jueves, 3 de noviembre de 2016

La trampa en que estamos metidos


No me gusta para nada tener que decir “se los dije”, pero bueno, a oídos sordos no hay mejor remedio que una buena dosis de realidad, y la realidad es que Venezuela se encuentra sola ante este escenario montado por el gobierno de Obama, el Vaticano y los hermanos Castro en Cuba, y que es un escenario que por los vientos que soplan, va a seguir siendo mantenido por el partido demócrata y los Clinton, si ganan las elecciones.
Y ese escenario no es otro que el sacrificio de nuestro país en aras de que los chicos malos de Cuba le dieran un respiro a Washington en su juego Latinoamericano, en una política de bandas como si fuera billar, el Departamento de Estado diseño una estrategia neocolonialista donde con la anuencia del gobierno de Chávez y Maduro, distrajeran importantes recursos económicos de su economía petrolera, para financiar no sólo la economía cubana, sino para mantener al oprobioso gobierno de los hermanos Castro en Cuba, violadores insignes de los derechos humanos en el continente, y prefirieron sacrificar a un aliado histórico, a un país amigo y socio en la región, como lo era Venezuela, a cambio, de entre otras muchas cosas, la paz en Colombia, la estabilidad en Centroamérica, la no intervención en el Caribe, que sacaran sus garras de Argentina y Brasil, el canje pareciera un buen negocio, si no fuera por el hecho que lo están haciendo con los comunistas más peligrosos del mundo, con gente sin escrúpulos, cuyo único fin es la destrucción del gobierno y el estilo de vida de los norteamericanos, Venezuela es solo un escalón en esos propósitos.
El Departamento de Estado piensa que puede contener los avances de Cuba y del comunismo internacional entregándoles a Venezuela para que se distraigan, no se cuales puedan ser sus planes, quizás una lenta asimilación de los cubanos a occidente, o esperar a un mejor momento para una intervención más directa, el asunto es, que no quieren confrontar al régimen de los hermanos Castro porque le temen a sus redes y organizaciones que han implantado en todo el subcontinente y que pudieran subvertirles el sur del Río Grande.
Pero de lo que no se han dado cuenta es que ya es muy tarde para esas sutilezas, Cuba tiene a los EEUU infiltrados, ya hay algunos estados como Florida, New York, Texas y New Jersey con redes operando y espiando a los principales servicios de seguridad norteamericano, haciendo proselitismo comunista en las vastas poblaciones hispanas, organizando células políticas y hasta terroristas para en cualquier momento activarlas y ponerlas en línea con sus intereses.
El hecho más notorio y obvio es que el partido demócrata ya fue infiltrado por los cubanos castristas  y que gracias a la comunión de ideas y metas socialistas, una victoria de Hilary Clinton en los Estados Unidos, significaría la gran oportunidad de los hermanos Castro y todo el aparato comunista internacional que trabaja detrás de ellos, para hacer la labor de destrucción capitalista en el seno de la sociedad que sustenta a este sistema económico.
Obama, un socialista a ultranza, ya empezó este desmontaje del orden mundial y suplantarlo con el nuevo orden socialista, con su política de sacar de la ecuación económica y energética a los combustibles fósiles, con todas las galimatías de un Cambio Climático producto de la intervención humana, reestructurando la economía mundial hacia energías alternativas, que fue una de las razones que privó al momento de entregar a Venezuela a los cubanos, el mayor reservorio de petróleo del mundo en manos de los comunistas.
Para avanzar en estos propósitos la administración Obama cuenta con una industria cinematográfica en Hollywood, prácticamente en manos de los comunistas, y cuyos activistas se han venido involucrando activamente en este macabro plan de hacer de los gobiernos de Chávez y Maduro gobiernos “potables” para el consumo de la opinión pública norteamericana.
