El
presente y el futuro cambian a una rapidez impresionante, el mosaico de
intereses, tendencias y de la geopolítica, como forma para manejar el cambio,
han incrementado su velocidad, los países que basaban sus modelos de
inteligencia en paradigmas como la Guerra Fría, el de las guerras de cuarta
generación o incluso el de los resultados de la Cumbre de Davos ya se
encuentran inoperantes.
Los nuevos
marcos de seguridad nacional de los países están obligados a incorporar entre
sus componentes principales: tecnologías de punta, armas de destrucción masiva,
daños a la biosfera, asuntos energéticos, explotación y comercialización de
minerales, epidemias y pandemias, crisis económicas y financieras, cambio
climático, terrorismo, tensiones internacionales y conflictos (con su secuela
de desplazados y refugiados), la mayor parte de estos temas actuando en
conjunto y creando situaciones de emergencia para la seguridad de las naciones.
Muchas
de estas amenazas no están en los listados de prioridad de algunos países,
alguno de estos temas ni siquiera cuentan con financiamiento para su estudio y
seguimiento, lo más grave, ni siquiera entran en las agendas de inteligencia de
los gobiernos que todavía se manejan con las amenazas estrictamente militares o
tradicionales.
Uno
de los puntos clave de toda agenda de inteligencia moderna tiene que ver con la
imagen producto de la percepción-país, como nos ven los demás y como nosotros
vemos a los otros, parece una tontería pero mucho de los problemas de seguridad
regional parten justamente, de estas incongruencias de imagen promovidas bien
sea por ideologías, intereses o un simple mal entendido cultural, una
percepción errada puede repercutir en los gastos de defensa y en las relaciones
diplomáticas, por lo que es necesario estar constantemente analizando esta
variante.
Un
ejemplo bastará, si las autoridades de un país se refiere a otro más avanzado
con el mote de Imperio, con todas sus connotaciones negativas, sus políticas
estarán influenciadas por esta descriptiva, las relaciones estarán signadas por
esta calificación verbal que pudieran desembocar en tensiones y malos
entendidos completamente artificiales, porque funciona en ambas vías, quienes son llamados Imperios entienden
que existe animadversión y hostilidad por parte de quien le asigna tal
característica y actuarán acorde.
Lo
primero que se debería hacer es estar muy claro en que concepto de seguridad se
está usando, porque los hay muchos, hay infinidad de teorías, pero una de las
formas de encontrar una definición que funcione es preguntándonos ¿Seguridad
para quién? Es seguridad para la población o para el estado, es seguridad para
la “patria” o para el gobierno de turno, para la democracia o para el aparato militar…
podríamos ir incluso a niveles de mayor abstracción para encontrarnos con
estados emocionales, sentimientos de seguridad, apreciaciones subjetivas sobre
nuestro entorno o finalmente preguntarnos cuál es el objetivo de nuestro
contrato social ¿Que es lo que promueve la Constitución?
Una
vez aclarado el asunto de seguridad quienes están investidos de autoridad
debería entonces coordinarlas actividades dentro de un grupo grande de
personas, con unas reglas y normas muy claras (su legitimidad depende de la
claridad de estas reglas) y hacerlas cumplir dentro de un marco de misión que
debe incluir (según Barrington Moore): 1- Protección de enemigos extranjeros,
2- Protección en contra de amenazas naturales y amenazas humanas en contra de
la cadena alimenticia del país y cualquier otro elemento que perturbe su
seguridad material, 3- Mantenimiento de la paz y el orden.
La
inteligencia entra en juego como la manera de garantizarle, a esas personas
investidas de autoridad y encargadas de la seguridad, en contar con un sistema
nervioso (que obtiene, procesa y evalúa información) que les indique con
antelación de estas amenazas, que les permita sobrevivir en medio de estas
amenazas y tener la ventaja para enfrentarlas y anularlas.
Para
algunos expertos no hay nada más importante en los asuntos de seguridad
nacional que contar con una inteligencia confiable, pertinente y a tiempo.
