miércoles, 6 de abril de 2016

¿Alguien quiere una Anastomosis Cefalosomática?



Estoy seguro que muchos. 
Aunque todavía es muy arriesgado ya hay gente hablando de esta compleja operación, se trata de la posibilidad de un trasplante total de cabeza a un nuevo cuerpo.
Hace ya algún tiempo el médico-cirujano italiano Sergio Canavero explicaba a un público incrédulo que posiblemente para el 2017 estaríamos en posibilidad de realizarlo, incluso se atrevió a adelantar algunos datos, la operación se haría en China, se requeriría un equipo de unos 150 especialistas, la intervención duraría un poco más de 36 horas y el costo rondaría por los 15 millones de dólares.
Había dos problemas fundamentales de los cuales aparentemente una ya está resuelto y es la disponibilidad de un nano bisturí fabricado con una fina capa de un silicón nitrado, con un filo en la hoja que estaría en los nanómetros, y manejado por robots para una alta precisión en los cortes.
El Dr. Canavero anunció que ya tenía el donante de la cabeza, se trata del ingeniero ruso de 31 años Valery Spiridonov, quien sufre de una avanzada enfermedad muscular llamada Wernig-Hoffman; se supone que encontrar el cuerpo será mucho más fácil, principalmente de personas con muerte cerebral en accidentes de tránsito, pero el segundo punto es todavía la piedra de tranca ya que no está resuelto en todas sus fases, y es la parte de la fusión de médulas espinales.
El neurocirujano italiano Dr. Sergio Canavero
El asunto tal y como ha sido ventilado por la revista Edge y con la autoría del filósofo y autor Kai Krause, ha abierto un debate internacional sobre las implicaciones del desarrollo de un procedimiento de este tipo, empezando por una gran cantidad de pacientes cuadripléjicos que podría beneficiarse del avance.
Piénsese en personas como un Stephen Hawking, un genio encerrado en la cárcel de un cuerpo inoperante y fallido, aunque lamentablemente la enfermedad de Hawking igualmente ataca su cabeza, su situación es emblemática, hay cientos de personas que podrían tener una nueva oportunidad y ser útiles a la humanidad si se diera este importante desarrollo medico.
Pero por otro lado la opinión en contrario inmediatamente acusa a la ciencia de querer crear frankensteins, monstruos vivientes que nadie sabe cómo van a reaccionar, en qué tipo de personas podrían convertirse, o como podrían ser aceptados por la sociedad.
El primer posible paciente Valery Spiridonov
Hay varios problemas que se suman y uno de ellos es la disponibilidad de cuerpos compatibles, cuerpos sin cabezas sólo son posibles conseguirlos si hay un donante o como ya entrevé el campo opositor a este adelanto, cosechándolos entre los prisioneros condenados a muerte, el asunto es que deben ser cuerpos en buen estado o fácilmente recuperables y a los cuales, se puedan hacerle los preparativos que se ajusten a la operación.
Para muchas personas religiosas es lo más cercano a estar jugando a Dios, y por el alto precio a pagar por el trasplante ¿Será sólo para los ricos? ¿Pagaría el estado por medio de la seguridad social por este procedimiento? ¿Cómo se manejaría? ¿Habría una especie de lotería?
La ciencia ficción ya tiene lustros especulando sobre el asunto e incluso hay algunas películas baratas de anticipación que tratan el tema, pero a medida que nos acercamos a tener los medios y el know how, las perspectivas lucen bastante crudas desde el punto de vista de las consecuencias éticas, morales, legales y sociales.
Krause hace una revisión de la historia de los trasplantes del corazón y se encuentra que durante las primeras operaciones hubo una alta tasa de mortalidad entre los pacientes, el primer trasplantado sólo vivió 18 días, de los primeros 100 sólo el 10% alcanzó los dos años de vida, eso fue hace 50 años y el Dr, Christiaan Neethling Barnard, tuvo que enfrentar todas esas dudas y reproches, lo nuevo era enfrentado con temor y angustia.
Fue gracias al descubrimiento de la nueva droga Cyclosporina, que suprime el rechazo de los órganos por el sistema inmunológico del huésped, que la situación mejoró y la opinión pública se tranquilizó y hasta se esperanzó con el nuevo procedimiento, decenas de miles de esas operaciones se efectúan ahora sin ningún problema.
Cuando al Dr. Barnard le preguntaron en aquellos primeros meses, quien en su sano juicio se prestaría para una intervención tan peligrosa, el contestó: “Para una persona que está muriendo, un trasplante no es una decisión difícil.  Si un león te persigue a un río lleno de cocodrilos, de seguro te tiras al agua con el convencimiento de que tienes una oportunidad de llegar a la otra orilla.  Pero nunca aceptarás esa apuesta si no hay un león”.  
Algo muy parecido va a suceder con la cefalosomatica, la comunidad científica, la prensa y el público en general están en guardia ante la novedosa idea, que a primera vista parece monstruosa y que atenta con los sagrados principios de lo que significa la vida, pero que si tiene éxito y no dudamos que en algún momento lo tendrá, se convertirá en un procedimiento rutinario.
Por los momentos el primer escollo a vencer es la credibilidad del Dr. Canavero, que a pesar de ser un reputado neurocirujano en su Italia natal se le critica su ansia de figuración mediática, su constante exposición al público por medio de presentaciones en Tv, revistas, radio, sus videos en Youtube son famosos.
Su aparición el año pasado en la Convención Medica de Annapolis, USA, fue controversial, por decir lo menos, por más de tres horas estuvo explicando los avances y el estado del arte para este tipo de procedimiento, muchos de sus colegas pertenecientes a la Academia Americana de Cirujanos Neurólogos y Ortopedistas y el Colegio de Cirujanos de los EEUU que le escucharon quedaron escépticos, la mayoría cree que los avances son notables pero dudan que Canavero cuente con la tecnología suficiente para lograrlo, sobre todo en lo que concierne a la fusión espinal, aunque admitieron que efectivamente Canavero se encuentra a la cabeza de estos adelantos.
El Dr. Canavero explicó como la espina dorsal iba a ser pegada por un pegamento especial y la cabeza conectada por un aparato mecánico llamado “sistema microconector”, para ello debe inducir al paciente (cabeza y cuerpo) a un coma profundo por cuatro semanas, para que se dé el proceso de reconexión auxiliado por electricidad y por dosis masivas de inmunorepresores, para evitar el rechazo de las partes a unir.
Desde hace décadas se ha intentado el trasplante de cabezas en animales pero todos han fracasado, el que más éxito tuvo fue el ensayo del Dr. Robert White que unió la cabeza de un mono en el cuerpo del otro, su fracaso estuvo, justamente, en que no hubo fusión medular, el mono vivió pocos días pero sin control de su cuerpo.
Para colmo de males se le acusó al Dr. Canavero de participar como uno de los protagonistas en un video juego lanzado por la empresa Konami, Metal Gear Solid V: Phanton Pain, donde el personaje del doctor tiene un sospechoso parecido a él y haciendo lo que él hace, y que estaba utilizando sus presentaciones para hacerle publicidad tanto al nuevo juego como a su cirugía, Canavero, que está en plena campaña para levantar los fondos para realizar la operación, negó rotundamente la acusación.
La opinión general fue, que efectivamente la ciencia estaba muy avanzada para hacer este procedimiento, pero no era Canavero quien la realizaría con éxito.
Veamos que sucede en el 2017.  -  saulgodoy@gmail.com











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