿Por qué son un fracaso?, básicamente los más altos voceros del régimen, entre ellos el presidente de la república, se la pasan declarando que la seguridad y la soberanía del país está continuamente amenazada y bajo ataque, no solo con una guerra económica sino con una serie de operaciones encubiertas, saboteos a la infraestructura eléctrica, explosiones en instalaciones petroleras, incendios, atentados con francotiradores, campañas en contra de la imagen del país desde el exterior, financiamiento ilegal de nacionales para hacer política y un largo etcétera.  
En varias cadenas, tanto Chávez como Maduro se han jactado de tener una red de informantes en el exterior, supuestamente amigos de Venezuela, que les reportan los movimientos inamistosos antes de que ocurran, parecieran tener “mesas situacionales” de todos nuestros enemigos que, aparentemente, son legión.
Me imagino que para poder sostener este tremendo escudo defensivo ante el ataque continuo de nuestros enemigos, deberíamos contar con un aparato de inteligencia de los más sofisticados del mundo, aunque siguen ocurriendo los apagones eléctricos, las explosiones en las refinerías, la escasez alimentaria y de medicinas, el ataque inmisericorde a nuestro signo monetario, las acciones criminales de los países que propician la baja del precio del petróleo…
Lo que más preocupa es que todo se reduce a unas acusaciones y denuncias realizadas en los medios de comunicación, que no tienen ningún otro basamento que la declaración de políticos del régimen después de ocurridos los hechos. Una de las funciones de un organismo de inteligencia que medianamente funcione, debería, cuando menos, anticipar estas amenazas y neutralizarlas antes de que ocurran, pero siempre nos enteramos de los eventos al momento o luego de que pasan, con la captura de los involucrados, que nunca son presentados al público, ni se les sigue proceso alguno, ni se presentan evidencias contundentes, ni siquiera se inician los procedimientos judiciales formales para estos casos, ni hacen las protestas diplomáticas a esos países de los que se sospecha su participación de manera ofical, debe ser por eso que nuestra inteligencia es tan secreta.
La actividad de inteligencia en nuestro país está militarizada, en las naciones del mundo libre existe la inteligencia civil y militar por separado, pero aquí todo lo que implica la seguridad y la defensa está en manos de los militares y funcionando con un interés político fundamental, darle al régimen chavista y sus intereses, la información y la protección que necesitan, y hago notarla diferencia, los cuerpos de inteligencia del estado actúan para los intereses del PSUV, no para los intereses del país.
Quizás sea esta una de la razones del porqué, la inteligencia nacional se circunscribe a la actuación meramente policial y no estratégica, la inteligencia es más política que otra cosa, no le sirve al país, sino que está al servicio del partido de gobierno y de la defensa del socialismo, que prevalece por sobre una agenda nacional.
La inteligencia que ejecutan organizaciones como el SEBIN y la inteligencia militar, corresponde al manejo de mucha información interna, de vigilancia sobre los mismos ciudadanos a quienes se les considera, según palabras de altos personeros de ese mundo, “bajo permanente estado de sospecha”, y esto es inevitable, ya que para ideologías como el socialismo en su forma más radical que es la revolución, las principales fuentes de movimientos contrarrevolucionarios y de desestabilización, provienen fundamentalmente de los mismos nacionales.
Es por ello, que mucho del tiempo y esfuerzo de los órganos de inteligencia chavistas se van en descubrir conspiraciones, vigilar a sus propios ciudadanos y es la razón que explica las abundantes escuchas telefónicas, grabaciones ilegales, manejo de patriotas cooperantes (informantes), pago de sumas de dinero a testigos estrellas, manipulación de las escena de los crímenes para plantar evidencias que apunten hacia los enemigos del régimen, contratación de asesinos sacados de las cárceles (y su posterior eliminación) para operaciones encubiertas, entrega de armas de guerra y vehículos de escape a la delincuencia, retención de pasajeros en aeropuertos y otras modalidades de actuaciones policiales, mas no de inteligencia.
La información que se produce en este estado de paranoia institucional desde el gobierno, es una de muy baja calidad que consiste en evidencia real o ficticia que da a pié para iniciar la persecución y eliminación de enemigos políticos del régimen, no tiene mayores pretensiones en lo que a recabar información sobre la oposición, seguirlos y arrestarlos cuando les tienen montada la trampa, y cuando un servicio de inteligencia se monta en este circuito de vigilancia y control interno de sus poblaciones, es decir, en un estado policial, es muy fácil perder su rumbo y verdaderos objetivos.
Cuando esto sucede, por lo general se descuidan las labores importantes de inteligencia como sería, si hacemos caso a los lineamientos y escenarios estratégicos que emanan del ejecutivo, que nuestro país está sometido a una continua conspiración internacional por parte de potencias extranjeras para robarle sus riquezas y territorios, que estamos en una guerra económica promovida por países enemigos de la revolución socialista bolivariana, que se está sucintado un ataque en contra de nuestra moneda, que la baja de los precios del petróleo es el resultado de una agresión coordinada del Imperio.
Y aquí quiero hacer una notable característica de nuestra situación de seguridad, el gobierno nacional mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con el gobierno de los EEUU, que por declaraciones del mismo presidente de la República, es nuestro principal enemigo, por lo menos el principal enemigo de la revolución chavista, pero le vendemos petróleo que es un producto estratégico, es uno de nuestros principales clientes, le compramos de todo, mantenemos un flujo de intercambios culturales, de turismo, de emigración, de cooperación que muy pocos países mantendrían con su enemigo natural.