Reducido
a sus elementos más básicos la inteligencia es conocimiento y previsión del
mundo que nos rodea, que le permite a un gobierno actuar para evitar amenazas y
aprovechar oportunidades.
Tomando
en consideración estas apreciaciones como ciertas, veamos ahora la situación
venezolana.
El
país ha sido vulnerado, intervenido por fuerzas enemigas, en nuestro caso por
Cuba y su régimen, con el propósito de servirse de nosotros como colonia, que
es lo que está haciendo en estos momentos.
Tenemos
un presidente extranjero, un agente cubano, que su principal interés es que el
país funcione en los términos del coloniaje impuesto por Cuba, si antes la
situación era oscura y secreta, ahora es abierta y pública, esto es un hecho.
Nuestras
principales instituciones, excepto el poder legislativo, son manejadas por
funcionarios comprometidos con esta situación de coloniaje, incluyendo un grupo
de oficiales militares venezolanos colaboracionistas, con lo que se presume que
nuestra institución militar está apoyando abiertamente esta condición de
vasallaje y obediencia a los intereses cubanos.
El
Estado Mayor de nuestras Fuerzas Armadas, en base a sus discursos, actitudes,
acciones y omisiones se ha plagado a esta situación irregular de aceptar la
injerencia de un estado extranjero, obedecer sus lineamientos, aceptar
abiertamente su ideología revolucionaria, seguir las órdenes de oficiales
cubanos y actuar como fuerza de ocupación en nuestro territorio.
Todos
los aspectos de seguridad e inteligencia del país están siendo modificados para
que las FFAA se constituyan en instrumento de opresión y vigilancia de la
población venezolana, otorgándole por un lado, instrumentos económicos y
financieros (legales y paralegales) para el sostenimiento de su estructura,
control sobre la cadena alimenticia del país, el uso de la fuerza letal en
contra de los ciudadanos venezolanos que se atrevan a protestar o reclamar lo
irregular de ésta situación, apoyo a la censura y las políticas de control
sobre la información y libre expresión para la hegemonía comunicacional del
estado, el descuido del área de protección ambiental y de guardería ambiental
en procura de intereses mineros y petroleros otorgados a las FFAA, el permitir
que fuerzas subversivas extranjeras asociados a los intereses de Cuba operen
libremente en el país, la colaboración con los sindicatos del crimen asociados
a carteles internacionales de narcotráfico.
Como
el lector puede fácilmente constatar en la realidad, la seguridad de nuestro
país está severamente comprometida, al punto que pudiéramos decir que se han
desnaturalizados los componentes de seguridad que ahora están actuando como
promotores y custodios del desorden, el caos y la violencia; las reuniones a
puerta cerrada de las FFAA publicitadas recientemente para analizar las
amenazas a la “patria”, suena a un eufemismo para ocultar esta situación harto
peligrosa.
Si
todavía existe un hueso sano en nuestras FFAA, si la institución no se ha
entregado por completo a este proceso de destrucción y traición a nuestros
principios y valores fundamentales como nación libre, democrática y soberana,
deberían tomar los siguientes pasos:
1- Desconocer, por inconstitucional,
el mandato del extranjero y agente cubano que ahora se hace pasar por el
presidente de la República y Comandante en Jefe de nuestras FFAA, por vicios de
nulidad absoluta.
2- Poner la institución armada a la
orden del Parlamento Nacional, única representación legítima de la voluntad
popular en estos aciagos momentos, de manera provisional mientras se nombre un
nuevo gobierno.
3- Detención e inmediata deportación
de todo elemento cubano que se encuentra participando en funciones de seguridad
o de administración de servicios en nuestro país.
4- Llamado a la población civil al
orden y la paz en miras de que se cumplan los procesos pacíficos y
constitucionales de cambio de gobierno con el llamado a nuevas elecciones.
Lamentablemente
el proceso de destrucción institucional del país, la descomposición que reina
en el actual gobierno es de tal magnitud, que solo de esta manera, podremos
garantizarnos la sobrevivencia del país.
- saulgodoy@gmail.com
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