martes, 1 de noviembre de 2016

Algunas notas sobre Arte Contemporáneo


Para la artista plástico Delsy Rubio, exploradora de estos mundos aurorales.

El arte llamado contemporáneo tiene un importante hito histórico con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, cuando el eje de influencia artística de occidente cambia de París a New York.
El fin de la Guerra fue importante ya que entre otras cosas supuso el fin del período colonial de las potencias de occidente, India, el sureste asiático, África y Latinoamérica se liberan del control colonial en el sentido que se les permite mayor autonomía y control soberano sobre sus territorios y poblaciones, pero principalmente, se produce una emigración masiva de estas poblaciones hacia Europa y EEUU que impactan a esas culturas con un mayor multiculturalismo.
Para principios del siglo XX occidente ya siente la influencia de los descubrimientos que hace Freud sobre el psicoanálisis y la vida del inconsciente, al igual que el impacto que causan las diversas teorías sobre la estructura del lenguaje y su importancia en la manera como conocemos el mundo.
El surrealismo surge con fuerza y entre sus muchas derivaciones, el cubismo marca de manera importante las artes plásticas, el futurismo, que también se deriva de estos cambios profundos en la cultura de occidente, es la cuna del arte cinético que tiene sus comienzos por el año de 1904.
Igualmente lo que se dio por llamar el capitalismo tardío trajo nuevas formas de organización social que a su vez afectaron la cultura, lo que el filósofo Walter Benjamín llamaba, el arte en épocas de la reproducción industrial, se refería principalmente al cine y la fotografía pero también a las artes gráficas que hacía posible que una obra de arte fuera reproducida (copiada) tantas veces como fuera necesario para satisfacer necesidades de mercado.
La vida ordinaria de los individuos se vio marcada por una adecuación a las necesidades industriales, tanto el crecimiento urbano como los estilos de vida de las personas se resolvían en las necesidades de producción y consumo dictadas por las economías capitalistas, el arte, sobre todo, se vio influenciado por los nuevos materiales, estilos y mercados que se abrían con las nuevas modas y tendencias.
Del surrealismo surge una serie de ramificaciones que se convertirían en el dadaísmo, el estructuralismo, el expresionismo abstracto, installation and performance art, el op y el pop art, los happenings, el minimalismo, el cinetismo, hay toda una fauna de ismos que se hace difícil seguir sus desarrollos en las artes donde incluimos la pintura, la escultura, la arquitectura, el teatro, el cine, la fotografía, la música, la literatura, las artes mixtas… ya para los años sesenta el mundo estalla en una constelación de estilos y propuestas, muchas de ellas de corta vida y otras con un desarrollo más estables y perdurables.
Una de estas manifestaciones fue el llamado Arte Conceptual que algunos estudiosos ubican entre 1965-1975, una década completa de desarrollo y de donde se originaron los trabajos sobre volúmenes y relieves.
Los artistas trabajando bajo el paraguas de Arte Conceptual aludía a sus obras como objetos referidos a un espacio determinado, una experiencia perceptual y una definición lingüística, algunos artista fueron incluso más allá atribuyéndole a sus objetos elementos de cambios y desorden.
Pero fueron definitivamente los artistas marcados por el minimalismo, los que proveyeron la mayor parte de estas “experiencias”, artistas como Sol LeWitt y Joseph Kosuth , grupos como Propuesta 14, o el movimiento Fluxus, hicieron propuestas muy diferentes pero todas tenían como objeto reducir el arte a su más básico componente, la intuición, objetos que no necesitaban de explicaciones, de atributos, de relaciones, sin cualidades, únicamente presentando su esencia, según algunos de sus proponentes era lo más cercano a la verdad poética.