Esa política suicida de los demócratas solo puede revertirse con una victoria aplastante del candidato republicano Donald Trump sobre quien se ha desatado una de las campañas más sucias y destructivas de un candidato en toda la historia de los EEUU, jamás se había aliado en contra de un hombre tantas injurias y descalificaciones por tantos medios de comunicación, el gran público electoral hispano está totalmente manipulado y confundido por los demócratas, por los castrocomunistas, que a cambio de Venezuela, están manipulando a los electores hispanos para rechazar al único hombre, que puede revertir el curso de desastre que lleva esa gran nación.
Trump es el representante de los capitalistas liberales de los EEUU que no va a transigir con los dictadores, los hermanos Castro y el único que los puede poner en su lugar, eyectándolos de la política norteamericana y obligándolos a dejar tranquila a Latinoamérica.
Si bien es cierto que el candidato republicano tiene sus propias ideas y sentir sobre las relaciones de USA con sus vecinos Latinoamericanos que pudieran incomodar a algunos, ha sido muy claro, quiere una relación de igualdad, reciprocidad y respeto; como buen empresario sabe cómo conseguir que los socios trabajen para que los negocios sean ganar-ganar, que ambos trabajen para esos logros y que cada uno asuma sus responsabilidades, sin cargar al otro con problemas.
En cuanto a la iglesia católica y el estado del Vaticano, se ha dado un peligroso viraje en su forma de hacer política con un indudable giro hacia la izquierda y claramente favoreciendo al castrocomunismo cubano y Latinoamericano, no sólo con palabras sino con hechos, al Papa Francisco no le tiembla el pulso en confundir  el mensaje pastoral con su ideario político, claramente signado por las tesis de la teología de la liberación.
Las coincidencias que encontró el actual Papa con el gobierno de Obama y su espíritu claramente anticapitalista, lo han convertido en el mejor embajador del Washington  controlado por el partido demócrata ante los creyentes del orbe, estas similitudes consisten en una visión del mundo donde se promociona la idea de la paz perpetua expresada por Kant, con un gobierno socialista mundial, que con mano dura a través de gobiernos militaristas, impongan a sus poblaciones las recetas de la agenda “verde” que impulsan los comunistas para “salvar” el planeta, sacrificando la democracia y la libertad a favor de la igualdad y el orden.
El Papa Francisco igualmente se ha sumado a las tesis ambientalistas de Obama y ve al petróleo como verdadero excremento del diablo, tanto Francisco como Obama comparte la tesis que la única manera de someter a los países en vía de desarrollo (el 80% del mundo) y que abandonen sus sueños de ser países independientes económicamente, con un sistema de libertades que exalten los valores individuales, para imponerles doctrinas colectivistas, tribales, con creencias en una vida sencilla de poco consumo energético y apegados a la creencia de una vida después de ésta, es decir, están trabajando por una formula de dominación mundial político-religiosa, en un extraño contubernio entre cristianismo y comunismo, dejándole, por supuesto, a los centros de poder, la facultad y el privilegio de continuar viviendo la vida de opulencia a la que están acostumbrados.
Lo que está sucediendo en Venezuela es lo que pasará en el resto del mundo en un futuro cercano, somos un experimento del neocomunismo mundial, los pueblos de Cuba y Venezuela han sido sacrificados en beneficio de una real politic que sólo beneficia a las élites de una dictadura, que es la forma de gobierno que quieren imponer entre nuestros pueblos, y lo que ha hecho nuestros representantes de la MUD sentándose, no a negociar, sino a aceptar de la manera más innoble y antinacionalista las imposiciones de este plan colonialista a favor de la tiranía cubana, con la presencia del sub secretario del Departamento de Estado, Thomas Shannon, y al enviado del Vaticano como supuestos facilitadores en una mesa de diálogo, es entregarles el país a cambio de buruzas, de sobras, que caen de una mesa de negociaciones, donde nos condenan a servir de esclavos y a mantener a las dos dictaduras, la de Maduro y la de su jefe, Raúl Castro, para beneficio de los socialistas en los EEUU.
Si no nos rebelamos ya, seremos colonia cubana por mucho, mucho tiempo.  -  saulgodoy@gmail.com


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