Lo que está sucediendo con los servicios de inteligencia en Venezuela es el clásico error de permitir que la opinión de una persona o grupo de interés, prevalezca sobre la realidad del mundo y obliga a que la información que se recoge conforme el patrón preestablecido, es decir, en vez de tener a la inteligencia trabajando para detectar posibles peligros y poder alertar a los que toman decisiones, tiene a la inteligencia fabricando una realidad inventada de acuerdo a  los temores del régimen.
En esta flagrante contradicción de relaciones e intereses, el mayor esfuerzo de inteligencia debería estar dedicado a vigilar y monitorear al Imperio, deberíamos tener montada una inmensa infraestructura de contrainteligencia dedicada a proteger nuestros secretos, pero la realidad es que el gobierno depende de los servicios de inteligencia de países aliados como Cuba, Rusia, China, Irán, Siria y otros, para conocer de las intenciones y jugadas que contra nosotros hacen los gringos, porque la verdad sea dicha, nuestro servicio exterior deja mucho que desear en cuanto a proporcionarle al gobierno información vital para la defensa de los intereses del PSUV.
En términos muy generales este es el gran fresco donde trabajan nuestro organismos de inteligencia, cuyo más connotados servicios al régimen ha sido, en primer lugar, el de mantener encerrados al más grande grupo de presos políticos de la región, que lo que ha traído es una observación internacional indeseable y denuncias de violaciones de derechos humanos, que en nada han contribuido a los intereses del PSUV.
Y en segundo término, habernos convertido en un país tolerante con el narcotráfico, la corrupción, la legitimación de capitales ilícitos, ser territorio de alivio para grupos subversivos y terroristas, y como guinda de esta inmensa torta, ocupar los primeros lugares como uno de los países más violentos del mundo.   -  saulgodoy@gmail.com









1 comentario:

  1. Muy Interesante tu articulo, pero te recuerdo lo que Snowden pregono y le costo Todo, "No quiero vivir en un mundo gobernado por entes extorsionados por su rabo de paja", si bien es cierto que los servicios de inteligencia de la potencia que "Espia a la Humanidad (Que esta en Guerra contra la Humanidad)" son muy masivos (todas las comunicaciones de la humanidad), son muy ineficientes (los que tienen rabo de paja, que tengan uno, dos o tres, no hace diferencia) Las Verdaderas Manos Negras de la delincuencia y los verdaderos Mafiosos están fuera de la mira, ya que no se ha construido "La Base de Datos Única" que los ponga al descubierto" ... Amanecerá y Veremos ...

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