Era el arte como arte, que era la expresión mínima que buscaban artistas como Mallarmé y Duchamp, Robert Morris uno de los artistas que trataba de explicar el Arte Conceptual lo diferenciaba del pensamiento lógico positivista de la siguiente manera: 1- Los artistas conceptuales son más místicos que racionalistas, saltan a conclusiones que la lógica no puede obtener. 2- Los juicios racionales repiten los juicios racionales. 3- Juicios irracionales nos llevan a nuevas experiencias.
Morris creía que el éxito del trabajo del artista francés Marcel Duchamp consistía en que conectaba su obra con un muy sofisticado conocimiento del lenguaje, donde se generaba una relación estructural.
El artista Frank Stella desarrolló su idea de tautología en el minimalismo, el decía: “Esto es arte porque es arte”, no había más explicaciones, se cancelaban todos los demás argumentos, algunos artistas utilizaron el recurso de contratar a un notario público para que expresara en un documento que la pieza que presentaban era una obra de arte, y el documento estaba integrado en la obra.
Picasso decía que su sola firma costaba un millón de dólares, aunque fuera en una servilleta, Duchamp exhibía un inodoro industrial como obra de arte, fue una reacción en contra del objeto de arte, lo importante era la propuesta, el concepto, para algunos, los valores.
La idea original era el verdadero arte, lo demás era reproducción, había solo un verdadero artista, el creador de la idea, los demás era simples artesanos copiando obras.
El conceptualismo, en palabras de Sophie Byrne y Lisa Moran, del Museo de Arte Moderno de Irlanda: “Arte Conceptual emergió durante un período de tumultos en lo social, político y cultural de los años sesenta.  Fue la reacción contra las restricciones que se percibían en el Modernismo y por la creciente cosificación del objeto artístico. Los artistas buscaron la manera de pensar más allá del aspecto específico de sus medios, de las formas del arte tradicional que se basaban en la originalidad, estilo, expresión, habilidad, permanencia, decoración y exhibición, atribuidos a las pinturas y las esculturas. Usaron lenguaje y textos para la diseminación de sus ideas, desmitificaron la producción artística y negaron su visibilidad. Los trabajos de arte tomaron la forma de declaraciones escritas, definiciones e invitaciones,  Como consecuencia, este período se le conoce como uno de la desmaterialización del objeto de arte; aunque siempre acompañado por algún material artístico, fuera este una fotografía, boceto, instrucciones o un mapa. Internacionalmente el Arte Conceptual reconoce el uso de ambos, textos y materiales efímeros de uso diario, como serían objetos encontrados, de producción en serie, fotografía, video performances, documentación y películas.”
Esta necesidad de asociar a la obra de arte a documentos llegó a su clímax cuando los catálogos de las exposiciones llegaron a ser considerados principales medios para divulgar y presentar el nuevo arte, Benjamin H.D. Buchloh en su ensayo Conceptual Art 1962-1969 from the asthetic of administration to the Critic of Institutiones (1990) nos dice que para algunos artistas conceptuales, el catalogo, es la exposición.
Vemos entonces como para el artista conceptual lo que él piensa y dice que es arte, así sean piezas que ni siquiera fueron elaboradas por el artista, que pudieran ser materiales industriales, de producción masiva, elementos listos para su uso recortados o sacados de otros medios, si lo expone, así sea reproducidos en papel o en una fotografía, si el artista lo presenta como arte, no hay manera de contradecirlo, es arte.
Los conceptualistas eran artistas muy serios, elaboraron sus ideas estéticas sobre bases  de la filosofía de Wiggenstein, de la fenomenología, del estructuralismo del lenguaje, de la semiótica de Sasseure, lograron conectar el arte con el lenguaje y el significado de una manera tan profunda que la colección de imágenes de las latas de sopa Campbell’s de Andy Warhol, por ejemplo, a pesar de su intención de ser un arte para el consumo y para una cultura de masas, era un asunto de alta cultura, era arte porque él decía que lo era, y no había manera de contradecirlo, igual que John Cage cuando compuso 4’33, una pieza sin música y una obra maestra.  -   saulgodoy@gmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario